Mis ojos no podían creer lo que miraban, en la puerta de la casa una rubia preciosa, no piensen mal, pero si la bruja era modelo, esta era una top model, en toda la extensión de la palabra, miraba enojadísima a Edward, estoy segura de que si las miradas matasen hoy ya seria viuda. ¡Todavía me queda mucha luna de miel!
-sigo esperando una explicación, ¿Qué haces con esta niña?
-Rose, hola, que gusto verte no esperaba verte hasta la reunión de mañana, me agrada tu agradable recibimiento…-mi esposo destila sarcasmo.
-no seas idiota- definitivamente, me esta cayendo pésimo- dime quien es esta chiquilla, tanto te afecto lo de…
-ni se te ocurra mencionarla-creo que se enojó- que de solo oír su nombre se me revuelve el estomago, y para hacer las presentaciones de forma correcta- me tomo por la cintura pegándome a su cuerpo, no me había dado cuenta que estaba semi-oculta tras él- Rose, te presento a mi esposa Bella, amor te presento a mi hermana Rosalie…
-Edward, cuando te fuiste, creí que se te había zafado un tornillo, y ahora lo confirmo.
- no se me ha zafado nada Rose, ella es mi esposa y tu interrumpiste mi luna de miel con esa llamada… ya estoy aquí ¿que es tan urgente?
-si tan ocupado estabas, no hubieras venido, pero como ya estas aquí-oh si, ella también se enojó- es hora de ponerse a trabajar.
- Rose en serio, estoy cansado del vuelo….
-¡cansado y un cuerno!, saliste de chicago, y estuviste desaparecido, solo contestabas mails de trabajo, después de que tu misma soltaste la bomba de que algo no cuadraba en las oficinas de aquí y ya no hiciste mas, así que las cosas empeoraron, y tengo un mes aquí quemándome las pestañas, analizando los documentos que me mandas y comparándolos con los que hay aquí, y lo peor del caso es que tengo un mes entero sin Emmett…
-¿tan grave es?
-peor, así que chiquilla ve adentro a ver qué haces- me hizo una seña desdeñosa- y tú y yo tenemos papeles que revisar.
Edward me dio un beso en los labios y me indico donde estaba la recamara, todo estaba muy bien decorado, no había exceso de muebles, en el recibidor había unos sillones de figuras extrañas, pero coincidían bien con el testo de la decoración.
Todo tenía un orden, la recamara era de tonos verdes, que hacían ver el lugar espacioso y luminoso. Edward metió las maletas y me dio un beso, señor beso. Y me pidió disculpas con la mirada.
-bebé, de verdad siento….
-shhhh, -puse mi dedo índice en sus labios- está bien esposo viejo, es tu trabajo y lo entiendo.
-gracias, esposa bebé… si tienes hambre puedes pedir comida a domicilio, en el buró hay una pequeña agenda, puedes pedir lo que se te antoje y toma de mi cartera lo que ocupes.
- está bien, esposo viejo, me encargare de que comamos, tu ponte cómodo y ve a trabajar.
Me dio un beso y desapareció en el baño al rato salió con una bermuda negra y una musculosa amarilla, solo a él se le mira bien todo, yo saque mi libro orgullo y prejuicio para leer de nuevo. Me desperté, con los gritos de la rubia…
-¡te digo que todo apunta a Marcus!
-¡maldición Rose!, sabes lo que pasara con Esme si resulta cierto.
-¡por eso te llame idiota! Necesitamos pruebas del fraude, con lo que tenemos no es suficiente.
- por eso haremos la auditoria, mañana mismo empezaremos.
-por fin piensas, esa chiquilla te esa atrofiando el cerebro….
-por favor Rose, respeta a Bella.
-por Dios Edward qué diablos estabas pensando, es una mocosa, toda tu vida has salido con mujeres ¿y ahora resulta que te casas con eso?
-te lo pido por las buenas Rose, no hables así de ella, porque es mucho mas mujer que todas esas cabeza huecas con las que Salí antes- ¿Cómo no amarlo?
- en serio yo pensé que lo tuyo con Kate terminaría en boda, con eso de que ya Vivian juntos.
-a veces las cosas no son lo que parecen.
-por favor no creo que lo que haya pasado con Kate sea tan grave como para que te casaras con la primera cosa que se cruzara en tu camino.
-Rose, es en serio no voy a tolerar que hables así ni que trates mal a Bella.
-ya pues, entonces ve a alistarte para irnos a la oficina y comunicar lo de la auditoria.
Me hice la dormida cuando entro al cuarto, no quería que viera que había llorado, porque sabía cuánto lo odiaba. Me arrope con las mantas, se metió a la ducha y salió, oí movimiento en el cuarto y después un beso en mi frente, me llené de su aroma, -descansa amor, te extrañare- dijo en un suspiro-yo también, respondíen mi mente-antes de salir le sonó el móvil.
-¿Allie?...si estamos aquí…si ya soltó su veneno… si tendré cuidado….no es necesario que vengas….claro tienes razón…. Gracias Allie…te quiero Bye.
Salió y discutió de nuevo con rose sobre que tenía que hacer algo primero. Al rato regreso y puso algo sobre el buró y besó de nuevo…
-que me has hecho bebé… no quiero separarme de ti-yo tampoco, te extraño amor- no pude contestarle porque "estaba dormida" cuando por fin se serró la puerta de enfrente. Me quite las mantas, y llore por rabia y coraje, que carajos tenía esa rubia en mi contra para despreciarme así.
-bueno Bella, a desayunar- Salí y no había nada en la nevera. Cuando volví a entrar a la recamara, en el buro había un móvil, con una nota. La caligrafía era hermosa como el que la escribió.
Esposa bebé.
Debo ir a la oficina, aunque prefiero quedarme contigo, te compre un móvil, espero te guste si no lo podemos cambiar, ya tiene mi numero, y al de Alice agentado así como el de la oficina, llámame si ocupas algo… ya te extraño…
Te deje un poco de dinero para que compres comida, lo siento bebé, espero terminar todo esto luego para estar contigo.
Cuida mi corazón lo he dejado contigo.
Tuyo: Edward, tu esposo viejo.
Junto a celular había varios billetes no era "poco" como él dijo. Y como nunca me ha gustado depender de nadie, me duche rápido y me puse unos jeans oscuros con una blusa de manga tres cuartos rosa pálido y mis converse negros Alice se negaba a comprarlos, pero son extremadamente cómodos.
El portero se llama Amun, y su esposa Kebi, viven en el edificio, fueron muy amables conmigo, cuando llegue a la puerta me saludo muy formal.
-señora Cullen, su esposo dijo que si algo se le ofreciera, me pusiera a su orden.
-ah, hola, gracias, pero por favor no me diga señora solo Bella, ¿usted es?...
-oh,… me llamo Amun.
-bueno Amun, la verdad es que si me gustaría que me hiciera un favor…- me mordí el labio, mala costumbre.
-dígame se…-sacudí la cabeza- Bella, ¿Qué se le ofrece?
- me gustaría que me dijera donde hay un súper…
-¿perdón?
-es que me gustaría surtir la despensa.
-claro señora, lo siento Bella, mi esposa va a uno que está cerca si no quiere ir sola y gusta ella la puede acompañar.
-gracias Amun sería de gran ayuda.
El llamo a Kebi, una mujer de baja estatura, un poco gordita, y muy seria. Nos fuimos juntas al súper y ella me iba indicando donde estaban las cosas que ocupaba.
-¿me podrías decir, donde están las verduras frescas?
-sígame,
Si una mujer de pocas palabras, pero muy útil, no pude sonsacarle mucho pero no se porto grosera, le sorprendió que supiera elegir, las cosas, al parecer cree que soy de esas que solo se sientan a esperar que todos hagan las cosas por ellas.
Cuando terminamos las compras volvimos al edificio y Amun me ayudo a subir las cosas, cuando acomode todo me estaba muriendo de hambre, así que prepare una pasta rápido, hice suficiente por si llegaba Edward pero no lo hizo pase todo el día sola, y el siguiente, y el que sigue…una semana sin ver ni saber de Edward, sabía que venía a dormir porque despertaba con su aroma, Amun y Kebi me permitían estar con ellos más horas en la mañana. A veces me llegaban mensajes al móvil, con un simple te extraño, pero eso me alcanzaba. Por los primeros tres días pero ¡una semana! Una semana completa donde llegaba en la madrugada y dormía un par de horas para volver a ir.
Sola, en un lugar desconocido, no era para mí, me estaba sintiendo ahogada. Cocinaba y le dejaba listo para que solo calentara pero nunca ceno, o desayuno.
A la semana con un día no aguante mas y Salí por allí, anote en un papel la dirección tal como me la dijo Amun y turistee por allí, se me fue el tiempo y cuando menos pensé ya era muy tarde, llame un taxi y busque la dirección en mi bolsa pero no estaba. Esculque todo y no había nada, y cuando digo nada me refiero a móvil, dinero, nada.
-lo siento señor no tengo la dirección.
-entonces no me hagas perder el tiempo niña.
Me baje del taxi y empecé a caminar, busque a un policía para pedir ayuda y me llevaron a la estación, había muchísima gente, así que espere y espere hasta que me quede dormida acurrucada en una silla.
-señorita, despierte.
-lo siento, me dormí.
-está bien esperar es muy cansado.- era un policía mayor su cabello blanco salía bajo su gorra.
-bien ¿ya me podrán atender?
-por eso le hablo señorita.
-gracias- leí su placa- oficial Ben.
-de nada niña.
Me llevo con un superior y me preguntaron hasta por la cartilla de vacunación del gato, ¡y ni siquiera tengo uno! Después de rellenar varios formularios, y repetir el nombre mío y el de mi esposo 1000 veces decidieron llamarlo por teléfono para confirmar. Pero no contesto, cinco veces y no contesto, le pedí que llamara al edificio y pidiera hablar con Amun o Kebi. Ellos respondieron luego y pidieron que me mandaran en un taxi, que ellos me recogieran.
El oficial Ben me acompaño, y trato de charlar conmigo durante el camino pero yo no podía, tenía un horrible nudo en mi garganta. Edward no se dio cuenta de que no estaba en casa, no se dio cuenta que no respondí su te extraño… algún defecto debería tener pero el no los tenia, su único defecto… ese era yo… luche con las lagrimas todo el camino, no me quebraría. Después de que Amun y Kebi pagaron el taxi les di un simple gracias, y me fui al departamento… al llegar oí risas y una de ellas era mi esposo… Edward reía con algo o alguien… al entrar la puerta, la boca se me cayó. Estaban la rubia de hiel, un gigante musculoso de cabello rizado, y Kate… la maldita bruja estaba aquí. De la cocina salió un duende con unas cervezas y cuando me vio se ¿volteo para otro lado?... Bella, esta es la dimensión desconocida, o era la otra donde tenias un esposo cariñoso y tierno… no sabía lo que pasaba… camine directo a la recamara y me encerré en la ducha, y allí llore por lo que creí tener, porque quizás fue solo un sueño, el mas hermoso pero un sueño al fin.
Salí de la ducha cuando el agua estaba bastante fría y me acosté… las mantas estaban heladas pero no más que yo… después de mucho pensar tome una decisión… me iría, fue lo más hermoso mientras duró.
- bebé, despierta amor- no me di cuenta cuando me quede dormida.
-mmmmmmm.
-hermosa, despierta esposa bebé.
Entonces un flash back apareció y mis últimas horas hicieron acto de presencia.
-buenos días Edward ¿no iras a trabajar hoy?- quiso besarme y voltee la cara, el beso dio en mi mejilla.
-no amor, ya termino todo… soy todo tuyo, ya no tengo que ir a la oficina.
-lastima yo si tengo planes.
-¿perdón?, amor, lo siento de verdad, no sabía que absorbería tanto tiempo.
-está bien- esta pésimo,- lo que pasa es que quede con Kebi, de compartir algunas recetas.
-¿Quién es Kebi?
- la esposa de Amun.
-¿y quién es Amun?
-el esposo de Kebi… el de la puerta.
-¿el señor de la puerta? Y si te convenzo de que te quedes ¿he bebé?-empezó a acariciarme y mi cuerpo a responder- traidor- y antes de caer me levante y me metí al baño…
-pues sal con Rose, o no se no creo que quieras pasar todo el día en la cocina de la casa del portero.
-bebé, por favor, te extraño.
Un nudo en mi garganta me evito responder, las lagrimas traicioneras se deslizaban como cascadas, pero no le daría muestra de ello…
-entonces… es en serio… bien…-su voz sonaba enojada y triste.
Cuando Salí de la ducha el ya no estaba y en la sala se escuchaba la voz de la rubia de hiel y la bruja, no Salí hasta que quedo todo solo o eso creí.
-¿A dónde va señorita?- me pregunto un duende.
- disculpa ¿te conozco?
-por favor Bella, si me acercaba a saludarte se darían cuenta de que ya te conocía, y nadie supo que había ido a Miami- me hizo su puchero de cachorrito abandonado.
-lo siento Alice pero debo salir, quede con Kebi.
-mientes
-¿perdón?
-mientes, tienes otros planes que si los llevas a cabo serás muy infeliz.
-por favor Alice, no.
-¿se lo vas a dejar en bandeja de plata a la… mujer esa?
- lo siento Alice, no quiero que me abandone el también, eso no lo soportaría.
-no te abandonara, no lo hará, el te quiere.
-bonita forma de hacerlo.
- por favor Bella… el te necesita...- y entonces explote ya no pude seguir con todo esto que tenia encerrado en mi pecho y lo deje salir.
-¡maldita sea Alice! Si tanto presumes de saber todo como diablos te reías con ellos en la mañana, cuando yo pase toda la maldita noche en una incómoda silla en una jefatura de policía, porque me robaron el móvil y el dinero en la calle… y sabes que después de contestar un millón de preguntas llamaron a Edward, y no respondió ni el móvil ni en la oficina, fueron Amun y Kebi, quienes me respondieron… ellos pagaron el taxi. Maldita sea pase una semana de porquería solo con un mensaje diario de dos palabras. Te extraño, y para la patética de Bella fue suficiente. Porque lo amo y creí que por lo menos esas dos palabras eran ciertas, pero no porque pase la noche perdida y él ni siquiera se dio cuenta, ya me abandonaron mis padres y no necesito que el llegue y se quiera deshacer de mi como lo hicieron ellos… con tu permiso Alice.
Cuando me encamine a la puerta me encontré a un Edward pálido, parecía a punto de desmayarse, me sentí mal por el sí escucho eso, pero ni modo ya no podía hacer nada.
Trate de salir pero su mano me lo impidió.
-debemos hablar.
-yo no tengo nada que decir.
-pero yo sí, Alice ¿nos podrías dejar solos por favor?
-claro.
En eso entraron la rubia de hiel y la bruja.
-Eddie te estamos esperando, ¿ya encontraste lo que buscabas?
-si, ya lo encontré…pero no iré con ustedes, me quedo con mi esposa.
-pero Eddie, teníamos planes.
Eso se sintió muy feo- ¿Alice?
-vámonos chicas los tortolos necesitan tiempo a solas- las saco a empujones.
- lo que me quieras decir hazlo pronto, Kebi me esta esperando.
Jalaba su cabello que parecía que se lo iba a arrancar y los ojos se le miraban cristalinos -perdón, perdón por todo bebé, yo…soy un grandísimo idiota…me dedique de lleno para sacar este problema adelante, se que es una razón muy débil para lo que te he hecho pero yo quería desocuparme pronto para que volviéramos a Miami, quería seguir con nuestra luna de miel, perdóname bebé…te lo ruego. Yo, yo te amo, por favor bebé. —lloraba como nunca creí verlo.
-yo también te amo, pero tu abandono me dolió mucho.
- te prometo amor, no lo hare de nuevo.
Me beso, y fue estar en casa otra vez, sus labios se moldearon a los míos, me levanto en sus brazos y me llevo a la recamara…
-esposo viejo ¿que haces?
-continuar con nuestra luna de miel bebé
-¿tomaste tu pastillita azul?
-no bebé no necesito nada de eso, y te lo demostrare.
-¿estas seguro?
- te lo demostrare…
No salimos de la recamara ese día, hasta el siguiente, digo quien ocupa comer comida cuando se tiene semejante manjar.
Cuando salimos todos estaban en el comedor. Yo traía mi pijama favorito, una polera de Edward, y un short debajo. La rubia de hiel y la bruja nos enviaron una mirada envenenada.
-buenos días conejos.- saludo el musculoso.
-buenos días hermanito- mi esposo me abrazo- Emmett te presento a mi esposa Bella, bebé te presento a…
Unos fuertes brazos me levantaron en volantas y me hicieron girar en el aire, de lo fuerte que me apretaba me empecé a marear.
-Emmett bájala.-lo regaño Edward.
-esta bien, que aguafiestas, hola soy Emmett el hermano mas apuesto y sexi.
-hola- me sonroje, no espere que fuera tan…simpático.
-mira, mi cuñadita es un tomatito.
-Emmett en serio, deja a Bella en paz.
-esta bien… chicos les tengo una buena y una mala noticia… ¿Cuál quieren primero?
-la buena...-contesto Edward en tono aburrido.
- la buena es que pedimos comida a tu restaurant italiano favorito, y la pasta sorpresa que tanto amas.
- y la mala…a ya se no me digas… te comiste todo porque tarde mucho en salir…
Hizo un gracioso puchero- oye eso lo tenia que decir yo, tomatito, dile a Eddie que no robe mis líneas.
-esposo viejo, no seas aguafiestas con el niño, no le robes su chiste.
-oh, esposa bebé es que lo hace siempre.
-¿y que tiene de malo?, es un gran oso de peluche… y ¿sabes lo que tienen los peluches en la cabeza verdad?
Se escucho un eco de risa general y Emmett con cara de wtf.
-Rose, de que se ríen
Ella se hizo la que no entendió y me miró con repugnancia, pero la ignore.- ves esposo viejo a que me refiero.
- claro bebé… entonces llamamos para pedir algo de comer.
-nop.
Lo tome de la mano y fuimos a la cocina, lo hice sentarse en un banco, -deja que tu esposa te consienta, después de todo un viejo como tu debe reponer energías.-lo mire sobre el hombro.
-no me provoques amor- dijo con voz ronca acomodándose cierta parte de su anatomía.
-en serio esposo, quiero consentirte.
-sorpréndeme amor.
Me puse en acción e hice unas crepas con dulce de leche y frutos rojos, la malteada especial que me enseño una compañera de trabajo, y un omelet con queso y zetas.
Cuando puse la mesa Emmett casi se resbala en su propia baba.
- como ustedes ya comieron, que te parece Emmett si me deseas buen provecho.- dijo mi esposo al ver la cara que tenía.
-pe…pero… hermanito no le harías eso a tu hermano favorito ¿verdad?-Edward negó con la cabeza mientras saboreaba su desayuno- tomatito, hiciste algo para tu cuñado, soy tu osito cariñosito…auch rose…
-lo siento Emmett solo hice para mi esposo y para mi…pero...
-¿pero?
-a veces cuando sirvo los platos que…da
- no espero a que terminara la frase cuando ya se escuchaba ruido en la cocina… al rato entro con unos platos donde se sirvió todo lo que quedaba.
-wow tomatito esto esta delicioso.
-ya sabes como conquiste a tu hermano.
-toda tu me conquistaste bebé, no solo tu cocina.
-oh, esposo viejo, eres un adulador, ¿los años te han vuelto así?
-no bebé, tu me inspiras. La voz se le enronqueció.
-aquí no porque hay presentes.- le respondí al ver sus intenciones en sus ojos
Seguimos en nuestra burbuja, diciéndonos cosas y dándonos comida en la boca hasta que la voz de Alice nos interrumpió.
- definitivamente tanta miel me va a provocar un coma diabético.
-eso no decías cuando estábamos juntos Eddie y yo…-ya ni me acordaba que la bruja estaba aquí.
-Kate, es que tu y Edward jamás se vieron así.
- lo que pasa es que nunca se había enamorado ¿verdad esposo viejo?
-así es bebé, y a todo esto ¿Qué haces aquí Kate?...-buena pregunta.
-yo la invite, después de que acabamos todo quería una a miga para salir de compras.-dijo la rubia de hiel, si ya me caía mal ahora me cae peor.
-¿y tu Alice?
-yo vine a ver a Edward, ya te extrañaba hermanito-se arrojo a sus brazos y le dio sonoros beso en toda la cara.
-yo también te extrañe duende.
Terminamos de almorzar y recogí la mesa, cabe mencionar que aun estaba todo lo que utilizaron los demás, me puse y lave todo y limpie la cocina, cuando acabe, Edward terminó de hacer algo en su computadora. Claro y la garrapata estaba pegada a él.
Estaban todos sentados en la sala, en el sofá individual, Edward, con su compu en las piernas. Y la bruja en las coderas, casi encima de él
Alice estaba en el otro sillón, leyendo una revista de modas, y la rubia de hiel comiendo oso en el otro. Cuando llegue, la bruja se rio de mi…
-no se para que te pones a limpiar, para eso hay servicio en el edificio…
-bueno, es hacer las cosas nos quita de la categoría de parásitos, o inútiles….
-no es eso que dices sino que tenemos cosas mas importantes que hacer que limpiar….
-bueno pues lo único útil que he visto que haces es andar de arrastrada atrás de mi esposo… oh perdón eso no es útil es molesto.
-¿celosa?
-no tengo porque estarlo- quite la computadora de las pierna de Edward y me senté yo- mientras tu te arrastras para conseguir unas migajas yo lo tengo todo para mi…
-eso dices… veras que cuando se aburra de ti te dejara…
-lo dices por experiencia….obvio.- se quedo toda pálida y sé quito de aquí.
-esposo viejo, ¿ya vamos recuperaste las energías?- le dije al oído, y mordiendo el lóbulo de su oreja.
-con permiso chicos.-me tomo en brazos y se encamino a la recamara…pero solo logro dar unos cuantos pasos cuando un grito de Alice lo detuvo.
-¡ESME!- me bajo y fue con Alice que estaba en posición fetal en el sofá llorando como si le doliera algo.
-¿Qué pasa Allie?- pero lo único que repetía era Esme no Esme no, como si fuera un rezo…en eso sonó el móvil de ella y Emmett lo contesto.
- Jazz, soy Emmett…si aquí esta… ¡¿Qué Esme que?!...vamos para allá.
-chicos Marcus hablo con Esme… y esta hospitalizada al parecer le dio embolia… debemos irnos.
Próximo capitulo… "suegros"
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