-Pero sin duda tía Rene, como duquesa debes ser muy importante.

La duquesa la miro de reojo y pareció que iba a decir algo pero cambio de opinión.

-Hablaremos de eso a su debido tiempo. Por el momento deseos preocuparnos de tu apariencia. Ni siquiera puedo llevarte con Monsieur Brandon vestida como estas.

Tiro de la campanilla y unos segundo después se abrió la puerta y entro una doncella.

-Jessica -explico la duquesa-, mi sobrina, la señorita Isabella, se quedara con migo. Necesitara ropa, un nuevo peinado y muchas otras cosas. En cuanto me vista, vendrá con migo a ver a Brandon, pero no puedo llevarla así.

-Nom, madame, c'est imposible! -exclamo la doncella.

-Muy bien, Jessica, buscale algo que ponerse. tal vez le quede alguno de los trajes que use cuando estaba mas delgada, al menos hasta que le compre otros.

-Oh gracias tía Rene! No solo por la ropa, si no por decir que puedo quedarme. No sabes lo feliz que me haces. Tenia tanto miedo de quedarme sola, de no tener a nadie mas. Cuando mama murió, creí que era el fin del mundo para mi, pero ahora todo es diferente por que te tengo a ti.

-Porque me tienes a mi. -repitió la duquesa con voz extraña.

Luego, se  inclino para que Isabella besara su mejilla.

-Gracias a Dios mi niña, espero que las cosas se resuelvan de alguna forma.-Haré todo lo que me pidas, Todo! y espero recompensar de algún modo toda tu bondad.

-Eso me recuerda... -dijo la duquesa-. Jessica lleva a mademoiselle con Monsieur Alec. Ella tiene que darle unas instrucciones; Explicale por favor que tiene mi autorización.

-Muy bien, milady -contesto la doncella con mucha ceremonia, moviéndose después con mucha rapidez hacia la puerta. Isabella la siguió, pero después de unos pasos miro así atrás.-Gracias, gracias, tía Rene! -dijo-. No me había dado cuenta hasta ahora del miedo que tenia que fueras a rechazarme.

-Vete ya, pequeña. Todo saldrá bien -le aseguro la duquesa.

Al cerrarse la puerta tras Jessica he Isabella, la duquesa se recostó en la cama y serró los ojos.
"Pobre chiquilla", suspiro en voz alta. "Como podré explicarte?" Pero sin duda lo descubrirá tarde o temprano.

Mientras tanto, Isabella, alborotada, seguía a Jessica por la escalera hacia el vestíbulo donde entro tan deshonrrosamente la noche anterior.

Pudo ver, al pasar el salón, todo un ejercito de sirvientes trabajando con afán. había encargado de limpiar la escalera, quienes cepillaban y restregaban la alfombra al fin de librarla de los restos de comida y bebida de la noche anterior.

Otros hombres y mujeres con delantal pulían el piso de mármol he Isabella advirtió que algunos de los recipientes en donde vaciaban el polvo contenían pedazos de candelabros de cristal.

"Es extraño" pensó "Que tía Rene tenga que dar fiestas tan escandalosas", pero se dijo, como la noche anterior, que el francés era un pueblo muy alegre, no aburrido e imperturbable como el Ingles.

Jessica la condujo a través del vestíbulo a una habitación frente a aquella donde Lord Cullen la llevo cuando se desmayo. Toco a la puerta y un vos dijo:
-Entrez -Jessica abrió y vieron a un hombre de edad mediana, de cabellos grises sentado frente a un enorme escritorio abarrotado de papeles.

Jessica transmitió las instrucciones de la duquesa y presento a Isabella a Monsieur Alec, pero como hablo tan rápido, Isabella no pudo entender nada de lo que dijo.

Monsieur Alec, se levanto y extendió la mano.

-Enchante, mademoiselle -repuso en francés y luego continuo en ingles algo champurrado:

-La doncella me explico que hay algo que usted quiere hacer y que cuenta con la aprobación de milady.

-Son unas cuentas que deben pagarse -dijo Isabella algo incomoda y saco la lista del bolsillo de su falda negra.- Temo que son muchas -añadió algo nerviosa.

-Por el contrario -le contradijo Monsieur Alec- es una lista muy pequeña. Esta segura que incluye a todos?

-No creo que olvide a nadie, pero si así fuera Podría informarle después?

-Desde luego madamoiselle, estoy a sus ordenes. Los cheques se enviaran hoy mismo, por jiros postales que podrán ser cobrados en cualquier oficina de correos. Eso facilitara todo No cree?

-Desde luego, y le estoy muy agradecida.

-Es un placer madamoiselle.

-Gracias -volvió a decir Isabella.

Jessica la estaba esperando en la puerta. Isabella la siguió a través del vestíbulo.

-Ahora iremos arriba, madamoiselle -musito la doncella, pero en aquel momento Isabella vio que un lacayo habría la puerta y escucho una voz que reconoció preguntar:
-Esta en casa milady? Podría decirle que Lord Cullen y el señor Jaspea Whitlock desean verla?

-Milady no esta para nadie -respondió el lacayo en francés.

Isabella pudo ver a Lord Cullen por la puerta abierta, quien esta parado en el umbral y teniendo que la viera, se le ocurrió que era mejor disponerse a saludarlo. Con gesto tímido, las mejilla encendidas de rubor se dirigió a la puerta con la mano extendida.

-Buenos días, Lord Cullen, quiero darle las gracias -dijo- por lo bondadoso que fue anoche.

-Espero que se sienta mejor esta mañana -respondió Lord Cullen quitándose el sombrero-.Debió estar muy cansada después de su viaje.

-Lo estaba -confeso Isabella.

-No es de extrañar -interrumpió una voz he Isabella volvió la cabeza para mirar al acompañante de Lord Cullen. Vio a un joven alto, de pelo claro y pequeño bigote amarillento, elegantemente vestido. La cálida sonrisa la impulso a sonreír a su vez.

-Puedo presentar a mi primo Jasper Whitlock? -presento Lord Cullen-. Me temo que debido a las circunstancias en que nos conocimos anoche, no tuve el privilegio de conocer su nombre.

-Me llamo Isabella Vulturí -contesto ella sintiendo la cálida presión de la mano de Jasper Whitlock en la suya-. Pero me gusta mas Bella.

-Me alegro que fuera un ingles quien le dio la bienvenida en Paris -dijo Jasper-. Mi primo me contó de su llegada a media noche. Debió ser una experiencia desagradable, sin conocer la ciudad y tener que encontrar sola el camino. Insistí en que debíamos venir a ver como se encontraba esta mañana. Pero puedo ver que ya se siente mejor.

-Estoy muy bien -admitió Isabella.

-En verdad muy bien! -exclamo Jasper.

Isabella advirtió que el no le soltaba la mano y la retiro de inmediato.

-Mi primo y yo, nos preguntábamos si gustaría dar un paseo con nosotros -sugirió Jasper-. Pienso llevar mis caballos a dar una vuelta por el bosque y estoy seguro que el aire fresco le sentara bien.

Isabella miro hacia afuera y vio un elegante carruaje a la ultima moda, pintado de negro y amarillo y tirado por dos caballos negros con colas y crines trenzados.

-Que hermosos! Que elegantes se ven! -exclamo.

-Estoy muy orgulloso de ellos, pero si lo prefiere tengo un automóvil.

-Prefiero los caballo, pero me temo que ahora no puedo ir. tía Rene planeaba... -iba a decir donde irían, pero cambio de parecer.

-Ya vio a su tía? -pregunto Lord Cullen.

Isabella se sintió de nuevo bajo su escrutinio y recordando lo mucho que recinto su consejo la noche anterior, contesto un poco rígida.

-Por supuesto y me satisface decir que tía Rene esta muy contenta de verme. Me quedare con ella. -Advirtió sin entender por que, el rostro de Lord Cullen se altero al pronunciar la ultima frase. Era extraño pero parecía un mirada de desilusión.

-Que bueno para usted! -repuso en tono aburrido y dirigiéndose a su primo, añadió:

-Bien Jasper, si la señorita Vulturí no puede venir con nosotros debemos marcharnos.

-Señorita Vulturí, espero verla muy pronto -Dijo Jasper-. De hecho, creo que su tía me invito a una fiesta mañana en la noche. Le prometo venir sin falta.

-Me alegraría mucho verlo -respondió Isabella-. Adiós.

Lord Cullen no dijo nada. Su actitud era casi agresiva al colocarse el sombrero, bajar los escalones decidido frente a Jasper y subirse al carruaje.

Jasper lo siguió, y después volvió sobre sus pasos.

-Esta segura de que no desea cambiar de opinión? -le susurro a Isabella-. Me gustaría ser de los primeros en mostrarle Paris.

-No, no puedo ir ahora y de todos modos, primero tendría que consultarlo con tía Rene.

-Vendré mañana. Creo que a la duquesa no le importara. La recogeré a esta misma hora. Me lo promete?

-No puedo prometerle nada -musito Isabella lago apenada.

-Pero debe tratar....

Antes de que ella contestara, bajo los escalones corriendo y subió al carruaje, tomando las riendas mientras el coche se alejaba, Jasper decía adiós con la mano pero Lord Cullen que estaba sentado frente a el; no miro hacia atrás.

"Creo que la actitud de Lord Cullen es muy inconveniente", se dijo Isabella "Y no se por que, pero creo que no le agrado".

Al subir la escalera con Jessica, pensó preguntarle a la duquesa si podría dar un paseo con el señor Jasper Whitlock al día siguiente. En Inglaterra era mal visto salir sin dama de compañía pero, como el la había invitado a salir, era obvio que las cosas no eran igual en Paris. Siempre oyó decir que el la Ciudad Luz se disfrutaba de mayor libertad.

Después de todo no se necesitaba un acompañante para dar un paseo en un carruaje abierto, acompañada de un hombre preocupado por guiar los caballos con destreza, seria diferente si le pidiera que salieran en un automóvil.

Recordó las historias de hombre que escucho acerca de hombre que abordo de vehículos con motor, trataban de seducir a chicas a quienes  llevaban en largos paseos y cuando ellas rechazaban sus proposiciones las obligaban a caminar de regreso a casa. Sin embargo presintió que Jasper Whitlock no era ese tipo de hombre. Se veía tan joven tan alegre, y tan lleno de vida que resultaba emocionante compartir unos momentos con alguien de su edad. Poder reír y estar alegre sin tener que preocuparse por las cuentas pendientes ni si comería ese día.

Jessica la guió hasta el segundo piso. Paso junto a la habitación de la duquesa y dirigiéndose hacia el final del pasillo, abrió la puerta de una habitación que tenia una ventana que daba al jardín. Era muy grande y en todas las paredes había adosado un armario.

-Este es el guarda ropa de milady -Dijo jessica y comenzó a abrir las puertas de los armarios, dejando ver mas vestido de las que Isabella imagino que una mujer pudiera reunir en toda su vida y menos aun ponerse al mismo tiempo.

Jasper, dirigiéndose hacia el bosque, exclamo después de evadir el trafico alrededor del arco de triunfo:-Que chica tan atractiva! Y no es la clase de sobrina que uno esperaría de la terrible Rene.

-Tu mismo me aseguraste que Rene provenía de una familia honorable -le recordó Lord Cullen.
-Eso es lo que mi padre solía decir. Que crees que hará Rene con la chica?

-Al parecer la señorita Vulturí tiene intenciones de quedarse a vivir con su tía. Anoche me di cuenta de que una joven muy decidida.

-Decidida? Ese pequeño gorrión ingles! Pero si parece acabada de salir del nido. A mi no me parece. Aunque creo que se vería mas atractiva con la ropa adecuada.

-Me imagino que la duquesa se encargara de eso.

-Todo es muy misterioso -continuo Jasper- llega esta chica de aspecto tan inocente y aun así , Rene la acepta y parece que va a formar parte de la casa. No me sorprende que Emmet tuviera razón y que fuera un nuevo truco. Aquí hay gato encerrado.

-Debe haber una explicación, pero la desconocemos -repuso Lord Cullen con voz aburrida.

-Al diablo con todo, Edward! Nada te llama la atención. Me divertirá enseñarle a la chica algo de la vida; ya estoy harto de la colección de Maxim's. Sabes cuando Michael le dio a Jessica un brazalete de diamantes la semana pasada, ella se lo devolvió diciendo que los diamantes no eran lo suficientemente grandes?

-Michael debe darse el lujo de comprar los mas grandes diamantes.

-Si pero piensa en lo ingratas que son; no se conforman con nada. Son como Victoria con quien salí un tiempo. Siempre se quejaba: El caviar no era fresco, el champaña avinagrado, el asiento incomodo, las orquídeas que llevaba de un color inadecuado. Me canse y la deje y ahora el pobre Riley Biers sale con ella. No sabe en que lió se metió! No me importa que las chicas me resulten caras. Después de todo, Para que otra cosa nos sirve el dinero?, pero espero de ellas alguna consideración.

-Pobre Riley, no puedo creer que todos sus esfuerzos sean en vano.

-Supongo que te parecerá ruin si te digo que exijo algo que valga la pena la pena a cambio de lo que gasto.-dijo Jasper, voviendo la cabeza para sonreir a su primo-. Y se que ando de una aventura en otra pero seamos sinceros, Edward: yo no poseo el instinto que tu tienes para escoger la mujer apropiada. Mis amantes siempre me decepcionan apenas empiezo a conocerlas, mientras las tuyas mejoran con el tiempo. Pero si alguien se lleva la Palma es Tanya.

Lord Cullen no respondió y después de un momento Jasper dijo con voz melancólica:

-Bien, Edward se que la observación no es de buen gusto pero Al diablo con todo! Uno tiene que hablar con alguien y con quien mejor que con un pariente?

-Con quien, en efecto? -repuso Lord Cullen-. Muy bien Jaspy, sigue frecuentando al pequeño gorrión ingles, como la llamas. Tienes mis bendiciones, a pesar de mis recelos, puede resultar muy divertida y digna de derrochar el dinero con ella.

Gracias cibel,kdekrizia y a VaneCullenRathbone. Y a todos los que se toman el tiempo para leer, no olviden votar y comentar...

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