Acaba de levantarme de la cama, claro que no era de dormir. Cogí rápidamente mi ropa que estaba en el suelo de la habitación y me la puse. Salí corriendo de la habitación de Leila, la noche anterior la había pasado con ella, llevábamos tiempo conociéndonos, yo sabía que ella me deseaba desde el primer día en el que me vio en el avión, y a mí tampoco me era indiferente. Así que decidí darle una oportunidad y que mantuviéramos una relación, así al menos podría intentar dejar de amar a Nessie y quizás enamorarme de ella.

Leila estaba en el baño duchándose, por lo que me fui a mi habitación allí estaba mi hermana esperándome.

-Alec, ¿dónde estabas?-Me preguntó.

-Con Leila-La contesté.

-¿Otra vez la estabas ayudando a mejorar en los entrenamientos?-Me preguntó.

-No Jane, me acosté con ella.-Respondí sin rodeos, tarde o temprano mi hermana se iba a enterar de mi nueva relación con Leila.

-Oh dios Alec, ¿con ella?-Preguntó mi hermana.

-Sí con ella, no creo que haya nadie aquí más apropiado con quien acostarme, que no sea ella. Ahora, ¿me vas a decir que tú no te acuestas con nadie?-Pregunté a mi hermana, la verdad no lo hice para incomodarla, sino porque ella se estaba metiendo en mi vida sexual, así que ahora yo haría lo mismo.

-Alec, no creo que eso sea de tu incumbencia.-Me respondió muy seria, seguro que si no hubiera sido su hermano habría utilizado su don conmigo.

-No, no lo es, pero si lo haces, prefiero saber con quien, no quiero que nadie te haga daño Jane.-La contesté muy serio, sabía que a ella nadie la podía hacer daño, sino más bien al revés ella con su don hacia daño a quien ella decidiera.

-Además de que nadie me haría daño porque temen mi don, yo no ando por ahí revolcándome con cualquiera. Es más no me acuesto con nadie, y creía que tú tampoco.-Repuso aún más seria y en tono de regaño.

-Jane conozco a Leila hace seis años y bueno las cosas han surgido así.-Contesté.

-Sí Alec, pero tú no te acostabas con nadie desde que eras humano, y de eso ya hace tiempo, ¿ha sido para intentar olvidar a Nessie verdad?

-Sí, ha sido por ella.-Contesté esta vez serio.

-¿Aún sigues pensado en ella?-Me preguntó.

-Sí, cada día pienso más en ella, no me la puedo quitar de la cabeza, cada vez que veo el amanecer me pongo tenso al pensar que hoy puede llegar una invitación de su boda con Jacob.

En ese momento Jane se me acercó y me abrazó, extrañaba a esta hermana, la que parecía que seguía siendo humana y no una vampira. Estaba a punto de entrar a mi baño para cambiarme, cuando Jane dijo:

-Ah, Alec el amo Aro, me ha ordenado que vayas a la sala central porque tiene que hablar contigo.

-Está bien Jane, me visto y voy. ¿Me esperas?-La pregunté.

-No Alec el amo quiere hablar contigo a solas.-Me contestó y se fue.

Busqué dentro de mi armario y saque una camiseta negra y unos vaqueros, porque en estos seis años se puede decir que mis amos los Vulturis se habían modernizado nos dejaban vestir como quisiéramos salvo en las batallas, y podíamos tener relaciones amorosas con miembros de la guardia, sin tener que ocultarnos, a mí al principio esto me dio igual, a Demetri le encantó por fin podría hacer de las suyas sin temer ningún castigo. Pero ahora las cosas habían cambiado, ahora yo estaba con Leila. Cuando acabé de vestirme me dirigí hacia la sala central, allí me esperaban mis tres amos muy contentos.

-Querido Alec pasa.-Me dijo mi amo Aro.

-Alec se nota que hoy estás de buen humor.-Repuso mi amo Marco.

-Quizás sea por su relación con Leila.-Contestó mi amo Cayo.

-Ah Alec, ¿así que tienes novia?-Preguntó mi amo Aro.

-Bueno de momento solo somos amigos, pero...-No pude terminar mi frase cuando mi amo Aro me interrumpió.

-Ahí Alec cómo eres.-Contestó.

-Así que es una aventura.-Repuso mi amo Cayo.

-Hermanos dejemos a Alec tranquilo, que no lo hemos traído hasta aquí solo para que nos hable de su vida sexual.-Contestó mi amo Marco y dentro de mí se lo agradecí.

-Cierto hermano, Alec la misión es simple.-Repuso mi amo Aro.-Tienes que traer a la híbrida aquí, se que te dije que la traerías aquí cuando tuviera ochos años, cuando su proceso de crecimiento estuviera completado, pero no hay tiempo. Si esperamos a que crezca alejada de nosotros, cuando vayamos a por ella puede que ya tenga su don muy desarrollado, y que no quiera venir a formar parte de nuestra guardia, y se una a algún clan como el de los Cullen.-Dijo finalmente mi amo Aro.

-Tranquilo amo eso no pasará yo me encargó de ella, la voy a ver todos los fines de semana y todavía ella no controla su don.-Mentí yo no iba a verla todos los fines de semana, ni siquiera la estaba cuidando yo, iba una vez al mes y no la veía a ella sino a la tía de Nahuel, para que me informara de como la iba.

-Ya Alec pero la híbrida puede estar engañándote, al fin y al cabo tú solo la ves los fines de semana.-Repuso mi amo Cayo, si supieran que todavía no la había visto ni una sola vez desde que era pequeña.

-Así que tendrás que traerla.-Contestó mi amo Aro.

-De acuerdo eso haré.-Contesté.

Ahora tendría que ir a España a por la híbrida, y ella no sabía quien era yo, ¿y si no quisiera venir conmigo? Bueno la obligaría, pero lo peor era que la sensación de que me hirviera la sangre, y todo ese odio que sentía por ella volverían, agarrados de la mano de ella.