BENJAMIN POV:

-Bien aquí vamos- pensé estaba caminando junto con Leah bajo la luz de la luna por el bosque, Jacob tenia razón Leah de verdad amaba la luna era como si la hipnotizara.

-Te quiero llevar a un lugar- le dije mirándola de frente. –Confías en mi? Le pregunte, ella parpadeo me beso, -Con mi vida- dijo –Entonces abrázame fuerte- le dije mientras la cargaba como a una bebe y corría lo mas rápido que pude ella reía con una felicidad que no pude evitar reírme yo también. –Abre los ojos- le dije era un acantilado  como al que a ella le gustaba, el que estaba en el territorio Quileute pero este era mas pequeño y estaba en nuestro territorio .

-Es tan…hermoso- me dijo Leah, vi que sus ojos se enfocaron en el mar que estaba como a 60 metros hacia abajo y hacia la luna y de repente sus ojos se enfocaron en mi –Gracias- me dijo y me beso le respondí el beso por fin estábamos solos literalmente nadie estaba a menos de 10 metros de distancia en realidad estábamos solos la acosté delicadamente en el césped que estaba en nuestros pies, me coloque encima de ella comencé acariciarla por el cuello, la cadera y baje hasta sus piernas pero me detuve y me levante rápidamente hasta sentarme enfrente de ella, -Que pasa?- me dijo ella muy confundida –No es el  momento, quiero hacerlo bien- me miro confundida pero sabia que ella también –Me arias un favor?- le dije mirándola –El que sea- me dijo sonriendo, esa sonrisa que amaba tan dulce como el de una niña pequeña asi de hermosa pero con la ferocidad digna de una mujer lobo de mi Leah, cuando cerro los ojos puse el anillo en una roca estábamos rodeados de miles de flores pequeñas de lavanda todo el acantilado era de una tonalidad lila por la luz de la luna y el color purpura intenso de las flores –Ábrelos- le dije cuando los abrió  una lagrima roso su mejilla me asuste y cuando iba decir nada, llevo su dedo índice y me toco los labios –Benjamín esto es tan hermoso-.

LEAH POV:

Cuando abrí los ojos miles de flores de lavanda estaban flotando a mi alrededor con pequeñas gotas de agua igualmente flotando, Benjamín estaba manipulando el agua y las flores con su don, quite mi dedo de sus labios y me quede sin palabras empuje una pequeña flor hacia delante y solo floto mas lejos en ese instante una roca se alzó en frente de mi rostro al verla tenia un anillo realmente hermoso y nada inusual era de plata, no se veía mas fino el metal era oro blanco con un pequeño bueno no tan pequeño era un diamante negro en forma de una media luna cuando lo vi mire a Benjamín  -Es…- ahora era el quien ponía un dedo en mis labios –Leah Clearwater, jamás en mi vida me había sentido tan competo, tan feliz al verte por primera vez supe que eras mi vida que serias mi todo no quiero jamás perderte, no quiero estar en un mundo donde mi razón de ser no este me harías el extraordinario honor de ser mi esposa? De casarte conmigo? Te amo –cuando me dijo eso coloco el anillo en mi dedo, supe que todo seria así para siempre jamás estaríamos solos –Acepto- dije se levanto cargándome y me dio varia vueltas antes de ponerme de nuevo en el suelo en el cual las pequeñas flores seguían elevadas nos besamos y nos quedamos en ese lugar, nuestro lugar de ahora en adelante nos quedamos platicando de muchas cosas hasta que me quede dormida.

-No¡¡ déjenlo llévenme a mi- le decía a unas figuras que se acercaban tenían a Benjamín? No, tenían alguien mas, Benjamín no estaba a mi lado pero sentía que alguien estaba en peligro estaba en un bosque estaba sola cuando alguien se acercaba a mi y me cargaba llevándome lejos de ese bosque-

-Leah¡¡¡¡ estas bien?- dijo Benjamín sacudiéndome muy suavemente, me desperté y ya era de mañana me seque las lagrimas y voltee a verlo –Amor que pasa que era? Una pesadilla?- me dijo mirándome a los ojos con sus manos tocando mis mejillas, cuando lo vi el sol estaba encima de nosotros aunque lo cubría una nube, era un lugar elevado un rayo de sol se asomo dándole en el rostro su piel aunque era morena comenzó a brillar era como millones de diamantes en su rostro le acaricie una mejilla –No fue nada- le dije sonriendo y convenciéndome de que era eso, nada, -Esta bien quizás mas tarde me quieras contar- sonreí –Tal vez ahora vámonos muero de hambre- ya lo se me dijo dándome un beso en la frente y cargándome –No¡ - le dije alejándome de sus brazos –No soy una humana Benjamín- le dije en el tono mas serio que pude, mientras me hacia asía atrás sin darle la espalda, el me veía con unos ojos de curiosidad tratando de descubrir que quería decir –Y sabes apuesto que soy mas rápida que tu- le dije guiñándole un ojo el entendió y rio –Así?- dijo acercándose a mi – A si que quieres competir contra mi?- me dijo con una sonrisa tan picara que me quería arrojar a sus brazos pero no, quería retarlo –Si a la una, a las dos…-no pude terminar de contar cuando ya estaba en fase y corrí lo mas rápido que pude el a mi lado solo volteaba para sonreírme, lo rebase de inmediato pero sabia que el era mas veloz se coloco a mi lado y en ese momento tuve una gran idea oli unos ciervos como a 200 metros de donde estábamos, me detuve y el se detuvo confundido regreso hacia donde yo estaba –Te arrepentiste?- me dijo sonreí y el me devolvió la sonrisa al parecer no solo me conocía muy bien en mi forma humana si no que también cuando entraba en fase gire mi cabeza a la derecha y respire profundamente el  hizo lo mismo y me dijo –Mmmm ciervos?- llore un poco y me respondí –Esta bien, no quiero acabar con el puma de Forks- corrimos hacia ellos y a unos 20 metros nos detuvimos y caminamos sigilosamente hacia ellos y empezamos la casería, no me gustaba comer carne cruda pero hacerlo con el era tan agradable acabamos con la mitad de la manada eran como unos 30 ahora eran casi 18 –Vamos?- me dijo señalando con su cabeza el camino que conducía hacia la casa de los Cullen, corrí lo mas rápido que pude y el a mi lado no se despego en ningún momento aunque fácilmente me podía rebasar.