Capítulo betado por Evelyn Sofia Correa, Betas FFAD

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_-Enamorándome de un Gigoló-_

-6-

Miré a Edward que se mantenía frente al escritorio del médico mientras este hablaba con mi padre. No me costó mucho trabajo convencer a Edward de que me ayudara a sacar a mi hermana del hospital, gracias a Dios él aceptó, después de que él me dijera algunas cosas que podíamos hacer por si se ponían renuentes al respecto y de las cuales siendo sincera la mayoría de lo que dijo no lo entendí, solo me limité a asentir a cada una de las cosas que decía. Llegamos al hospital y Edward fue quien habló, alegando que los parientes podían tomar la decisión si sacar a sus familiares o no, obviamente bajo las recomendaciones del doctor, solo el problema radicaba en que mi padre se negara a aquello, es por eso que el doctor llamó a mi padre para pedirle su autorización.

Una completa idiotez, puesto que yo era tan familiar suyo como mi padre.

―Pero tu padre es quien es su tutor legal ―me había dicho Edward

Bufé solamente.

La mujer siguió parloteando, a veces solo decía unos "aja" o "mmmm" que me ponían los pelos de punta.

― ¿Hasta cuanto va durar eso? ― le pregunté a Edward en un susurro.

―Todo depende de lo que le diga tu padre —me contestó―. Él es quien tiene la última palabra.

― ¡Tonterías! Ella es mi hermana ―dije molesta

―Sí, pero tú no pagas sus gastos de aquí ―contestó mirándome molesto―. Solo te pido que te calmes ¿Si? Si queremos que todo salga bien tienes que calmarte si no nunca sacaremos a tu hermana de aquí.

―Eso no es justo ―me crucé de brazos.

―Cálmate amor ―me dijo Jasper que hasta ahora se había mantenido callado―. Tu amigo sabe hacer las cosas, no tienes porque exasperarte.

―Tu chico tiene razón Alice ―de repente se le quedó mirando―. Por cierto no te conozco, simplemente llegaste con Alice y nadie tuvo la decencia de presentarnos.

―Había cosas más importantes ―le tendió la mano―. Jasper Whitlock, novio de Alice

―Con que novio ¿eh? ―me miró con burla―. Lo tenías bien escondidito ¿Con qué otra cosa me vas a sorprender? ¿A caso te vas casar? ―me dio un ligero codazo.

― ¿Bella no te lo dijo? ―pregunté confundida, ellos siempre se contaban todo y que yo supiera no había ningún secretos entre ellos.

―No, que extraño ―torció el gesto. De repente el doctor colgó el teléfono y toda nuestra atención se vio centrada en él―. ¿Y bien? ―preguntó Edward poniendo su mejor tono profesional― ¿Qué fue lo que le ha dicho el señor Brandon?

―Bien― se acomodó en su asiento―. A pesar de mis negativas, el señor Brandon aceptó que su hija fuera sacada de la clínica ―hizo una mueca como si no le gustara la idea, pero algo me decía que era más que eso, su rostro mostraba miedo, como si al hacerlo su vida corriera peligro o algo así ¿Pero a él que le importaba? Era solo un paciente común y corriente―. Me comentó que pueden llevársela, siempre y cuando no desobedezcan las recomendaciones médicas y que la hagan tomarse su medicamento, además de que a partir de que ella salga del hospital él se desentiende de cualquier responsabilidad ―yo lo miré con la boca abierta, como era capaz mi padre de hacer algo así―. En pocas palabras a partir de este momento lo que haga o deje de hacer su hermana ya no esta en mis manos, mi único trabajo será suministrarles los medicamentos necesarios pero nada más.

Yo aún no podía reaccionar ante la sorpresa, Jasper me tomó de los hombros seguramente adivinando lo que quería hacer, lo miré por un momento, él me sonreía dándome su apoyo, le devolví la sonrisa y él me dio un beso en la frente.

―Yo estoy contigo ―me susurró al oído.

―Lo sé ―le dije, así que encaré al dichoso doctorcillo―. Pues me importa un comino lo que usted diga, de todas formas no necesitamos a mi padre y mucho menos a usted, si quiere no me de ni una mugre medicina porque no crea que no me he dado cuenta que esas dichosas pastillas son lo que la ponen mal, para su mala suerte también tengo amigo doctores ―mentí pero creo que dio resultado porque el tipo se puso blanco―. Solo libere a mi hermana de esta maldita prisión ¡Ya!

―Tiene…tiene que haber un protocolo, aun necesito la firma de su padre ―dijo.

―Pues que firme lo que usted quiera pero por lo pronto deje salir a Cinthya ―agregó Edward―. Ahora, por lo que he escuchado de mi clienta aquí hay mal uso del título médico, así que puede ganarse una buena demanda.

―Eso es negociable…

―Entonces regrésenme a mi hermana ―hablé lo más segura que pude.

―Esperen un momento.

Y rápidamente salió del consultorio. En cuanto lo hizo pude respirar tranquilamente.

―No puedo creer que haya funcionado ―me dije más a mi misma que a los demás―. Todo fue demasiado fácil.

―Tienes razón ―añadió Edward―. Pensé que tenía que inventar más mentiras para lograrlo, pero en cuanto vi la cara que puso cuando le dijiste aquello me di cuenta de su debilidad y supe que aquí había algo raro.

― ¿Por eso dijiste lo que dijiste? ―preguntó Jasper―. Porque sinceramente yo lo creí.

―Lo inventé en el último momento ―sonrió orgulloso

―No hay duda en que serás un abogado fabuloso ―le palmeé el hombro―. Lo único que espero es que ahora si me permitan sacarla de aquí.

―Nena por lo que vi, solo es cuestión de minutos ―abracé a Jasper emocionada, él me estrechó en sus brazos y hundí mi cara en su pecho de felicidad, dentro de muy poco tendría a mi hermana conmigo.

Esperamos por media hora más para que el dichoso doctor nos permitiera ir por Cinthya, prácticamente arrastré a Jasper hacia su habitación. Abrí la puerta, no sin antes pedirle al gorila que la cuidaba que le quitara el seguro y corrí literalmente hacia Cinthya que se encontraba mirando hacia la nada sentada en su cama.

― ¡Cece! ―la abracé, obvio no espere que ella me lo contestara―. Nos vamos a casa.

Ella alzó la vista, mirándome pero sin hacerlo realmente.

― ¿Casa?

―Si nena ―le acaricié el cabello―. A casa.

― ¿Con papá? ―me dijo con una media sonrisa― ¿Con mamá?

Miré a los demás que tenían una mirada triste, yo le di una sonrisa, la mejor que pude darle.

―Iras a vivir conmigo y también con mis amigas… ¿recuerdas a Rosalie y a Bella?

―Ellas, las pequeñas… la chica que es rubia y la que se tropieza mucho ―solté una carcajada por su ocurrencia―. Son lindas.

―Sí, con ellas ―me levanté―. También te extrañan, así que irás con nosotros.

―Bien.

Solté el aire que tenía en mis pulmones, todo había salido de la mejor manera. Comencé a sacar la poca ropa que tenia ella aquí, la metí en una pequeña maleta que yo había traído. Dejé que los chicos terminaran con lo demás mientras yo le daba un baño a mi hermana y la cambiaba, una vez la termine de arreglar nos encaminamos hacia la salida. Pero justo cuando íbamos de salida, ahí estaba Leslie con una mirada triste en el rostro.

Cinthya se paró en seco, no sé pero la sentí temblar a mis espaldas.

―Leslie ¿Qué pasa? ―pregunté porque ella no decía nada.

―Entonces es verdad ―dijo en un susurro.

―Si se refiere a que voy a sacar a mi hermana de aquí, si ―le pasé el brazo por los hombros―. Y que mi padre estuvo de acuerdo, es más él no tiene nada que ver en esto, según sus palabras en el instante que Cinthya salga de aquí él se deslinda de toda responsabilidad ―le dije todo de manera rápida―. Lo que significa que para él ya no somos nada importante.

―No hables así de tu padre, sabes que todo esto es mucho para él.

― ¿Y para Cinthya? ¿Y para mí? ―respondí―. Mira Leslie, me da gusto que hayas venido para que le des un mensaje ―solté a mi hermana y me acerqué a ella―. Que desde ahora Cinthya y Mary Alice Brandon han dejado de ser sus hijas.

Ella se me quedó viendo, yo le regresé la mirada, si creía que me iba a amedrentar se equivocaba y mucho. Pensé que haría el siguiente movimiento pero Jasper me tocó el hombro y tuve que romper el contacto visual para poder mirarlo.

―Creo que es hora de irnos, cielo.

― ¿Cielo? ―Leslie lo miró.

―Si bueno, es mi novio si quieres puedes correr a decírselo a mi padre ¿Ok? ―dije a la defensiva.

―No tienes que ser tan ruda siempre Alice ―me contestó ella―. Sabes que yo no estoy aquí para agredirte ni nada, solo quería asegurarme de que la pequeña Cinthya estaba en mejores manos, solo eso.

Aja… ¿Qué dedo me chupo? Pensé para mí.

―Si claro ―me separé de ella―. Tenemos que irnos, aún tenemos que arreglar el cuarto de mi hermana.

― ¿Así nada más? ―dijo muy aprisa, todos la miraron―. Digo, no vas a llevarte a una enfermera o algo así.

―Quisiera pero no puedo pagarlo, gracias

―Sabes que yo…

―De verdad Leslie ―le interrumpí―. Quisiéramos hacer esto solas.

Saqué a mi hermana de ahí, olvidándome de que Jasper y Edward venían tras nosotras. La verdad no entendía la actitud de la esposa de mi padre, para empezar fue ella en primer lugar la que sugirió que mandáramos a mi Cinthya a un psiquiátrico porque si no le haría mucho daño a la familia y a mi padre, como el pelele que es, le cumplió el capricho, según él porque la seguridad de mi hermanito estaba en riesgo, pero escuchen bien, solo la seguridad de mi hermanito, en ningún momento mencionó la mía.

―! Alice, Alice! ―sentí a alguien que me jalaba―. Tranquila, ya estamos afuera.

―Disculpa pero de verdad necesitaba salir de ahí.

Edward abrió la puerta de su Volvo, metí a mi hermana ahí y luego entré yo. Los chicos subieron por la parte delantera y partimos hacia la casa. Miré a mi hermana que solamente tenía su atención en la carretera, sonreí al verla, parecía como si fuera una niña de 5 años que iba a Disneylandia por primera vez, la tomé de la mano, ella miró nuestra manos unidas y luego me miró a mí, le sonreí para que no tuviera miedo y Cinthya me devolvió la sonrisa.

―Estarás pronto en casa hermana ―le di un beso en la mejilla.

―En casa ―repitió.

Note que Jasper me miraba por el espero retrovisor, le guiñe el ojo y el me sonrió murmurándome un "te quiero" que sin duda le devolví.

Pv. Bella

Me puse hacer zapping en la televisión, la verdad no estaba de humor para ver la tele pero no tenía nada que hacer. No quise acompañar a Alice por su hermana, no porque no quisiera, porque la razón que me evitaba ir tenía cabello rubio y ojos bonitos.

―De verdad Bella ―comenzó Rose― ¡Qué mala onda! ¿Por qué no fuiste con Alice?

― ¿Por qué no fuiste tú? ―contesté

―Sabes que tuve un asunto familiar muy importante.

―Lo sé ―suspiré―. Pero sabes bien porque.

― !Oh si! Tú y tu sutil forma de decir "me cae mal tu novio Alice" ―me remedó en un tonto intento de imitar mi voz―. Quedamos en que te ibas a portar bien.

― ¡Puf! ―bufé―. Lo siento ¿si? A diferencia de tuya, a mi m cuesta trabajo mentirle a la gente.

―Otra vez con eso ―rodó los ojos― ¿Sabes qué? Ya me cansé de intentar calmar tu actitud, estoy cansada, haz lo que quieras ―entonces vio mis intenciones―. Todo menos eso, tú acordaste que un mes y eso es lo que vas hacer, ya no me importa que odies al novio de Alice…

―No es su novio ―interrumpí―. Bien lo sabes.

―Pero ella lo cree así ―me dijo―. Ya no fastidies con eso.

Iba a replicarle cuando la puerta se abrió, ambas miramos hacia la puerta, cuando de ahí entro mi queridísimo Edward. Le sonreí y corrí para abrazarlo, él me respondió con un beso el cual recibí gustosa, miré por encima de su hombro y venía Alice con su "novio", pero también con una chica que no reconocí, lo que significaba que era Cinthya.

―Por lo que veo, todo salió bien ―le dije con una sonrisa.

―Mejor de lo que hubiera pensado.

¿Con qué fue fácil? Era algo que no me hubiera imaginado, quiero decir, pensé que sacar a alguien de un hospital psiquiátrico era muy difícil.

―Genial ―me acerqué a Alice―. Estoy feliz por ti amiga ―le di una mirada a Cinthya―. Hola Cinthya, me da mucho gusto verte.

Ella mantuvo su vista en mí pero sentía que realmente no me miraba, Alice nos miró a ambas con una pequeña sonrisa triste en su rostro, me acerqué un poco a su hermana y poco a poco la rodeé con mis brazos, ella no se movió pero tampoco me alejó, eso era buena señal. De repente sentí unos brazos rodearme.

―Eres la que siempre se caía ―me susurró, provocando una risa de parte de todos.

―Exactamente.

―Eres más grande ―me dijo en otro susurro―. Ya no eres niña.

―Como tú.

Alice la tomó del brazo y los tres, incluyendo a Jasper y entraron a la casa, cuando los iba a seguir las manos de Edward me detuvieron.

― ¿Pasa algo?

―Quería preguntarte algo― lo rodeé con los brazos y lo acerque a mí, antes de que dijera otra cosa pegué mis labios a los suyos, él me respondió el beso pero antes de que volviera a profundizarlo de nuevo él lo cortó―. Bells, de verdad amor no querrás empezar algo que no quieres terminar.

― ¿Y quién dice que quiero?

―Está bien, antes de que continuemos ―comencé a darle besos en el pecho―. Quiero saber ¿Por qué no me habías comentado que Alice tenía novio?

Me detuve en seco y me separé.

―Lo olvidé ¿Y? ―lo dije con indiferencia.

―Es extraño porque siempre me cuentas hasta el último hecho de tus mejores amigas.

―No lo vi como algo importante ―contesté apartando la mirada.

―Bella, si me contaste hasta cuando fue la primera menstruación de cada una ―hizo cara de asco―. Cosa que realmente no me interesaba saber…

―Ok, no me cae bien ¿Si? ―dije molesta, ya se me habían quitado todas las ganas.

―Pero si no lo conoces, a mi me parece buen chico.

― ¿Y tú qué sabes? ―le dije más molesta aún― ¿Qué? Lo conoces por 5 minutos ¿Y ya eres su mejor amigo?

―No, solo digo lo que me pareció, no entiendo porque estás enojada.

Bufe exasperada, no podía decirle nada, se lo había prometido a Rosalie.

―Olvídalo ―me separé completamente de él―. Estoy cansada ¿Nos vemos mañana?

―Pero si hace rato…

― ¡Pues ya no! ―le di un rápido abrazo―. Buenas noches Edward.

Me metí a la casa echa una furia, no solo había discutido con Edward, si no que había perdido una noche genial y ¿Por qué? Por un tipo que ni siquiera valía la pena. Cuando entré a la sala, la mayoría me miraban confundidos.

― ¿Qué paso? ―preguntó Alice.

―Nada, estoy cansada… Buenas noches ―me despedí.

Fui corriendo a mi cuarto, toda frustrada.