Todo a su tiempo (+18)

Autor: AtalCullen
Género: + 18
Fecha Creación: 16/09/2012
Fecha Actualización: 07/10/2012
Finalizado: SI
Votos: 9
Comentarios: 15
Visitas: 58374
Capítulos: 27

Edward, un joven médico que ha dejado que sus prioridades sean lo más importante lo más importantes en su vida, dejando de lado lo más importante,... el amor.

¿Qué pasará cuando llegue la jefe de enfermería?

 


Hola amigas les dejo otra locura de mi mente,... esta es una historia que escribí hace un tiempo, la he publicado en otras partes, pero aquí la he querido colocar un poco editada, he corregido algunas cosas, sobre todo la gramática y redacción.

Espero les guste y pueda recibir comentarios y votitos,... un beso a mis lectoras que no me abandonan

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Capítulo 6: "Seguridad"

EPOV

Tuve un despertar hermoso tranquilo, me quedé dormido pensando en Bella y con la nota entre mis brazos, lo volví a leer y se vino una sonrisa a mis labios de gozo. Esa noche no había tenido ningún sueño que recordara, pero no importaba. Sabía que en algún momento se harían realidad todos mis anhelos que Bella había hecho sentir en mi vida.

Me levanté y me fui a la regadera para darme un buen baño y empezar con mis estudios matutinos. Sabía que tendría varios días sin ver a Bella. Mañana iba a ser su primer día de trabajo y sería todo nuevo para ello. Yo tendría que concentrarme en mis estudios para mi examen y no podía distraerme. Ahora con saber que mis sentimientos eran correspondidos estaba tranquilo. El problema es que Bella no sabe de mis sentimientos pero lo sospecha, ayer fui bien directo con mis comentarios, no sabe del todo que estoy loco por ella. Tenía que decírselo, ¿cómo? No sé pero tengo que decírselo pronto o si no pensará que no me importa y que no hablaba enserio.

Me quedé pensando en cómo hacerlo y se me ocurrió escribirle una nota como la de ella.

Hoy era domingo y tendría que mañana ir al hospital, y trataría de que no me viera y dejársela entre sus cosas. Yo conocía cada rincón del establecimiento, así que no sería difícil esconderme para que no viera y me sorprenda en el acto.

Bajé ya que el almuerzo estaba listo y ya mi familia estaba sentada. Saludé a todos con una evidente sonrisa en mi rostro que todos percibieron y me miraban de reojo sin que nadie digiera nada.

-Bueno porque me miran así y no dicen nada- Rompí el silencio.

-Bueno es que estamos feliz de verte radiante en este día a pesar de la noche de trasnoche- me dijo mi madre.

-Bueno no es para menos, ayer fue la noche más maravillosa de toda mi vida- le respondí con un gran suspiro.

-Parece que mi hermanito se enamoró- dijo Alice con un tono burlón pero a la vez feliz. –Bella es muy linda y sobre todo simpática, ayer no la pude conocer mucho ya que te la acaparaste todo el rato, pero creo que seremos muy buenas amigas. Es una chica sana. Ella se ve que también está embobada por ti hermanito.- me dijo dándome un golpe en mi hombro.

-Sí, ella es perfecta- lo dije sin pensar, solo fluyó.

-Hijo, tienes que concentrarte en tu examen y debes ir pausadamente con Bella, no apures las cosas, ella se ve que también corresponde a tus sentimientos, pero no quiero que por primera vez pierdas la cabeza.- me dijo Carlisle preocupado.

-Papá no te preocupes, sé que soy un inexperto en estos asuntos, pero no quiero arruinar todo mi esfuerzo por años.- le dije. –quédate tranquilo, bueno todos quédense tranquilos que será responsable, pero deben saber que ya encontré la mujer con la que quiero compartir mi vida.- les miré dándome una sonrisa de orgullo.

Fue una tarde de estudios, ya estaba cansado de tanto leer. Me dispuse a dar una vuelta en bicicleta así que le avisé a Esme y me fui, pensé en ir a visitar a Jacob en la Push, así que me fui directo para allá.

Estaba a punto de llegar a la playa, ya que sabía que el domingo mi amigo se la pasaba en la playa con los demás chicos de la reserva.

A acercarme me quedé paralizado, me escondí detrás de una roca y ahí la ví, era Bella con Jacob. Estaban juntos. Se veía feliz, sonriendo, era tan natural. Se abrazaron y me dio un coraje, mi respiración se agitó, pero debía tranquilizarme. No sabía lo que realmente estaba pasando, pero sí sabía que se conocían y que había mucha confianza entre ellos.

Me di media vuelta y me fui a casa. Con una incertidumbre tan grande. Sabía que tenía que salir de la incógnita y más tarde llamaría a Jacob para salir de la gran interrogante.

Por primera vez sentí celos por una mujer. Me desconocí a mi mismo por la reacción. Supe así que de verdad Bella era la mujer de mi vida. Me maraville de su sonrisa, en ese instante al verla de lejos, me contuve con ir y agarrarla y besarla con pasión.

-¡Edward que te pasa!- Me dije sonrojándome, menos mal nadie me veía para sentir más vergüenza por mis pensamientos.

Pasaron las horas y ya eran como las diez de la noche, pensé que era una hora prudente para llamar a Jacob, ya que a esa hora estaría en su casa.

-¿Aló Jacob?- pregunté por el celular.

-Oh Edward, que tal- dijo Jacob con un tono de alegría en su voz.

-Sí, solo te llamaba para saber cómo estas, hace tiempo que no hablamos amigo- le dije.

-sí hace tiempo que no nos juntamos, deberíamos juntarnos en una día de esto- me dijo con ansias. –Tenemos que hablar amigo.

-¿A sí? Y ¿sobre qué? si se puede saber- le pregunté.

-Bueno es sobre una mujer- me dijo.

-¡Ajalé1 no sabía que había una mujer en tu vida amigo- le dije cómo que no sabía nada de lo de Bella.

-Sí, es una mujer maravillosa, aparte de hermosa, es sensible, amorosa, muy tierna- me dijo con tanto ímpetu.

-Parece amigo que te enamoraste- le dije apretando los puños de ira.

-Sí, desde niño, pero ella solo me quiere como un amigo y como un hermano- me dijo con un tono de tristeza.

-Lo siento amigo, pero ¿cómo sabes eso?- le pregunté un poco más relajado al escuchar lo último.

-Bueno porque ella me dijo que está interesada en otra persona y creo que de verdad por primera vez está enamorada- me dijo.

-Bueno amigo llámame cuando tengas tiempo para que vayamos a tomar algo para conversar- le dije con intensión de despedirme.

-Claro amigo, yo te llamo, cuídate y no sabes lo afortunado que eres- al decirme eso me cortó.

Con lo que me dijo supe que ella le había hablado de mí. Me quedé tranquilo y pensé que debía dormir para hacer con tranquilidad lo que haría mañana.

Comencé a escribirla y la terminé y espere que pasara toda la noche.

Me levanté muy temprano y me fui al hospital es mi carro. Llegué tan rápido que solo quería dejar la nota e irme nuevamente para seguir mis estudios. Pero dentro de mi corazón quería verla aunque fuese de lejos solo por unos segundos. Entre al hospital y me dirigí hacia los casilleros del personal, muchas veces estaban abiertos estos estantes. Hice como que iba al mío para sacar lo que me quedaba ahí, en realidad fue buena idea ya que tenía dos libros que servirían para mi preparación, alcé la vista para ver que ya no quedaba nadie y me dediqué a buscar el casillero de Bella. Por fin lo encontré, pero estaba cerrado, fruncí mis labios y puse la nota entre la abertura de la puerta, solo dejé una punta para cuando ella llegara viera el papel que sobresalía.

Al dejarla ahí, salí rápidamente del lugar, miré por pasillo y me di cuanta que venía Bella, entré nuevamente a la pieza de los casilleros y la esperé. Me escondí solo para verle sin que ella se diera cuenta de mi presencia. Se veía radiante, feliz, se veía tan hermosa con la toca y el delantal de enfermera. Se le notaba toda su figura. Se veía a simple vista que no llevaba nada debajo de su delantal, solo su ropa interior del mismo color que el delantal. Se veía muy sexy, preciosa, divina y deseable, su delantal no era tan corto como el de mis sueños, pero igual se veía hermosa.

Se acercó a su casillero y se percató de mi nota, la sacó de la ranura y la abrió para leerla.

Mi querida Bella,

Lamentablemente hoy no he tenido ningún sueño. Solo sé que mi dormir fue pensando en ti al leer tu nota una vez más y mi despertar fue hermoso porque lo hice con tu imagen en mi mente.

Solo quiero que sepas, que a mí me pasa lo mismo que a ti, no dejo de pensar en ti. Vienes a mi mente en todo momento. No niego que me da susto esto, pero me agrada sentir que me haces sentir vivo.

Me gustas mucho, más de lo que te imaginas. No quiero interponerme entre tu nuevo trabajo. Tú sabes que estoy en mi preparación para el examen final y quiero concentrarme,  pero a la vez quiero estar tranquilo que sabes que me interesas y que no quiero que esto se acabe, sin haber empezado.

No dejes de pensar en mí,…yo no lo haré.

Espero verte pronto para decirte todo esto mirándote a tus hermosos ojos que me han hipnotizado.

Tuyo desde ahora,

Edward.

Vi cómo llevó la nota a su corazón y sonrió de felicidad, llevó la nota hacia sus labios y la besó y dijo –sí Edward, me gustas tanto y pensaré en ti hasta que nos veamos. Me gustas más de lo normal, serás mío, solo mío, ya eres mío y yo tuya y de nadie más. Te haré feliz como yo lo seré al estar a tu lado.

Estaba hablando en voz alta, como si supiera que yo estaba ahí para escucharle. Dobló la nota y la dejó en su casillero. Miró para todos lados como sí supiera que no estaba sola y salió del cuarto. Al percatarme estaba con una sonrisa estática en mis labios. Era de felicidad, de placer al saber que yo le gustaba tanto como ella a mí.

Me fui a mis deberes y estuve casi todo el día en mi cuarto leyendo concentradísimo. Ya era la hora de la cena, mi padre estaba llegando a casa después de un día lleno de trabajo. Bajé y le fui a saludar con un beso en la mejilla.

-¿Cómo estuvo tu estudio hijo? Me preguntó.

-Sí, fue productivo, le contesté con una sonrisa en mi rostro.

-¿Y por qué tan feliz? ¿A caso tienes algo que contarme? Me pregunto con curiosidad.

-Bueno, después necesito tener una charla de hijo a padre y necesito que me des algunos consejito, reí sonrojándome agachando mi rostro ante mi padre.

-OK hijo, después de la cena hablaremos, dijo sonriéndome.

Necesitaba confesarle lo que estaba sintiendo a alguien y que mejor contárselo a mi padre que aparte de tener una lazo de padre e hijo él era mi amigo, mi confidente, el ejemplo a seguir en muchos aspectos. Era un padre aunque no era el biológico, era el que nos hacía sentir protegidos, amados y sobre todo muy importantes en sus vidas sin dejar de mencionar a mi madre que juntos formaban una pareja ejemplar y hermosa. Quería contarle esto que era nuevo en mi vida, era primera vez que sentía estos sentimientos hacia una mujer.

Era primera vez que una mujer hacía que mi cuerpo reaccionara con solo tomar su mano. Era mi musa que hacía que salieran melodías hermosas con solo pensar en cada parte de su cuerpo. Tenía que preguntarle tantas cosas a mi padre. A pesar que estudiaba medicina, sabía mucho de anatomía, mucha teoría, pero de cómo reaccionaba el cuerpo con algunas situaciones era solo lectura que en algún momento leí. Necesitaba saber algunas cosas que solo se hablan de hombre a hombre, sabía que Bella iba a ser mía en algún momento y no quería dejar saber que era un inexperto. Quería que mi primera mujer fuese Bella. Yo no sabía si Bella tenía el mismo estado que yo, no importaba en todo caso, solo sabía que quería que ella fuese mi primera mujer. Quería entregarle todo de mí, y no quería cometer ningún error.

Terminamos la cena y me fui al dormitorio a ponerme el pijama, al estar listo me fui al despacho de mi padre, en el camino me encontré con Alice que estaba hablando con Jasper por celular, se le veía tan feliz, saltaba como una pelotita de tenis de mesa, era tan liviana. Era divertido ver a mi hermana cuando estaba feliz. Generalmente lo estaba, más cuando este estado involucraba a Jasper.

Estaba nervioso, era mi primera vez que hablaría con mi padre sobre estos temas, pero sabía que él me entendería. Me paré fuera del despacho y toqué.

-¡Pasa hijo¡ dijo mi padre, te estaba esperando.

-Fui a ponerme mi pijama para después de esto seguir con mis estudios nocturnos, dije con una sonrisa en mi rostro demostrando nerviosismo.

-Bueno hijo ¿de qué quieres hablar? Hace tiempo que no hacemos esto, la última vez fue cuando no sabías en qué área de la medicina te especializarías, dijo con una voz tan paternal.

-Me sonrojé y le dije: ahora papá necesito que hablemos de mujeres, mi voz era con temor y a la vez con pudor.

-¿A caso te interesa más de lo normal y no sabes cómo decírselo? Me dijo con curiosidad.

-En realidad papá ya se lo dije, pero quiero saber cosas más íntimas para cuando sea el momento no cometer ningún error con ella. Dije con seguridad en lo decía.

-¿A caso esa mujer que ya te has confesado es alguien que recién llegó a la ciudad y a nuestro hospital? Dijo sabiendo a quien me refería.

-Sí padre, es quién te imaginas, la mujer más bella que he visto en mi vida, la que ha despertado sensaciones nuevas, la que está haciendo que mi vida tenga sentido, Es Bella Swan, mi Bella, le confesé mirándolo a los ojos. ¡Papá!, ella me ha confesado que le paso lo mismo que a mí, piensa en todo momento en mí, le gusté desde que nos vimos por primera vez fuera de tu oficina. Me escribió una carta y me la dio el ayer cuando veíamos la película en la sala. Yo se lo confesé así también. Le pedí tiempo hasta que diera mi examen para poder conversar de nuestros sentimientos. Pero papá, sé y estoy seguro que Bella es la mujer con la que quiero estar toda la vida. Es la que quiero que sea la madre de mis hijos, quiero que sea ella la que me haga feliz día a día con solo tenerla entre mis brazos.

Carlisle solo me escuchaba y se maravillaba como me fluían las palabras llenas de ímpetu y de pasión al referirme de Bella. Y la seguridad de mis palabras al anhelar a Bella como mi gran tesoro.

Se acercó a mí y me abrazó para felicitarme por fijarme en Bella y por estar tan seguro en mis sentimientos y estar seguro que en algún momento iba a ser parte de la familia.

Comenzamos a hablar de los temas que más preocuparan y él escuchó y luego me aconsejó de muchas cosas. Lo mejor fue que me dio pasos a seguir, pautas que trataría seguir a los pies de la letra tratando de no cometer ningún error. No quería herir a Bella y quedar como un inexperto en esta área. En varias ocasiones mi padre me hacía sonrojarme por algunas cosas que me estaba diciendo, pero sabía que era necesario saberlas. Me aseguró que estar con la persona que amaba y era uno solo era el placer más increíble que se podría imaginar y sentir. Más cuando era la primera vez.

Terminamos de conversar después de dos horas. Al terminar le abracé y le expresé cuanto lo amaba y me fui al cuarto para comenzar con mis estudios nocturnos, pero estaba tan emocionado con todo lo que mi padre me había aconsejado, que con solo saber que en algún momento estaría así con Bella, mi mente no podía pensar en otra cosas que en ella. Sin saber me quedé dormido pensando en mi musa.

Fue un dormir placentero, y en paz…

Capítulo 5: "Hipnotizada" Capítulo 7: "Los amigos son para toda la vida"

 
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