Mi loca y cambiante vida

Autor: SUCULLEN
Género: + 18
Fecha Creación: 07/02/2012
Fecha Actualización: 19/08/2012
Finalizado: SI
Votos: 7
Comentarios: 47
Visitas: 59187
Capítulos: 36

Bella es una chica para nada convencional, vivió su vida en Inglaterra y ahora ocupa un cambio, regresa  a Los Ángeles, tratando de dejar su pasado atrás, pero ahí se dará cuenta de que la vida tiene muchos cambios para ella y entre esos es la nueva odisea del amor en su vida, al conocer a un joven, Edward Cullen.

Pero no será fácil, el amor nunca lo es.

Este es mi primer fic espero que les guste, no trae escenas triple x pero si lenguaje un poco pasado, digamos que son lemmones light. ;]   la verdad quise dar un cambio a como es nuestra Bella de  la saga y la quise hacer mas liberal, espero que les guste y nos leemos.

Los personajes son de la mas genial escritora para mí, STEPHENIE MEYER  pero la historia salió de mi cabeza, espero les guste(siempre la historia es relatada por Bella)

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Capítulo 6: Un mini secreto rebelado y una amistad iniciada.

Ya estábamos en la carne asada en la casa de los Cullen, todos los chicos estaban aquí, estábamos en una mesa en el patio sentados mientras mis papás cocinaban la carne.

 

-         Bueno y tuviste algún novio allá- estaba en el interrogatorio hecho por todos los chicos.

-         Pues sí- admití.

-         Aaaaaaaaaaaaaaaaa- Alice y Rose en coro.

-         Cuéntame todo- dijo Alice.

-         El primer novio de Bellita y yo me perdí de fastidiarlo, esto no me gusta- dijo Emmet con cara de frustrado, pero con risa diabólica, sabía que solo me quería fastidiar.

-         Que chistoso- me dirigí a Emmet- y pues que les cuento- gesto pensativa- se llama Luca, era un Dj de una de las discotecas de Phil y no sé, duramos como un año, porque se tuvo que mudar por asuntos de trabajo- él era americano y su visa caducó.

-         Oh my Good, era mayor que tú- grito Alice- qué edad tiene.

-         Pues en ese tiempo yo tenía quince y él diecinueve- recordé- ahora debe tener veintiuno.

-         Era demasiado grande para ti- se quejó Jasper, él tan sobreprotector.

-         No seas tan dramático- le dijo Rose- y dime lindo el tipo.

-         Sí era muy guapo- dije con una sonrisa pícara, la verdad es que Luca era guapísimo y tenía un cuerpo de infierno, en solo recordar cuando estábamos juntos me daba un calor, definitivamente esta sequía me tiene muy fogosa.

-         Bella, Rose vengan- sentenció Alice jalándonos a las dos, nos llevó hasta su cuarto y cerró la puerta- ahora sí suelta toda la sopa- me dijo Alice, yo estaba sentada en la cama y las chicas estaban de pie junto a mí.

-         De que hablas- dije sin saber mucho de que se trataba.

-         Como que de qué- me respondió Rose- esa mirada y te mordiste el labio cuando hablaste de lo guapo que esta Luca, eso quiere decir.

-         Que te acostaste con él- termino Alice, diablos se notaba mucho.

-         Bueno sí, me acosté con él- las chicas estaban a punto de gritar- cállense- cerraron las bocas- nadie puede saberlo, si mis padres se enteran de que perdí mi virginidad tan joven me acecinan.

-         Tranquila somos unas tumbas- dijo Rose- pero cuenta como fue, que sentiste- su mirada era de expectativa.

Me reí, por su cara de pervertida.- Pues estuvo bien, fue perfecto y cada vez fue mejor, cuando agarre más practica- dije sin pena la verdad son mis amigas. Las  dos rieron.

-         Amiga pero así sin pena lo dices, mucho cambio- dijo Alice.

-         Ay Alice es solo sexo, espera- la vi sonrojarse- no me digas que…

-         Sí por lo visto solo tú  faltas hermanita- me interrumpió Rose- yo que creí que estaba sola en esto, pero veo que Bella se rebeló.

-         Rose - Alice se veía apenada-ok, si no lo has hecho significa que te guardas para alguien?- pregunte a lo que ella asintió- ok, me parece bien y me imagino que no lo dirás- no me respondió, pero yo tenía una idea.  Jasper, vino a mi mente-  te lo respeto, por ahora- le sonreí.

-         Gracias amiga- me abrazó, pero luego me miró con interrogantica- espera Luca no fue tu novio a los quince- yo asentí.

-         A los quince- casi gritó Rose- oye pero te me adelantaste, yo que me creía la rebelde number one, por haberlo hecho a los dieciséis.

-         Pues sí, la chica rebelde- todas reímos- pero ya dejen mi vida sexual en paz y vamos que me muero de hambre-  y así deje la conversación acabada, no podían saber más que eso, no debían saber que después de Luca siguieron muchos más.

 

 

 

 

-         Oye quien es el que esta tocando el piano, desde cuando tienen piano- estábamos recogiendo las cosas, en el patio, ya estaba anocheciendo.

 

-         Es Edward- aclaró Rose, que estaba tomando unos platos para llevar a la cocina.

 

-         Toca bien no?- me dijo Alice que estaba viniendo de la cocina- el piano se lo trajo al venir a vivir aquí, se lo dieron sus padres- una nube de tristeza surco los ojos de la duende, pero pronto se alejó y siguió en lo suyo.

 

Me fui a dentro, algo me atraía hacia la habitación, el salón estaba detrás de la sala, una puerta la separaba de lo demás, con cuidado de no hacer ruido, abrí la puerta y lo que me encontré era algo triste pero hermoso, Edward tenía una foto sobre el piano y mientras tocaba, la miraba con devoción pero con una notable tristeza, no se cuanto tiempo me quede mirando aquella escena, hasta que Edward termino de tocarla, dio un suspiro y se volteó, me miró directamente a los ojos, con esos divinos ojos verdes que te hacían perder la noción del tiempo.

 

-         Disculpa, no te quise molestar- me disculpe y me iba a dar vuelta para irme.

-         No- dijo, me volteé- no te vayas, no me molestas.

-         Tocas maravillosamente- me atrevía a decir.

-         Gracias- dio un suspiro- desde cuando estabas ahí.

-         Hace un rato- admití bajando mi cabeza.

-         Ven- levante mi cabeza, palmeo el espacio vacío en el asiento, indicándome que me sentara y así lo hice, me acerque y me senté junto a él, desde aquí el piano, era majestuoso, era un piano de cola negro, muy hermoso. Pero mis ojos quedaron plasmados al ver la fotografía que estaba sobre el piano, era una foto familiar, era una mujer pálida, de cabello bronce, de mirada dulce, el hombre era alto, de ojos verdes profundos, muy guapo y en los brazos de la mujer había un niño, muy lindo, con los ojos del mismo color del hombre, que imagino era su padre y el cabello del mismo color que la madre, era una hermosa fotografía se veía el amor entre ellos.

-         Son mis padres-  me voltee y vi que Edward  me observaba con una sonrisa que no le llagaba a los ojos, en ellos había una nube de tristeza como la de Alice, pero más espesa, hasta me atrevería a decir que de dolor.

-         Es una linda foto- dije – se ven muy felices.

-         Sí, éramos felices en esa época- dijo mirando fijamente la foto.

-         Los extrañas- me atrevía decirle.

-         Sí, mucho, me hacen falta, pero trato de seguir adelante- tenía los ojos llorosos.

-         Eres una persona admirable- le dije, él me miro curioso- no me veas así, que tengas esa actitud se me hace de una persona fuerte y como ya te dije admirable.- Él me regaló una hermosa sonrisa, la cual yo correspondí.

-         Gracias, de verdad te lo agradezco.

-         De nada, es verdad- me sonrió y volví mi mirada a la foto- Eras un niño adorable- le dije para sacarle una sonrisa, lo cual logre, pequeña pero era algo.

-         Era?- me miro divertido, esa nube en sus ojos  se estaba dispersando.

-         Eras- resalte, en respuesta hiso un puchero tipo Alice- bueno algo de ese niño hay ahora, feliz- él me sonrió y vi alegría en sus ojos, al menos lograba que se distrajera.

-         Así que me ves adorable- me miró burlonamente. Y sexi, guapo, comible, besable, eso decía mi mente. Me volví a concentrar.

-         Contigo no se puede- hice ademan de pararme pero me tomo del brazo.

-         No te vayas- me dijo, lo miré y vi suplica en esos ojos y me volví a sentar- gracias.

-         Esa melodía me gusto-cambie de tema-La tocas muy bien- le dije para que volviera a sonreír, ver esa sonrisa en su cara me hacía  sentir feliz.     

-         Gracias- me miro y sonrió. Lo logre.

-         Claro de Luna, cierto- mi mirada se fue a las teclas, sin presionar ninguna, solo rosándolas.

-         Sí, sabes tocar- levante mi mirada

-         No, la verdad siempre quise aprender pero nunca me atreví- volví a rozar las teclas- soy algo torpe y quien me enseñara tendría que tener mucha paciencia.

-         Algo?- pregunto divertido, Edward ya había sido testigo de mi mala coordinación en varias ocasiones y eso que llevaba solo días aquí.

-         Bueno bastante- admití.

-         Quieres que te enseñe- lo mire sin comprender muy bien, que parte de que soy torpe no había entendido- no me mires así, vas a ver que se te hará fácil.

-         Hablas en serio- le dije- estas seguro que quieres perder tu tiempo- me sonrió.

-         No es perder tiempo, me gustaría enseñarte,- lo miré por un rato- vamos dime que piensas- me había quedado mirando que no medí que llevaba rato así.

-         Sí me encantaría- lo abrasé, el me correspondió el abrazo  y que cuerpo tenía el condenado), lo sentí reírse- que te hace gracia- me separé de él y lo mire.

-         Respondiste con tanto animo, que pareciera que te pidiera ser mi novia- por un momento me paralicé, pero al mirar su risa volví a relajarme- son solo clases Bella.

-         Deja de molestarme - hice un puchero, tipo Dulce, si mi hermanita tendía a ser igual que manipuladora que Alice, pero claro Dulce tenía su truco para verse demasiada tierna como para decirle que no y pues claro yo lo había aprendido y empleado a mi beneficio.

-         Te ves muy tierna cuando haces eso- cayó, pensé;  pero lo que hizo no me lo esperaba, con su mano acarició mi mejilla, su contacto era cálido, y una electricidad recorrió mi cuerpo, era extraño jamás había sentido eso, por inercia cerré los ojos, pero en cuanto la aparto, los volví a abrir- está bien ya no te molesto- me sonrió.

Sonreí victoriosa- y cuanto me va a costar- le dije.

-         Déjalo así, lo hago porque me apetece.

-         Vamos no puedo dejarlo así- puse cara de pensativa y se me ocurrió algo, que creo que me arrepentiría más tarde- que te parece si me dices luego, cuando ocupes algo.

-         Bueno no suena tan mal, cuando ocupe un favor, tú serás mi primera opción- me tocó la punta de la nariz con su dedo.

-         Dicen que es mejor deber dinero, que un favor, pero espero que no me salga tan mal- dije con una sonrisa.

-         Nada  de favores sexuales- dijo una voz a mis espaldas, me voltee  y vi a Emmet recogiendo algo del piso, había dejado la puerta abierta.- excepto que Bella quiera- se escuchó una carcajada de su rostro, nos miró y desaparecido por un lado de la sala. Me voltee a Edward que  tenía una sonrisa de burla.

-         No se puede tener privacidad en esta casa- dije.

-         Pues ahí está el trato, yo te doy clases y tú me pagas con un favor, claro nada sexual como dijo Emmet- reprimió una risa- excepto que tú quieras- me tensé porque de verdad quería  a Edward en mi vida, ahora me parecía alguien valioso que no quería que se desapareciese y si teníamos algo más que esta amistad yo lo iba a arruinar, con la zorra que llevo dentro que de lo más seguro saldría y se acostaría con él y lo dejaría a la mañana siguiente, ese pensamiento me tensó, pero lo miré de nuevo y lo que vi en sus ojos me tranquilizó, me veía con ojos de amistad como lo hacía Emmet o Jasper, con algo más que no descifré, pero eso me dejo en paz.

-         Ya quisieras- me reí y él me siguió- bueno es un trato no?- le acerque mi mano y el la tomo.

-         Trato- ambos sonreímos.

      

    hola, este capi, me encanta porque se entiende el pasado de Edward un poco y respecto a lo que le paso a Bella, ya casi llega, la historia ya la tengo completa, me parecio mejor asi para no arriesgarme a durar mucho en actualizar si se me iba la inspiracion :]

   espero las entretanga y les guste, gracias por los comentarios, y espero otros a ver cm les va pareciendo la historia.

   Saludos desde Costa Rica,

  SUCULLEN

 PURA VIDA

Capítulo 5: Mi familia Capítulo 7: Verdades rebeladas

 
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