EL DESTINO TAMBIÉN PUEDE CAMBIAR

Autor: AnonymousGirl
Género: Romance
Fecha Creación: 13/12/2011
Fecha Actualización: 22/12/2011
Finalizado: NO
Votos: 9
Comentarios: 32
Visitas: 17637
Capítulos: 7

EDWARD POV.

Era una daga ardiente que me calaba hondo ¿pero qué se supone que podía hacer cuando yo mismo la hube arrojado a sus brazos? y ahora la veia en sus ojos, sus mismos ojos, ¿pero quien era ella? ¿por qué ese olor tan peculiar? ¿por qué su mismo olor?

-Soy Renesme- la miré extender su mano hacia mi.. y en ese instante, dos ojos se posaron en los mios, pero ya no eran sus ojos, ya no era mi Bella... 

 


 ¿Qué pasaría si después de que Edward se marchara Bella se enterara de que está embarazada? Edward nunca pudo resistirse, después de una ultima noche, todo había acabado entre ellos, y ahora? 20 años después, Bella sigue como si los años no le hubieran pasado, pero tiene 3 cosas diferentes: una hija, una nueva familia, y unos nuevos ojos.. Bella, ya no es humana. 

DICLAIMER: Bien, como saben, los personajes aquí presentes son de S.Meyer, la autora de la saga "Twilight" solo la historia es mia, algunos personajes son inventados y solo hay uno, "Stefan" que solo tiene el nombre igual que el vampiro de TVD, pero no es el mismo, no se confundan. Sin más que agregar, los dejo con mi historia...

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Capítulo 6: PUEBLO CHICO, INFIERNO GRANDE

CAPITULO V. PUEBLO CHICO, INFIERNO GRANDE

BELLA POV.

Renesme llevaba u buen rato dormida en mis brazos, su peso era nulo para mí, y aunque sabía, era neófita, su aroma no disparaba los “instintos asesinos” que temí que disparara; la acomodé más a mi cuerpo cuando la noté inquietarse un poco y suspiré mirando hacia el bosque, recordando horas atrás, cuando la había conocido.

*FLASH BACK*

-No es necesario que renueves todo un armario- volví a insistir con Amber, pero esta vampira parecía nunca darse por vencida, me recordaba a Alice, y eso me hizo sonreír.

-Claro que es necesario- llevó sus manos a su cintura evaluando la perspectiva de que atuendo me sentaba mejor –Ahora eres parte de la familia y estarás vestida a la altura- una risa cantarina escapó de sus labios mientras sacaba un pantalón de mezclilla con una blusa un poco más… delicada; suspiré mirándola.

-¿A la altura?- alcé una ceja interrogante.

-Ninguno de nosotros anda por ahí con guiñapos- señaló los restos del corpiño cubierto por la camisa de Liam, me encogí de hombros.

-Fue un accidente- me acerqué al perchero y tomé el pantalón y la blusa dirigiéndome al baño de la habitación.

-Lo que haya sido me servirá de excusa para comprarte más ropa- e imaginé su rostro sonriendo por un momento.

Amber era hermosa, a su manera, tal vez no podía compararse con la belleza despampanante de Luisana o con la cálida y tenue belleza de Lucía, pero había una chispa en ella que de un momento a otra la convertía en el centro de gravedad de la familia Ackerman, como si ella fuera… la vida.

-¿Y bien?- salí del baño cuando estuve lista, me escudriñó durante un largo tiempo, aunque en realidad fueron segundos, los vi realmente eternos.

-Bien, tengo unos zapatos perfectos que combinan- me sonrió y como una ráfaga, en menos de un minuto, volvió con un par de tacones rosados en la mano.

-Amber…-dudé mirándola- ¿no crees que es demasiado? ¿tacones?- mordí mi labio involuntariamente.

-Nunca es demasiado Bella- extendió su mano hacia mí y tomé los tacones vacilante -¡Casi perfecta!- chilló cuando me vió enfundada en aquel conjunto.

-¿Casi?- debió haber detectado un atisbo de nerviosismo en mi voz cuando se echó a reir y sacó una pequeña cajita de lo alto de su armario. -Esto es tuyo- me lo extendió, miré la pequeña caja detalladamente, era roja y venía adornada en pedrería, fruncí el ceño y miré a Amber.

-No, no la reconozco- negué, ella solo sonrió y abrió la caja.

-Claro que no la reconoces- dejó ver un pequeño collar con un emblema grabado en forma de escudo – Es el emblema Ackerman, y ahora te corresponde llevarlo-

-¿Qué? ¿pero cómo puedes estar tan segura que he decidido quedarme?- entrecerré los ojos.

-Lo he visto-

-Ves.. ¿Ves el futuro?- la miré como si fuera un fenómeno, claro está, cada vez se me parecía más y más a Alice.

-Mucho mejor que eso, veo el destino- me explicó –el futuro puede cambiar, pero el destino siempre está escrito-

-¿Estás segura de eso?- la miré por un momento.

-Era tu destino ser vampira ¿no es así? Aquí estás, a pesar de cómo fue tu “futuro”- me sonrió, su comentario me había dejado de lugar, acaso ¿el destino no podía cambiar? ¿a eso se refería? –Bella- atrajo mi atención nuevamente -¿Te ayudo?- levantó el collar para que lo viera; sonreí resignada y aparté mi cabello. –Listo- se separó de mí y me giró para mirarme –No arruines mi obra maestra- me devolvió una mirada asesina y buscó otra caja roja –Vamos- empezó a caminar hasta la salida, la seguí de cerca; aun en la habitación de Amber podía escuchar las risas de mi hija, ya estaba ansiosa por poder sentirla, por saber que era real.

-¡Hey Bella!- uno de los vampiros me llamó –Ven aquí- hizo una seña, lo miré por un momento y caminé hasta él, no había tenido el momento de presentarme con todos, aunque veía que ellos me conocían ya.

-¿Si?- me detuve ante él.

-Pues es hora de que nos presentemos ¿no?- me mostró una gran sonrisa mientras extendía su mano hacia mi –Soy Sebastián- sonreí de igual forma.

-Isabella Swan-

-Ackerman desde ahora- escuché a Amber corregir a mis espaldas, me giré para mirarla pero ya se encontraba señalando el collar con el emblema Ackerman que colgaba de mi cuello.

-Ackerman- corregí volviendo a mirar a Sebastian, el solo sonrió y miró a la vampira rubia que cargaba en brazos a mi hija.

-Ella es Luisana, mi esposa, y creo que ya conociste a Amber- miró a la pelinegra que se encontraba justo detrás de mi.

-Y él es Stefan- señaló al vampiro que se posicionaba detrás de Luisana, junto a Lucía –Ya conoces al resto, pero…- calló al instante.

-¿Qué?- la miré.

-Aun no nos dices el nombre de tu hija- sonreí mirando a mi pequeña, lo cierto era que ni tiempo había tenido para pensarle algún nombre, en ese momento tuve una idea, tal vez podía combinar el nombre de Esme y el de René, mi madre. -Renesme- su nombre salió de mi boca tan pronto como si no lo hubiera pensado.

-¿Renesme?- Luisana me miró atónita -¿En serio?-

-Así es- miré a mi niña agitar las palmas y aplaudir, le gustaba su nombre; sus manos se extendieron hacia mí y automáticamente mis brazos repitieron su acción; el circulo de vampiros que desde hace un minuto había estado disperso en la habitación se cerró ante mí. Unas manos apretaron ligeramente mis hombros.

-¿Cómo está tu sed?- reconocí su efluvio y su voz.

-Estoy bien Liam, solo quiero cargarla- suspiré tratando de mentalizar que eso era lo único que quería hacer.

-¿Amber?-

-No puedo ver nada Liam- acto seguido pasó su mano por mi brazo y me miró –Puedes hacerlo Bella, estamos aquí para ayudarte a que lo logres- le sonreí agradeciéndole su apoyo y di mi primer paso, no esperé a que todos se alejaran, solo tomé a mi hija de los brazos de Luisana y la estreché contra mí; su aroma era dulce, tentador, pero tenía algo vampírico, algo que no la convertía en comida, de eso podía estar segura.

-¿Ahora podrás contarnos como fue qué pasó esto?- Eric se había acomodado junto a Lucía en el sillón, mientras que el resto de mi “familia” se dispersaba en la estancia atento a mi rostro.

-Fue en Forks- comencé con mi historia con la vista fija en Renesme, ella solo me observaba, atenta de la misma forma –Hay conocí a los Cullen, una familia de vampiros, vegetarianos como ustedes…-

-¿Los Cullen?- Eric me interrumpió sin dejarme si quiera terminar la frase.

-¿Los conoces?- Liam se giró hacia el vampiro que me miraba con atención.

-Solo a Caslisle- asintió mirándome –Fue en una oportunidad, cuando tuve que ir a hablar con Aro sobre Kim-

-¿Quien es Kim?- de pronto me hube vuelto muy curiosa, pero esta familia tenía demasiados cabos sueltos.

-Kim es… igual a Renesme- recordé vagamente el día del parto “sé exactamente lo que hay que hacer” había escuchado, acaso.. ¿acaso Lucía había pasado por lo mismo?

-Te refieres a que, ¿la tuvieron siendo humana?- miré a Lucía.

-La tuve- corrigió mirándome –Los Vulturi querían tenerla, asi que Eric se valió de su amistad con Aro para pedirle una oportunidad-

-De ahí conozco a Carlisle, pero nunca supe que se había alejado de Aro- devolví la vista a Eric.

-Así es, transformó a Edward y a Esme, luego vino el resto- miré a todos los vampiros que me escuchaban atentos – Conocí a Edward en el instituto, nos enamoramos, o al menos eso había creido yo –sonrei amargamente por el recuerdo de nuestra ruptura –En mi cumpleaños 18, me corté con el papel, la sangre hizo que Jasper, el “vegetariano” mas reciente, se saliera de control, Edward pensó que lo mejor era alejarse, me dijo que no me amaba, y yo le creí- tragué en seco e intenté que mi rostro no reflejara todos los sentimientos encontrados que estrujaban ahora mi muerto corazón.

-¿Lo amas?- la pregunta hizo que me desconcertara por completo, Luisana estaba sentada justo al lado de Sebastian y me miraba con pena, tal vez por atraverse a pregntar tal cosa.

-No lo sé… a estas alturas no estoy segura de nada- miré a mi hija –salvo de la existencia de Renesme- sonreí cuando noté que sus parpados se habían quedado cerrados y su respiración se había acompasado-

*FIN DEL FLASH BACK*

Me había quedado pensando, Eric conocía a Carlisle, mucho más, Lucía y Eric habían tenido una hija bajo las mismas condiciones en las que yo había tenido a Renesme, bien lo dicen… Pueblo chico, infierno grande.


¿Qué tal eh? ¿se lo esperaban? VOTITOS Y COMENTARIOS :D

Capítulo 5: EL INFIERNO EXISTE Y SE LLAMA: FORKS Capítulo 7: NECESITO RESPUESTAS

 


 


 
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