Oímos un ruido detrás nuestro, nos giramos y no había nadie. Solo había un jersey a rayas en el suelo, me levanté para recojerlo y me quedé mirandolo, sabía perfectamente de quién era ese jersey.

De Edward.

Rápidamente me preocupé por lo que él podía haber llegado a ver, ¿Habría visto mi beso con Ethan? Solamente esperaba que no, en cierto modo, me sentía como si le estuviera traicionando, hace unas horas le había dicho que me gustaba y que me estava enamorando de él, y a la primera de cambio ya estaba besandome con otro. Mi cabeza me decía que no tenía porque sentirme así, era lo mismo que él había estado haciendo unos minutos antes con otra. Pero mi corazón insistía en que lo que acababa de hacer no había sido lo correcto.

Me despedí de Ethan intentando sonar lo más alegre posible con un ''Mañana nos vemos''. Durante el camino hacía mi habitación estuve pensando en lo bueno y lo malo, en lo que tendría a favor si salía con Edward y en lo que tendría en contra.

Al final decidí que pasara lo que pasara, no tendría nada de malo pasar el tiempo acompañada de Ethan, lo conocía muy poco, pero sabía que podía llegar a ser una muy buena compañia. Por lo que saqué mi teléfono móvil, y le mandé un mensaje diciendole que aceptaba ir con el a ver el amanecer y el atardecer.

Cuando llegué a la habitación me apresuré a meterme en la cama lo antes posible por dos razones, la primera, quería evitar cualquier pregunta por parte de Rosalie respecto a lo ocurrido esta noche, y la segunda, mañana me tendría que despertar bastante temprano, había quedado con Ethan, no sabía si era una cita, quería creer que no lo era, mi cabeza no necesitaba más temas ni motivos para liarse.

Me desperté con el ruido del despertador, e inmediatamente lo miré, eran las 5:15, tenía el tiempo suficiente para darme una ducha y prepararme. Y así lo hice. Me puse rápidamente un conjunto que me había dejado preparado Rosalie la noche anterior, había veces que creía que ella era mi madre, aunque la veía más como una hermana, pero no podía evitarlo, en el fondo siempre ha sido una mezcla de la hermana que núnca tuve y de esa madre con la que tan pocos momentos he pasado. Me labé los dientes, y me senté en el salón para esperar a Ethan, supuse que no le faltaría mucho para llegar, después de todo ya eran las 5:55.

Justo en ese momento tocaron la puerta de la habitación con tres golpes secos. Me paresuré a abrir la puerta, y ahí estaba Ethan, íba va vestido con unos jeans azules, un jersey gris, y por debajo alcancé a distinguir una camiseta gris. Llevaba dos vasos en la mano del 'Starbucks' y una bolsa de papel beige, donde supuse que llevaría algo para comer.

-Hola Bella- Me dijo sonriendo, eso era algo que me encantaba de Ethan- Estas hermosa.-No pude evitar sonrojarme por su comentario.

-Hola Ethan, gracias- Le dije sonriendo- Tu también estas muy guapo.

-Me alegro de que al final aceptaras mi invitación.

-Yo también me alegro, creo que nos lo pasaremos bien- Me sonrió en respuesta.

-He traido dos cafés para desayunar, y dentro de esta bolsa- Me dijo mientras la levantava a la altura de mis ojos- Hay algunos bollos. He comprado bastantes, no sabía cuales te gustaban, asi que, bueno, tienes mucho dónde elegir.

-Gracias, pero no hacía falta que te tomaras tantas molestias- Le dije mientras le cojía uno de los vasos de café para ayudarle- Con un simple croissant o alguna magdalena habría bastado.

-Traigo eso y mucho más- Los dos reímos ante su comentario- He pensado que podríamos desayunar en el banco dónde estuvimos ayer, desde ahí puede verse el amanecer perfectamente, pero si quieres ir a algún otro sitio se aceptan propuestas- Me dijo sonriente.

-No, creo que ese banco está genial.

-Pues lo dicho, allá vamos.

Seguimos caminando en silencio, no era un silencio incómodo, al contrario, me sentía agusto, no era necesario ningún comentario cuando estaba cerca de él para que me sintiese cómoda.

Cuando llegamos a los bancos nos sentamos, dejando entre nosotros los vasos de café y las bolsas con los bollos.

Empezamos a desayunar, nos contamos cosas el uno del otro, le pregunté sobre su familia, el colegio, los lugares en los que había vivido, y él hizo lo mismo.

-¿Y tu tienes hermanos?- Me preguntó Ethan.

-No, soy hija única.

-¿Pero vives con tus padres, no?

-Bueno, si...- Enseguida me correjí- No, la verdad es que en realidad solo vivo con mi padre. Mi madre viaja mucho por su trabajo y esta muy poco en casa.

-Valla, lo siento. No era mi intención hacerte sentir mal.

-Tranquilo, no pasa nada. No me molesta.

De repente una sonrisa se instaló en su rostro.

-¿Porqué sonries?- Le dije riendo.

-Es solo que es extraño, te conozco hace un par de días y es como si te conociera de siempre. Me cuesta mucho abrirme a las personas, soy cerrado en general. Pero nosé, contigo es diferente-Negó con la cabeza antes de corregirse- Me siento diferente. Y eso me gusta, estoy comodo a tu lado. Y no me cuesta hablarte. Probablemente te he contado en dos días más de lo que le he contado a Erik en dos años.

-Eso es genial, y en ese aspecto también me parezco a ti. Soy timida, eso es inegable, pero me gusta hablar contigo, es fácil hacerlo con una persona que sabe escuchar.

Me acarició la mejilla mientras me sonreía, le devolví la sonrisa. En ese momento empezó ha acercase a mi, y supe claramente que su intención era besarme. Al principio pensé en dejarlo ir, pero inmediatamente me di cuenta que eso no era lo que yo quería de Ethan, lo que yo buscaba en él era una amistad, alguien con quién hablar, contarse confidencias, lo que viene siendo, un amigo. Pero no una pareja, y mucho menos un rollo, yo no era ese tipo de chica. Y tenía claramente que era lo que quería, a Edward, sabía lo que me había hecho, pero a pesar de eso mis sentimientos hacía él no habían cambiado.

Me alejé de él y puse mis manos en su pecho en un claro intento de que parase.

-Yo... Lo siento Bella... Enserio- En su voz noté claramente el arrepentimiento.

-Tranquilo Ethan, no es nada. Perdoname tu a mi.

-No Bella, no tengo nada que perdonadrte- Respiró profundamente- Tengo que decirte una cosa, puede que no te guste o puede que si, pero no estaré tranquilo hasta que te lo diga- Bella le sonrió y asintió con la cabeza instandole a continuar. No sabía lo que le iva a decir, y eso le hacía ponerse nerviosa- Como te he dicho antes, sé que nos conocemos de apenas dos días, pero también se que siento algo por ti, algo más allá de la amistad, me gustas, no sé si se le puede llamar amor todabía, pero lo que si sé es que me gustaría intentar algo contigo... Si tu quieres claro.

Bella resopló intentando tranquilizarse, en ese momento estaba muy nerviosa, no sabía muy bien que decir o como reaccionar, era verdad que alguna vez ya le había pasado eso, pero siempre era el mismo dilema, que decirle para no hacerle sentir mal o menospreciado.

Intentó buscar las palabras exactas para poder ser lo más amable posible. No quería perder si amistad con Ethan solamente porque ella no le correspondía. Y lo último que quería para él era que sufriera, por culpa de ella o por cualquier otro motivo.

Tenía claros cuales eran sus sentimientos hacía él, ella en cierto modo le quería, pero nada más lejos que una amistad. Sabía que sus verdaderos sentimientos estaban dirigidos hacía Edward, y por mucho daño que este le había echo la noche anterior, y por mucho que ella estuviera muy dólida, no podía jugar con los sentimientos de Ethan, simplemente porque él no se lo merecía, y porque Bella no era ese tipo de persona.

-¿Bella?- Le notó un deje de nerviosismo a Ethan- Bueno, te agradecería que me dijeras algo. Me quitarías un gran peso de encima.

-Ethan... Bueno... Yo- Cogió un gran bocanada de aire en un claro intento de tranquilizarse, aunque de poco le sirvió- Verás, me caes genial, y en estos dos días te has convertido probablemente en uno de mis mejores amigos, no quiero que por esto se estropeé nuestra amistad. Pero yo no siento lo mismo por ti. Te quiero mucho, y ahora mismo no se que haría sin ti. Pero hay alguién más, no sabría decirte si está en mi vida. Pero se que siento algo profundo por él.

-Esta bien, no pasa nada. No es no. Seguiremos siendo amigos después de todo ¿No?- Me preguntó sonriendo.

-Nada me gustaría más que eso. Y creeme que hablo enserio cuando te digo que no se qué haría sin ti en estos momentos. Eres una de las pocas personas que saben escuchar tranquilamente.

-¿Y que hay de Rosalie y Ángela? Realmente pareceis muy amgias, hasta hermanas podría decirte.

-Con las dos estoy genial. Y es cierto, pienso en ellas como si en verdad fueran mis hermanas, al menos las quiero como si lo fueran. Pero... Bueno, hablo con ellas, y les cuento mis cosas en las típicas conversaciones de chicas- Ethan se carcageó al oír esa frase- No, enserío, ya sabes, las tipicas en las que les cuentas quién te gusta, quién ha sido tu primer beso y todo eso.

-Si, lo sé, mi hermana pequeña hace lo mismo con sus amigas, se pasan el día entermo hablando de chicos por teléfono.- Me dijo sonriendo.

-Si, bueno, supongo que todas las chicas necesitamos esa clase de conversaciones.

-Seguro que si- Me dijo riendo- Termina de contarme lo que estabas diciendo por favor.

-Si, eso- Le dije recobrando el tema de conversación anterior- El caso és que con ellas me llevo genial y todo eso, y hay la suficiente confianza como para contarles cualquier cosa, pero no es lo mismo. Tu me escuchas con más antención. Y por mucho que Rosalie lo intente, siempre va a tener algo lo suficientemente importante en la cabeza como para no prestar toda la atención necesaria, y lo mismo pasa con Ángela. Y no les culpo, enserio, les entiendo, su vida no gira entorno a mi.

-Pues entonces solo me queda una cosa que decirte- Me dijo tomandome la mano- Me alegro de ser esa persona para ti. La que te sabe escuchar y ayudar, y la que será siempre tu amigo.

-Gracias Ethan, enserio, eres genial- Le dije acariciándole la mejilla.

-Bueno, y ahora cuentame algo más sobre ese chico. Puede que si te ayudo sea más fácil para ti estar con él- Me quedé con la boca abierta ante sus palabras, hace unos minutos acababa de confesarme que le gustaba y ahora me ofrecía su ayuda para que tuviera más oportunidades con Edward.

-¿Lo dices enserio?- Me miró con cara de no entender mis palabras- Quiero decir, me acabas de confesar hace unos minutos que te gusto, te he dado mi negación, ¿Y a pesar de eso quieres ayudarme a poder salir con él?

-Claro, en el fondo quiero que seas feliz. Y si no es conmigo por lo menos que sea con él. Eso es lo que hacen los amigos, y si eso es todo lo que puedes ofrecerme lo aceptaré encantado- A continuación tomo un gran sorbo de su café. Yo hice lo mismo, dándome cuenta de que llevabamos un buen rato hablando y ni siquiera lo había probado, probablemente la sorpresa que me llevaría seria que estaría congelado.- Y ahora, si no te importa, me gustaría que me dijeras su nombre. Me pone nervioso estar mencionandole todo el rato como ''él'' sin saber quién es. Además si no me lo dices no hay manera de que te ayude.

-Es Edward- Le dije mirando para otro lado, estaba claramente sonrojada. Hablar de este tipo de temas fuera con quién fuera siempre me había dado vergüenza.

-¿Edward? ¿Edward Cullen?- Asentí- Vaya, me esperaba a cualquiera menos a él. Esta claro que os llevais muy bien, salta a la vista. Pero no pensé que fuera él- Noté la decepción en su voz.

-¿Ocurre algo malo?- Solo esperaba de que no se arrepintiera de haberme ofrecido su amistad.

-Nada de lo que te tengas que preocupar- Me dijo sonriendo, me relajé, aunque seguí un poco incómoda con el echo de no saber que era lo que le ocurría- Es solo... que... Bueno, ahora sé que no tengo nada que hacer- Le miré sin comprender- No pensaba intentar nada más contigo, como te he dicho antes; No es no. Pero solo pensanba que tal vez pudieras cambiar de opinion.

-Siento haberte dado esa impresión Ethan. Pero de todas formas, no tienes nada que envidiarle a Edward, tu econtrarás a la chica para ti. Y será alguien que realmente te quiera de esa forma.

-Lo sé Bella. Solo era una broma. No quiero que te sientas incómoda. Quiero que todo siga como antes, que sigas siendo mi amiga. Y ahora cuentame un poco más a cerca de vosotros.

-No hay mucho que contar. Es mi pareja de clases, y bueno, el otro día me llevó al área privada que tiene ellos, los Cullen, me enseñó la biblioteca y más cosas. Y allí me confesó que sentía algo por mi, que estaba enarmorandose.

-¡Bella! ¡Eso es genial!- Estaba realemente feliz, y eso me encantaba, para mi sería muy dificil aconsejarle al chico que me gusta sobre como conseguir a otra chica.

-No, no todo es genial Ethan- Le dije mirando las manos en mi regazo- En ese momento no sabía con exactitud lo que quería. Le dije que no estaba preparada para otra relacción.

-Oh, valla- Me dijo con una mueca de asombro- ¿Y cómo reaccionó? ¿Qué te dijo?

-Me dijo que no pasaba nada, que esperaría hasta que pudiera darle una respuesta exacta- Le dije con media sonrisa- Pero no es verdad, ayer, cuando entré a 'El templo', le ví besandose con otra chica- Una expresión de dolor curvó mi rostro.

-Bella- Me dijo con la voz apenada- Sería un mal entendido, no debes darle mucha importancia, él te dijo lo que sentía por ti. Puede que simplemente estuviera dólido por tu rechazo.

-Pero no le rechacé- Le dije con un tono infantil- Le dije que tenía dudas, las otras relacciones que he tenido no han sido fáciles, y por eso soy así, siempre tengo dudas.

-Ya tendrás tiempo de explicarme sobre esas relacciones cuando estes preparada. No es necesario que lo hagas ahora. Pero aún así, creo que d eberías hablar con él, decirle lo que sientes por él y pedirle alguna clase de explicación por lo que hizo ayer, puede que lo hiciera desintencionadamente.

-Si, supongo que tienes razón.

-Efectivamente, creo que la tengo. Habla con él y explicaselo. Si dejais de hablaros todo será más confuso, y ningúno de los dos tendreis la oportunidad de estar juntos.

-Pero eso no es todo Ethan- Le dije recordando el jersey que encontré tirado, asintió con la cabeza en un intento de mostrarme su confianza- ¿Recuerdas el jersey que encontramos ayer destrás de este banco?- Asintió - Es de Edward. Puede que nos viéra besandonos. Y sé que yo no lo hice bien. No está bien que después de decirle que tenía dudas de repente me ponga a besar a otro. Se que él hizo lo mismo, pero un error no justifica otro.

-En eso tienes razón. Por eso teneis que aclarar las cosas, aclararos vosotros y saber como quedareis después de lo que ha pasado. Confio en que a él no le gustaría dejar de ser tu amigo a pesar de que tu le rechazaras. Te lo digo por propia experiencia- Me dijo de forma cómplice.

En ese momento no lo resistí y le abracé. Tenía que agradecerle de algún modo todos sus consejos, la forma en la que me esucha, en la que me apoya y él estar siempre disponible para hacerme pasar un buen rato. Al principio se quedó en estado de shock, pero enseguida me correspondió el abrazo pasando sus brazos por mi cintura.

Estuvimos un rato así, abrazados, disfrutando del momento, hasta que una voz nos interrumpió.

-Valla valla, por lo que veo ya tenemos nueva parejita en el crucero.

No me lo podía creer. Esperaba cualquier voz menos esa.