Era sábado y hoy seria el día de la cita con Edward no se a donde iríamos a comer, pero el solo hecho de estar con Edward me alegraba, quise que el día pasara muy rápido para poder estar con Edward mas rápido pero no seria así, así que mejor hice hace rápido en la casa para después subir a buscar mi ropa antes de tomar un baño.
Subí a mi habitación y busque en mi armario, decidí ponerme un vestido strapless azul marino con un suéter blanco y calzando unas zapatillas del mismo color que mi suéter. Me dirigía al baño cuando el teléfono de la casa sonó.
RING-RING
- Aló casa de la familia Swan.
- Hola se encuentra Bella.
- ¿Quién la busca?
- Soy Jacob Black, su mejor amigo de la infancia.
- Hola Jacob soy yo Bella.
- ¡Bella! Que gusto, pensé que te habías regresado a Phoenix.
- No, pasare un buen tiempo aquí en Forks.
- Bella quiero verte y aun es temprano ¿quieres comer conmigo?, además Charlie va a comer con Billy mi padre.
- Eh, Jacob lo siento, no puedo voy a salir con alguien mas.
- Que lastima Bella pero se puede saber quien es el afortunado. – dijo con pesar.
- Voy a salir con Edward Cullen, pero no te sientas mal, no quiero lastimarte, sabes que eres mi mejor amigo y no quiero hacer falsas esperanzas.
- Bella no te preocupes hace tiempo que solo te veo como mi amiga- no se porque pero en su voz había un atisbo de tristeza.
- Esta bien, lo siento Jacob tengo que colgar debo terminar mis tareas.
- Esta bien Bella iré a buscarte después.
- Esta bien Jacob, nos vemos luego.
Después de recibir esta llamada me dirigí al baño, tome un largo baño de agua caliente cuando Salí, me dispuse a alaciar mi cabello para dejarlo suelto me puse el vestido y el suéter y para finalizar me maquille de forma muy sutil.
-DING DONG-
Si no me equivocaba ese era Edward, mi Edward quien me estaba buscando, y por la misma razón baje casi corriendo las escaleras y abrí la puerta.
Al abrir la puerta no supe que decir, era más que un ángel estaba hermoso vistiendo ese traje negro con una camisa blanca y una corbata azul petróleo, me quede embobada viéndolo hasta que me saludo.
- Hola Bella, estas más que hermosa- lo dijo como si no pudiera creerlo.
- Gracias Edward pero tus estas demasiado guapo- le dije sonrojándome.
- Bella, vamos tenemos que llegar y no creo ser capaz de llegar si solo te veo un minuto mas, estas tan hermosa que quizá pudiera quedarme aquí una eternidad mirándote.
- Gracias Edward, le dije mientras me ruborizaba y lo abrazaba de forma intempestiva y me ruborizaba aun mas.
- Vamos Edward. Le dije dirigiéndonos a su bello Volvo plateado que nos esperaba en la acera de mi casa.
|