Mi verano había sido patético. No había tenido contacto con Tanya. Por suerte Emmet estuvo disponible el verano, y pude pasar un tiempo con el. El sufría por la ida de su hermana y yo me sentía culpable, pero luego de los primeros días se me paso. No era responsable por el enamoramiento de todas las niñas de la escuela, y a pesar de que tuve mucho que ver con ello, me dije a mi mismo que no me castigaría… La escuela comenzaría en la semana. Emmet estaba entusiasmado por el regreso de su hermana. Lo único bueno de todo eso fue que le ayude a elegir el carro que sus padres le comprarían para su cumpleaños. Me sorprendió que el elegido sea un mustang. Obviamente la niña tenia un gusto por la velocidad, y esto lo probaba…

La semana paso rápido, y el primer día de escuela vino con el. En el estacionamiento me encontré con Emmet, nos saludamos y el se metió siguiendo a Rose. Me quede unos minutos, y vi aparecer el auto de Bella. Me quede unos segundos mirando. Tenia ganas de verla. Vi como todos miraban el auto. En este pueblo todos se conocen, y calculo que pensaran que es algún nuevo estudiante…

El auto se paro y al abrirse la puerta una revelación de mujer comenzó a caminar por el estacionamiento. Era una mujer. Una hermosa mujer. Su pequeña pollera dejaba ver sus largas piernas. Su diminuta remera mostraba sus atributos… su cuerpo había cambiado. No era nada parecido al que vi la última vez, y eso me hizo recordar y sentirla… Me di cuenta que la miraba como embobado, y mi disgusto fue mayor al darme cuenta que no era el único. Todos los idiotas del instituto la miraban como un pedazo de carne.

Cuando el timbre sonó fui a mi primera clase. Biología. Otro año mas con Banner – Pensé. Sabia que esta clase la tomaba con Tanya, asique en el momento de elegir compañeros yo no elegí uno porque me sentaría con ella. Cuando el profesor comenzó a explicar algo, la puerta se abrió, y bella apareció por ella. El profesor la regaño por la llegada tarde y la obligo a sentarse con migo. Iba a decir algo, pero no pude. Sentarme al lado de ella me atraía demasiado. En cuanto se sentó sentí su aroma y mi mente me remonto a la última vez que la vi, desnuda bajo mi cuerpo.  No se cuantos minutos me quede callado, pero cuando lo note la salude.

-          Hola Bella – Dije

-          Hola Edward – Dijo con su hermosa voz y me dio una mirada que me dejo casi muerto. Esa mujer seria mi perdición…

La clase se me paso demasiado rápido, mirándola, sintiéndola. En cuanto el timbre sonó ella se levanto de su asiento y salió de la clase dejándome atrás y con miles de preguntas en la garganta…

En el almuerzo me encontré con Emmet y Rose en el pasillo. Estaban hablando de Bella, lo que llamo mi atención.

-          Quiero pedirle que se una a las porristas, tan malo es? – Dijo Ella

-          Si, es malo.- contesto Emmet.

-          Que quieres decir?

-          Es una niña –Dijo enojado.

-          Pues antes lo era, ya no. Acaso no la has visto? Los hombres prácticamente se la quieren comer – Dijo eso y Emmet se encorvó de ira.

-          No hables así de mi hermana Rose! – Dijo

-          Pues si no quieres verlo, allá tu.

-          Iré a buscarla – Dijo Emmet saliendo por los pasillos.

Con Rose nos fuimos a la cafetería.

-          Tienes noticias de Tanya? – Dijo Rose.

-          No – Dije – Aun no vuelve de sus vacaciones.

-          Cuando fue la ultima vez que hablaste con ella?

-          Hace 3 semanas.

-          Y no le volviste a hablar? – Pregunto.

-          Muchas veces, pero no responde a mis llamados – Dije.

-          No te preocupes. En unos días llega – Dijo

En ese momento Bella se apareció por el comedor, captando muchas miradas. Agarro una botella de la heladera y busco a alguien. Se estaba acercando a la mesa de sus viejos amigos y Rose grito su nombre. Ella se acerco a nosotros y a pesar de que Rose la invito, dijo que esperaría a Alice. Mi hermano gracias a Dios abrió la boca y le dijo que se sentaría con nosotros, por lo que acepto. Emmet se sentó luego con nosotros saludando a su hermana.  La estudio con la mirada, pero no dijo nada. Seguro opinaría distinto cuando esta se levante.

La voz de Alice resonó en la cafetería, y Bella se levanto para correr a su encuentro. Al levantarse de la silla todos los ojos masculinos, incluidos los míos miraron su diminuta falda y suspiraron. Emmet bufo y en cuanto ella volvió a la silla tuvo que hacer su comentario. Bella lo callo ignorándolo, pero sabia que el no se quedaría así…  En la mesa comenzó a hablar de los lugares que conoció, y en cuanto Alice le pregunto si conoció a alguien, la campana sonó sin dejar que conteste. 

Pase la tarde y entre clase y clase siguiéndola. Me tenía hipnotizado. Estaba como loco. Quería verla a cada momento. Sabia que su cumpleaños estaba cerca, por lo que me dije a mi mismo que le compraría un obsequio digno de una princesa…