Alice se encontraba frente a nosotros con una cara que no pude descifrar, ambos nos quedamos mirándola hasta que ella decidió hablar.
-Me pueden decir que es lo que sucede aquí.-nos dijo.
-No es lo que estas pensando Alice.- le dijo Edward.
-A no y que sucedió, te equivocaste de habitación.-le dijo a Edward sonriendo.
-No Alice yo le pedí que se quedara porque tenía mucho frío.- le dije y ella no contestó.
-Ok, haré como que te creo.
-Pero es la verdad.
-Te creo. Edward me puedes dejar a solas con Bella.-le dijo a el.
-Muy bien Alice.-le contestó el riéndose.
Se giró hacia mí y me dio un beso en la comisura de lo labios, para después susurrarme un te veo luego muy bajo para que Alice no oyera. Se levantó y salió de la habitación. Y allí nos quedamos Alice y yo, ya me podía hacer una idea del interrogatorio que me esperaba. Cuando Edward se fue ella se sentó en la cama y comenzó con las preguntas.
-Comienza a contarme que hacía Edward en tu habitación.- me dijo.
-Ya te dije Alice, tenía un poco de frío y le pedí que se quedara.-le contesté y ella puso cara de sospecha.
-Y antes de tu pedirle que se quedara…que estaba haciendo aquí.
Yo no pude evitar ruborizarme ante su pregunta, si ella supiera lo que estuvimos a punto de hacer y no hicimos…pero que le podía decir yo a Alice, a ella era imposible mentirle siempre te acababa descubriendo y con lo mala que yo era para mentir, lo más probable era que me descubriera. Tenía que inventar algo rápido.
-Bella te sucede algo.-me dijo. Al parecer había notado mi rubor.
-Nada Alice tu hermano solo me acompañó, ya que ciertas personas se fueron de la piscina sin decirme nada.-le dije poniendo cara de enfado.
-Lo siento Bella…pero estaba un poco cansada.-este era mi momento de contraatacar y cambiar de conversación.
-Y si estabas tan cansada…que haces en mi habitación a esta hora.- le dije y pude notar algo de felicidad en su rostro.
-Es que quería contarte algo.- ya yo sabía lo que me iba a contar.
-Y ese algo por casualidad tiene que ver con Jasper.- le dije sonriendo.
-Puede ser.- me dijo sonriendo.
-Cuéntame entonces que sucedió.- le dije señalándole la cama para que se sentara.
-Muy bien te lo contaré con una condición.- que se traía ella entre manos.
-Alice no pienso ir de compras solo para que me cuentes lo que ocurrió entre ustedes.-le contesté.
-No no es eso.- me dijo.
-Entonces.
-Solo te lo contaré si me cuentas primero que hay entre tu y mi hermano.- me dijo.
-Alice te dije que no hay nada.
-Y entonces ese “casi beso” que significó.- me dijo sonriendo.
Al parecer no me quedaba otra si quería volver a dormir y deshacerme de Alice. Tendría que contrale lo que sucedía entre Edward y yo…claro omitiendo algunos detalles como el de la ducha.
-Esta bien Alice, te lo contaré.
Y ahí comencé a contarle lo que sucedió en la piscina después de que ellos se fueran. La forma en que Edward me había besado, que si no hubiera sido por ella nos hubiéramos besado desde la noche de la confusión. Con Alice casi no tenía secretos así que le conté lo que sentía por Edward y como me hacía sentir. Le conté que me gustaba mucho y que había soñado con el.
Por su parte ella me contó lo que sucedió la noche que se rompió la calefacción, ella y Jasper se habían besado también y habían dormido juntos por eso se levantaron tan tarde. Y esa era la razón de la conversación tan animada que ellos tenían en la piscina. Estuvimos conversando un rato sobre los chicos hasta que Alice dio por concluido el interrogatorio.
-Bueno bella te dejo dormir, nos vemos mañana.
-Hasta mañana Alice.- y salió de mi habitación.
Volví a acostarme esta vez sin Edward a mi lado, estaba tan cansada que me dormí casi al momento. Nuevamente como las otras noches volví a soñar con Edward. Estábamos en la ducha, estábamos besándonos, esta ves no nos detuvimos, esta ves terminamos lo que yo había detenido…hasta que siento sus brazos rodeando mi cintura, se sentía tan real… Me dio un beso en los labios… abrí un poco los ojos y pude notar que Edward estaba a mi lado, de frente a mi y entonces me percaté que no estaba dormida.
-Mejor duerme, debes estar muy cansada.-me dijo.
-Solo si no te molesta darme otro beso.-le dije.
-Todos los que quieras.-me dijo.
Me dio otro beso un poco más apasionado, pegándose más a mi, se separó y me dio otro en la frente. Yo me acomodé en su pecho sintiendo su calor, hasta que me quedé dormida.
Desperté en la mañana con Edward aún a mi lado, esto era increíble, despertar así todos los días sería fabuloso, así tendría su olor en mi cuerpo. Lentamente abrí los ojos para encontrarme con un sonriente Edward. Me incliné hacia el y le di un corto beso en los labios.
-No sabes cuanto me gustaría despertarme así todos los días.-le dije.
-Puedes hacerlo cada ves que quieras.- me dijo sonriendo.
-Y que pretendes que venga a dormir aquí contigo todas las noches.- le dije sonriendo.
La idea era un poco descabellada pero siempre podía recurrir a que estaba con Alice.
-Bueno no es necesario que vengas tu a la mía…yo puedo ir para la tuya.
-Pretendes que mi madre te mate si se entera que duermes conmigo.
-Ella no tiene porque enterarse.
- no quiero ni imaginarme lo que estas pensando en hacer.
-Bueno en estos momentos pensaba hacer esto…
Y sin darme tiempo a nada se giró sobre mi envolviéndome en sus brazos y colocándome debajo de el. Y sin temor alguno a que nos sorprendieran me besó, no de la forma normal, de una forma desesperada, como si su vida dependiera de ello. Me besó de una forma que debería estar prohibida y yo me vi rendida ante sus caricias y sus besos que poco a poco hacían que la temperatura en el cuarto fuera aumentando hasta el punto de perder la cordura. Cuando nos falto el aire se separó de mi y me miró sonriendo.
-Así es como se deben dar los buenos días.- me dijo.
-Trataré de recordarlo.- le dije.
-No dejaré que se te olvide.- me dijo y me dio otro beso.
Sin muchas ganas de salir de entre sus brazos, me levanté y me dirigí hacia el baño para darme una ducha y lavarme la boca y la cara. Edward me siguió hasta el baño.
-Edward que haces aquí en el baño conmigo.
-Se te olvida que este también es mi baño.- me dijo sonriendo.
-Lo había olvidado, pero me dejas darme una ducha, la necesito en verdad.- le dije.
-Muy bien te dejaré…si necesitas ayuda estoy aquí afuera solo llámame.- me dijo y salió no sin antes darme otro beso.
Y allí me quedé congelada con lo que me había dicho, porque mi mente me decía que no era lo correcto, pero mi cuerpo, mi cuerpo me decía que lo llamara para que me ayudara…Decidí dejar de pensar en el asunto ya que mis hormonas no estaban muy bien que digamos y lo más probable era que hiciera algo indebido. Me di una rápida ducha tome una toalla, me envolví en ella y salí…
Edward se encontraba sentado en el borde de la cama, estaba sin camisa. Era insoportable verlo así, cada ves era más difícil respirar, mi pulso se aceleraba y mis ojos no dejaban de vagar por todo su torso desnudo. El se acercó a mi sonriendo.
-Recuerdas lo que sucedió la primera ves que me viste así.-me dijo.
-Si casi me muero de la vergüenza con Alice.-le contesté.
-Pero eso no sucederá en estos momentos verdad.- me dijo acercándose más a mi.
-Debería vestirme, porque con la mala suerte que yo tengo, lo más probable es que se aparezcan todos por esa puerta buscándote.- le dije sonriendo.
Edward se fue al baño a darse una ducha y yo me dispuse a buscar la ropa para vestirme. Cuando encontré lo que iba a ponerme me vestí rápidamente antes de que Edward saliera del baño. Y como si alguien me hubiera escuchado, la puerta se abrió y por ella aparecieron Alice, Jasper, Emmett y Rosalie. Las cosas no podían ponerse peor. Pero que rayos hacían todos aquí…en seguida miré a Alice.
-Alice que significa esto.-le dije.
-Emmett estaba buscando a Edward, y no sé porque pensó que estaría aquí.- me dijo.
-Bueno Bella yo pensé que estaría aquí, como la ultima ves que lo vi estaba besándose contigo en la piscina.- dijo sonriendo y yo no pude evitar ruborizarme. Como era que el sabía eso.
-Pero como ves, aquí no está.
Y para completar mi mala suerte, diciéndole esto, la puerta del baño se abrió y por ella salió Edward con una toalla por la cintura y mojado para arriba. Todos me miraron a mi u luego a Edward alternadamente, podía sentir como mi cara se ponía de todos los colores. Edward se acercó hasta donde yo estaba, me pasó un brazo por la cintura y se enfrentó a todos tranquilamente y sonriendo.
-Sucede algo, porque están todos aquí.-dijo tranquilamente.
-Emmett te estaba buscando.- le dijo Alice señalando hacia donde se encontraba Emmett.
-Al parecer yo tenía razón Alice, tu y Rose deben pagarme.- le contestó Emmett.
-Pensé que ya no apostaban, que fue esta ves.- les dijo Edward.
-Yo y Jasper apostamos $20 a que tu estarías aquí y las chicas perdieron.-dijo Emmett.
-Así que las cosas serán así, los chicos contra las chicas…pues veremos como terminan las cosas hoy.-le dijo Alice a Emmett.
-Si que planeas hacer hermana, torturarnos.
-No mucho mejor, Rosalie ven conmigo, Bella te espero en mi habitación en 10 minutos.-y diciendo esto salió por la puerta con Rosalie.
-Bueno hermano ya nos vamos.- y salieron Emmett y Jasper.
Cuando por fin nos habíamos quedado solos Edward se giró hacia mi sonriendo y me besó. Porque el tenía que ser tan perfecto y hacer las cosas más increíbles cuando menos me lo esperaba. Esto hacia que mi respiración se me acelerara hasta un punto vergonzoso. Pero tenía que hablar con el, saber hacia donde nos estaba llevando esto. Cuando nos separamos decidí hablarle.
-Edward, te puedo preguntar algo.-le dije.
-Lo que quieras.-me dijo besándome el cuello, esto hacía las cosas un poco más difíciles, no podía concentrarme en nada.
-Podrías dejar de hacer eso, no puedo concentrarme.-le dije como pude, ya no podía hablar.
-Esta bien.- me dijo y dejó de besarme, pero no se separó de mi, se me quedó mirando.
-Que es lo que hay entre nosotros.-le pregunté.
-Bueno aparte de que aparentemente nos gustamos…
-Si eso ya lo he notado pero…que le piensas decir a tus hermanos que hay entre nosotros.- le dije y el sonrió.
-Bueno pensaba decirles que eras mi novia, pero para eso tendría que pedírtelo primero a ti. ¿Quieres ser mi novia?- me dijo pegándome más a el.
-Si me encantaría Edward.- le contesté sonriendo.
Entonces me besó y me alzó por los aires como si lo que me hubiera pedido fuera que me casara con el. Cuando me bajó me acordé de lo que había dicho Alice.
-Edward tengo que ir con tu hermana, recuerda como es ella.
-Si va a ser mejor, no valla a ser que se le ocurra venir a buscarte.-me dijo sonriendo.
-Espero no tardar.
Diciéndole esto lo besé y salí por la puerta rumbo a la habitación de Alice, iba llegando cuando ella abrió la puerta, al parecer iba a buscarme. Entré a su habitación y me senté junto Rosalie, a que se debía tanto misterio. Pronto lo iba a saber.
-Muy bien Alice, que es lo que estas tramando.- le pregunté.
-Tenemos que hacer pagar a los chicos por la apuesta.- nos dijo.
-Y eso también incluye a Edward.-le dije.
-A todos Bella, y no te preocupes hoy los vamos a tener a nuestros pies.-nos dijo sonriendo.
-Que vamos a hacer Alice.- le dijo Rosalie.
-Bueno acabo de decidir que los chicos nos harán todo lo que pidamos hoy.
-Y como piensas lograr eso.- le dijo Rosalie.
- Apostando.- nos dijo.
-Alice no crees que estas exagerando.-le dije, no me gustaban mucho los planes de Alice.
-No Bella después de esto no tendrán más ganas de apostar, sabías que Emmett le apostó $50 a Jasper a que no se atrevía a besarme.- nos dijo y yo no lo podía creer.
-Y como te enteraste de eso.-le dijo Rosalie.
-Jasper me lo contó.- nos contestó.
-Antes o después de besarte.- le dije sonriendo.
-Antes me dijo que si el me iba a besar era porque quería hacerlo, no por una apuesta.-contestó sonriendo.
-Alice exactamente que es lo que no debemos hacer hoy.-le preguntó Rosalie.
-Nada, solo nos sentaremos y pediremos lo que nos haga falta.- dijo ella.
-Y que tal si no hacen nada.- le pregunté.
-Pues entonces los torturaremos mentalmente.-nos dijo sonriendo.
-Alice no me gusta esto.- le dije.
-No te preocupes Bella no harás nada que no hallas hecho ya.-dijo sonriendo y yo no pude evitar ruborizarme..
-Que es lo primero que no debemos hacer Alice.- le dijo Rosalie sonriendo.
-Bueno bajemos a que nos preparen el desayuno.-nos dijo.
-Las alcanzo abajo, necesito ir a mi habitación.- les dije.
Salí de la habitación de Alice y fui hacia la mía. Edward aún se encontraba ahí, aunque ahora estaba vestido, traía una camisa azul y unos jeans gastados. Me acerqué a el, lo besé y después le conté lo que planeaban las chicas.
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