El escenario estaba suficiente cerca de nuestra mesa para poder ver las caras del resto de chicas, pero con lo focos no podía ver la entrada del local ni algunas mesas del fondo. Perfecto! No sabría cuando habían llegado los chicos, aunque no me importaba demasiado, y no vería al resto de gente, así podría imaginar que estaba sólo en casa con la familia, esto ayudaría a poder llevar mejor lo de cantar en público. La música empezó a sonar…definitivamente mataría a Rosalie, como se le ocurría hacerme cantar una canción de Mariah Carey? Me encantaba, pero no podía igualar su voz ni por asomo. Empecé a cantar la balada, e instintivamente cerré los ojos, me sabía la letra de memoria y quería sentir la música y aislarme del resto del local. Cuando acabó la canción empezó los aplausos y abrí los ojos para ver a mi familia y amigas…me quedé con la boca abierta, no podía ver a nadie, sólo unos ojos color dorado que me miraban desde la parte trasera de todo el bullicio familiar. Estaba ahí parada en el escenario sin moverme, sin apartar la vista de esos ojos, atrapada en un mar de oro, cuando él desvió al mirada y me liberó del hechizo. Alice y Rosalie corrieron al escenario a buscarme, ya que el presentador se había subido a presentar al siguiente interprete y no me había movido del sitio. - GRACIAS BELLA!!! HA SIDO FANTASTICO!!!!! INCREIBLE!!!! Yo no podía decir nada, no paraba de buscar con la mirada aquellos ojos dorados, no sabía quién era aquel chico, y no conseguía volver a encontrar sus ojos. Mi padre se acercó junto con otro hombre que no conocía y un chico rubio con ojos dorados, del mismo color que los que me habían hipnotizado, pero no eran esos ojos. Imaginé que quien acompañaba a mi padre era Carlisle Cullen y su hijo Jasper. - BELLA CARIÑO! Has estado fantástica! Déjame que te presente, el es Carlisle Cullen. - Mucho gusto - No podía decir otra cosa, otros ojos dorados… - Éste es mi hijo Jasper – Jasper se adelantó y me dio la mano y un beso en la mejilla. - Mucho gusto Bella. - Igualmente. Jasper no dejaba de sonreír y mirar por encima de mi hombro, me giré siguiendo la dirección de su mirada, estaba mirando a Alice? Rosalie se acercó cogida de la mano a un chico muy musculoso e igual de alto que ella, sin duda ese debía ser Emmet. - Bella él es Emmet, mi prometido - Mucho gus….. – No pude acabar la frase, Emmet me levantó en volandas y me dio un abrazo que casi me corta la respiración. - Hermanita!!!!!!!! Este chico era realmente muy fuerte! - Emmet perdona no puedo respirar – conseguí decirle con voz ahogada. Cuando me dejó en el suelo, por fin volví a encontrarme con esos ojos dorados! Estaba conversando y riendo con mi padre y con Carlisle, no podía creerlo! Esa sonrisa torcida me estaba matando! Era perfecto! Él era de la familia? Carlisle se acercó con él a su lado, y no podía dejar de mirarlo, Alice se acercó a mi lado y me susurró al oído: - Bella, deja de mirar así a mi prometido Me giré automáticamente a mirar a mi prima con cara de sorpresa y solo alcancé a decir: - Él es….? Es tu…? Es…? Carlisle ya había llegado hasta nosotras con Edward a su lado. - Bella éste es mi otro hijo Edward, el prometido de Alice. Alargó su mano y yo hice lo mismo, y cuando nuestras manos se unieron me recorrió una descarga eléctrica por todo el cuerpo, desde mi mano, por mi brazo, mi torso, y llegó hasta la punta de los dedos de mis pies. Aparte la mano rápidamente, y él hizo lo mismo, ambos nos mirábamos con cara de sorpresa. - Mucho gusto Bella, me alegro de conocerte al fin. Cantas muy bien - Eh…mucho gusto Edward, gracias. No podía articular palabra, era el prometido de mi prima!! Y yo tenía a mí prometido muy cerca. Alice se dio cuenta de la situación y rápidamente se acercó a Edward y se lo llevo a sentarse en la mesa con ella para poder liberar nuestras miradas, ya que éramos incapaces de dejar de mirarnos, y tarde o temprano alguien se iba a dar cuenta de que aquello no era normal. Jasper se acercó a mí también. - Bella nos sentamos? - Si. Creo que no podía pensar con claridad, parecía que estaba dentro de mi propia burbuja y no conseguía salir de ella. Oí las voces y risas de mi familia amortiguadas. La cabeza me iba a mil por hora, pero no pensaba en nada en concreto y en muchas cosas a la vez. Nos sentamos en la mesa y Rosalie y Emmet habían salido a cantar, todo el mundo vitoreaba las carantoñas que se hacían, y todo reían. Por fin conseguí salir de mi burbuja y relajarme. Miré a Jasper y él me miraba también: - • Tú has hecho eso? – Imaginaba que él había notado mi estado de ánimo y había ayudado a que pudiera relajarme. - No, lo has hecho tu, yo solo he ayudado un poquito - Se dibujo una sonrisa en sus labios y vi que levantaba su mirada por encima de mi hombro y guiñaba un ojo. Me giré y vi a Alice con una sonrisa de oreja a oreja, y miré a su lado y me encontré de nuevo con la mirada de Edward. Mi corazón se aceleró. Me miraba con el ceño fruncido. Jasper me puso una mana en la barbilla e hizo girar mi cabeza para mirarlo de nuevo a él. - Bella, relájate, no creo que sea bueno para tu corazón semejante velocidad de latidos por minuto. A veces me olvidaba que Jasper ya era un vampiro, oh! Dios! Todos los hombres allí presentes lo eran! Menos mal que con la música quizás el único que notaba mi ritmos cardíaco era Jasper. - Eh? Si, lo siento. - No tienes que pedirme disculpas, simplemente relajarte y disfrutar de la noche. - Esto…podríamos ir a la barra a tomar algo? - Si, si quieres vamos, no hay problema.
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