
4. 21 Terror
Mi corazón se apago, como si fuese un simple interruptor, la corriente desapareció con una facilidad pasmosa, dejando que mi corazón de detuviese. Sentí como perdía el contacto con la realidad.
¿Seria esta la última vez? ¿Volvería a despertar? Fueron las últimas preguntas que rondaron por la mente antes de desaparecer en el vacío.
Me desperté aturdida y envuelta en sudor. Me incorpore como pude y mi visión empezó a centrarse, todo daba vueltas a mi alrededor. Aparte la colcha que me cubría. Aun me encontraba confusa, pero pude deducir que aun estábamos en casa de Gabrielle. Intente recordar algo, pero mi mente no conseguía nada. Un profundo dolor de cabeza atravesaba mi mente cada vez que buscaba algo en mis recuerdos. Me pareció muy extraño que no se encontrase nadie conmigo en la habitación, pero no le di mayor importancia. Cuando logre que se me pasase aquel ligero mareo y la sensación de pesadez, me levante lentamente de la cama.
Me fallaron ligeramente las rodillas y sinceramente me vi en el suelo de nuevo, pero reaccione a tiempo y me apoye en la cama.
Al fondo de la habitación había un viejo tocador de madera, con un gran espejo decorado con un marco grabado. Quizás seria una buena idea arreglarme un poco, bueno “adecentarme”. Como las veces anteriores, probablemente tendría un aspecto horrible, no quería dar mas pena de lo normal. Ya era lo bastante difícil para ellos mi situación como para que encima luciese como un zombi. A duras penas logre llegar al tocador. Con calma dirigí la mirada hacía el espejo, pero mi reflejo me sorprendió mucho mas de lo que pensaba.
¡Ni siquiera estaba despeinada! ¿Pero como podía ser eso? ¡No entendía nada! Quizás Rose me había peinado… pero aun así no tenia sentido. Mi piel lucia un hermoso y saludable color tostado claro, mis ojeras habían desaparecido, ¡Hasta mis ojos brillaban en un precioso tono topacio!, no conseguía entender absolutamente nada.
Una cosa era que me arreglasen el pelo y otra muy diferente es que… ¡Pareciese una humana completa! Más confusa que antes, salí de la pequeña habitación. Un haz de luz me deslumbro, una ventana situada en la mitad del pasillo iluminaba con la luz del atardecer todo el piso de arriba. ¿Cuánto tiempo había estado inconsciente?
-¡Oh, Jake compórtate! –sonó la voz de mi madre desde el piso de abajo.
¡Mama! ¡Jake! ¡Estaban abajo! Se me ilumino la cara y baje las escaleras lo más rápido que pude. Me sorprendió que a pesar del saludable aspecto que reflejaba mi cuerpo me sentía muy pesada, poco ágil, todo iba demasiado lento a mí alrededor.
-¡Tengo hambre, no voy a parar ahora! –grito Jake mientras se oían unos extraños chasquidos.
-¡No digo que pares de comer! ¡Pero podías dejar algo para el resto! –dijo la voz de mi madre algo molesta.
-No te esfuerces Bella, es todo un animal hasta en la mesa –oí la voz de mi padre.
Aquello me devolvió a la calma. Todo parecía igual que como lo deje. Las discusiones de mi padre con Jake eran un buen indicador de ello. Reí suavemente. Las voces parecía que salían de la cocina. Decidí acercarme en silencio y de puntillas. Quería sorprenderles con mi recuperación.
-¡Jake lo estas poniendo todo perdido! –grito Emmet- ¡Por favor, pareces yo comiendo! ¡Déjame algo!
-¡Muerde donde quieras! ¿o acaso te lo impido? –rió Jake.
-¡Mueve tu culo, ocupa casi todo el campo de mi visión! ¡Hazme un sitio! –rió Emmet.
No tarde mucho en llegar a la cocina. Tome aire y salte dentro de ella. Mis ojos se abrieron desorbitados cuando presencie lo que estaba ocurriendo allí. Un cuerpo inmóvil yacía sobre la mesa. Jacob y Emmet despedazaban miembros de este mientras se desangraba en el suelo el cuerpo aun moribundo, de un niño.
Un grito acudió a mi garganta, pero el pánico logro retenerlo.
Emmet se limpio con el puño de sangre que goteaba de su barbilla. Todos se giraron hacia mí. Di un paso hacia atrás aterrada. ¿Qué estaba pasando?
-El postre ha llegado –rió Emmet.
-Se mas delicado Emmet, podrías asustarla y odio el sabor de la sangre cuando se asustan – dijo Rose que hacia su entrada por la puerta trasera de la casa.
-Bella ¿te importa si la torturamos un poco antes? –pregunto Jasper antes de empujar a mi padre.
-Ahora es una humana mas, haced lo que os pazca con ella –dijo mi madre, mientras salía de la cocina por la puerta trasera.
Ni una sola palabra salio de mi boca. Era tal el terror y el desconcierto que me quede allí plantada viendo como sucedían todos aquellos acontecimientos.
-¡Basta ya! ¡Pero que hacéis! –grito Jake enfurecido. Tome aire aliviada. ¡Oh Jake! – yo seré el primero en tomar su sangre –sus palabras me helaron la sangre.
Se giro lentamente y salto encima mía tumbándome en el suelo. Sentí como sus afilados y despiadados colmillos desgarraban la piel de mi cuello y como el resto de “mi familia” se abalanzaba sobre el resto de mi cuerpo.
Antes de perder la conciencia a causa del dolor, una voz sonó dentro de mi cabeza.
-Tu muerte será peor que esto hermana –ese tono tintineante me hizo reconocerla al instante. ¡Kahiel!
-¡Ahhhh! –grite.
¿Qué había pasado! ¿No estoy muerta? ¿Dónde estaba? Mis ojos se inundaron de lágrimas y las gotas de sudor que perlaban mi frente resvalaron lentamente.
-¿Nessie? ¿Cariño?
O_o_kristy_o_O
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