POV Alma

Al entrar en la casa todos me miraros y noté tensión en el ambiente.

-         Mamá, ¿ocurre algo?

-         No, ¿por? – entonces me vino una tranquilidad enorme dentro de mi y miré a mi tío Jasper. No dije nada.

No entiendo nada.

Subimos Nahuel y yo a la “consulta” de mi abuelo y empezó a sacarle sangre a Nahuel.

-         ¿Para que es? – le pregunté.

-         Para ver vuestro metabolismo. No ves, que sois diferentes.

-         ¿Y Jacob?

-         Hombre lobo.

Una vez terminó con Nahuel me dijo que pasara yo.

-         No mires la sangre. ¿Vale?

-         ¿Por?

-         Hazme caso, cariño. Mira a Nahuel. Distráela. –le ordenó.

Nahuel se acercó a mí  y empezó hablarme y yo no estaba al corriente de lo que estaba haciendo mi abuelo. Noté la aguja sobre mi piel y nada más.

-         Lo siento. No quería lo del otro día… yo… -se estaba disculpando.

-         Nahuel, lo siento pero. Sí que querías. Y por una parte no te perdono. No me gustó para nada y Jacob aun no lo sabe pero cuando me lo pregunte, espero que lo entienda. Haré que lo entienda. Encima te voy a defender… ¿Sabes lo difícil que está siendo para mi relación? Dios.

-         Lo siento.

-         No lo sientes. No, Nahuel. No lo sientes. –estaba empezando a enfadarme.

-         Alma, cálmate. –me dijo mi abuelo.

-         ¿Ya está abuelo?

-         Casi.

-         Bueno mejor me callo. Esta conversación ha terminado.

Noté que mi abuelo sacó la aguja y me puso un trozo de algodón y ya estaba.

Nahuel venía detrás de mí.

-         Me voy. –dije cuando bajé. – Os quiero.

Me fui y Nahuel venía detrás.

-         A ver, ¿No te he dicho que me dejaras? Adiós.

-         Me voy. Tranquila.

Me subí al coche y fui a casa.

Estaba furiosa con Nahuel, por que ahora. ¿Por qué estaba interponiéndose entre mí y Jacob? ¿Qué le ocurre?

Subí hasta mi habitación y me coloqué mi pijama.

Estaba agotada. Pero me conecté al Messenger. Y para mi sorpresa estaba Jacob.

> ¡Hola! ¿Qué haces por aquí? A descansar que tienes examen jovencita.

>Ey, hola Seth. Ya… acabo de venir de casa de mis abuelos y no tengo ganas de nada, quiero distraerme. ¿Cómo va?

En ese momento Jacob me envió un zumbido.

> Que pasa. ¿No deberías de estar roncando ya?  Le pregunté.

Continué hablando con Seth y se dio cuenta de que quería hablar un rato con Jacob y se despidió.

>Debería. ¿Y tú? Descansa que el lunes tienes examen.

>Lo sé. Pero no voy a pasarme dos días enteros durmiendo. Me aburro mucho. Y encima ahora me acabo de hacer unos dichosos análisis.

> ¿Ya te los has hecho?

>Sí. Ya te lo contaré todo otro día. Son muchas cosas.

>Alma… ¿Te ocurre algo? Antes no estabas así. Quieres que vaya o algo…

>No, tranquilo. Como has dicho. Tengo que descansar. Estoy cansada ya. Buenas noches.

>Adiós. Te quiero.

Me acosté en la cama y empecé a pensar. Nahuel y Reneesme.

Yo con Jacob. Pero él había estado con Reneesme también. Y al final Reneesme elige a Nahuel, ¿o que ocurrió ahí?