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No tardamos mucho en llegar a casa de Gabrielle.
Gabrielle era una vieja amiga de los abuelos. Solían hacerle alguna que otra visita cuando viajaban a Paris. Era una mujer pequeña, morena, de rasgos amables y con unos grandes ojos rojizos que llamaban la atención del que la miraba.
No todos los amigos de la familia compartían la misma “dieta vegetariana” que nosotros. Supuse que nos quedaríamos allí unos días hasta que conociésemos el paradero de Joham o alguna pista sobre el, pero nuestra visita también tenia un matiz familiar. Gabrielle era como una hermana para el abuelo.
Todos entramos en aquel pequeño salón decorado en los años 20.
-Gabrielle, hace años que no te veía -sonrió mi padre mientras la estrechaba entre sus brazos- quiero presentarte a mi familia –su sonrisa ilumino todo el salón- ella es Bella, mi esposa y aquella jovencita, mi tesoro mas preciado, mi hija.
Aquellas palabras me halagaron de tal forma que en mis mejillas se dibujo la vergüenza. Jake me sonrió y acaricio la palma de mi mano antes de cruzar sus dedos y unir nuestras manos.
-Esta debe ser la razón de vuestra visita, ¿no es así? –me sonrió levemente mientras se sentaba en una vieja butaca al lado de una chimenea- encantada pequeña.
Nos colocamos donde pudimos. Jasper y Alice en una esquina, mama y papa en el sofá central junto a los abuelos, Rosalie en una preciosa silla de madera tapizada en color ámbar y Emmet de pie detrás de ella. Jake y yo nos colocamos de pie al fondo del salón cerca de una ventana.
-Me alegro de que todo valla bien desde nuestra ultima visita… pero es otro motivo el que nos ha traído aquí –las palabras de mi abuelo sonaron muy serias.
-Carlisle quizás deberíamos hablar de esto en otro momento, me gustaría saber mas sobre este fenómeno de niña que tenemos aquí –todas las miradas se clavaron en mí- o quizás debería decir ¿jovencita? –rió encantadoramente- La ultima noticia que tuve de vosotros fue sobre Edward, pero no sabia nada de su nueva familia. Supongo que la conversión de esta encantadora joven –miro a mi madre- es una interesante historia… ¿Cómo os conocisteis?
-Eso es una historia muy larga de contar… según las circunstancias… quizás no debería ser yo quien contase la historia… ¿verdad colmillitos? –se carcajeo mi padre mirando a Jake.
-¿Quién yo? –contesto Jake pasmado- ¡A mi ni me miréis!
-Quizás este seria el momento ideal de explicarle a Nessie tus “medias conquistas”- dijo Emmet por detrás.
-Oh, estoy completamente segura de que será súper interesante escuchar las historias de cómo rondaba a Bella este chucho- dijo mientras se levantaba de la silla- pero antes de quedarme aquí a escucharle prefiero mil veces cortar mi maravillosa y perfecta melena –dijo sarcásticamente mientras salía del salón.
-¡Las tijeras están en el baño! –grito Jake- ¡Al fin algo interesante en su look! –rió mientras se escuchaba un portazo.
-Jasper y yo también nos vamos a cazar algo, volveremos en un rato –dijo Alice, saliendo ambos del cuarto.
-¡Pues yo me quedo! ¡No pienso perderme ni una sola palabra! –carcajeo Emmet mientras se acomodaba en una silla- ¿A que esperas?
-Creo que he provocado algo que no sabia –rió Gabrielle.
-Son cosas de chicos – rió Carlisle- mejor veámonos a otra parte y te pondremos al día más tranquilamente.
-Oh colmillitos cuéntale “nuestra” historia a Gabrielle, además a Bella y a mi nos encantaría volver a recordarla.
-¡A mi no me metáis en vuestros jueguecitos!- exclamo y salio detrás de Esme, Carlisle y Gabrielle del salón.
-¡Bella no seas aguafiestas! –grito Emmet- ¡Yo quiero saber!
-¡Lo que me faltaba! –grito Jake- ¡Fuera todos, no pienso contarle nada a Nessie con vosotros dos aquí!
-Esta bien, nos vamos! –dijo mi padre- Vamos Emmet.
-¡No es justo! ¡Yo quería saber!- gritaba Emmet mientras salía de mala gana.
-Empieza –rompí mi silencio.
-Nessie yo… bueno si, ¡Fume hierba! ¡Pero solo una vez! –dijo Jake.
-¡Jacob, quieres dejar de decir tonterías y… -rompí a reír, sabia que trataba de romper el hielo, pero menuda forma.
-Vale, si estuve enamorado de tu madre –suspiro- pero fue antes de que nacieses tu, ¡No se que mas quieres saber!
-¿Por qué no acabasteis juntos? –pregunte ansiosa.
-Por que… ella no era para mí…
-¡Por que te dio calabazas Jake! ¡No mientas! –grito mi padre desde otra habitacion.
-¡Pero que! ¡Maldito chupasangres!
-¡No es por eso! ¡Es que el chucho no se duchaba! ¡Olía a mofeta! –grito Emmet aun mas fuerte.
-¡Ah! ¡Yo les mato! ¡Os voy a dar yo mofeta muerta! –Jake salio corriendo del salón en su busca.
No pude evitar echarme a reír. No es que hubiese descubierto nada nuevo, pero me sentí mas aliviada. “Ella no era para mi”, aquellas palabras se grabaron en mi mente.
Pero poco duro aquella sensación de alivio y felicidad. Una oleada de calor invadió mi cuerpo. Recordé aterrada esa sensación. Me fallaron las piernas y los brazos, caí al suelo del salón. Mi corazón se acelero hasta tal punto que solo podía oír mis propios latidos fuera de si.
Pum… pum.
Una arcada me lleno los ojos de lágrimas. Apoye como pude las manos en el suelo intentando incorporarme. Eso solo provoco que mi estomago rechazase el contenido de este y un gran charco se sangre tiñó la alfombra. El blanco de mis ojos se inyecto en sangre y se me nublo la vista.
Pum… pum.
Mi piel perdió todo su color y en mi ultimo esfuerzo susurre su nombre.
-Jake…
Pum.
O_o_kristy_o_O
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