BAJO LA LUZ DE LA LUNA

Autor: fati_fitimeta
Género: Romance
Fecha Creación: 20/06/2010
Fecha Actualización: 22/06/2010
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 11
Visitas: 59322
Capítulos: 55

 

En el amor vale todo, lo darías todo cuanto quieres a esa persona que te ilumina cada mañana, tan solo con esa sonrisa perfecta.

El lugar más bonito es bajo luz de la luna, a veces en situaciones, como la adolescencia pensamos que esa persona no es correspondida, ¿pero y si se trata de un hombre lobo?

¿Y si ese hombre lobo está imprimado de ti?

En tal caso, pasan obstáculos en nuestra vida, tanto buenos como malos.

Hay que fer valientes y afrontar a esas cosas.

¿Qué pasaría si fueras una chica semi vampira y semi humana?

Fantástico, ¡eh! Pero muchas veces las cosas cambian, pueden ocurrir cosas desagradables, que puedes llegar a tiempo a saber lo que pasa o no, incluso ¿Os habéis parado a pensar que los sueños se hacen realidad? Pues, en algunos casos, las pesadillas si… pueden llegar a ser horribles.

Y pase lo que pase, siempre tendrás a tu lado a la persona que realmente te ama.

Básicamente son cosas de adolescentes, una vida muy aventurera, con muchas cosas.

 Pero es como un cuento de hadas, ¿podrá tener un final feliz?

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 47: Secreto bajo llave

Narra Jacob

 

 

 

Fue un largo día, pero vino la noche. Me fui a mi casa después de acompañar a Alma a su casa.

 

 

-         Papá, ya he llegado. –anuncié cuando atravesé la puerta de la casa.

-         Estoy aquí con Sue, pasa hijo.

Entré al comedor donde estaban los dos cenando.

-         Buenas noches, Sue.

-         Hola cariño.

-         ¿Dónde está Seth y Leah?

-         Seth está con su novia, y Leah en casa.

-         ¿Sola?

-         Si.

-         Tenéis para rato… -dije

-         Si, estábamos cenando.

-         Pues yo aun no he cenado, así que voy a tu casa Sue, que hace varios días que no hablo con Leah. ¿Os parece mal?

-         No, que va, ve, seguro que ella está deseándolo.

-         Vale. Ya volveré luego.

 

Me fui hacía la casa de Sue, llamé y Leah me abrió la puerta.

-         ¡Ey Jake! ¿Qué haces tú por aquí? –me preguntó sorprendida.

-         Pues resulta que Sue está en casa con mi padre, y no quiero verlos cariñosos, y digo voy hacer compañía a Leah.

-         Pues muy bien chico. Ponte cómodo.

-         ¿Has cenado?

-         Aun no, iba a prepararme la cena. ¿Y tú?

-         Pues… no la verdad, te ayudo a prepararla.

-         Vale, gracias.

 

Una vez que cenamos nos pusimos la televisión, y hablamos un poco, pronto vino Seth y luego Sue.

-         Buenas noches. –me despedí de todos.

Me fui a mi casa y me puse el pijama y a dormir.

 

 

 

 

Narra Alma

 

 

 

 

Esa noche estaba cansada y con dolor de cabeza, me acosté y se me pasó.

 

A la mañana siguiente hacía buen día, decidí que la nochevieja, mejor no celebrarla con mis amigos, tenía miedo por si me ocurría lo mismo que ayer, no quería pasar por ahí, otra vez.

Así que le llamé a María para decirles que pillé un resfriado y no podré asistir.

 

-         María, soy Alma.

-         Hola guapísima, ¿Cómo estás?

-         Puff… fatal, estoy con un resfriado impresionante. –mentí.

-         ¿Qué? Madre mía, estas fechas son mortales…

-         Ni que lo digas.

-         Bueno y dime que querías.

-         Llamaba para decirte que el día de nochevieja, no podré asistir. Encima del resfriado me voy a casa de mis abuelos, toda la familia, y bueno…

-         Ah. Tranquila, no pasa nada.

-         Lo siento mucho.

-         Tranquila, y mejórate.

-         Gracias, feliz año nuevo.

-         Igualmente.

 

Me dirigí hacía el bosque un rato.

Me gustaba estar sola unos cuantos minutos del día, poder concentrarme, estar en silencio.

Me tumbé en la plácida y fría hierba del prado.

Que bien que se sienta una cuando está feliz, pero al mismo tiempo estaba preocupada. Yo no quería que los de mi alrededor, humanos, sufrieran algún daño.

De pronto oí unos pasos y me levanté rápidamente.

Volví a escuchar los pasos y entonces lo vi, era Andrew.

Me acerqué hacía él.

-         Andrew, ¿qué haces aquí?

-         ¡Dios Alma! Que susto que me has dado.

-         Lo siento.

-         Pues he venido aquí un poco, necesitaba estar solo, ¿y tú?

-         Igual. –entonces pensé que había hablado con María y le había dicho que estaba enferma, dios que lío.

-         ¿No estabas enferma? –me preguntó.

-         ¿Qué?

-         Estaba con María hace un rato cuando le has llamado.

-         Andrew, lo siento muchísimo, pero me han pasado cosas…

-         ¿Secreto?

-         Si de ese secreto, soy algo de esa especie, por eso estaba enferma los últimos días, lo siento.

-         Entonces ¿tú también bebes sangre? –me preguntó sorprendido.

-         Ayer, cuando me fui, no era por que tenía que irme a casa, es una larga historia que en otro momento te la contaré, pero si, fui alimentarme de sangre de animales, por que no pude estar a vuestro lado.

-         ¿Cómo? –estaba alucinando.

-         Sí, lo siento muchísimo, se que es de locos, pero… dios, ahora me odiarás.

Me dio un abrazo.

-         Que va, nosotros no somos amigos ¿para siempre?

-         Sí.

-         Pues ya está tonta, tú tranquila. ¿Pero estás mejor?

-         Muchísimo mejor, no quiero matarte. –me reí y él luego me siguió. –era broma.

-         Ya lo sé.

Hablamos un poco de todo, ya que no tuve tiempo, y le expliqué lo de nochevieja, y entonces me comprendió, estaba todo lo hablado bajo llave. Era otro secreto entre nosotros dos.

 

 

 

Y así pasaron los días, ya iba quedando menos días para ir al instituto, iría, sí, claro que sí, pero si notaba algo extraño, como querer beber la sangre de mis compañeros, me tendría que ir pitando.

Capítulo 46: Sentimientos absurdos Capítulo 48: Fin de año

 


 


 
14639736 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10859 usuarios