Amor, rencor, ¿perdon? (+18)

Autor: fiofio
Género: Romance
Fecha Creación: 23/10/2011
Fecha Actualización: 22/01/2012
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 59
Visitas: 150013
Capítulos: 44

¡¡¡FIC TERMINADO!!!

Esta historia relata la vida de Bella cuando se ve abandonada por el hombre que ama.

Les dejo el link de mi nueva historia por si alguien quiere derle una leidita

Perderlo todo: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2539

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Capítulo 43: Jacobo Cullen

-    Ah!! –volvió a gritar Bella.
-    Tranquila amor, ya estamos llegando. Tu solo respira como nos enseñaron. –inhale y exhale ruidosamente para marcarle un ritmo.
-    No me vengas con eso Edward Cullen! maneja mas rápido! Ah! –aumente la velocidad, ya estábamos solo a un par de calles del hospital.
Cuando llegamos ya nos esperaba el ginecólogo con una silla de ruedas para trasladar Bella.
-    Tranquila amor, ahora te darán un pequeño calmante y el dolor será mas soportable. –bese su frente.
-    Quiero el doble de lo que sea que me vayan a dar. –me pidió.
-    Hola soy la enfermera que te estará monitoreando hasta que vayas a la sala de parto, mi nombre es Luisa. –nos dijo la amable señora. Ayudo a Bella a acomodarse en su cama y dijo que llamaría a la anestesista cuanto antes. Nos quedamos en silencio unos diez minuto, solo sostenía las manos de mi Bella para darle fuerzas cuando venían las contracciones. Hasta que por fin llego la anestesista, vendita sea, en las manos llevaba una bandeja con una gran jeringa, pidió a Bella que se sentara en la cama, que se quedara lo mas quieta pasible y le inyecto el sedante. La ayude a volver a acostarse. El resultado fue inmediato.
-    Discúlpame por haberte gritado de esa forma, no debí hacerlo. –se veía sonrojada y claramente afectada.
-    Tranquila amor, es entendible. Además sabes que nunca me enojaría contigo, eres la cosita mas hermosa del mundo.
-    Te quieres acercar? –me pidió haciendo señas con su dedo. Me aproxime unos centímetros a su hermoso rostro.
-    Un poquito mas? –me acerque unos centímetros mas pero sin llegar a tocar sus labios.
-    No seas tacaño y dale un beso a tu esposa. –me hizo mucha gracia el regaño, estampe mis labios contra los suyos.
-    Te amo. –le dije cuando nos quedamos sin aire.
-    Como yo a ti. –sus facciones se descompusieron cuando termino de hablar.
-    Otra contracción? –le pregunte preocupado.
-    Si –respiro profundo-. Tranquilo cariño. –acaricio mi mejilla con su suave mano.
-    Soy yo el que debe apoyar y tranquilizar, no me robes el puesto. –hice un teatral puchero que hizo que Bella se riera a carcajadas.
-    No seas absurdo, nos apoyamos el uno al otro siempre, en las buenas y las malas, lo recuerdas? –me señalo nuestras alianzas.
-    Por eso es que te amo tanto, siempre dices algo que me haga quedar como un idiota enamorado.
-    Oye! No le digas idiota a mi esposo o le diré que te de una golpiza. –me golpeo el brazo para reprenderme. Le di un beso que se vio interrumpido por otra contracción.
Seguimos bromeando hasta que las contracciones se volvieron mas frecuentes. Antes de ir a la sala de parto llame a Alice que se encargaría de pasar a buscar a Lydia a la escuela, me dijo que ya estaban esperando en la sala de espera, mi hija estaba muy nerviosa por lo que hable con ella y le prometí que todo estaría bien, que en breves conocería a su hermanito.
En la puerta de la sala me tuve que separar de mi esposa, debía ponerme ropa quirúrgica por la salud de mi hijo y Bella.
-    No demores. –me pidió mi amor antes de soltar mi mano.
-    Nunca mi amor. –le prometí y me fui tras la enfermera. Me cambie a la velocidad de un rayo para regresar cuanto antes.
-    Ya estamos listos Dr. Cullen. –me dijo el ginecólogo en cuanto entre.
-    Solo lo esperábamos a usted. –comento la enfermera.
-    Esperarme? –se suponía que cuando el bebe estaba listo para salir no se debe esperar a nada.
-    Si, su esposa se negaba a pujar hasta que usted regresara. –mire a Bella para reprenderla pero por su cara supe que ya no aguantaba las contracciones.
-    Vamos amor, es la hora, el momento por el que hemos estado esperando por nueve meses. –me posicione en mi lugar y la tome de las manos.
-    Bueno Sra. Cullen empecemos –dijo el ginecólogo y Bella comenzó a pujar. Estaba muy exhausta-. Ya veo la cabeza, solo un par de veces mas –le pidió el doctor. Bella volvió a pujar con todas sus fuerzas una vez y otra vez. Entonces paso, escuche el sonido mas alucinante, el primer llanto de mi hijo inundo la sala. El Dr. entrego a Jake a una de las enfermeras para revisarlo mientras el terminaba de atender a Bella.
-    Quiero verlo. –me pidió Bells en un susurro.
-    Ya nos lo van a traer amor. –trate de tranquilizarla pero yo me encontraba igual de ansioso.
-    Les presento a su hijos papas. –dijo la enfermera y nos entrego a nuestro bebe, Bella lo tomo en brazos con amor, sus ojos se llenaron de lagrimas.
-    Hola papi, mira que guapo soy. –dijo mostrándome a nuestro hijito, era pequeñísimo, con su carita rosada, una pelusita en su cabeza y ojitos cerrados.
-    Hola Jake, claro que eres guapo has salido a tu mami. –Bella me miro con todo el amor que sentía.
-    Bueno es hora de que la mama descanse y que le hagamos algunos estudios al bebe. –nos informo el Dr. y era cierto Bella estaba fundida, ya le costaba mantener los ojos abiertos.
-    Pero yo me quiero quedar con mi bebe. –rebatió.
-    Yo me encargare de que nada le pase, cuando despiertes estaremos ahí. –le prometí.
-    Esta bien, pero no dormiré mas de un par de hora. –no termino de hablar cuando sus ojos se cerraron por completo.
-    Dr. Cullen por lo que me han dicho, si no sale rápido a ver a su hermana la harán sacar por seguridad. –me informo una de las enfermeras. Me preocupe, tal vez le había pasado algo a Lydia. Sili corriendo en dirección a la sala de espera, ahí me encontré con Jasper tratando de calmar a Alice y a mi hija mirándolos como si hubieras enloquecido. En cuanto Lydia me vio corrió a mis brazos.
-    Papi! Como están mami y Jake?
-    Porque han demorado tanto, pensé que le había sucedido algo a Bella?
-    No exageres Alice. Tranquila cariño, están bien los dos, mami esta durmiendo y Jake esta siendo analizado por los médicos.
-    Cuando podre conocerle? –pregunto ansiosa mi hija.
-    Estoy seguro que en cuanto mami despierte te dejaran entrar. –le asegure.
-    Y nosotros? –pregunto Jas.
-    También, al menos a conocer al bebe. Ya le has avisado a mama? –le pregunte a Al. Mama quería estar presente el día del parto, tenia planeado llegar en dos días, pero el bebe se había adelantado ocho días.
-    Si, llega esta noche, también llame a Em y Rose se tomarían el avión privado cuanto antes, no deben tardar mucho, también avise a Ben, Tanya y en la perfumería.
-    Veo que no te has olvidado de nadie.
-    Algo tenia que hacer mientras esperaba.
-    Como si pelear con los guardias de seguridad no fuera suficiente. –dijo Jas bajito, pero Alice lo escucho y le echo una mirada como para comérselo.
-    Debo regresar con Bella, tendré mi teléfono conmigo pero esta en silencio, si quieren pueden irse y les avisare en cuanto ella despierte.
-    De eso nada, yo no me voy de este hospital sin ver a mi cuñada y conocer a mi sobrino. –dijo Al poniendo sus brazos en jarra.
-    Ok –de nada me serbia discutir con ella-. Vienes conmigo? –le pregunte a mi hija, se suponía que no se podía pero teniendo en cuenta que la otra opción era dejarla con Alice y viendo como estaba hoy.
-    Claro que si. –dijo mi princesa con sus ojitos iluminados. La tome en brazos y fui a la sala en donde se encontraba mi esposa profundamente dormida.
-    Primero lavémonos las manos, debemos tener mucho cuidado ya que tu hermanito y tu mama están muy frágiles. –le explique mientras la llevaba al baño de la habitación.
-    Claro papi, no queremos que se enfermen. –dijo muy segura, tenia la certeza de que nadie atravesaría esa puerta sin que Lydia los encuentre sanitariamente aptos.
Después de lavarse las manos, hasta los codos en realidad, mi princesa fue a darle un beso a su mama. Luego nos quedamos los dos sentados en el sillón, absorbiendo la paz que emanaba de Bella, hasta que uno diez minutos después llamo a la puerta una enfermera que venia tirando de una cunita.
-    Permiso, vengo a traer a este hermoso bebe a sus padres –me mostro a mi hijito que dormía, parecía todo un angelito-. Dr. sabe que no pueden haber visitas. –me reprendió al ver a mi hija.
-    Le aseguro que ella se comportara perfectamente, solo quiere conocer a su hermanito.
-    Esta bien, hare una excepción, pero no soy responsable si algo sucede.
-    Muchas gracias Sra. Vera que se me portar muy bien. –le dijo Lydia a la enfermera dejándola de lo mas sorprendida, le pasaba a todo el mundo, Lydia hablaba muy bien para su edad.
-    Ven princesa, te presento a Jake, tu hermanito. –los dos nos quedamos mirándole embobados hasta que se empezó a remover y a chillar.
-    Hice algo mal? –pregunto Lydia afectada.
-    No cariño, debe tener hambre, tendremos que despertar a mami. –cuando me voltee a ver a Bella se encontraba abriendo los ojos pesadamente.
-    Que sucede Ed? –me pregunto un poco confundida a causa de los calmantes.
-    Tranquila amor, todo va bien, es solo que nuestro campeón tiene hambre, o eso creo. –acerque la cuna a la cama. Bella lo tomo en brazos con mucho amor.
-    Tienes hambre pequeñín o solo extrañabas a tu mami. –le dio un sonoro beso en la medilla y comenzó a amamantarlo, era la escena mas tierna que había visto en mi vida.
-    Hola princesa, como te has portado con la tia? –le pregunto con su voz dulce a nuestra hija.
-    Hola mami, me porte muy bien. –se notaba que Lydia estaba un poco cohibida por la situación. La tome en brazos y la acomode a los pies de la cama, para tratar de relajarla un poco, y yo me senté a su lado.
-    No se puede decir lo mismo de Alice, a armado un alboroto porque según ella nos tardamos mucho. –le explique.
-    Quiero ver cuando le toque a ella. –en ese momento Jake no quiso comer mas.
-    Quieres ayudarlo a hacer provecho? –le pregunto mi Bella a nuestra hija.
-    Yo?
-    Claro. –respondimos los dos.
-    Pero es muy chiquito. –dijo con miedo.
-    Lo dejarías caer? –le pregunto Bella.
-    Claro que no. –se apresuro a responder Lydia.
-    En ese caso. –Bella se enderezo un poco y con mucho cuidado le tendió al bebe. Lydia lo tomo con un poco de miedo al principio, yo pase un brazo por su espalda disimuladamente.
-    Hola hermanito, yo soy tu hermana grande, soy quien eligió tu nombre, verdad que es lindo? –y como si la entendiera Jake abrió sus ojitos por primer vez para ver a su hermana.
-    Mira abrió los ojos. –dijo Lydia de lo mas feliz.
-    Si, y son marrones. –esta vez el emocionado fui yo.
-    Que lastima, mi mini Edward no tendrá ojos verdes. –dijo Bella como si nada provocando que Lydia y yo nos partiéramos de risa.
-    Les sacare una foto a los tres. –des dije mientras sacaba el teléfono de mi bolsillo.
-    Cambiaras la foto de tu despacho? –pregunto mi hija. En mi despacho tenia una foto de Lydia y yo que Bella nos saco el primer día que fuimos a la playa y una de ella el mismo día.
-    Claro que no las cambiare, agregare otra. –le dijo fingiendo indignación.
Les tome la foto,  Bella abrazo a Lydia por los hombros, mientras nuestros hijos se miraban a los ojos.
Le mande un mensaje a Alice en el que solo puse el número de habitación, sabía que con eso la tendría aquí en menos de un minuto.
-    Le avisaron a Esme? –pregunto Bella.
-    Digamos que a Alice solo le ha faltado publicarlo en los periódicos.
-    Oh! –fue todo lo que pudo decir, justo en ese momento se abrió la puerta y apareció Alice con Jas detrás de ella tratando de pararla.
-    Hay Bellita, es hermoso, se parece tanto a mi. –todo la quedamos mirando como si acabara de enloquecer del todo. Se trato de acercar pero, como imagine, Lydia la detuvo.
-    Antes de tocar a mi hermanito debes lavarte las monos, el y mami están muy frágiles.
-    Es broma? –pregunto Al incrédula.
-    Tiene razón Al. –le dijo Jas y la arrastro al baño, luego de unos minutos regresaron.
-    Puedo cargarlo? –le pregunto a Lydia, la escena era muy graciosa parecían dos niñas disputándose por un peluche.
-    Debes preguntarle a mama y papa. –le aclaro mi hija. Alice dirigió su atención a Bella y le hizo su clásico puchero.
-    Claro que puedes Al, solo ten cuidado si?
-    Claro Bellita –extendió los brazos para tomarlo-. Hola baroncito de la tia, veras como gracias a mi aprendes a vestirte con estilo.
-    Al es muy chiquito para usarlo de muñeco humano. –le advirtió Bella.
-    Pero míralo, ya es todo un muñequito, mira Jas es hermoso. –se acerco a Jas y los dos empezaron a decirle cumplidos a Jake. Yo fui al lado de Bella, le di un beso en los labios y le dije al oído.
-    Te amo.
-    Yo te amo a ti –me dijo con su radiante sonrisa-. Se de una hermosa niña que aun no le da un beso a su madre. –dijo mirando a nuestra hija.
-    Si te di beso, pero estabas durmiendo. –se defendió Lydia.
-    Y no hay otro ahora que estoy despierta? –le pregunto haciendo el mas lastimero de sus pucheros. Lydia se rio y se tiro encima de su madre para llenarle la cara de besos. Cuando se separo las dos se quedaron acostadas y  abrazadas, yo fui a tomar a mi hijo de los brazos de Alice, no quería que lo enloqueciera en su primer día de vida. Debo reconocer que me daba un poco de miedo, se veía tan frágil y pequeño, pero era mi bebe, y como Bella le dijo a nuestra hija, yo nunca le haría daño. Jacobo me miro fijo a los ojos mientras lo arrullaba, eran los ojos de Bella, y podría jurar que su pelo también seria del mismo tono que su madre.
-    Tenemos que irnos. –dijo Jas, obviamente tratando de proporcionarnos un intimo momento en familia.
-    Gracias por estar aquí, a los dos. –les dije sinceramente.
-    Iremos a buscar a Carlisle y Esme al aeropuerto y lego volvemos con ellos. –me aseguro antes de retirarse.
-    Aguarden. –los detuvo Bella.
-    Que necesitas Bells? –le pregunto Al.
-    No se sacaran una foto con Jake? –pregunto haciéndose la ofendida.
-    Podemos? –preguntaron incrédulos.
-    Yo se las saco. –les dije tendiéndole a mi hijo. Los dos me dedicaron una sonrisa y Jas tomo a Jake. Saque la foto y se fueron, no querían llegar tarde a buscar a mis padres. Con Lydia bajamos a buscar algo para comer, no me gustaba dejar sola a Bella pero tampoco podía descuidar a mi hija. Cuando regresamos a la habitación Bella estaba cambiando el pañal a Jake.
-    Se hizo popo? –pregunto inocentemente mi hija.
-    Si amor, por eso lo estoy cambiando.
-    Quieres ayuda? –se ofreció mas que rápido.
-    Claro, ya casi he terminado pero puedes ayudar a vestirlo. –Bella le mostro como se hacía, explicándole el cuidado que debía tener. Me quede mirando embobado a mis tres amores, esas tres personitas lo eran todo para mi.

Capítulo 42: La Boda Capítulo 44: Cuento de hadas

 
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