BAJO LA LUZ DE LA LUNA

Autor: fati_fitimeta
Género: Romance
Fecha Creación: 20/06/2010
Fecha Actualización: 22/06/2010
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 11
Visitas: 59338
Capítulos: 55

 

En el amor vale todo, lo darías todo cuanto quieres a esa persona que te ilumina cada mañana, tan solo con esa sonrisa perfecta.

El lugar más bonito es bajo luz de la luna, a veces en situaciones, como la adolescencia pensamos que esa persona no es correspondida, ¿pero y si se trata de un hombre lobo?

¿Y si ese hombre lobo está imprimado de ti?

En tal caso, pasan obstáculos en nuestra vida, tanto buenos como malos.

Hay que fer valientes y afrontar a esas cosas.

¿Qué pasaría si fueras una chica semi vampira y semi humana?

Fantástico, ¡eh! Pero muchas veces las cosas cambian, pueden ocurrir cosas desagradables, que puedes llegar a tiempo a saber lo que pasa o no, incluso ¿Os habéis parado a pensar que los sueños se hacen realidad? Pues, en algunos casos, las pesadillas si… pueden llegar a ser horribles.

Y pase lo que pase, siempre tendrás a tu lado a la persona que realmente te ama.

Básicamente son cosas de adolescentes, una vida muy aventurera, con muchas cosas.

 Pero es como un cuento de hadas, ¿podrá tener un final feliz?

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 42: Navidades

Narra Andrew

 

 

Llegó la nochebuena, habíamos echo nuestros planes juntos. Esa noche iba a quedarme con María a dormir, y el día siguiente a mi casa a comer con el resto de mi familia.

Me desperté por la mañana. Me esperaba un largo día.

Tenía que ayudar por la tarde a María con la cena y por la mañana ayudar a mi madre. Que agobio.

Desayuné junto a mi hermana, luego ayudé a mi madre a preparar un poco las cosas para la noche. Y volviendo a oír las palabras de siempre.

-         Eres mayor, sabes lo que tienes que hacer, usa bien la cabeza.

Bla, Bla y Bla.  Siempre igual, y para ponerlo mejor, mi hermana que es una pincha.

Bueno la mañana se me pasó un poco lenta la verdad.

Luego de comer me subí a mi habitación a prepararme la mochila con el pijama y eso.

Entró mi hermana justo cuando iba a coger mi cámara.

-         Eh tete, entonces esta noche…

-         ¿Esta noche?

-         No te quedas a dormir, eh.

-         OH, que lista.

-         Que gracioso que eres. No, quiero decirte que me alegro de que hayas encontrado una novia, me la tienes que presentar eh.

-         Mañana ¡pesada!

-         Pues… ¿por que no se queda mañana ella a cenar y dormir?

-         No se yo… ¿mamá querrá? – me senté en la cama y ella hizo lo mismo.

-         Tu dime si o no.

-         Si.

-         Pues tranquilo que yo la convenceré ¿de acuerdo? Confía en mí.

-         Claro que sí mocosa.

-         Oye... un poco de por favor. Mira, ¿quieres escuchar mi plan?

-         Venga.

Cerró la puerta y volvió animada a su asiento.

-         Consiste en que mañana cuando venga a comer, pasará un rato ¿no? Si vemos después alguna película o yo que se… hacemos algo juntos… pues yo le pediré delante de nuestros padres si se quiere quedar ¿te gusta?

-         Eres un genio.

-         Gracias, eso dicen. – nos reímos.

-         Gracias por ayudarme, eres la mejor.

-         Claro, eres mi hermano, por ti todo.

-         Te quiero ñaja.

Cogí la cámara y la pillé por sorpresa, muy a lo natural y le hice una foto.

-         ¡Oye! Fotos surprise no.

-         Pues si sales muy bien. Venga una, juntos.

Apreté para hacernos una.

-         Ale, si quieres la imprimimos y la pongo en un marco, un regalo para los papás.

-         Si. Ooo...… por curiosidad ¿me as comprado algo?

-         ¡Ostia! Pues no…- mentí.

-         ¿¡Qué?! – se asustó.

-         Chica… crisis, crisis.

-         Pues bueno… no pasa nada.

-         Pues claro que te echo, ay que inocente que eres.

-         No tiene gracia.

-         Claro.

-         Y para la novia…

-         Eres muy cotilla ¿lo sabes?

-         Si, y que.

-         Bueno pues le e comprado un colgante que significa nuestro amor, y bueno un regalo adelantado esta noche.

-         ¿Te la vas a….? – se tapó la boca.

-         ¡Cacho animal! ¿Qué dices? No, la cena so bruta.

-         Oye… animal tú, mira este.

Saltamos a risas.

-         OH tete, no me acordaba.- metió la mano en su bolsillo.

-         ¿Qué pasa?

-         Ten, por si acaso.- y entonces lo vi lo que se sacó.

-         Serás. ¿Un condón?

-         Por si hay tema.

-         Que tía por dios.

No lo cogí y ella insistió.

-         Que. – le dije.

-         Cógelo, nunca se sabe.

-         En esto no tendrá nada que ver mamá.

-         No, es mío.

-         ¿Tuyo?- me quedé flipado.

-         Claro, los que dan en el instituto.

-         Joder Celia, no me des esos sustos.

-         Que fuerte…- y se rió.

-         Si, si. Venga tengo que prepararme las cosas.

-         No te lo olvides.

-         Que no.

Se fue de mi habitación y yo cogí todo lo que me quedaba. Los regalos de María y por último… el condón me lo guardé en la cartera por si acaso. Es bueno llevarlo encima, como el DNI. 

Miré la hora y eran las 18:00 de la tarde. Entonces llamé a mi hermana para ver que me ayudara con la ropa, accedió encantada.

-         ¿Un traje? – le pregunté abriendo el armario.

-         Hem… no. A las chicas nos va mucho eso de trajes, pero es noche buena. Arreglare como si fueras un día al cine pero un poco más.

-         Vaya… la experta.

-         Pues no mucho, pero algo si que se.

-         Vale, venga ¿Qué me pongo?

-         Mira…

Empezó a buscar en mi armario y me sacó una camisa a cuadros azules y blancos, un pantalón vaquero con unas zapatillas de Pull and Bear, que me compré hace poco.

-         ¿Esto? Parece más de día de instituto.

-         Si quieres el traje….

-         Venga dame.- se lo quité de las manos.- por favor dos minutos de intimidad.

-         Tranquilo.

Salió y empecé a vestirme. Una vez vestido la llamé pobrecita estaba esperándose en la puerta. Me ayudaba mucho.

-         ¿Cómo voy?

-         Por que eres mi hermano pero estas como el pan, y así vestido…

-         Que tonta estás. Se nota que estás en la edad del pavo.

-         Mira quien fue hablar el pavo numero uno.

-         Calla.

-         Pues eso, estas bonísimo. ¿Algo más?

-         No ya está. Gracias Celia.

-         Nada.

Una vez listo cogí todo y me despedí de mis padres.

 

-         Hola Andrew. Pasa, pasa.

Entré dentro de la casa de María.

-         Estás guapísima.

-         Tu más. – nos dimos un corto beso.

Dejé mis cosas en la habitación que me dijo y bajé ayudarla.

-         Queda poco ya para la cena. – me afirmó.

-         Tranquila, ¿en que te ayudo?

-         Puedes poner la mesa ahí.

-         Si.

Puse la mesa donde me dijo y volví hasta a ella.

Le cogí de la cintura y le di un beso en el cuello.

-         Dime cari.

-         Ya está, ¿algo más?

-         No tranquilo.

-         Pues estaré aquí.

Observé como trabajaba en la cena.

Nos esperaba una larga noche de todas las movidas.

-         Te quiero.- le susurré antes de cenar.

-         Gracias, es bueno saberlo.- rió.- yo también te quiero.

Capítulo 41: Porcentajes Capítulo 43: Regalos

 


 


 
14639737 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10859 usuarios