Vacaciones y Locuras (+ 18)

Autor: lien
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 01/08/2012
Finalizado: SI
Votos: 8
Comentarios: 14
Visitas: 95454
Capítulos: 42

 TERMINADO

Bella vive en Forks con su madre desde hace 3 años tras la muerte de su padre, las clases se están acabando y esta por graduarse. Su mejor amiga es Alice con la que siempre anda. Pero todo cambiará con la llegada de los hermanos de Alice y cuando su madre le regale un pasaje para irse de vacaciones a Brasil…

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Capítulo 41: La boda

Capítulo 39

La boda

 

BELLA POV

A la mañana siguiente fui despertada por Alice pero no muy temprano más bien eran cerca de las 10:00 am, la verdad que era muy considerado de su parte el no levantarme tan temprano. En cuanto me senté en la cama ella se acercó hacia mi con una bandeja con el desayuno en su mano, pero lo que llamó mi atención era una rosa negra que había allí junto a una tarjeta. Tomé la tarjeta y la leí.

Estoy deseando que sean las seis, para poder decir oficialmente que eres mía.

Te amo.                                                                                         EC

Después de leer la tarjeta de Edward desayuné tranquilamente y me comí casi todo lo que me había traído Alice, la verdad era que todo estaba esquicito.

-Esto estaba delicioso Alice.- le dije mientras terminaba de tomarme el jugo.

-Pues más tarde se lo agradeces a tu esposo.- me dijo ella sonriendo.

-Edward preparó esto para mí.

-Si, y ahora que ya terminaste podemos comenzar con los preparativos.

-No crees que es muy temprano para comenzar con la tortura.

-No tenemos exactamente el tiempo suficiente.

Alice tomó la jarra de mi mano y la colocó en la bandeja, en eso entró Rosalie y en cuanto me senté en el borde de la cama comenzaron con el tratamiento de belleza. Primero comenzaron con una mascarilla facial y en lo que esperaban para retirarla me hicieron manicure y pedicura. Para cuando terminaron con la mascarilla facial ya era la hora del almuerzo. Pero ellas no me dejaron bajar, subieron una bandeja con diversas cosas y almorzamos las tres juntas.


Después de terminar de desayunar me hicieron descansar así que me acosté un rato y me despertaron dos horas después. Me levanté y fui hacía el baño y justo cuando salí me sentaron en una silla frente a la ventana donde comenzaron a maquillarme y peinarme. Y así comenzó a pasar la tarde mientras yo veía por la ventana como iban los preparativos de la boda en el patio trasero y las chicas me arreglaban. Las personas se movían de un lado a otro, colocando cosas y colgando otras, en medio de todo aquello pude visualizar a Esme dando órdenes. Cerca de las cinco de la tarde comenzaron a llegar algunos invitados y Alice me separó de la ventana. Cuando estaban terminado de maquillarme tocaron a la puerta y Alice fue hasta allí. Y por ella entraron Esme y mi madre quienes se dirigieron  hacia donde yo estaba. Podía ver en el rostro de mi madre como se aguaban sus ojos, estaba a punto de llorar al igual que Esme.

-Hija estas hermosa.- me dijo ella mientras sacaba un pañuelo y se limpiaba unas lágrimas que caía por su rostro.

-Si es increíble los milagros que logra Alice.-dijo Esme mientras contenía sus lágrimas.

-No han terminado conmigo, y no es justo, aún no me he visto.

-Pues eso se soluciona rápido.

Y diciendo esto Alice me tomó de la mano y me dirigió hacia el espejo de cuerpo entero del baño. La verdad era que ni yo misma me reconocía, aquella no era yo, aquella que estaba allí tenía el rostro tenuemente sonrosado y sus ojos grandes enmarcados por unas pestañas largas. El maquillaje era muy claro, casi parecía natural. Mi pelo estaba completamente recogido exceptuando unos mechones que caían detrás de mi oreja y en mi espalda.

Después de esto Alice hizo que me sentara y terminó con el maquillaje para después colocarme el vestido de la boda. Después de estar vestida todas se despidieron de mi y bajaron dejándome en la habitación sola. Ellas aún tenían que prepararse para la boda y ya yo estaba totalmente arreglada. Ya cerca de las seis de la tarde tocaron a mi puerta y por ella entró Carlisle vestido elegantemente con un traje negro completo.

-Carlisle estas muy elegante.

-Gracias Bella pero tu estás radiante hoy, es hora de bajar.- me dijo mientras me brindaba su brazo.


Y mientras sujetaba su brazo, bajamos de la habitación, las escaleras y nos dirigimos hacia el patio trasero. Todo lo habían decorado elegantemente, había cientos de flores colgando desde el techo, luces por todas partes y el camino hacia el altar era como un enorme prado lleno de flores silvestres. En cuanto comenzamos a caminar hacia don de se encontraba mi futuro esposo todos los invitados se pusieron de pie mientras yo caminaba tomada del brazo de Carlisle. De fondo no sonaba la acostumbrada marcha nupcial, en lugar de esta sonaba una hermosa melodía compuesta por Edward, y mis ojos se fijaron en el al final del camino. Estaba vestido con un traje negro, camisa blanca y corbata negra, con su característico pelo cobrizo indomable y una espectacular sonrisa en el rostro.

En el camino pude ver sentados a todos mis amigos, a mi madre con Phill y a mi futura familia sentada allí también. Justo al lado de Edward se encontraban los padrinos Alice y Emmett y al otro lado se encontraba el padre. Íbamos caminando lentamente mientras todos me miraban y yo no apartaba los ojos de Edward que me miraba sonriendo. Cuando llegamos a donde se encontraba Edward, Carlisle me entregó a el, por un momento nos quedamos mirándonos sin decir una palabra, no era necesario en ese momento.

Cuando el padre comenzó con el tradicional discurso nos giramos hacia el y así estuvimos hasta que llegó el momento de decir los votos.

-Es muy difícil llegar a amar a alguien, y que esa persona te ame de la misma forma, que te cuide y te comprenda y te haga sentir en todo momento que eres una persona especial. Prometo ayudarte a amar la vida, siempre abrazarte con ternura y tener la paciencia que el amor requiere. Para hablar cuando sea necesario y guardar silencio cuando no lo sea. Y por siempre vivir en el calor de su corazón. Te amo.

-Muy pocas personas logran encontrar la felicidad en tan poco tiempo, y yo la he encontrado al lado de la persona más maravillosa del mundo. Juro que voy a amarte en todas las formas posibles, ahora y para siempre. Prometo nunca olvidar que este es un amor para toda la vida, y siempre saber en lo más profundo de mi alma, que no importa los desafíos que nos separarán, siempre me encontrarás detrás de tu hombro. Te amo.

Después de eso nos colocamos los anillos y tras las palabras del padre donde nos declaraba marido y mujer Edward y yo nos miramos a los ojos. Lentamente deslizó una mano por mi rostro mientras acercaba sus labios a los míos y nos fundíamos en un beso.

 

El beso era lento, sin prisas, y por un momento sentí que solo estábamos nosotros allí, no existía nadie más, solo nosotros besándonos. Entonces estallaron los aplausos por parte de todos y separamos nuestros labios.

-Te amo.- le dije mientras su rostro aún estaba a escasos centímetros del mío.

-Y yo los amo a los dos.- me susurró el dándome un corto beso.

Después de eso todos se acercaron a felicitarnos y pasé por los brazos de todos mis amigos y familiares, y por supuesto que no faltaron las bromas por parte de Emmett. Después de eso comenzó la recepción donde todos mis amigos más cercanos dieron un discurso y vino el primer baile. Bailar con Edward no era tan complicado, ya le había cogido el gusto. Ya cerca de las 9:30 pm nos cambiamos de ropa para irnos rumbo a nuestra luna de miel, la cual pasaríamos en la isla.  Nos despedimos de toda nuestra familia y nos montamos en el auto rumbo al aeropuerto.

La mayor parte del vuelo en el avión la pasé durmiendo, Edward me despertó solamente cuando habíamos llegado a Brasil. Esa noche la pasaríamos en un hotel y en la mañana iríamos hacia la isla. No sé si había sido casualidad pero fuimos para el mismo hotel donde nos habíamos reencontrado para el comienzo  de las vacaciones. Pero no solo había sido el mismo hotel, cuando subimos en el elevador me di cuenta que Edward me llevó hasta la misma habitación. Cuando llegamos a la puerta el deslizó la tarjeta y esta se abrió pero antes de que yo hubiera dado un paso dentro el me cargó en sus brazos y me entró dejando las maletas en la entrada. Después de entrar conmigo hasta el dormitorio me bajó y regresó por las maletas mientras yo me dirigía hacia el gran ventanal. Estaba parada allí viendo la hermosa vista de la ciudad cuando sentís sus brazos en mi cintura.

-Sabes que esto me trae muchos recuerdos.-le dije mientras me giraba para besarlo.

-Si aún recuerdo nuestro reencuentro, pero esta noche es diferente.- me dijo acariciando mi rostro.

-Porque lo dices.

-Pues porque esta noche es el comienzo de la eternidad.-me dijo mientras me besaba.

Y así comenzó nuestra luna de miel, una aventura romántica que había comenzado en aquel mismo lugar meses atrás.

Capítulo 40: Despedida de Solteros Capítulo 42: Epílogo

 
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