Un gran cambio

Autor: emmaly76
Género: Romance
Fecha Creación: 11/03/2013
Fecha Actualización: 24/09/2013
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 17
Visitas: 50117
Capítulos: 28

 

Nunca imaginé que al ganarme un viaje por ser la mejor en mi trabajo: traería a mí un gran cambio... El ser hija única e ignorada por mis padres, quienes aprovecharon la mínima oportunidad para deshacerse de mí, me trajo el mejor de los regalos... soy Isabella Merie Swan, perdón Isabella Merie Cullen y ésta es mi historia... (Corregido)

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 5: Primera vez

BPOV.

Hacia una semana que se había ido la bruja, la relación iba viento en popa, los besos estaban a la orden del día o mejor dicho del minuto, me llevo a recorrer muchos lugares y siempre andábamos tomados de la mano o abrasados, jamás en mi vida había sido más feliz.

Cathy decía que era como su satélite porque siempre estaba junto a él, o el junto a mí, estaba viviendo un sueño, todo él y sus acciones me encantaban.

Hoy iríamos a bailar, yo no tenía ganas pero a él le hacía ilusión, y quien era yo para negarle algo y más si para convencerme usaba lo más persuasivo de todos besos y más besos.

Me puse un vestido color bronce, palabra de honor que me llegaba arriba de la rodilla, tenía un lazo bajo el busto color negro, con unas trampas mortales llamados zapatos negros. Me deje el cabellos suelto con le gusta el solo lo acomodé en sus ondas naturales. Un poco de maquillaje y listo.

Cuando Salí del cuarto y llegue a la sala estaban platicando Edward y Cathy, se miraban muy entretenidos en su plática así que no les quise interrumpir, de pronto el volteo y cathy muy disimuladamente se retiro a la cocina…

Se veía hermoso, jamás pensé que un pantalón negro y una camisa negra se le verían bien a alguien, pero él estaba perfecto, limpie discretamente mi baba antes de que llegara al piso.

-estas hermosa, esposa bebé.

-tú eres el que esta guapísimo, a pesar de tu edad esposo viejo.

-vamos, quiero lucir a mi hermosa esposa, seré la envidia de todos.

-y yo tendré que espantártelas moscas que se te acerquen.

-sabes que soy solo tuyo…

Y en el maratón de cuatrocientos metros planos gana el corazón de Bella, ya no me extrañaba cada vez alcanzar niveles más altos de sonrojo ¿y cómo no ponerme así con esas cosas que dice?

- yo también soy tuya…

Y solo de decir eso me beso, pero que beso, definitivamente no apto para cardiacos.

El lugar se llamaba twilight, y tenía muy buen ambiente. Nos sentamos a charlar y beber algo, después me invito a bailar bajo su propio riesgo, yo no me hice responsable de pisotones. Cuando me canse volvimos a la mesa.

- bebé descansa un poco que iré por una bebidas ok.

-está bien no tardes esposo.

-extráñame.

-siempre.

Si ya se somos, patéticos y cursis pero así nos entendemos, por cierto me acorde de la última llamada de Alice donde me dijo que para cuando fuéramos a visitarla no derramáramos tanta miel o le provocaríamos un coma diabético.

-hola muñeca ¿por qué tan sola?- un hombre pelirrojo se acerco a mí.

-lo siento no estoy solo mi…- me interrumpió- si nena ahora estás conmigo, bailaremos…- trato de jalarme hacia la pista pero yo me resistí- ¡¿Qué te crees idiota?!- una voz muy conocida detuvo al individuo y me rodeo la cintura con su fuerte brazo. Inhale su aroma y me sentí segura, en casa.

-quita tus sucias manos de mi esposa

-no dijo que fuera casada.

-No me dejaste hablar…

- vamos, bebé

Así nos volvimos a la mesa, tome mi bebida que no supe ni que era…pero ya no me sentía a gusto con todo en ese lugar, Edward lo noto y nos fuimos de regreso a casa.

Al llegar lo primero que hice fue quitarme los zapatos, armas mortales que me compro Alice. Nos sentamos en el sofá, acurrucados uno con el otro en un cómodo silencio.

-bebé, ¿vamos a dormir?, estas cansada.

-no quiero estoy muy a gusto, estar entre tus brazos se siente muy bien.

- ¿y si duermo contigo?

Lo mire a los ojos- ¿lo dices en serio?

- claro.

Subimos a la recamara y mientras yo me duchaba y me ponía un pijama el fue a su cuarto a hacer lo mismo. Nos acostamos bajo las mantas y me jalo hacia él.

-esposa bebé, ¿me daría un beso de las buenas noches?...

-los que quiera, mi esposo viejo.

-mmmmmmm, no digas eso porque sabes que nunca tengo suficientes…

Y el beso empezó como siempre tierno, dulce pero al paso del tiempo se fue haciendo más demandante, más apasionado, sus manos ya no estaban fijas en mi cintura, empezaron a viajaron ir mis costados y se colaron bajo la blusa de mi pijama hasta casi tocar mis senos, la temperatura de mi cuerpo subió varios grados, de pronto sentí algo duro tocar mi cadera, y me paralice, sabía lo que seguía pero no me sentía preparada para llegar a eso, Edward noto, algo porque de detuvo chocando su frente con la mía.

-ed.…yo…es que…-quería decirle que si quería pero no me sentía lista pero m cerebro aun estaba.

- shhhh, tranquila bebé, no pasara nada que no quieras, aunque muero por hacerte el amor, todo será a su tiempo ok.

-yo también quiero ser tuya, pero no me siento preparada.

-está bien, bebé.

-gracias esposo, eres el mejor.

Se acostó a mi lado y puse mi cabeza en su pecho, el latir de su corazón fue la melodía que me arrulló. En la mañana que me levante el no estaba, por un lado me sentí aliviada porque me daba vergüenza con el después de haberlo rechazado anoche, me siento una tonta después de todo es mi esposo y como dijo Renee lo que no se encuentra en casa se busca donde hay… y eso si que no. Pero para mí el no tener con quien hablar, de ciertas cosas, me senté en el ultimo escalón, pensando en que me gustaría tener alguien con quien hablar, porque mi madre me hubiera aconsejado acerca de todo esto… se que al tener relaciones uno puede quedar embarazada, tan estúpida no soy, pero también sé que para iniciar en método anticonceptivo debía ir con un ginecólogo cosa que jamás he hecho, y me gustaría que fuera una mujer porque si mi marido n me ha visto ahí, y que me vea un extraño como que no…

-bella, bella…

Sentí una mano en mi hombro y pegue un salto.

-perdón, pero es que estabas como ida, estas bien, necesitas algo, si quieres podemos llamar a Edward al móvil- cathy me miraba con expresión preocupada.

-no te preocupes cathy, no es nada grave…-entonces se me ocurrió que quizás ella- buen es que tengo unas dudas y la verdad es que me gustaría hablar con alguien.

-sabes que puedes hablar con Edward de todo.

- si es que tenemos la confianza para decirnos todo pero me da pena…bueno es que son cosas…tu sabes… de mujer…

-te refieres a tu periodo, no creo que a él le incomode hablar de eso.

-no de eso…hay cathy como te digo.

- Bella, puedes decirme lo que quieras, aunque tienes poco tiempo en esta casa he aprendido a quererte como si fueras mi familia, te cuento un secreto, jamás había llamado a ninguno de mis patrones por su nombre, las otras personas con las que trabajaban me trataban como lo que soy, una criada.

- no digas eso cathy, tú no eres una criada, eres una mujer luchona que trabaja para seguir adelante y no te acuestas en tus laureles esperando que las cosas te caigan solas del cielo.

-ves, ya sé que estoy vieja para que me cuentes tus cosas y l hecho de no haberme casado nunca puede limitar mis conocimientos pero te puedo ayudar en lo que pueda.

-gracias…la verdad es que…por favor que lo que te voy a contar no salga de nosotras dos he.

Hizo un ademan como que cerraba la boca y le ponía un candado- soy una tumba- y se quedo en silencio esperando a que yo hablara.

-mira no sé si sepas las circunstancias en las que nos asamos Edward y yo-asintió con la cabeza- bueno pues en estas dos semanas que llevamos casados nosotros nunca hemos…tu sabes….eso- tomate bella presente ¿Por qué me tengo que sonrojar para acentuar mi vergüenza?- bueno pues anoche, como que casi, pero me dio miedo, no es que no quiera pero no se me gustaría que nos conociéramos un poco más o que haya más sentimiento que solo pasión, pero estuve pensando, si estoy casa con él es lo natural que suceda, pero también si no tomamos precauciones pedo salir embarazada, y me gustaría afianzar mas la relación ara llegar al tema de los hijos, digo solo tengo 17 años en unos meses dieciocho pero no me gustaría embarazarme nomas porque si.

-me estás diciendo que te gustaría iniciar algún método anticonceptivo para que cuando tu y Edward tengan relaciones estar prevenida.

-exacto, pero yo no conozco nada aquí menos algún ginecólogo, además yo jamás he ido con uno, y si o hago me gustaría que fuese mujer… ¿me entiendes?

-si quieres, puedo hablar con mi sobrina Chelsea, ella es ginecóloga y no es porque sea familiar mío pero es la mejor de todo el lugar.

-¿me harías ese favor?-afirmo con su cabeza y una sonrisa.

-gracias.

-la voy a llamar y te digo para cuando te pone la cita.

-gracias cathy,

Ella entro a la cocina y yo volví a la recamara, me duche y me puse un short a cuadros en tonos morados con una blusa de tiritas morada y unas sandalias. Cuando llegue a la cocina cathy ya tenía el desayuno hecho. Desayunamos juntas entra platicas, de sus sobrinos que la quieren mucho y que su hermana la critica diciendo que se los ha ganado con puros regalos… en eso sonó su móvil y salió a responder. Estaba terminando mi desayuno cuando entro con una sonrisa radiante.

- era Chelsea, dice que una paciente le cánselo a las cuatro que si quieres puedes ir y te atenderá con mucho gusto.

Me levante y le di un fuerte abrazo- gracias cathy, eres la mejor… ¿ira conmigo verdad?

-claro que si, así aprovecho para saludar a Chelsea que hace mucho que no la veo.

-entonces me dices a qué hora y nos vamos y ya está.

-¿Qué te parece si salimos de aquí a las tres porque está un poco retirado, y llegamos desahogadas de tiempo?

-perfecto entonces alas tres nos vamos- estaba tan emocionada que no sentí que ya había llegado Edward.

-¿a dónde van a ir a las tres?- dijo mientras me abrasaba por la cintura y apoyaba la barbilla en mi hombro. Y yo me paralice, no sé cómo le digo que voy a lo que voy.

-este… voy con cathy a…

-es que invite a bella a ir a saludar a mi sobrina que hace mucho que no la veo y le he hablado tanto de ella cundo nos llamamos por teléfono que tiene curiosidad de conocerla.

-si es así por mi está bien, pero me voy a sentir muy solito, solo no tarde mucho y si necesitan que las lleve o que valla por ustedes me dicen.

-iremos en taxi, después de todo me habías dicho que debías ponerte al corriente con el trabajo, revisar y contestar unos mails.

- tienes razón, la verdad es que estoy algo atrasado con algunas cosas.

-ves, mientras nosotras estamos con la sobrina de cathy, tú haces eso y cuando vuelva, te do muchos besos.

-me gusta lo que quieres hacer al regresar… mejor se van ahorita y vuelven en cinco minutos porque yo ya quiero mis besos.

-esposo viejo, te voy a dar un beso porque estas castigado te fuiste y no me diste un eso de los buenos días.

-perdón esposa bebe, te prometo que no volverá a suceder.

Y mientras cathy nos daba privacidad, tuvimos una buena sesión de besos. Decidí hacer yo la comida, ya que cathy tena mucho que hacer, al parecer las ventanas de la casa no querían quedar como a ella le gusta, y después de refunfuñar, la convencí y me puse a hacer pollo en salsa blanca, con unas verduras salteadas, y otras cosas más por si no les gustaba algo podían comer otra cosa, de postre hice una tarta de chocolate, con un glaseado especial que invente hace mucho un día que…bueno el caso es que combinaba perfecto con el sabor del chocolate.

Comimos los tres juntos como lo hacíamos hace varios días después de rogarle mucho a cathy. Les encanto todo y creo que los tomates estuvieron a punto de matarme por estar más roja que ellos.

Edward se comió varios pedazos de tarta, y dijo que lo que había sobrado era suyo y que nadie tena permiso de comérsela.

Al llegar la hora de irnos al ginecólogo, Edward se quedo encerrado en el despacho y nosotras salimos, un taxi nos levo y tal como lo había dicho cathy estaba bastante lejos.

Chelsea fue muy atenta y divertida, me reviso y me dijo la importancia que tiene llevar un control, y después de repasar varios métodos me aconsejo tomar la piadora, una especial que no tena altos niveles de hormonas y por ello era muy importante que no se me pasara ninguna… y que no debería tener relaciones hasta completar un mes de tratamiento, el cual iniciaría el en cuanto menstruara…

Después de la consulta charlamos de todo un poco y me agradeció que tratara tan bien a su tía… quedamos de vernos pronto… y me encargo mucho a su tita como ella le llamaba.

Al abrir la puerta de la casa unos fuertes brazos me recibieron haciéndome girar en los aires y repartiendo besos por toda mi cara...

- te extrañe, bebé.

- yo mas…

Y nos besamos como si no hubiera mañana. Me pregunto por la sobrina de cathy y le dije que era muy simpática y eso pero me dio pena contarle la verdadera razón de la visita.

Los días fueron pasando, el día que cumplimos un mes de casados, me llevo a cenar a un lugar muy romántico, ese día me di cuenta de que estaba total e irrevocablemente enamorada de Edward Cullen…

Las sesiones de besos nos dejaban bastante acalorados y con muestras físicas de eso, las manos de los dos querían reconocer el cuerpo del otro….pero aun no llegábamos a eso.

-bebé, un día de estos me harás morir de una combustión espontanea.- lo empuje alejándolo de mi-¿Por qué me alejas?

-no quiero ser la causante de tu muerte.

-que graciosita, no me importaría morir si es así.

Yo ya me sentía lista para hacerlo pero ahora no se podía, pues andaba en esos días… ya casi, falta poco…repetía como una mantra en mi cabeza.

El día llego, mi periodo se había ido y quería hacer algo especial, no sabía cómo pero lo haría…

Cathy me ayudo a preparar una deliciosa cena y me recomendó hacer un tiramisú, cuando terminamos me ayudo a acomodar todo en la recamara mientras Edward seguía encerrado en el despacho, al parecer estaba saturad de trabajo, y como lo hacía desde la casa, debía mandar los informes que hacia luego.

Me duche y me puse un vestido que se anudaba en el cuello y llegaba a medio muslo con unas zapatillas plateadas, el cabello me lo deje suelto en ondas. Y me maquille muy suave. Cuando estuve lista llame a cathy para que le dijera que viniera…preferí esperarlo sentada porque mis piernas temblaban como gelatina.

Cuando escuche el ruido de la puerta me puse de pie…al entrar se quedo mirando todo y a mí de pies a cabeza, el cuarto estaba decorado con velas aromáticas, y la mesa estaba puesta, en la cama había un corazón de rosas blancas y rojas.

Pero donde más se demoro viendo fue a mí, me recorrió de pies a cabeza, y se acerco como un león asechando a su presa.

- estas hermosa bebé… quieres matar de un infarto al viejo de tu ¿esposo?

-nunca fue esa mi intención, solo quiero estar contigo...-espero que entienda la indirecta- ¿acaso es malo?

- para nada es perfecto amor.- mi corazón hizo un ridículo baile de victoria al escucharlo decirme así- ¿celebramos algo en especial?- ups, creo que no agarro la indirecta.

-solo que quiero cenar contigo, solos.

- me encanta la idea… y que hay en el menú.

-todo lo que ves esta en el menú- ahora sí que la agarre…cruce los dedos.

-todo, todo…

Me tenia atrapada entre sus brazos recorriendo mi cuello con la nariz y así quería que le respondiera ja…si mi cerebro estaba en pausa total

-aja…bravo Bella gran respuesta.

-¿y si te digo que lo que se me antoja no está en la mesa?

-aja…oh si lo entendió… mi corazón y mi mente bailaban de la emoción mientras mi piel picaba de la anticipación.

Beso mis labios en un beso dulce pero intenso, y no soltó mis labios hasta que el aire fue indispensable, aun así no abandono mi piel, beso mi cuello dando pequeños mordiscos, sus manos no se quedaban quietas, sentí como desato mi vestido y cayó a mis pies, un gemido ronco salió de su garganta y ataco mis labios con fiereza.

-bebé, ¿estás segura?, si sigo no podre detenerme amor.

- aja… si hazme el amor, quiero ser tuya, porque te amo. Quera decirle tantas cosas pero no salía mi voz

-¿estás segura?

-aja…-y entonces mi cerebro funciono, bravo,- hazme tuya.

Me acostó en la cama con suma delicadeza, y recorrió mi cuerpo con sus manos haciéndome tocar el cielo, después saboreo toda mi piel con su boca hasta hacerme ver estrellas, para al final unirnos en uno solo hasta el amanecer… los detalles los guardo para mi …solo puedo decir que fue perfecto….

Cada vez fue mejor que la anterior y si en algún momento creí que no podía amarlo mas estaba muy equivocada, el ser suya, y sentirlo mío fue lo más maravilloso del mundo… ahora si era su esposa en tooooda la extensión de la palabra.

Despertar entre sus brazos, sin que nada se interpusiera entre nosotros, solo sintiendo su piel, es el mejor de los despertares, me encanto, nos pasamos toda la mañana en la cama, entre besos y caricias. Nos duchamos juntos, cabe mencionar que inaugurar el baño fue maravilloso.

Ese día no vino cathy y Edward hablo con ella que se tomara un par de días más con goce de sueldo, las consecuencias de estar solos en la casa fue una inauguración genial, si antes de hacer el amor no podíamos retirar las manos del otro ahora mucho menos estábamos viviendo una luna de miel genial, pero como todo lo bueno no es para siempre…

Estábamos acostados descansando del último maratón, y no precisamente de películas, cuando sonó su celular….

-¿diga?- al parecer no era alguien de su familia porque siempre contestaba por su nombre.

-en Nueva York…. ¡mañana!... yo hable con Marcus… si entiendo…no está bien… mañana a las dos…perfecto.

-¿qué pasa esposo?

-me ocupan en la oficina, llama a cathy paraqué te ayude a preparar el equipaje mientras yo preparo los papeles que tengo que llevar… -me dio un beso fugaz- perdona bebé, yo quería disfrutar más de ti…- ultimo lo dijo con voz ronca…

-anda, piensa que allá podemos inaugurar mas lugares….

-¿Quién eres tú y que hiciste con mi bebé?

- digamos que soy tu bebe mejorada….

-me encantas… como seas.

-anda ve antes de que te secuestre y no te deje salir de aquí…

-mmmmmmm, esa voz me agrada.

-esposo viejo, a tus años necesitas recargar energías para continuar… no quiero que después no puedas.

Se dejo caer sobre mí sosteniendo su peso en los codos, y atacó mis labios con un beso borra mentes. Y luego me hizo notar que estaba más que listo para seguir- si no tuviera tanta prisa te demostraría que no soy nada viejo bebé.

-anda ve mientras empacamos las cosas…

Salió del cuarto, y me puse a empacar mis cosas, después que llego cathy me ayudo con las cosas de Edward.

Tomamos un vuelo esa misma noche, y dormimos durante todo el trayecto. Me dijo que su familia tenía un departamento allí y que nos quedaríamos en el. Al llegar me di cuenta de que era muy lujoso el edificio y el departamento estaba en el penúltimo piso… al abrirse las puertas del acensar…

-te he estado esperando, esperaba que vinieras solo…

Wtf, ¿qué hacia ella aquí? …

Capítulo 4: Bruja Capítulo 6: pesadilla en Nueva York

 
15088104 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 11080 usuarios