Desde que tengo uso de razón siempre ocupaba mi tiempo en algo, cuando era niña mi mama me inscribía en cuanta clase se le cruzaba en frente, que pintura que yoga, costura hasta lecciones de piano tome. Cuando salí de la universidad entre de lleno a mi trabajo como secretaria de redacción- ya que antes había hecho mi internado en la misma editorial- siempre ocupando el tiempo en algo para sobre llevar mi tan escasa vida social, es tan deprimente mirar atrás en mi vida.

Ahora aquí en estas cuatro paredes con tan poco que hacer, que estoy haciendo con mi vida me pongo a pensar... el único hombre que me a interesado en la vida es mi nemesis, hay ocasiones que no se si lo amo o lo odio, es frustrante y apuesto que el ni siquiera ha notado mi presencia en toda mi vida. Lo peor de todo lo tengo a unos bloques y a menos que se empiece a fijar en los hombres no tengo la mas mínima posibilidad.

Solo estoy en una charlas las cuales no me interesa en lo mas mínimo, paso los días caminando por el parque que esta en el centro de "campus" en ocasiones me acuesto al asombra de algún árbol para disfrutar de los pocos rayos de sol que nos ofrece el otoño; pintando el paisaje de rojos y naranjas.

Me han invitado a participar de las fraternidades de la escuela-cabe decir que son las menos populares, solo están hambrientas por reclutar activos-, bueno por mi apariencia flacucha y desgualida (para ser un hombre parezco mas un niño) pero en las universidades se ve de todo. Lo que mas me pone nerviosa es la hermanita de mi amiga Rosalíe que esta en esta misma institución y varias ocasiones la he visto observándome de lejos con su característica sonrisa de niña buena y me siento desfallecer.

Que tal si esta niña híper activa me descubrió y solo se ríe de mi de lejos? Bueno eso no seria muy malo mientras no le cuente a nadie mi secreto. O si me le acerco y le trato de hacer platica? Hay no se que hacer! Yo y mi miedo a socializar...

Un par de semanas después la pequeña Alice decidió compartir asiento con migo en el parque, no se si ella noto mi nerviosismo. En ocasiones me sentí delatado pero todo fue bien. Estuvimos hablando- yo como Jacob claro- y para mi sorpresa me callo muy bien, a pesar de tener una apariencia tan infantil y juguetona es muy madura para su edad. Quedamos en vernos unos días después para almorzar; Al finalizar las clases yo pasaría por ella en mi moto para ir al muelle a Coco's un restaurante que tenia vista al lago, pasamos una tarde agradable y las salidas al parque se hacían mas y mas frecuentes.

Lo bueno nunca dura para siempre. Cuando Alice me comento que su hermano entraría a este mismo instituto para finalizar su carrera, dije tierra tragame. En pocas palabras me contó el drama por el que paso el pobre cuando su prometida a días de terminar la carrera y a solo un mes de la boda le fue infiel con un decano lo que lo sumió en una terrible depresión y por lo que me comento se convirtió en todo un holgazán pata de perro, tipo mi hermano -ósea yo?- lol.

El susodicho tenia una cita hoy en la mañana para entregar documentos y recibir asignaciones, - Solo espero no tener que toparme con este-

Por otro lado mi amiga Ross me había mandado un sinfín de mensajes al mail por que no contestaba las llamadas y estaba muy preocupada por mi, decidí tomarme el lunes libre y así no tentar al destino de encontrarme con . . . él, en algún lugar del campus.

Peluca tacones, un vestido, un poco de maquillaje. Es raro volver a ser mujer. Prefiero las converse y los pantalones holgados...

El desayuno con mi amiga fue ameno pero me sentía extraña, cuando decidí tener la reunión con ella no sopese los pros y los contras de la situación, pues he me aquí con una peluca que me hace picar hasta el alma, súper acalorada y nerviosa por ser descubierta, lo bueno es que me sentía mujer una vez mas. Para nada extraño mis "manolos" esos los uso mas por requerimiento en la oficina con mis "converse" estoy mas que contenta, pero igual no es lo mismo usarlas como niño a como niña... en fin, para mi desgracia llego un Edward muy enojado con Emmett gritando a los cuatro viento y sin tomar en cuenta mi presencia en el hogar.

-Que diablos le pasa a tu esposo? Cuantas veces les he dicho que no se entrometan en mi vida? Gritaba un exaltado hombre mientras entraba a la sala.

-Edward, te podrías calmar. Emmett solo quiere facilitarte las cosas, además tenemos visitas...

Me miro y vi fuego en sus ojos... tan apasionados pintados de negros. No podía liberarme de ellos. Me pareció una eternidad el tiempo que gaste arreglandome para después venir a encontrarmelo aquí. Salio como entro levantando tierra y sus manos en puños.

-Lo lamento Bella, es que..

-No te preocupes amiga -la interrumpi con una sonrisa-, yo ya me tengo que ir igual.

Salí literalmente con el corazón en la mano y despotricando e incluso mas enojada que Edward pero en mi caso era con el destino que se empeña en hacerme pasar malos ratos.

No se que le veo a ese hombre testarudo, mimado y malgeniado que me gusta tanto.