Enamorandome de un Gigolo

Autor: midnight_medianoche
Género: Romance
Fecha Creación: 19/09/2012
Fecha Actualización: 17/07/2013
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 4
Visitas: 20278
Capítulos: 17

Alice a sus 20 años es virgen, sus amigas intentan persuadirla de salir con chicos para que deje de serlo. En la ultima negativa, Bella y Rose, deciden pagarle a un chico para que salga con Alice, pero no cualquier chico.. un Gigolo. ¿Qué pasara cuando Alice se entere? ¿Perdonara a sus amigas por su traicion? Sobretodo, ¿Olvidara al chico del que se enamoro?

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esta historia es de  Paulinita Rathbone ... como siembre gracias a todos lo que leen 

bueno ella me pidio que recomiende su beta asi que aqui va:

Se llama Eve Sophie Runner Pattinson, del grupo de betas FFAD

pacecen si quieren

 

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Capítulo 5: capitulo 5 :D

_-Enamorándome de un Gigoló-_

-5-

Miré el imponente edificio de la familia Brandon, no podía creer que estuviera aquí cuando me prometí que jamás pisaría este lugar, no después de la tremenda discusión que tuve con mi padre hace dos años cuando le pedí, más bien le rogué, que trajera a Cinthya. Él sin dudarlo se negó, alegando que no era asunto mío y que lo dejara hacer las cosas a su modo, fue como dos semanas antes de que yo me fuera a la universidad. Ese día me prometí no volver hasta que él entrara en razón.

Supongo que desde entonces sigue sin entrar en razón. Toda esta situación es culpa de una sola persona, de una mujer, nada más y nada menos que de Leslie.

Entré al edificio y fui directamente al elevador, en mi camino a este pude ver que todo mi alrededor emanaba poder, un poder que siempre me hizo sentir incomoda, no es que no estuviera acostumbrada a todo esto pero desde aquel día evitaba todo contacto con este tipo de gente. Saludé a algunos empleados que se sorprendieron al verme, pues desde aquella ocasión yo no había regresado más. Entré al elevador y pulsé el botón del piso 69. Mis nervios aumentaban a medida que subía un piso, cuando el elevador abrió la puerta pude ver a Stacia en la recepción.

Me acerqué a ella y la saludé.

—Hola —ella me sonrió sorprendida.

— ¿Pequeña Alice? — ahora fue mi turno de sonreír—. ¡Dios tanto tiempo sin verte! ¡Mírate! Estás hermosa.

—Gracias, tú tampoco te ves tan mal.

Ella movió su mano restándole importancia.

—Querida, los años me están cayendo—ella comenzó a reír y yo la seguí. Stacia había trabajado con la familia desde que mi abuelo manejaba la compañía, a mi parecer aun le faltaban 2 años para jubilarse. Sinceramente yo adoraba a esta mujer, desde la muerte de mamá ella me llamaba a diario para saber como estaba pero a raíz de la discusión con mi padre dejé de responder sus llamadas y al parecer entendió mi punto porque también dejó de llamarme —. ¿A qué debo tú visita?

—Vine a ver a mi padre —respondí de mala gana — ¿Está desocupado?

—De hecho acaba de salir de una junta, así que no creo que le moleste verte.

—Eso espero —murmuré para mí—. Bueno será mejor que entre de una vez y que pase lo que tenga que pasar.

Me di la vuelta para entrar a mi posible primera discusión en dos años. Stacia me llamó antes de que lograra llegar a la puerta del despacho de papá.

— ¿Alice? —Volteé a mirarla— ¿Tu visita tiene que ver con tu hermana?

— ¿Cómo lo supiste? —pregunté confundida.

Ella me sonrió, mostrando una expresión que denotaba comprensión.

— ¿Por qué otra razón vendrías? — Asentí—. Extraño mucho a Cinthya, recuerdo cuando solía venir con su madre, ella no se estaba quieta para nada. Recuerdo como tu padre se ponía de todos los colores del coraje pero solo bastaba una pequeña sonrisa de ella para calmarlo.

Yo no podía creer que Stacia estuviera hablando del mismo hombre, supongo que eso fue mucho antes de que yo tuviera razón porque sinceramente yo recordaba muy poco de un padre amable.

—Así que te pido que no grites.

—No prometo nada.

—No seas tan dura con él—la miré sin entender—. También ha sufrido.

—No lo creo.

Giré sobre mis talones, me paré frente a la magnífica puerta, se escuchó un ruido haciendo que las puertas se abrieran. La oficina de mi padre, Nicholas Brandon, emanaba poder tan solo verla, era del tamaño de todo mi departamento, recuerdo que la decoración la había hecho mi madre pero ahora todo lo sobrio que se veía había sido remplazado por otra más moderna y sumamente frívola. En medio se encontraba mi padre escribiendo, al parecer notó mi presencia por lo que solamente levantó un dedo indicándome que lo esperara un momento. Con un gruñido me quedé esperando a que terminara lo que sea que estuviera haciendo.

Diez minutos después levantó la vista.

—Es un placer verte por aquí de nuevo hija —se recargó en su carísimo sillón. —Recuerdo que habías dicho que no volverías aquí.

—Créeme que si fuera por mí no hubiera venido —me crucé de brazos—. Pero solamente por alguien vendría a un lugar que me desagrada tanto —miré a mi alrededor—. Bonita decoración. —dije con mí sutil ración de sarcasmo.

—Gracias, tu madre…

—Se nota que con la edad has perdido el sentido para diferenciar el sarcasmo —lo interrumpí. Él me miró molesto, seguramente por el hecho de que no consideraba a Leslie del todo mi madre, bueno ella no lo era. Ella era mi madrastra y aunque teníamos una relación cordial no podía decir que éramos las mejores amigas, pensábamos de maneras distintas—. Iré al grano, vengo aquí para saber ¿Por qué demonios no has ido a ver a Cinthya? —su cara cambió de molestia a tristeza para luego igual de rápido pasar a la molestia de nuevo.

—Le doy al hospital lo suficiente como para que tú hermana tenga todo lo necesario. No le veo el caso estar yendo a cada momento, de todas formas no es como si se diera cuenta que estoy ahí ¿No?

La ira comenzaba a fluir por mi cuerpo.

— ¡Es tu hija maldita sea! —grité—. No puedes simplemente olvidar que existe.

—Mary Alice, no te permito que me levantes la voz jovencita —me gritó de vuelta, encarándome—. Lo que haga o deje de hacer es asunto mío.

—Pero Cinthya —traté de hablar más calmada pero él me interrumpió.

— ¡Tu hermana es responsable de sus acciones, ella merece todo lo que le está pasando!

Abrí los ojos sorprendida. Jamás consideré que mi padre le tuviera ese tipo de rencor a mi hermana. Siempre pensé que él no la culpaba por lo que le sucedió a mamá, que el hecho que de la mandara a ese centro era por su bien pero ahora veía que me equivocaba. Mi padre odiaba a Cinthya y no solo eso sino que también la culpaba por todo.

—De verdad la odias ¿no es así? —lo miré sonriendo sarcásticamente—. Bien, Cinthya y yo podemos lograrlo sin ti. Yo me encargaré de ella, no necesitamos nada de ti.

—No seas ridícula Alice— me dijo calmando un poco su tono— ¿Qué vas hacer? ¿Mantenerte sola? Sabes que te mando una buena mensualidad para apoyarte, sin ella no estarías estudiando una carrera que no es del todo barata — con que de eso se trataba, el dinero. Entonces le demostraría que no necesito de su ayuda.

— ¿Y sabes? Hace tiempo que no uso ese dinero —respondí burlándome—. De hecho desde la última vez que vine dejé de usar tu maldito dinero.

— ¡Qué! —esta vez el sorprendido fue él—. Pero yo siempre deposito ese dinero.

—Para que veas que en ningún momento te has preocupado por mi ¿Y sabes por qué? —No esperé a que respondiera—. Porque desde el momento en que te casaste con Leslie, te has olvidado de nosotras y solamente te has enfocado en ella y mi hermano, nosotras nos convertimos en una sombra en tu camino, porque de todo lo contrario te hubieras dado cuenta de ello o al menos me hubieras preguntado como me ha ido o si lo que me das me alcanza…

—Eso no es verdad.

—Claro que si, desde la muerte de mamá—vi pasar un rayo de dolor por sus ojos pero lo ignoré—. No has ignorado, solamente te has enfocado en tu trabajo y en darnos dinero…como si eso nos importara y después cuando te casaste con Leslie fue peor para nosotras, por ella dejaste a Cinthya en ese horrible lugar.

Me di la vuelta para irme de ese lugar, sabía que había sido un error haber venido. En el instante en que llegué a la puerta sentí como sujetaba mi brazo pero no me volteé.

—No sabes lo que dices —me dijo—. Yo las quiero.

—Demuéstralo—me solté de su agarre—. Pero lo que digo y lo sostengo, voy a sacar a Cinthya de ahí. Yo me quedaré con ella y ya veremos como nos las arreglamos sin ti.

—No tienes porque hacer eso.

—Claro que si, tan solo mírame.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

— ¡No puedo creerlo! —exclamó Rosalie cuando les conté todo lo sucedido.

Después de que salí del edifico, corrí todo el camino de regreso, a pesar de que era una distancia considerable no me importó, de hecho estaba tan enojada por lo sucedido que tenia que sacar toda esta frustración de alguna manera. De paso fui a la clínica y para empeorar las cosas, no me dejaron entrar a ver a mi hermana porque le estaban haciendo "pruebas de rutina", me quedé esperando un rato pero ni así se apiadaron de mi, decepcionada me marché de ahí.

—Pues créelo mana —le dije mientras tomaba mi refresco.

—Aun no puedo creer que te haya dicho eso —me dijo Bella—. Es que…sinceramente, fue muy cruel al decirte eso, él sabe perfectamente que Cinthya no hizo nada pero ¿de verdad vas a sacarla de ahí?

—Tengo que…Ahí hay algo que no me gusta nada —dije mirando a un punto de la pared—. Tengo que sacarla de ahí.

— ¿No tiene que autorizarlo tu padre? —preguntó Rose—. Puesto que es el responsable de tu hermana.

—No tiene por que, soy mayor de edad y tengo tanto derecho como él sobre lo que le pasa a mi hermana.

— ¿Pero si se niega? —insistió Bella—. Debes tener algo con lo cual respaldarte, no puedes ir así nada más y querer sacarla, necesitas algo así como asesoría legal.

—¿Crees que Edward podría…?—le pregunté, Edward era estudiante de ultimo año de Derecho, a pesar de que aun no ejercía totalmente, era ayudante en el despacho de su padre y sabía más o menos como ayudarnos.

—Tengo que preguntarle, pero no tengo ninguna duda en que aceptara.

—Gracias chicas, espero poder quedarme con Cinthya, sé que cuando esté lejos de ahí se pondrá mejor —solté un largo suspiro, ahora tenía que buscar otro trabajo para poder mantenernos a nosotras dos, gracias a Dios tenía una beca en la universidad.

— ¿En qué piensas? —preguntó Rosalie.

—En que ahora que esté Cinthya con nosotros, tendré que buscar otro trabajo para poder mantenernos. No creo que mi trabajo en la veterinaria de medio tiempo nos deje mucho dinero para las dos.

—Sabes que no tienes que preocuparte por eso Allie —me dijo Bella—. Puedes contar con nosotras.

—Eso sí que no —me negué—. Ya es mucho con que ustedes paguen la renta y yo no ponga nada.

—Pero…—volví a interrumpir.

—No Bella, sé que lo hacen porque me quieren pero quiero hacer esto yo sola… no haré que paguen por algo que es mi responsabilidad.

—También nos preocupa Cinthya Alice —dijo Rosalie—. A pesar de que no nos relacionábamos mucho con ella porque era mayor, si nos divertía con sus ocurrencias.

—Rose tiene razón, aun recuerdo cuando teníamos 12 años y ella le hizo una broma al de la pizzería y le mandaron al vecino 120 pizzas de anchoas, nos la pasamos riendo toda la noche al ver la cara de sorpresa del vecino cuando llego el pobre chico y le dio su "orden".

—Siempre nos hacia reír con lo que decía —Yo solo asentí con lágrimas en los ojos—. Así que si está en nuestras manos ayudarte, lo haremos.

—Gracias chicas —dije con mis lágrimas corriendo ya por mis mejillas—. Son las mejores.

No me resistí más y las abracé. Eran las mejores amigas que podía tener, siempre me apoyaban y estaban conmigo cuando más las necesitaba. De repente el timbre sonó, miré el reloj y ya eran las 3:00.

Jasper ya estaba aquí.

— ¡Oh por dios! —Me separé de mis amigas—. Es Jasper ¡Cómo se me pudo olvidar que iba a venir!

—Nos vemos —dijeron ambas mientras se iban corriendo.

Me limpie rápidamente la cara, me di un último vistazo en el espejo antes de abrir la puerta.

Y ahí estaba tan guapo como siempre. Iba vestido de manera casual, unos jeans a la cadera, con una camisa de color oscuro resaltando su pálida piel y su rubio cabello peinado, me sonrió pero en el momento en que me vio detenidamente su rostro cambió.

—Hola —le sonreí— ¿Pasa algo?

— ¿Estás bien? Se ve que estuviste llorando.

—No, nada de eso —contesté—. Es que solo estaba viendo una película dramática. Tú sabes, esas cosas nos hacen llorar las chicas.

— ¿Segura?

—Sí— le tomé del brazo y me despedí de las chicas desde afuera, y cerré la puerta— ¿A dónde vamos? —dije tratando de distraerlo—. Más bien ¿Me dirás a donde vamos? —logré mi cometido porque me sonrió.

—Esta vez si te lo diré —me acarició la mano, mandándome ligeros cosquilleos en ella—. Iremos a comer porque creo que no has comido —asentí—. Perfecto ¿Qué te apetece comer? Y no acepto un "lo que sea esta bien" ¿eh?

—Me apetece… comida mexicana.

—Suena genial, conozco un lugar donde preparan las mejores enchiladas que existen.

—Pues me gustaría probarlas, solamente he probado los burritos —dije apenada por mi falta de cultura gastronómica.

—Entonces te has perdido de mucho.

Caminamos por las calles mientras nos poníamos al día. Aun no le tenía suficiente confianza como para contarle todo lo que sucedía con mi familia pero dejé que él acaparara la conversación, sobre como le había ido con sus estudios acerca del calamar gigante en Japón también sobre algunos estudios acerca de criaturas marinas que se encuentran debajo del océano en la parte más oscura del mar.

— ¿En qué año vas? —cuestioné pues aun no le preguntaba aquello.

—Voy en tercer año pero los estudios los he hecho por mi cuenta con ayuda de un maestro.

— ¿Te gusta mucho lo que haces?

—Al igual que tú.

De eso estaba segura, amaba mi carrera aunque fuera tan cara. Eso me recordó que tenía que pensar en Cinthya.

— ¿Pasa algo? —Jasper me detuvo—. Desde que saliste te noto algo diferente, por lo regular tú eres la que habla mucho pero hoy estás muy callada.

—Estoy bien —él me miró con una expresión que decía que no me creía nada—. Problemas familiares, eso es todo.

— ¿De verdad? —Asentí no muy convencida—. Bueno

Seguimos caminando hasta que llegamos a un restaurante llamado "El Nopalito", me quedé mirando el nombre, sonaba muy extraño pero a la vez original. Jasper me abrió la puerta como todo un caballero, le sonreí. Él pidió una mesa algo alejada de los demás, sacó la silla para que me sentara, le volví a sonreír como forma de agradecimiento.

Un chico con aspecto latino se nos acercó.

Buenas Tardes, mi nombre es Manuel ¿Qué les puedo ofrecer? —nos dio a cada uno un menú, leí lo que ofrecían pero no entendía que era cada cosa, así que solo me guié por las imágenes, aunque algunas no les hallaba forma, me fui por la que me parecía más apetecible—. ¿De verdad quiere pedir eso?

— ¿Por qué? —pregunté con miedo.

—Alice pediste un chile relleno —lo miré esperando a que continuara—. Es que ahí es un albur, puede que te toque un chile que pique o uno que no pique y considerando que es la primera vez que comes comida mexicana, no creo que sea buena idea, puede irritarte el estómago.

— ¿Eso es malo? —ambos asintieron— ¿Entonces qué pido?

Jasper miró el menú por un momento, antes de señalarle algo al camarero que también asintió y anotó algo en su libreta.

— ¿Qué pediste?

—Una orden de picaditas, con salsa no tan picosa, eso te va gustar…pedí una orden variada.

Yo volví asentir. El chico nos preguntó por las bebidas, de nuevo Jasper nos pidió una jarra Tepache para los dos, otra vez tuve que preguntarle que era, en pocas palabras era jugo de piña fermentado. De nuevo lo mire extrañada pero la igual que lo otro me dijo que me gustaría.

—Deja de poner esa cara Alice.

—Es que no tengo idea de que pediste— me crucé de brazos.

—Te va gustar, eso te lo aseguro.

—No sé si creerte.

— ¿Confías en mi? —me le quedé viendo. Claro que confiaba en él, había algo que me decía que lo hiciera.

—Si —dije convencida.

—Entonces relájate.

Seguimos platicando hasta que llegó nuestra comida. Miré el plato y la jarra con el ceño fruncido, el mesero nos puso un plato extendido a cada quien, yo me quedé sin nada que decir. Jasper tomó una de las picaditas y me la puso en mi plato. Yo seguí sin tocarla, mientras que él tomaba la suya y le daba un mordisco.

— ¿No tienes hambre?

—Es que se ven raras.

Él comenzó a reír, tomó una y me la tendió.

—Prueba —cerré la boca y negué—. Alice no te portes como una niña. Anda prueba

Abrí mi boca y tomé el pedazo de comida que me daba, al principio sentí que un ligero sabor picoso inundó mi boca y esta comenzó a arder pero después el sabor de la crema y el queso mitigaron el ardor. Ahora que lo probaba mejor no sabía tan mal, estaba deliciosa.

— ¡Qué rica!

— ¿Ves? Te dije que te gustaría

Me comí la mía que era de color rojo y de la misma manera la picazón era remplazada por la mezcla entre esta y la crema. Después Jasper me hizo tomar la bebida que también estaba muy rica. A decir verdad la cena estaba deliciosa para la próxima traeré a mis amigas aquí, seguramente esto será un reto para las dos.

— ¡Qué rico estuvo!

—Ahora viene el postre —tomó el menú que nos dejó el mesero— ¿Qué se te antoja?

— ¡Ilumíname! —le di de nuevo carta blanca para que eligiera.

—Veamos…—comenzó a hojear el menú, hasta que dio con algo— ¿Arroz con leche?

—No lo sé…pero creo que no hará reacción con la piña —ahora que lo pensaba si había comido jugo de piña y agregándole la leche, no, no quería terminar como Rose— ¿Qué te parece un pastel? ¿Pero sabes qué? Estoy llena, mejor vayamos a caminar y nos compramos un helado.

—Me parece bien.

De nuevo Jasper pagó la cena. Salimos del restaurante y fuimos a un kiosco para comprar esos helados. Pasamos el resto de la tarde platicando sobre cosas banales, de nuestros gustos, lugares que nos gustaría visitar, hasta donde queríamos llegar y por último la… familia.

—Solo espero encontrar a esa persona a quien ame intensamente, así nunca dejarla ir —me dijo, mientras nos deteníamos en el porche del departamento.

—Eso es muy bonito Jasper, espero que no tardes mucho en encontrar a esa persona —dije con un deje de dolor, seguramente el buscaba a una chica mejor.

—No creo que deba buscar mucho —me detuvo y se me quedó mirando.

— ¿Ah no?

—No porque que la he encontrado.

Otro pinchazo de dolor. Pero si era así ¿Cómo es que salía conmigo?

—Sé lo que estás pensando —me tomó de las manos—. Y salgo contigo, porque eres tú, Alice, desde que te vi por primera vez supe que eras tú esa chica.

— ¿De verdad? —mi cara debió ser de sorpresa.

—Si, sé que es muy pronto para decidir algo pero quiero que seamos más que amigos Alice—con el dorso de su mano me acaricio la mejilla, comencé a respirar entrecortadamente—. Me gustas Alice y mucho, por eso quiero que llevemos lo nuestro a otro nivel, que nos demos una oportunidad ¿me aceptas?

—Yo… —quería gritar si ¿pero no era muy pronto? Miré a Jasper que estaba esperando una respuesta y lo supe al ver sus ojos—. Claro que me gustaría Jasper, tú también me gustas mucho.

—Grandioso —me sonrió mostrándome todos sus blancos dientes— ¿Entonces puedo presumir que eres mi novia?

— ¿Cuándo me lo pidió señorito? —me hice la enfadada

—Bueno, como estamos en el siglo XXI, creo que no era necesario pero quiero que estés a gusto así que…—le dio un beso en mi mano— ¿Quieres ser mi novia?

—Así está mejor.

Como si eso hubiera sido una petición más acercó su rostro al mío y en un tiempo que me pareció escaso presionó sus labios con los míos. Yo enredé mis dedos en su cabello para retenerlo, lo que le pareció gracioso porque comenzó a reírse y de nuevo me besó.

—Eres adorable —me sostuvo entre sus brazos—. Pero creo que ya es hora de dejarte ir.

— ¿Por qué?

—Porque…—levantó la mirada—. Tenemos compañía.

Volteé hacia donde dirigía su mirada y me di cuenta de que Rose y Bella estaban pegadas en la ventana con las bocas abiertas.

—Es verdad— bufé.

—Te veo mañana —me dio un beso en la mejilla—. Buenas noches.

—Buenas noches

Con un último beso en los labios, se alejó y yo lo vi desaparecer por las calles.

— ¿Y? —Rose estaba con los brazos cruzados— ¿Tienes algo que decirnos?

—Este… —intenté correr a mi cuarto pero Bella me interceptó— ¡Bella!

—Antes de que corras, dinos… ¿Qué onda?

No tenía salida, las miré a las dos, fui al sofá con ellas tras de mi. En cuanto estuve bien sentada comencé a decirles todo lo que hicimos esta tarde y como me pidió que fuera su novia. Rose gritó como loca pero Bella solo se me quedó mirando.

— ¿Estás bien? —le pregunté

—Si, solo que se me hizo muy rápido todo esto.

—Pero me gusta —ella solo asintió, se notaba que quería decirme algo más—. Quiero decir, es todo lo que siempre deseé, es guapo, inteligente, divertido y de una manera extraña yo le gusto.

—Estamos felices por ti Alice— intervino Rose—. Es que Bella se preocupa por ti, eso es todo. —le dio un codazo a mi amiga.

¡A con que eso era todo! Bells siempre se preocupa innecesariamente.

—Todo está bien Bells, no tienes que preocuparte, yo me sé cuidar sola.

—Si Alice, son solo cosas mías —me sonrió apenada.

—Estoy cansada— me levanté —. Nos vemos mañana —me fui a mi habitación, me quité toda la ropa para ponerme mi piyama y dejarme caer en mi cama.

Pasar tiempo con Jasper me hacía sentir bien, por unas horas me olvidé de mis problemas, sobre todo que dentro de unos días tendría que regresar al hospital para liberar a Cinthya y con esa idea me quedé dormida.

POV Bella

Una vez que di por hecho que Alice no nos escucharía solté todo.

— ¿Qué demonios pasa Rosalie? —le casi grité— ¡No tenía que llegar a tanto!

— ¡Cálmate Bella! —me dijo—. Nos va a escuchar

—Nada que me calme ¿Qué no ves lo que pasa? —le pregunté enojada—. Alice se está enamorando de ese chico.

—Eso no es verdad.

— ¡Maldita sea! —grité exasperada— ¿Qué no lo ves? Su rostro lo dice todo, tenemos que terminar con esto.

— ¡Isabella! Deja de hacer un escándalo, aun no ha pasado nada malo.

— ¡Tú lo has dicho! ¡Aun! —le dije desesperada— ¿Esperaras a qué pase algo? Que ella se enamore completamente de ese chico para que luego la deje y ella quede destrozada.

—Sé que Alice se dará cuenta de que no le gusta tanto, ya sabes como es Alice —me dijo como si fuera obvio—. Deja de actuar como si fuera el fin del mundo.

Yo la miré frunciendo el ceño, estaba tan enojada, no podía permitir que esto siguiera así.

—Le voy a decir todo— comencé a caminar hacia el cuarto de Alice pero la mano de Rose me detuvo.

—Espera, no hagas una estupidez—me dijo en un susurro molesto—. Tenemos que esperar un poco a ver como se dan las cosas, tampoco actúes por impulso, recuerda que ella ahora no está para esas cosas ¿Recuerdas que ella tiene que ser fuerte por su hermana?

En esa parte tenía razón, ya tenia suficiente con lo de su hermana como para agregarle esto. Pero aun así no me quedaría callada esperando a que mi amiga sufra, eso si que no.

—Un mes —dije segura—. Si Alice no termina con ese chico en un mes yo se lo diré y no quiero me que detengas ¿oíste?

—Me parece razonable —me soltó—. Y cuando te refieres a todo…

—Si, asumiré mi parte de la culpa y esperemos que Alice nos perdone.

Asintió, un mes…el tiempo estaba en contra nuestra. Un mes tenía Alice para terminar con esto que la haría sufrir aunque ella no lo supiera.

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si ya se... me odian porque no actualice seguido, es que la verdad no tengo mucho tiempo, pero ustedes tampoco dejaron muchos comentarios ehh, me deprimi un poco por eso, pero bueno por lo menos se que a alguien le gusto la historia jeje

¿Qué les pareció? Como ven las cosas ya se están poniendo bastante interesante, Alice ya esta comenzando a sentir cosas por Jasper y este al parecer también, el único problema es Bella que se las masca por decirle a Alice lo que pasa ¿Se lo dirá?

pd: espero comentarios, cuanto mas halla mas rapido actualizare eh jaja si por lo menos hay 2 nuevos mañana si o si actualizo jeje

bye

cuidanse

Capítulo 4: Enamorándome de un Gigoló 4 Capítulo 6: CAPI 6 :D

 
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