El comienzo

Autor: Eeteelviinaa
Género: Romance
Fecha Creación: 08/12/2011
Fecha Actualización: 13/12/2011
Finalizado: NO
Votos: 2
Comentarios: 0
Visitas: 4171
Capítulos: 5

Isabella Swan, es una joven común a la vista de todos, pero en realidad guardo un oscuro secreto,ella no es como cualquiera, es una bruja. Se muda a los Estados Unidos en busca de emoción, que encuentra al enamorarse de la persona incorrecta... luchara contra todos los que se opongan, pero ¿Qué sucederá cuando Jacob sea quien se meta en su camino?...

Hoola! Bueno, acá les traigo una historia que se ideo en mi cabecita loca, pero que la ajuste para ser basada en Crepúsculo. Es como la historia real, solamente que le agregue unos plus, y obviamente cambie lo que susede! Bueno, diganme si les gusto! 

Besos, espero sus comentarioss!

Eeteelviinaa (Camii (: )

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Capítulo 5: Capitulo 5: "La casa de los vecinos"

Casi no preste atención a la siguiente clase que tuvimos, que fue.. No lo recuerdo. Solamente pensaba en el maldito Edward... No era justo que lo odiase sin conocerlo, pero ¡No podía hacerme pasar esto! -Basta- me dije, me estaba volviendo loca y apenas si llevaba un día en Forks. 

Al final de clases, me fui rápido al estacionamiento. Para mi poca sorpresa, allí estaba Alice, con una gran sonrisa, esperándome.

-¡Bella! ¡Hola! Te iba a preguntar si te gustaría que te llevaramos- no sabía que decir...Era una oferta muy tentadora... 

-Hola Alice, yo...- suspire- De acuerdo- le dije, y se emociono, ¿Por qué? No lo se.

-Genial, genial, GENIAL- dijo dándole un toque dramático al último "genial".

-Ya Alice, ¿Estas bien?- pregunté burlona, apenas la conocía, pero ya me caía de maravilla. A pesar de ser un vampiro chupa sangre, tenía su encanto.

-Oh Bella, Bella... Mejor que nunca- contestó misteriosa, por lo que me rei -Ven, sube- me dijo mostrandome con un gesto un bello Volvo plateado, estacionado dos autos a la derecha.

-Bien...- me acerqué con ella al lado -¡Ho! Al, ¿No les será...? Ya sabes... ¿difícil?- me miró ingenua.

-No te preocupes Bells, no te comeremos, pero... Jasper aún no se acostumbra...¿No te molestará ir con las ventanas abiertas?- Me quedé en shok. Primero: Me dijo "Bells". Segundo: Iba a viajar en el mismo auto que un vampiro inadaptado al vegetarismo... Genial.

-Eh... yo.. No hay proble-e-ma- dije tratando de sonar casual, aunque mi tartamudeo no me ayudo.

-Ay, pequeña, no te preocupes, enserio, no dejaremos  que nada te pase...- ¿dejaremos? ¿Plural?

-Claro, Edward tampoco quiere que mueras, obviamente-

-¡Ey! ¿No qué no podías leer mi mente?- sonrió.

-No, dije que no podía leer lo importante, solo lo superficial- explico.

-Prometeme no decir nada, ¿Si?- dio un suspiro.

-Bien, no diré nada sobre tu pregunta mental...-

-No, no dirás nada, sobre NADA, ¿Entendido duende?- me miró indignada.

-Pff.. esta bien...- subió al auto, en la parte trasera y me indicó que la siga. Obedecí y entre en el flamante auto. Edward estaba de conductor y Jasper sentado en el asiento de copiloto. Lo noté tenso. Ellos ya tenían abiertas sus ventanas, Alice abrió la suya cuando entramos. Cuando quise abrir la mia para facilitarlos más, Edward me paro.

-No haría eso si fuera tu... Creéme, no querrás que tres vampiros reciban una oleada de tu olor con el viento- dijo burlandose.

-Mmm.. no, aprecio mi vida, gracias- Asintió y el viaje transcurrió en silencio. 

Al llegar, Jasper bajó automáticamente. 

-ho...- escuche murmurar a Alice, quien bajo enseguida. Cuando iba a abrir mi puerta, está se abrió sola... O más bien, la abrió Edward. Quede con los ojos abiertos como platos, el estaba sosteniendo la puerta, y me ofrecía su mano para bajar. Me sonroje y acepte el gesto. Una sensación electrizante recorrió mi cuerpo, tanto que casi no me doy cuenta de su gélido tacto. Al parecer el también lo sintió, ya que al instante me soltó. Instintivamente bajé la mirada al suelo. Avance sin levantar la vista. Hasta que llegué a unas escaleras de madera, y pensé que ya era seguro mirar. Lo que vi me dejo asombrada. Una colosal casa blanca se alzaba por encima de mi cabeza. Al rededor había un hermoso jardín colorido y bien cuidado. Una típica casa de algún multimillonario, pero definitivamente, no una casa de vampiros. 

Entre dudosa. Seguí a Alice por un sin fín de pasillos, subí dos escaleras, y luego de andar un rato más, llegamos a un despacho. Antes de que tocaramos la puerta, una voz masculina grito -Pasen- Allie abrió la puerta, dejando ver una amplia habitación de paredes rojas, que realmente estaba más constituída por estantes con libros que con pared. También tenía muuchos cuadros, y en medio de la habitación había un escritorio de madera oscura, con un ordenador nuevo, un globo terraqueo, varios papeles y una libreta que estaba siendo utilizada por el señor sentado en la enorme silla de terciopelo rojo detrás del escritorio. Era un hombre rubio, cuya cara mostraba su sabiduría y bondad, además de su paciencia.

-Bienvenida, Bella. Mi nombre es Carlisle.- Quede boquiabierta, pero cerré mi quijada rápidamente. ¡Su padre parecía solo unos años mayor que nosotros!

-Ho...Hola Carlisle, un gusto- sonrió.

-Tengo entendido que deseas una tregua, ¿No es así?- pregunto amistoso.

-Así es...- me límite a decir.

-Bien, sientate- me indico una silla negra y acolchonada del lado opuesto de su escritorio -Yo no quiero guerras ni matar a nadie, por lo que voy a aceptar tu tregua, siempre y cuando cumplas con una condición- dijo impasible.

-Gracias, no hay problema, ¿Cúal es la condición?- pregunté aliviada y curiosa.

-Que NADIE sepa sobre nosotros...- dijo serio. Yo asentí -Gracias Bella, de verdad, queremos vivir en paz, realmente te lo agradesco- sonreí tímidamente - Bien, ya pueden irse, si quieren puedes quedarte un rato por aquí- solo asentí y me fui tras Alice. Pero solo bajamos una escalera, y me guió hasta una habitación rosada, violeta y negra.

-¿Y este lugar?-

-Mi cuarto- dijo orgullosa.

-Wow, es realmente... Wow- ella se rió, una risa cantarina.

-Gracias Bells. ¿Nos sentamos?- me dijo señalando una mesa con tres sillas que estaba en medio de la habitación.

Sin responder solo me fui a sentar.

-Bien, se sincera, ¿Qué me vas a preguntar?- por un momento pareció sorprendida, pero luego respondió:

-Eres muy perspicaz, ¿Sabes?- rio- Y, ya que preguntas, si, de echo te tenía, que.. preguntar algo - parecia dudosa.

-¿Qué?- dije, aunque por dentro me asustaba lo que me pudiera preguntar.

- Te gusta mi hermano, ¿No es así?- dijo sin rodeos. Me quedé estática.

-Yo...- me miro esperando -Yo... Alice, no se que decir, apenas lo conosco, creo que ni eso, yo... ¿Sabes qué? Hagamos esto: Me preguntas en dos semanas y ahí te respondo- Me miro insatisfecha.

-Bella, eso no responde a mi pregunta...-dio un suspiro, a pesar de que no respiraba -Aunque sea dime, ¿Te parece lindo? ¿O no?-

-¡Alice!- le reclamé, y ella rio, presiento que será mi amiga, me dije.

-Si, yo también lo creo... De echo lo se- rio de nuevo, yo la miré con un enfado teatral.

-Pero, no respondieste a mi pregunta Isabella- me tensé...¿Debería decirle la verdad? Bueno... ¿Qué podría pasar de malo?

-Uf... Está bien...Tal vez si...¿Cotenta?- dio saltitos alegre.

-¡Lo sabía!- su vista se perdió en la nada un momento. 

-¿Alice? ¿Estas bien?- pregunte preocupada.

-Si...Yo, necesito hacer algo, ya vuelvo- dijo al tiempo que salia de la habitación. 

Así que me quede sola. 

Me pusé a ver los cuadros. Había muchos de Alice y Jasper, pero eran de años inimaginables. Había un cuadro en el que estaban ella y Edward, lo reconoci por su cabello y sus adorables ojos, Alice tenía un vestido con corsé, que lucía muy antiguo, y Edward vestía como un principe azul...Irónico, ¿No? Pero así era, llevaba un traje azul como de principe...

Escuche un suave golpear de la puerta.

-Alice, Jasper te man...- cuando entro me miro incrédulo- ¿Qué haces vos acá?- 

-Bueno, ustedes me trajeron, ¿Lo olvidas?- pregunte con enfado.

-Digo...¿Qué haces sola acá?- corrigió más amable.

-Alice se fue, dijo que tenía que "hacer algo"- hice comillas en el aire al decir lo último. El lanzó un bufido.

-Bien, entonces tardará bastante- dijo al tiempo que se sentaba.

-Em...¿Tenías que darle algo?- pregunté aún lejos. El se rió.

-Creo que después de todo no- 

-Pero dijiste que Jasper le mandaba algo...-

-Si, pero al final era una excusa- 

-¿Para qué?- me miró.

-Para que estuviésemos a solas- me quede sorprendida, pero luego me empecé a enojar, dándome cuenta  a qué se refería...

-Alice- 

-Exacto- sonrió de costado, esa sonrisa me dejo embobada. Cuando me di cuenta de la cara que debía de tener en ese momento miré a otro lado.

-¿Por qué?- pregunté sin saber porqué lo dije en voz alta. Lo pensó durante unos segundos.

-Creo que... esta entusiasmada con nosotros-  dijo al fin dudando.

-¿Qué?-  lo dije más como sarcasmo que como pregunta.

-No lo se, ella es así... supongo- me volvió a mirar -¿Te vas a sentar o no?- quedé petrificada.

-¿Yo?- claro que si idiota, ¿Quien más? me dije. El volvió a reír, y está vez me sonroje. 

-Si, vos- me dijo con una perfecta sonrisa. Me acerque inconsciente, hasta sentarme.

-De nuevo, ¿por qué?- esta vez lo dije porque quería saber.

-Porque estoy seguro que hasta que no crucemos palabra No va a volver- 

-¿Es así siempre?- frunció los labios para luego decir:

-Si, siempre- me reí tontamente.

-Supongo que me tengo que acostumbrar...- ¿Acostumbrar? ¿Esperaba seguir viniendo?Mm.. Si, Alice era genial.

-Creo que si, y te advierto, es una fanática de la moda, van a tener muchas excursiones a Port Angels. Además de que no te va a dejar usar cualquier ropa...- suspiró, y miró su ropa -A mi y a Jasper ya nos tortura...- reí junto con el.

-Excelente, y yo que tengo aversión hacia la moda- me burlé.

-Será más tortuoso aún en ese caso- 

-Si...- me lamente -¿Sabes? Para ser un vampiro, Alice es genial...- quedó congelado durante un rato.

-Y vos, para ser una bruja, te llevas muy bien con los vampiros- sonreí.

-Que raro, porque usualmente no me llevo genial con las personas...-

-Pero, nosotros no somos personas, somos vampiros...-  se lamentó.

-Si, pero yo tampoco soy una persona, soy una bruja...-

-No es lo mismo...No sos un monstruo...-

-Si, lo soy- dije duramente.

-No, no lo eres-

-Sabes que si lo soy, ustedes se alimentaran de sangre, pero nosotras del alma, somos todavía peores...- bajé la vista.

-No te alimentaste de ninguna todavía, yo si...- se notaba el lamento en su voz.

-Todavía...- Decidí cambiar un poco el tema- Edward,- se sentía raro decir su nombre en voz alta-Ustedes, bueno... ¿Ustedes se...alimentan en Forks?- rió fuerte.

-Si, pero no de esa forma- 

-¿Cómo...?-

-Somos "vegetarianos", ya sabes, nos alimentamos de sangre de animales...-  Me quedé pensando, adentrada en mis pensamientos...

-¿Bella?- escuche -¿Estas ahí?- sacudí mi cabeza y regresé a la normalidad.

-¿Eh?- se empezó a reír de mi, de nuevo. Me sonroje bastante...

-¿Eso fueron tus pensamientos profundos?- 

-Si...- murmuré.

-Y, ¿Por qué te pasan?- dijo ya sin reír, quedando solamente una bella sonrisa en su rostro, por lo que baje la vista para concentrarme.

-Siempre que algo... malo... se acerca me sucede, al igual que con los sueños...- expliqué atolondradamente.

-¿Algo malo?- preguntó curioso.

-Si... por ejemplo, la última vez que me paso fue...- no podía continuar, se me quebraría la voz- Fue cuando... mi padre falleció...- sentí lagrimas que amenazaban con salir, tendría que olvidarlo tarde o temprano, ya habían pasado bastantes años...

-Ho... Ya veo, lo siento...- 

-Está bien, ya paso tiempo, tengo que acostumbrarme- intenté sonreír, pero no logré más que una tímida sorisita corta. -Alice todavía no llega, Que le habrá pasado...- 

-Tienes razón, mejor voy a buscarla...- dijo mientras se paraba y se iba. Quise gritarle que no, que se quedará, pero ya estaba fuera. "Eres muy inteligente Bells" me dijo esa molesta voz en mi cabeza. -Fantástico, ya me estoy poniendo loca- dije en voz baja.

Espere unos 10 minutos, y al ver que no volvía decidí ir en su búsqueda. 

No tenía idea por donde caminaba, solo avanzaba. Había cruzado unos 7 pasillos y subido y bajado una misma escalera 3 veces. Cuando estaba por rendirme, giré en un pasillo y me encontré con la imagen más hiriente de mi vida. Con lo último que me quería encontrar.

Era Edward... besando a otra chica... 

-¡Ni siquiera es guapa!- grite en mi fuero interno. Y así era, era una chica un tanto más alta que yo, con el cabello marrón grisáceo, ojos verde-pardo, una nariz de bruja y una sonrisa malévola. NADA linda. 

¿Qué hice? Empecé a llorar, y salí corriendo. Ni siquiera sabía a donde, solo corría, buscando lo que fuese, a Alice, su cuarto o la salida. 

Hasta que me detuve en seco. Sequé mis lagrimas y volví al "lugar del echo". Tenía una malvada idea en mente.

 Cuando llegué de nuevo, ¡Todavía se besaban!

Carraspee la garganta, provocando que se soltaran y me miraran. Edward estaba algo sorprendido, y la cosa con patas que se hacía llamar "chica" me miraba molesta.

-¿Si?- preguntó con una voz asquerosamente linda la muy caradura.

-Edward, Alice no llego así que fui a buscarla, pero me perdí- dije inocente mirándolo solo a el. 

-Te ayudo a buscarla entonces- se soltó de la prisión de los brazos de la monstruacidad, que, aunque no quisiera aceptarlo, algo linda era...

-Genial- le dije dando mi mejor sonrisa, y aprovechando que el no mirada para sacarle la lengua a la chica que me mirada llena de ira.

Cuando estuvimos lo suficientemente lejos, le pregunté:

-¿Tu novia?- soltó una risita.

-De echo no, es una amiga de la familia que esta enamorada de mi- dijo con naturalidad y hasta burla. ¿¡Cómo podría reírse de eso!?-

-¿Amiga? Claro, que amigas que tenes...- dije molesta -¿Cómo se llama?-

-Tanya, "Mamá"- dijo riéndose.

-Solamente quería saber, "hijo"- dije aún molesta.

-¿Estás celosa?- quedé estupefacta...¿Tan obvia era?

-¡No! Solamente preguntaba...- me calme.

-Claro...- dijo con una sonrisa -Estas celosa- murmuro.

-Claro que no, ¿por qué habría de estarlo? Solo somos amigos...- dije lanzándole una mirada asesina. Odiaba que: Uno, me descubrieran, y dos, que insistieran con algo que me molestaba.

-Como digas... celosa- dijo en voz baja burlona. Solté un bufido y callé, no valía la pena seguir insistiendo.

Bajamos las escaleras y nos encontramos con Alice, que hablaba con Jasper, sonriente.

-¡Bella! Lo siento, un pequeño problema- sonrió ahora con maldad.

-Mm... Claro- dije. En parte le agradecía, había podido hablar con Edward, pero también lo había visto con la fea "Tanya"-Alice, creo que es hora de irme-.

-Claro Bella, te acompaño- dijo mientras avanzaba esperando que la siguiera. Jasper subió las escaleras, desapareciendo.

-Hasta pronto- dijo Edward sorprendiéndome con un beso en la mejilla. El color me subió al rostro.

-Yo... Adiós...- me límite a decir mientras me alejaba, viendo esa sonrisa de costado asomándose en su rostro.

Cuando estábamos ya en la entrada Alice me dijo:

-¿Y eso?-

-Allie, no te hagas la tonta, creo que sabes más que yo- se rió.

-Tienes razón...- soltó un suspiro -Sabía que este día llegaría...- miró a la nada, secándose una lagrima invisible.

-¿Esté día?-

-Me gusta "Allie" a partir de ahora me dirán así- dijo cambiando de tema. Esta vez suspiré yo.

-Veo que no te sacaré nada...- 

-Wow Bella, que bien me conoces en tan poco tiempo- reímos.

Me despedí de ella en el gran portón que te sacaba de esos muros, y fui hasta mi casa.

Llegué a las 5 de la tarde, exhausta. 

-Valla primer día- dije hablando sola. Me tiré en la cama, intentando razonar sobre lo ocurrido ene este primer día, con mis nuevos vecinos, en este increíble primer encuentro...


Capítulo 4: Capitulo 4: "Primer encuentro"

 


 


 
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