Ajenos al destino (+18) ©

Autor: vickoteamEC
Género: General
Fecha Creación: 12/09/2011
Fecha Actualización: 14/02/2012
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 164
Visitas: 72700
Capítulos: 20

 

¡FINALIZADO!

Isabella Swan, una exitosa empresaria decide dar un giro a su vida mudándose al pequeño pueblo en el que vivió cuando era niña.

Tras un gran agotamiento físico y mental; decide dejar a cargo de sus negocios a Ángela, su mejor amiga y socia. Y retirarse del ajetreo, las prisas y la adicción al trabajo que le ocasiona su vida en la gran manzana. Deja atrás computadoras, teléfonos celulares de última tecnología y coches modernos; para ahora enfrentarse a biberones y pañales. Entrega solicitud en una importante agencia de niñeras en Port Angeles, en la que es aceptada de inmediato.

Tras el inesperado cambio, toma la decisión de vivir de nuevo con su padre en el pequeño pueblo de Forks y retomar su antigua vida entre las montañas y los bosques.

El destino le tiene preparadas muchas sorpresas, entre ellas una pequeña que deberá cuidar como parte de su trabajo y que la hará retomar el curso de lo que, según ella, estaba en el pasado y jamás volvería a ocurrir.

 

*******************

Los personajes (y todos sus derechos) son propiedad de Stephenie Meyer. Sólo la trama es de mi creación.

 

PROTEGIDO POR REGISTRO DE DERECHOS DE AUTOR  SAFE CREATIVE

 

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Capítulo 5: DESEO EL CIELO, EL SOL Y TU AMOR A TRAVÉS DEL TIEMPO

 

CAPÍTULO 18+

 

S O R P R E S A ! ! ! ! !

Holaaaa!!!!!!!

Aquí les dejo éste cap. (me atreví jeje) tratando de recompensar un poquito mi maldad :B

Sí, sí... ya sé .... tardé una eternidad para.... ¿esto? No me maten!!! u.u

Éste cap es, especialmente, para mi colaboradora estrella ;D , para mi mami que me encantan todas sus lindas palabras y sus consejos! Y a mi hermosa y enorme familia que tanto amooooo!!!!!!

Tmb se lo dedico con mucho cariño a cierta personita que me tiene muy abandonada ¬¬ .... Isabella!! Haber hasta cuando vienes eeee!!! ¬¬

Jeje

Ésta vez el cancionero quedó muy grande :S Van a encontrarse con unos numeritos dentro de la lectura que corresponden al número de canción de la ocasión:

1. Contigo en la distancia - Luis Miguel

2. Sólo tú - La Nueva Banda Timbiriche

3. Kilómetros - Sin Bandera

4. Me enamora - Juanes

5. Mi credo - Tiziano Ferro y Pepe Aquilar

6. Abrázame muy fuerte - Juan Gabriel

7. Tú - Shakira

8. Niña amada mía - Alejandro Fernández


Después del kilómetro de bla bla bla .... Byeee... Besos de bombón!!!



*******************************



Ya había pasado una semana después del “incidente” en el estudio. Después de la charla que Bella escuchó se mostró más distante con Edward. Le parecía absurdo creer que un tonto romance de juventud aún pudiera seguir con vida, se sentía como una tonta y pobre ilusa. Pero si ella supiera que no era así, que Edward la amaba con la misma intensidad y que él pensaba que Bella lo había olvidado y desterrado por completo de su vida sentimental.

A él no le importaba estar cerca de Bella, aunque fuera de manera distante, prefería eso a tener que vivir con la incertidumbre de saber de ella. Cada día se sentía más feliz de ver a Allie contenta y protegida por los brazos amorosos de Bella. A pesar de sus miedos.

Ella no podía sentirse mejor, estaba en el lugar correcto, con las personas correctas, en el momento correcto. Sólo les faltaba algo, dejar sus inseguridades de lado.

La relación de “amigos con derechos” no la llevaban tan bien como al principio. Ahora se habían vuelto un poco más distantes y casi no hablaban; al menos que fuera estrictamente necesario.

-Hola- dijo él entrando un día a la cocina mientras Bella lavaba los biberones de Allie.

-Buenos días- dijo ella apenas volteando a verlo sin detener su tarea. El aire de incomodidad se sentía denso entre los dos.

-Nos vemos en la noche- dijo él acercándose a Bella. Tomó una manzana del frutero que estaba a un lado de ella, pasando su brazo por enfrente (1). Cuando estuvo lo suficientemente cerca la besó en la mejilla. Bella se paralizó un momento y volteó a ver cómo se marchaba.

-Adiós- gritó él desde la puerta.

Bella sonrió. Terminó con su tarea y subió a cuidar a Allie. Ya entrada la tarde la tomó en brazos y la llevó a su recámara. Estaba jugando con la niña cuando escuchó que su celular sonaba.

-¿Diga?

-Hola, Bella. ¿Cómo estás?- contestó la voz de su amiga Ángela.

-Bien- dijo ella demasiado entusiasta.

-¿Estás con Allie?

-Sí- dijo riendo – ¿Te llegaron mis mails?

-Sí, claro.

-¿Ang? ¿Qué pasa? Te noto extraña y no me digas que nada, porque no te creo.

-Es que no quiero importunar…

-Ángela dime- demandó.

-No te había querido decir nada porque…

-¡Ángela ya! Me estás asustando.

-Justo un par de días después de que te fuiste nos llegó una notificación de auditoría.

-¿Qué? ¡Pero si acabamos de tener revisión el año pasado!

-Lo sé, lo sé. A mí también me pareció de lo más extraño, sólo quería avisarte de eso.

-Está bien Ángela, mantenme al tanto de cualquier cosa- se despidieron después de una larga charla.

Poco tiempo después Rose llegó a la recámara demandando la atención de las sonrisas de Allie y también para invitar a Bella a conversar con ella y con Emmett en la sala. Después de un rato, Rose se concentró completamente en la niña y Bella entabló plática con Emmett.

-No sabes cuánto deseo que por fin podamos tener el nuestro- dijo Emmett añorando la imagen de Rosalie con un pequeño bultito en sus brazos. Bella sonrió con ternura –Eres afortunada- susurró Emmett.

-¿Qué?- preguntó ella sorprendida. Emmett parpadeó varias veces cuando se dio cuenta de que lo había dicho en lugar de pensarlo.

-¿Ya te dijo Alice de la fiesta en la playa?- trató de cambiar el tema.

-No, ¿qué fiesta?

-Una de mis amigos, nos han invitado a todos- dijo Alice entrando tomada de la mano de Jasper.

-¿¡Una fiesta en la playa!? ¿A quién se le ocurre hacer una fiesta en la playa?

-A una amiga de Alice que está más loca que una duende- bromeó Emmett.

-¿Más loca que Alice?- dijo Bella y Emmett asintió como si el echo pesara –No lo puedo creer.

-¡Hey! Ya dejen de reírse a costa mía. Además, podemos celebrar los dos meses de Allie y tomamos ideas para tu cumpleaños- dijo Alice mientras tomaba a la bebé de los brazos de Rose -¡Vas a conocer el mar Allie!- chilló y la niña sonrió.

-Alice, no puedes festejar cada mes que cumple Allie y ahorita ya es más una bebita de tres meses que de dos- reprendió Bella.

-¿Y por qué no?

-Porque para cuando cumpla un año ya nos tendrás a todos en banca rota- Alice hizo un mohín.

-Está bien- aceptó reticente.

Edward estaba a punto de entrar cuando escuchó el comentario de Bella. Se le tatuó una enorme sonrisa en los labios, eso significaba que estaría en Forks cuando Allie cumpliera un año.

-Bella tiene razón- dijo haciendo su aparición. Su voz hizo latir el corazón de Bella a mil por hora.  Edward la rodeó por la cintura y le dio un beso fugaz en la mejilla (2).

-¿Y dónde está la princesa de la casa?- dijo soltando a Bella para ir a cargar a su hija y hacerle mimos. Nadie dijo nada, pero habían notado el pequeño pero significativo gesto.

El fin de semana de la fiesta llegó. Edward, Bella y Allie habían ido en el volvo; y Emmett, Rose, Alice y Jasper en la camioneta de Em. Más tarde llegarían Carlisle y Esme.

Todos estaban animados, Alice y Jazz bailaban; Rose platicaba con unos amigos y les presentaba a Bella y a su querida sobrina; y Edward no apartaba los ojos de Bella, aún en la distancia.

-¿Qué ves?- dijo Emmett llegando a su lado y siguiendo su mirada -¿A mi cuñadita “Mami Bells”?

-Emmett, no molestes- dijo Edward con enfado.

-¡Huy! Qué genio, concédeme un deseo- dijo Emmett con sorna –Eres un amargado, ni parece que tengas una hija tan simpática como “Alliita”.

-¡No soy amargado! Sólo… estoy preocupado. ¿Qué no ves?

-Si veo mira- Emmett puso dos dedos al frente -¡Son dos!- Edward rodó los ojos.

-¿No crees que ya he tenido suficiente? Es hora de que viva tranquilo.

-¿Y quién te molesta?- Edward le dirigió una mirada de enfado – ¡Huy! Qué miedo. Pero insisto, ¿por qué tan amargado?

-Ok, está bien…. Me rindo- Emmett sonrió al escuchar esas palabras.

-¡Eso!

-Emmett… la amo. Pero, no puedo… simplemente no puedo (3).

-¿Qué es lo que no puedes?

-No puedo arriesgarme, ahora tengo a Allie y es lo más importante del mundo para mí.

-En eso tienes razón, hermanito. Mi sobrina es primero. Pero no creo que puedas meter la pata dos veces seguidas.

-Entonces… ¿no crees que valga la pena arriesgarse por ella?

-No, no digo que Bella no valga la pena. Ella es fantástica, adora a Allie y se nota que mi sobrina no es tonta… Sacó a su tío Emmett- Edward sonrió –Además…

-Ya sé, ella no es Victoria. ¿Te has fijado en cómo quiere a Allie?, me parece increíble. Cómo desearía que ella me quisiera a mí también.

-Te quiere.

-Emmett…

-¡Es verdad! Y mi cuñadita sí se ríe de mis chistes no está amargada como tú, ni es pesada como Alice- Edward rió por primera vez desde que comenzaron la plática.

-Hermano, tú sí que no tienes remedio. Siempre sabes cómo sacar una sonrisa en donde no la hay. Gracias- dijo poniendo una mano en el hombro de su hermano.

-De nada… para eso estamos.

-Pero creo que por el momento dejaré todo como está. Sí, ella es todo para mí… siempre lo ha sido y siempre lo será. Pero realmente, ahora, no estoy para juegos y aunque sea fantástica no estoy seguro…

-Yo creo que al final, ya que dejen sus inseguridades y tengan 100 años terminarán juntos- Edward sonrió y puso los ojos en blanco –Pero ya en serio… ¿no tienes ni la más mínima idea de cuándo te vas a atrever?

-No. Por mí lo haría inmediatamente, no te imaginas cómo me tiene- Emmett alzó una ceja –pero todos los días ocurre algo diferente y ya no sé ni qué pensar.

-Entiendo… ¡Pero urge que alguien te saque lo amargado!... entre otras cosas- dijo alzando las cejas de arriba abajo –Aunque, ¿qué pasó, Ed? Últimamente se ven muy raros, ya no parecen idiotas adolescentes… como antes.

-Eh, eh… bueno… veras… este… yo… ella…No sé.

-¿Sí?- dijo el grandulón “persuasivamente”.

-¡Hay Emmett! ¿¡Para qué preguntas si ya lo sabes!?

-No no lo sé- dijo con burlón.

-¡Definitivamente no tienes remedio! ¿Eso es todo lo que quieres saber?- Emmett no contestó sólo lo vio con los ojos entrecerrados -¡Está bien! Sólo te diré que sí.

-Confiesa o muere, Edward.

-¡Diablos! Si lo que quieres saber es si no aguanto ni un minuto más sin ella, la respuesta es:

Sí. Si quieres saber si me gustaría que ella sintiera lo mismo, la respuesta es: sí. Y si tu mente pervertida se está preguntando si estuvimos juntos, la respuesta también es sí. ¿Feliz?

-Sí, soy feliz. ¿Edward?

-¿Qué?

-¿Te das cuenta? Yo, tu hermano, te hago sacar tus penas. Y Bella es capaz de sacar tu…

-¡Emmett!

-¡Mira! ¡Ya llegaron Carlisle y Esme!- apuntó hacia la entrada tratando de distraer a Edward.

-Emmett no trates de…

-¿Edward?- preguntó la voz que más amaba a sus espaldas.

-¿Qué pasa Bella?

-Allie está muy inquiera, creo que es mejor que vayamos a casa.

-Está bien- dijo Edward –Voy a avisarle a Alice, espérame aquí- dijo dejándola con Emmett.

Rose llegó cuando Edward se fue. Estuvieron un rato platicando con Bella, luego Ed regresó se despidió de su hermano y de su cuñada y salió junto con Bella.

Llegaron a casa y entre los dos durmieron a Allie, cenaron en silencio y luego fueron a ver televisión. Al rato sonó el teléfono, era Jasper avisando que todos irían a seguir la fiesta a Port Angeles y que regresarían hasta el otro día. Se sentaron en la sala, en los sillones más alejados el uno del otro. Bella le dio una mirada de soslayo a Edward. Él se entretenía leyendo un libro, mientras ella se hacía la tonta con una revista. Hasta que por fin Edward se atrevió a romper el hielo:

-Estamos solos- afirmó.

-Sí.

-Allie duerme.

-Sí.

-Ah.

Bella se cubrió la cara con la revista y frunció el ceño. Aquella situación era de lo más incómoda y absurda. Vio el reloj de la pared, 6:30 de la tarde. A pesar de que era muy temprano pensó en subir a su habitación.

-Buenas noches, hasta mañana- se despidió pasando frente a Edward y sin mirar hacia atrás.

Subió a trote las escaleras y fue a ver a Allie. La nena dormía plácidamente, como un angelito. La cubrió con las mantas y se dirigió a su cuarto. Cuando puso la mano sobre el picaporte unas grandes manos pálidas la jalaron por la cintura, haciéndola gritar del susto.

-Shhh, la vas a despertar- reprendió Edward arrastrándola hasta su habitación.

-¿Estás loco?

-Tal vez, pero eso no es lo importante aquí.

-Y, ¿qué es lo importante aquí?- Edward cerró la puerta con llave y la guardó en su pantalón -¿¡Por qué hiciste eso!?

-Para que no huyas.

-Eso es una estupidez- dijo Bella cruzándose de brazos. Edward la miró y sonrió -¿Qué?- dijo un poco exasperada.

-Estás hablando conmigo.

-No- dijo ella dudosa –Tú estás hablando conmigo.

-Pero eres tú la que está enojada.

-No. El enojado eres tú- Se miraron por largo rato, luego se sonrieron y se relajaron hasta que estaban riendo.

-Entonces… ¿nadie está enojado en ésta habitación?- preguntó Edward buscando la mirada de Bella. Ella negó sonriente –Te extrañé- admitió Edward finalmente.

-Yo también- dijo ella sonrojada y agachando la mirada. Se sentía cómo una adolescente ruborizada.

-Ven aquí- dijo Edward estirando los brazos para jalar a Bella y estrecharla fuerte entre sus brazos –No vuelvas a hacer eso- murmuró sobre sus cabellos. Ella sólo rió y se dejó llevar por aquel abrazo (4).

Sin saber cómo pasó, después de un rato los dos se encontraban acostados en la cama, charlando animadamente entre risas y burlándose de la estúpida situación en la que se habían envuelto en la última semana. Bella le contó a Edward la situación en su empresa, mientras él le platicaba de los nuevos platillos que había inventado. Poco a poco se fueron acercando, casi por inercia entrelazaron sus manos y siguieron bromeando. En un momento de silencio Bella cayó en cuenta de la cercanía de Edward y tomó consciencia del lugar en el que estaba su mano. Alzó las manos entrelazadas y las observó mientras permanecían suspendidas en el aire. Edward también las miró por un rato, luego giró su cabeza hacia Bella.

-¿Aún tenemos “derechos”?- preguntó en tono bromista.

-Ajá- dijo ella casual.

De repente Edward la sorprendió tomándola de la cintura y acercándola hasta que estampó sus labios con los de ella.

-¿Qué haces?- murmuró Bella sumamente sorprendida.

-Exigiendo mis derechos- luego la abrazó más fuerte e intensificó el beso.

Al principio Bella correspondió dudosa, después de un rato suspiró, cerró los ojos y se dejó llevar. Llevó sus manos hacia la cabeza de Edward y enterró sus dedos en su cabello, acariciando y jalando. Edward recorría sus costados de arriba abajo, luego apretó ligeramente las caderas de Bella con las manos y ella perdió todo signo de cordura. Se abalanzó sobre él y se colocó encima. Sus caricias subían más y más de tono; y sus besos se tornaban más furiosos y apasionados.

-¿Puedo exigir éste derecho?- dijo Bella entrecortadamente, desabotonando el primer botón de Edward.

-Todos los que quieras- dijo él echando la cabeza hacia atrás disfrutando del deleite de las manos de Bella sobre su piel.

Necesidad extrema… eso tenían el uno del otro. En cierto punto, justo antes de perder la cordura por completo; Bella pensó en parar su pequeña locura, pero luego se dijo así misma “¿Quién puede negarse un poco de amor?”, sabía que se engañaba a sí misma pero así quiso creerlo. Sacó la camisa de Edward y acarició la extensión de su pecho. Se dedicó a besarle el cuello mientras él colaba sus manos debajo de la blusa y acariciaba su espalda. Le sacó la blusa y llevó las manos a sus jeans abriendo el botón, Bella se puso de pie y terminó de desvestirse mientras veía cómo Edward hacía lo mismo y cómo la observaba con deseo.

La jaló por la cintura y la hizo sentarse a horcadas sobre él. Bella echó la cabeza hacia atrás dejando que él le dejara un camino de besos desde el cuello hasta sus pechos. Sin dejar de esparcir caricias se besaron rayando en lo salvaje, luego Edward la levantó un poco por la cadera y la acomodó sobre él, la dejó caer suavemente y gimieron al unísono ante el tortuoso y lento roce de sus cuerpos. Se besaron, comenzaron con un suave vaivén de arriba a abajo y acariciaron sin cesar cada pedazo de piel que estuvo a su alcance. En cierto punto Edward se dejó de caer de espaldas sobre la cama, Bella se apoyó en su abdomen y se movió en círculos. Él sentía que estaba al borde de la locura y se incorporó de nuevo.

-Te quiero- murmuró Edward. Recorriendo su rostro con la mirada –Nunca te vayas, te necesito (5).

Bella lo observó por un breve momento, luego lo acercó por el cuello para besarlo y que dejara de hablar. Cuando escuchó las palabras de Edward sintió que su corazón se hinchaba de felicidad, quería creer que eran reales, pero no estaban bajo la mejor situación para creerlo, pensó que sólo se había dejado llevar por el maravilloso momento.

Sus movimientos se hicieron frenéticos, Edward la besó con desespero y  lograron culminar en la cúspide de su encuentro inesperado, fuerte y ágil. Ella se afirmó por los hombros de él,  enterró sus uñas y después de una melodía sincronizada de gritos y gemidos se quedaron sin aliento. Llegando así a la sensacional explosión de su orgasmo. Bella se abrazó a Edward, él le acarició la espalda y acomodó su cabello para dejar besos en su cuello (6).

Rato después Bella se puso de pie, lo besó y se metió al baño. Edward se quedó solo, se acostó mirando el techo y pensó sobre lo que acababa de ocurrir. Ninguno de los dos se arrepentía de nada, pero consideraban que había sido un arrebato, de nuevo. Bella se vio en el espejo, luego se echó agua en la cara como si eso pudiera borrar o despejar sus dudas, después de un rato salió envuelta en un albornoz.

-¿A dónde vas?- preguntó Edward -¿No pensarás dejarme solo?

-No, voy a ponerme un pijama. Ya vuelvo.

-Bella…

-¿Sí?- Edward señaló su boca. Ella sonrió, se acercó y se inclinó para darle un dulce beso.

Edward se levantó, acomodó la ropa en un solo bulto y se puso un pantalón de pijama. Al rato Bella apareció en su cuarto con un pantalón y una camiseta de franela. Se acostaron de frente y comenzaron a platicar quedamente, mientras se hacían caricias inocentes y se besaban de vez en cuando. Se acurrucaron para dormir, luego Allie lloró y se voltearon a ver.

-Yo voy- dijo Bella. Se puso de pie y fue a la habitación de la niña –Ven aquí, princesa. Ya no llores- le pareció extraño que hubiera despertado a esa hora, siempre dormía toda la noche. La llevó al mueble cambiador y le puso un pañal limpio. Luego la cargó de nuevo y la meció en sus brazos.

-Vamos a llevarla a la habitación- dijo Edward entrando al cuarto mientras agitaba un biberón.

Bella tomó la frazada de Allie y los tres fueron a la habitación de Edward. Se acomodaron con Allie en medio y luego la arroparon. La niña se acurrucó con Bella, luego Edward se acercó a ellas hasta que pudo pasar un brazo por encima, uniéndolas en un abrazo.

-Creo que no tenía hambre- dijo Edward.

-No. Creo que no.

-Sólo quería estar con sus papás- aseguró Edward.  Bella abrió los ojos y lo miró con los ojos como platos, vio que ya había cerrado los suyos y que una leve sonrisa se asomaba por sus labios. Ella también sonrió y se quedó cómodamente dormida. Justo en el lugar al que pertenecía.

Al otro día Edward se despertó y se sintió un poco agarrotado. Había mantenido casi toda la noche la misma posición, abrazando a sus razones de ser. Las vio dormir plácidamente y sonrió abiertamente, besó la cabecita de su hija y rozó levemente los labios de Bella, luego se paró para ir al baño a cambiarse y luego bajar a la cocina (7).

Hizo el desayuno y justo cuando terminaba con todo Bella apareció en la puerta, bostezando y tallándose los ojos. Traía puestos unos jeans, un sweater y tennis.

-Buenos días- dijo él.

-Buenos días- contestó ella sonriendo.

-¿Y Allie?

-La llevé a su cuna- Edward asintió –Gracias, luce estupendo- dijo haciendo referencia a la comida. Él sonrió, se dieron un beso de buenos días y comenzaron a comer entre pláticas banales.

Después de un rato el móvil de Bella comenzó a sonar, ella se levantó, atendió y no murmuraba otra cosa más que “sí”, “no” y “ajá”; pero su tono era urgente y hasta un poco desesperado. Bella dio por terminada la llamada, levantó la mirada y vio a Edward con tristeza. Él se acerco hasta que quedó de frente.

-¿Quién era? ¿Pasa algo malo?

-Era Ángela… hay problemas con la auditoría de la empresa.

-¿Qué?- preguntó temiendo lo que se veía venir.

-Tengo que regresar a Nueva York- dijo ella haciendo una mueca.

Edward sintió que el alma se le salía del cuerpo y lo dejaba ahí… inerte, frío y sin vida. La vio por largo rato sin poder creerlo, su más temido miedo se hacía realidad.

-Edward…- murmuró Bella alzando su mano para tocar su mejilla, pero él se alejó.

Se vieron un instante: ella con remordimiento y tristeza, y él con dolor y coraje (8). Ella estaba a punto de decirle algo cuando escucharon algo que los interrumpió. Allie lloró, pero no como otras veces, pegó un grito escandaloso y su llanto era más desesperado. Bella y Edward se vieron con pánico.

-¡Allie!- dijeron al mismo tiempo. Edward corrió al cuarto de la niña, pero Bella trastabilló al llegar a las escaleras, a la mitad, al subir y con una mesita en el pasillo.

-¡Demonios!- dijo Edward cargándola con manos temblorosas.

-¿¡Qué pasa!?- preguntó Bella a punto de la histeria en un grito desesperado.

-¡Cárgala! ¡Debemos ir al hospital!

-¡Hospital! ¿¡Por qué!?

-¡Está ardiendo en fiebre!

Bella la tomó y acercó la carita de Allie a su mejilla; irradiaba calor intensamente. La cubrió con varias mantas y salió con cuidado detrás de Edward. Llegaron al hospital en tiempo récord, Bella no dejó de hablarle a Allie en todo el camino, incluso se había ido con ella en la parte trasera del auto. En cuanto llegaron ingresaron a la niña y ellos se quedaron en la sala de espera.

-Ella va a estar bien- dijo Edward con un nudo en la garganta, viendo a Bella por primera vez desde el otro lado del pasillo.

-TIENE que estar bien- dijo Bella con la voz rota y abrazándose a sí misma.

Edward no resistió más y se acercó a Bella. La abrazó con fuerza y dejó que sus lágrimas empaparan su camisa, mientras las suyas descendían por sus mejillas…


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Espero sus comen!!

l@s kieeeekooooooooo!!!!!!!!



 

Capítulo 4: MUERO POR LUCHAR POR MOMENTOS DE AMOR CONTIGO. Capítulo 6: ¿EL SUEÑO DE MI VIDA? O ¿EL AMOR DE MI VIDA?

 
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