Al sentir el abrazo que me daban, voltee para encontrarme con mi ángel:
- Hola - le respondí con un beso - ¿Cuánto llevas despierto?
- Desde que sonó el teléfono mi vida, pero cuando reaccione ya no estabas y cuando escuché que era tu padre decidi esperarme para darte la sorpresa amor, ¿Qué te dijo tu padre?
- Solo que no iba a regresar, que él me avisaba cuando llegaba, porque al parecer hay problemas en donde lo solicitaron.
- Bueno amor, no creo que sea apropiado que me quede, tal vez lo mejor sea que te deje - me dijo, pero yo... no quería que se alejara de mi.
- ¡No! - grité - no me dejes y mucho menos ahora - lo abracé.
- Esta bien corazón - me contestó - Pero debo ir avisar a mi casa, solo voy a avisar que estoy bien y por algo de ropa, no me tardó mucho.
- Esta bien mi vida, aquí te esperaré - le dije dándole un beso, que se prolongo, entonces Edward se separó y volvió a hablar:
- Bella, se que con lo que paso hace rato, tal vez no tendría caso preguntarlo - dijo con una risita - Pero.. debo hacerlo - se hincó agarrando mi mano - Bella Swan ¿Quieres ser mi novia?
- Claro que sí, aceptó ser tu novia - le respondí rápidamente - Edward gracias a ti, estoy logrando cambiar mi vida, le estás dando un giro diferente, te amo.
- Gracias amor, estoy aquí para ayudarte siempre y nunca te dejaré, ahora mejor me apuro y voy a mi casa y regreso rápido.
- Si, aquí espero - salió, dándome un tierno beso.
Mientras esperaba a que regresará mi ángel, decidi hacer lo que me había indicado mi padre, cerrar todo las puertas y le haría caso, ahora temía más de que Jacob hiciera algo, pero ya no me preocupaba tanto como lo hacía antes, y eso era fácil de adivinarlo, pues tenía a mi lado a la persona más maravillosa del mundo.
Cuando terminaba de cerrar todo, volvió a sonar el teléfono, por un instante pensé que era mi padre, pero lo dude mucho, por lo que me apresure a contestar y me llevé una gran sorpresa, era nada más y nada menos que ¡Ángela!
- ¡Bella! Al fin tengo tiempo para poder llamarte, lo siento mucho, pero he estado demasiado ocupada y de un lado a otro, pero dime ¿Cómo estás? - me dijo.
- Ángela, no tengo palabras para decirte como estoy - mi voz desbordaba alegría - Estoy más que feliz.
- ¿Porqué Bella? Algo debió pasar.
- Te voy a explicar, conocí al chico más maravilloso que pude haber pedido en esta vida, estoy dando un giro nuevo, en el cual me esta ayudando a salir de mi soledad, más bien, creo que ya lo logró, pero ya soy de él completamente, para toda la vida.
- ¡Bella! ¿Te entregaste a él? - se sorprendió.
- Sí, lo hice, tal vez pienses que estoy loca, pero es la verdad, estoy loca por él, nunca en mi vida había sentido algo así por alguien y tu me conoces y sabes que es cierto, que no me hubiera entregado a alguien, si no estuviera perdidamente enamorada.
- Por supuesto que se que no harías eso, pero no me sorprendí por eso, si no fue porque me alegro profundamente de que al fin encontraste a la persona indicada para compartir tu vida, pero Bella... ¿Él sabe lo que pasa con Jacob?
- Sí, se lo conté y esta dispuesto a protegerme y ponerle un alto para siempre a Jacob, me dijo que esta dispuesto a dar su vida por mí, prefiere sacrificarse que verme sufrir a mi - me solté llorando de alegría y Ángela lo noto.
- Me alegro por ti Bella, espero que lo pueda saludar un día de estos, y por supuesto, también me agradaría conocerlo - me dijo con voz desbordante de alegría.
- De hecho, ahorita va a regresar, espero que aún lo alcances.
- Me gustaría esperar Bella, pero la verdad estoy sumamente cansada, he tenido días horribles, pero te tengo una sorpresa... ¡Tal vez muy pronto vaya visitarte y a quedarme unos días!
- ¡Que bien! Eso sería fantástico, sabes que siempre estaré esperando a mi amiga, que no tengo como agradecerle todo lo que ha hecho por mi, pese a la distancia, gracias Ángela, por todo.
- No tienes nada que agradecer Bella, pero te dejo, nos estamos hablando ahora si, cuidate y dile a... ¿Cómo se llama él? - dijo con una risa y me rei también, ya que nunca le mencione el nombre
- Se llama Edward - le respondí.
- Gracias, dile a Edward, que tu amiga Ángela le manda saludos, y que espera conocerlo pronto, ahhh y dile que si te hace algo que te dañe, yo misma lo buscaré y lo regañaré - dijo riendo - Bueno, ahora si te dejo Bella, adiós.
- Gracias Ángela, adiós -dije colgando el teléfono.
Ahora para tener la mejor noche de mi vida, solo tenía que esperar a mi ángel, mientras eso pasaba, me fui a la cocina a preparar algo de cenar, ya que no se como tenía las fuerzas para seguir de pie, bueno, creo conocer la razón, todo se debía a mi ángel... Edward...
|