Había llegado la hora, era la hora de decidir, tenia que aceptar el plan original ahora que era feliz o arriesgarme a perderlo todo por no perder la felicidad. Mire a Jake, que se encontraba tendido a mi lado, con los ojos cerrados, dormido, ajeno a lo que se nos venia encima, ya que tanto la manada como yo estábamos de acuerdo en que era mejor que no se enterase de la gravedad de los ataques hasta que estuviera totalmente recuperado, que iba a ser pronto, hacia ya unas tres semanas que entrenaba con migo, aunque al cabo de menos de una me dí cuenta de que no intentaba vencerme de verdad, y eso no ayudaba, así que yo solo me encargaba de explicar, mirar y dar consejos mientras Agatha o Damon luchaban contra él, y me dí cuenta de lo diferente que era de cuando entrenaba con migo como adversario a cuando entrenaba con otros. Yo era su debilidad... y el la mía.
Respiré hondo, dándome cuenta de todo lo que iba a dejar atrás se aceptaba si aceptaba un futuro ya planeado, ahora, que había vuelto a ser yo misma, mas o menos, tenia amigos, que eran como mi familia, una casa en la que vivía feliz junto con la persona a la que amo, a mi familia con la que mantenía una relación que se limitaba a conversaciones telefónicas y por la web cam, pero que aun así me querían y les quería, y mil y una cosas mas que llevaban revoloteando por mi cabeza durante toda la noche.
Pocos de aquellos que estaban con migo en esta lucha sabían lo que tenía planeado, muy pocos, pero era hora de que todos lo supieran... todos, y Jake también pertenecía a ese todos, era hora de que supiera la verdad, le rompería el corazón, se eso estoy segura, pero mejor su corazón que su vida, porque se que si no hago esto el se vengara con todos los que amo y quiero, y no podía permitir que le hicieran daño, ya había sufrido mucho por mi culpa.
Me levante con los primeros rayos de sol dándome en la cara, con a penas un par de horas de sueño, tendría que dormir mas si planeaba matar a una de los vampiros mas poderosos que hallan existido nunca, si quería acabar con éxito la batalla, éxito... no había éxito en esta batalla, sino un empate, ambos solo podemos morir con la misma estaca, y si uno de los dos acierta en el corazón del otro ambos morimos, y eso está bien, porque sea como sea abre conseguido lo mas importante de todo esto, mantener a los que quiero a salvo.
Me cogí la ropa que iba a usar hoy y me duche, me vestí y volví a la habitación.
-Jake, mi vida- le dije dándole pequeños empujoncitos en el brazo.
-¿Mmmm?- dijo mientras se desperezaba-. ¿Que hora es?
-Las... siete, venga, hay que reunir a todos, levántate, dúchate, vístete y baja mientras yo hago el desayuno- dije mientras le daba un pequeño beso en los labios y haciéndome un moño mal hecho con una goma de pelo vieja baje a la cocina a preparar el que podría ser mi ultimo desayuno, ya que tenía muy claro que en cuanto tuviera la mas mínima oportunidad me enfrentaría con Klaus a muerte.
Cuando bajo nos tomamos el café y las tostadas y salimos.
-Ya he llamado a los chicos y nos esperan en casa de Sam y Emily.
-¿Hay reunión?- dijo con tono de resignación, sabia que no le gustaba nada que no le dejásemos ir.
-Si, y tu bienes.
Y le cogí de la mano Jake, te voy a contar todo lo que te has perdido en este tiempo ¿si? el solo asintió con la cabeza ya acostumbrado a mi don, y comencé a contarle la gravedad de los ataque que habían hecho los siervos de Klaus.
Una vez llegamos a casa de Sam, y todos estaban allí, me levante y dige:
-Es hora de que sepáis como van a ser los acontecimientos, el plan.
Todos me miraron muy atentos y yo saque la estaca y la puse sobre la mesa.
-Renesmee...- me dijo Damon, el ya se sabía lo que iba a hacer.
-La decisión ya esta tomada- le conteste tajante, para dejarle claro que no había discusión-. Esto es una estaca de roble blanco, lo único que puede matar a un original o a un principal, pero tiene una pega.
-¿Cual es?- pregunto Paul.
-A ello iba, su pega es que aquel que la empuña, si es vampiro, muere al matar al vampiro al que va dirigida la estaca.
-¿Y como vamos a hacerlo? tendremos que ser uno de nosotros- dijo Sam.
-No, estaríais en forma de lobo, lo que os impediría clavar la estaca, y es mas, ni en siglos de entrenamiento podríais con un principal, hay que nacer para ello.
-¿Como que nacer para ello?
-Si, ser su igual... ser un principal- dije en un susurro-. Yo le mataré- dije aun mas bajo, pero todos me oyeron.
-Pero has dicho que si un vampiro mata a otro, con esa estaca, mure- dijo Leah.
-Se lo que he dicho, y estoy preparada para ello.
-NO- dijo Jacob, hablando por fin-. No te dejare... no dejare que combatas una lucha suicida, no te perderé.
-Y yo no te perderé a ti Jacob, el sabe que fui yo quien entro allí, donde guardaba esto- dije señalando a la estaca-, se vengará, pero el espera a que le supliques tu muerte para matarte, y mientras tanto te daña haciendo daño a los que quieres. Prefiero matarlo y morir antes de que te haga daño a ti, o a mamá y papá, o a los tíos, o a mis amigos, prefiero que muramos dos a morir diez, veinte o treinta, para acabar igual.
-¡TIENE QUE HABER OTRA FORMA!- gritó.
-¡NO LA HAY! Esta decidido, Jake, estate a mi lado en esto, o... mejor no lo estés en ningún sentido, iré a buscarle sola, y una vez que le encuentre todo abra acabado, tu decides, te quedas con migo los días que queden hasta que consiga llegar hasta mi o... lo nuestro se acaba aquí.
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