BAJO LA LUZ DE LA LUNA

Autor: fati_fitimeta
Género: Romance
Fecha Creación: 20/06/2010
Fecha Actualización: 22/06/2010
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 11
Visitas: 59310
Capítulos: 55

 

En el amor vale todo, lo darías todo cuanto quieres a esa persona que te ilumina cada mañana, tan solo con esa sonrisa perfecta.

El lugar más bonito es bajo luz de la luna, a veces en situaciones, como la adolescencia pensamos que esa persona no es correspondida, ¿pero y si se trata de un hombre lobo?

¿Y si ese hombre lobo está imprimado de ti?

En tal caso, pasan obstáculos en nuestra vida, tanto buenos como malos.

Hay que fer valientes y afrontar a esas cosas.

¿Qué pasaría si fueras una chica semi vampira y semi humana?

Fantástico, ¡eh! Pero muchas veces las cosas cambian, pueden ocurrir cosas desagradables, que puedes llegar a tiempo a saber lo que pasa o no, incluso ¿Os habéis parado a pensar que los sueños se hacen realidad? Pues, en algunos casos, las pesadillas si… pueden llegar a ser horribles.

Y pase lo que pase, siempre tendrás a tu lado a la persona que realmente te ama.

Básicamente son cosas de adolescentes, una vida muy aventurera, con muchas cosas.

 Pero es como un cuento de hadas, ¿podrá tener un final feliz?

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 38: Dolores insoportables

Narra Alma

 

 

Entre dolores que tenía… ya estaba en la camilla. Abrí los ojos y los vi a casi todos ahí.

Incluso vi a mi madre, en fin solo estaban mis padres y mi abuelo, sin olvidarme de mi tía Alice. Los demás no.

Quería hablarles pero de mi boca solo salió un gemido de dolor.

Por lo menos las corrientes eléctricas dejaron, y la menstruación… ¡buag! era muchísimo peor que lo demás.

-         Shhh… tranquila cariño… te vas a poner bien tranquila. – me decía mi padre.

-         Mamá…- dije medio llorando.

Veía a mi madre, superando la etapa de neófita, pero estar allí conmigo… no se, me resultaba extraño.

-         Tranquila Alma, vas a estar bien. ¿Vale? Tú relájate.

-         Abuelo… por favor… ponme lo que sea. O si nos… - proferí otro grito.

-         Estoy en ello cariño. Te voy a poner un calmante para que tu transformación no te afecte tanto.

-         ¡¿Qué?!- chillé.

Entonces noté como mi cuerpo recorría otra vez la electricidad, con más ansia. Chillé muchísimo ahora, llegué hasta levantarme del dolor, en la camilla.

-         Prefiero la muerte antes de este dolor.- dije entre lágrima y lágrima.

-         ¡Cállate! – dijeron todos.

De repente Carlisle me cogió de la muñeca.

-         ¿Qué haces? – le pregunté.

-         Tráeme Edward la cuerda.

¿Una cuerda?

-         Si. – mi padre le dio la cuerda. Y empezó a atarme las extremidades y la cintura.

-         ¿Qué? – dije sin comprender.

-         Cariño, ahora este líquido te ara daño, muchísimo de daño. Tendrás ganas de matarte al igual que antes. Pero se que tu podrás. Coge aire.

Cerré los ojos, no sabía lo que iban a hacerme. Pero de pronto se me apareció el rostro de Jacob en mi mente.

Te amo, siempre te amaré.

Dije para mí adentro.

Se me calló una lágrima.

Noté una el contacto más ardiente contra mi piel.

-         Cariño. Estoy aquí.

Abrí los ojos y vi su rostro perfecto. Jacob.

-         Jake…- dije sollozando. – te quiero. Pase lo que pase, ahora… te querré siempre

-         Yo también Alma. Eres mi vida lo daría todo por ti.

-         Pase lo que pase… - dije. Chillé

Y mi abuelo susurró…- Ahora.-

Y me puso un líquido que atravesó todas mis venas, que note como pasaba… ardía. Tenía razón, hacía muchísimo daño, incluso más que las descargas. Pero me iba tranquilizando, cada vez más, las descargas se fueron. Pero cuando llegó el líquido a mi corazón… rompí la cuerda que me ataba. Teoría uno sobre los vampiros… fuerza.

¿Estaba convirtiéndome en vampira? No por favor…

Proferí un grito de dolor, muchísimo dolor. Al cabo de unos cuantos minutos volvió la calma, pero no era consciente. Estaba como desmayada. No me enteré de lo que me había ocurrido. Solo lo de la fuerza.

 

 

 

Narra Jacob

 

 

Fui a ver a Alma a su casa, pero no había nadie, noté una gran tristeza y vacío en mi cuerpo. Pensé con Alma. Algo le había ocurrido. Corrí con mi instinto lobuno. Seguí el rastro, me conducía a la casa de Los Cullen. Cuando llegué vi a Rosalie con Jasper y el grandote y me cambie a mi estado de persona y pregunté.

-         Ve Jacob, te necesita, esta muy mal.

-         ¿Qué le ocurre?- pregunté asustado.

-         Ve, nosotros ahora tenemos que alejarnos… Ve

Fui corriendo y subí las escaleras, oía chillar a Alma. Entré en la habitación, estaba acostada y atada en la cama. Corrí sin decir nada y le cogí la mano, estaba fría.

-         Cariño. Estoy aquí.

Abrió los ojos, sus preciosos ojos se clavaron en mí.

-         Jake…- dijo sollozando. – te quiero. Pase lo que pase, ahora… te querré siempre

-         Yo también Alma. Eres mi vida lo daría todo por ti.

-         Pase lo que pase… - dijo. Luego volvió a chillar.

Y Carlisle dijo- Ahora.

Cogió la aguja que contenía un líquido azul plateado y se lo inyectó.

-         ¿Qué es?- le pregunté horrorizado a Edward. Este apretó la mandíbula y Bella si pudiera llorar lo estaría.

-         Le ha inyectado un líquido muy fuerte. Esta convirtiéndose en semi-vampira otra vez.

-         Si Jacob. Lo vi. – afirmó Alice.

-         Pe-pero, como antes…

-         Esto… si, la vi exactamente igual. Podría ser sujetivo.

-         Bueno… ¿Cuándo despertará?

-         Tardará un par de días si todo va bien.- me tranquilizó Carlisle.

Dios mío, rezaría para que Alma se pusiera bien. Que continuase igual. 

Se tranquilizó y último grito, rompió la cuerda que la sujetaba…se quedó inconsciente. Me asusté y fui a su lado.

-         La fuerza…- dijo Carlisle.

-         Ya tiene eso…- dije

-         Si, pronto tendrá lo de antes

-         Y ¿poderes?- dijo ahora su madre, Bella.

-         Los poderes si los consigue desarrollar otra vez, lo ara. Y si no… ya se verá con el tiempo.

Mientras tanto, observaba a Alma, su piel más blanca que nunca, llevé su mano a mi boca y le di un cálido beso.

-         Te amo.- susurré.

De esa cama la cogí y la llevé al cuarto de Alice. La acosté en la cama y la tapé con la colcha.

Me quedé con ella. Observándola, como su cuello…las manchas desaparecían poco a poco. 

Me quedé la primera noche en vela a su lado. Quería ver si estaba bien. 

Capítulo 37: De ¿compras? Capítulo 39: Siempre contigo

 


 


 
14639736 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10859 usuarios