Capitulo 38:
El día antes que se acabara nuestra luna de miel fuimos a un lugar donde nos hicieron masajes de relajación en todo el cuerpo.
Me hicieron varias sesiones en la cuales llenaban mi cuerpo de chocolate, en otra era barro lo que me colocaban. También me hacían masajes con piedras calientes y me masajeaban la cabeza. Me llegue a quedar dormida; disfrute tanto ese sueño ya que me sentía tan liviana, como una pluma.
Luego con Edward fuimos a unas piscinas temperadas y otras normales que tenían grandes toboganes.
Primero nos metimos a las que tenían el agua temperada. Era demasiado genial. Pero Edward dijo que quería un poco mas de diversión así que nos fuimos a la otra piscina a juguetear. Fuimos a los toboganes más grandes que había. Eran demasiado grandes y me daban miedo.
Al primero nos lanzamos los dos juntos, Edward me aseguro que no me pasaría nada junto a él y eso era cierto. La adrenalina que sentí al llegar al agua fue fascinante por que íbamos muy rápido. Nos lanzamos dos veces ya que a mi me quedo gustando.
Y así estuvimos todo el día de tobogán en tobogán. Eran varios, algunos más grandes que otro pero ya les había perdido el miedo por que me gustaba sentir adrenalina.
En la tarde estaba demasiado cansada así que no comí nada y me fui directo a dormir. No sentí cuando Edward entro en la habitación y me coloco el pijama por que estaba completamente dormida.
Esa noche volví a soñar con colores, árboles, también debajo del mar pero el sueño de hace unos días no volvió a mi subconsciente.
A la mañana siguiente desperté casi a medio día y me di cuanta que Edward aun seguía profundamente dormido. No lo quise despertar así que me fui silenciosamente hasta la cocina.
Prepare unos emparedados y jugo de naranja. Agregando unas frutas. Cuidadosamente subí con la bandeja por las escaleras. Nosé como hice la maniobra para abrir la puerta pero logre entrar a la habitación sin botar nada.
Deje la bandeja en el pequeño velador que estaba a un costado de la cama luego me recosté al lado de Edward y comencé a tocar con mi mano su cara.
- despierta, dormilón- le susurre. No hizo movimiento alguno así que me acerque a sus labios. Lo bese lentamente hasta que sentí como me correspondía y atraía hacia él con su brazo.- ya has despertado?- le pregunte en sus labios.
- Creo que todavía no.- contesto, yo reí.
- Te he preparado el desayuno.- le anime.
- Tu estas mas apetecible.- comento. Volví a reír y me parte de él.
Me moví tan rápido que cuando me puse de pie la cabeza me dio vueltas y caí de nuevo a la cama.
- Woo!- comente.- creo que he sido muy brusca la moverme.
- Estas bien?- me pregunto Edward a mi lado.
- Si- respondí segura.- es hora de comer.- le dije ya levantándome con cuidado de la cama.
Desayunamos en la cama y Edward dijo que mis emparedados eran ricos. Sugirió que debía preparar algunos cuando ya estuviéramos de vuelta en Forks.
- cuanto tiempo tenemos?- le pregunte.
- Tenemos 9 horas y luego debemos irnos al aeropuerto.- respondió.
- Entonces debemos preparar las maletas.- propuse ya saliéndome de la cama.
Edward me dijo que se ausentaría para ir a devolver el auto que arrendó y también dijo que traería comida para el almuerzo. En poco tiempo tuve mis dos maletas listas sin olvidar nada. Luego comencé a preparar las de Edward.
Después de terminar con las maletas limpie toda la habitación dejándola impecable, como la encontramos. Limpie toda la cocina, trapeé y lave la loza. La sala tampoco se escapo de mi limpieza. Creo que pasaron un par de horas ya que la sala no era muy pequeña.
Me sentía sola en casa sin Edward, me hacia falta la persona por la cual estaba allí, la que le daba vida a la casa. Pero no pasaron más de 10 minutos para que entrara por la puerta con una bolsa de comida.
Me sentí tan emocionada de verlo fue por eso que fui corriendo a recibirlo con un abrazo.
- te extrañe- dije apoyando mi cabeza en su pecho.
- Yo también.- dijo el rodeándome con uno de sus brazos.
Comimos en el jardín por última vez. Ese seria nuestro ultimo almuerzo de nuestra luna de miel.
El día se me paso extremadamente rápido por que cuando me di cuenta ya era hora de irnos al aeropuerto.
El aeropuerto estaba atestado de gente pero no tuvimos problema en abordar el avión.
Ya dentro nos sentamos en nuestro asiento de primera clase. El avión apenas comenzó a elevarse saque de mi pequeño bolso la receta que tenia que aprender a cocinar para Edward. Mientras tanto el jugaba con uno de los mechones de mi cabello.
- se nota que estas aburrido.- comente llevando mi mirada a él.
- cuando estoy contigo jamás me aburro.- contesto sin dejar de juguetear con mi cabello.- solo quiero que me prestes atención.
- Siempre tienes mi atención- le conteste- solo que ahora estoy ingeniándomelas para preparar esto.
- De seguro te quedara delicioso.- aseguro.
- Eso espero.- murmure. Volví a mirar la receta, se hizo un silencio que duro unos minutos. Algo había raro en este silencio, como si debiera decirme algo.
- Te gusto la luna de miel?- pregunto al fin sacando tema. Lo mire.
- Ha sido la mejor que haya habido.- fui sincera.- y para ti?
- No tengo palabras para explicar lo maravilloso que ha sido.- contesto mirándome fijamente.
- Pasa algo?- pregunte. Me miro en silencio.- te conozco Edward.
- Es que Nosé si decírtelo.- se puso nervioso.- tal vez te enojes por no decirte y…
- Dímelo ya, Edward- le interrumpí.
- Te acuerdas que te dije que viviríamos en un departamento en Seattle?- pregunto. Yo asentí y caí en la cuenta.
- Ya lo compraste.- concluí.
- Tu sabes como es Alice.- se excuso.- insistió y me convenció. Lo decoro, remodelo. Ya esta listo y es solo cosa de ir a vivir en el.
- OH.
- Se que debí decirte pero quería que fuera una sorpresa…
- Pues hay que felicitarla.- comente.- cuando lo conoceremos?- me pregunte para mi misma con curiosidad. Lo que dije desconcertó a Edward pero sonrío.
- Llegaremos a casi medio día de mañana sábado.- contesto pensativo.- podríamos pasar en Forks y dormir en casa de mis padres y el domingo nos vamos a Seattle. Te parece?
- Si- respondí feliz.- podemos visitar a Charlie mañana?
- Podemos hacer todo lo que tu quieras, cariño.- respondió con dulzura.
Platicamos algunas cosas mas hasta que me dio sueño, Edward me acuno en sus brazos y nos fundimos en un profundo sueño.
Forks nos recibió con el cielo encapotado de nubes y apunto de caer un aguacero.
Edward había encendido la calefacción en el volvo que iba a una velocidad increíble. Íbamos mas abrigados ya que nos habíamos cambiado de ropa en los baño del aeropuerto.
Reconocí el camino que había tomado Edward y supe que en cosa de minutos estaríamos en la mansión Cullen.
- ya me puedo imaginar la cara de Alice.- comento Edward.
Y así fue. Edward ni siquiera había sacado dadas las maletas del auto cuando los pequeños bracitos de Alice lo atraparon.
- te echado de menos, hermanito!- lo lleno de besos. Luego se me lanzo a abrazarme.- OH, Bella! Que feliz me hace verte!
-A mi igual, Alice!- la abrace. Luego se me quedo mirando extrañada.
-Estas cambiada.- comento pensativa.- estas algo rara.
- estas diciendo burradas.- rodeé los ojos.
Nos saludaron todos con mucha emoción, nos preguntaron como la habíamos pasado y muchas cosas mas.
Esme también fue efusiva en el caso de saludarme pero al igual que Alice me quedo mirando extrañada pero no hizo comentario alguno.
Almorzamos todos juntos y la pasamos bien. Yo no paraba de darles las gracias a Carlisle y Esme por prestarnos su casa y pagar todos los gastos.
Subí a nuestra habitación ya que Edward había subió algunas maletas con mi ropa. Edward estaba con Emmett viendo no se que así que yo estaba sola en la habitación.
Luego que tomara un baño y arreglara un ligero golpe interrumpió mientras me peinaba. Se abrió de apoco la puerta hasta que Esme apareció.
- hola Esme. Pasa- la anime.
- Puedo hablar contigo?- pregunto tímidamente. Cerro la puerta tras de ella.
- Claro.- me senté en la cama y ella me siguió.- que pasa?
- Bueno, quizá no deba meterme pero por algo me lo dijo.- comenzó a hablar y tomo mi mano- Bella, has vuelto a soñar con un bebe?
La pregunta me pillo de sorpresa. Que le debía decir? Podría pedirle ayuda? Esme tiene sabiduría. Edward había hecho bien en contarle este tema a su mamá por que yo ni loca se lo contaba, me Daria mucha vergüenza.
- no. Ya no he soñado con el bebe.- murmure.
- Y te ha paso algo raro?-pregunto incrédula. Lo pensé un minuto.
- La verdad es que otra, aparte del sueño…no- respondí.- por que me preguntas todo esto? No me molesta pero si siento curiosidad.
- Esto me paso con Alice. O sea no son los mismos sueños pero como sabes ella es especial por que a veces tiene presentimientos.- explico.- paso hace ya años.
- Que le paso a Alice?- pregunte mas interesada
- No fue nada malo solo que mas bien una coincidencia pero siempre las coincidencias en nuestra familia ocurren.- bromeo.- bien, Alice soñó que íbamos todos a un lugar soleado y muy caluroso. No le tomamos mucha atención hasta que al siguiente mes fuimos de vacaciones a Egipto para conocer a Benjamin y Tía.- concluyo.
- OH- fue lo único que pude decir.
- Desde ese momento le tomamos mas atención y poco a poco los sueños que Alice tiene son cosas que se hacen realidad en días o meses.- me explico.
- Ya entiendo.- comente.- lo que me quieres decir es que mi sueño se podría hacer realidad?
- Si- dijo un poco dudosa.- los sueños son lo que uno quiere y la mayoría se cumple.
- Creo que aun no estoy lista para tener un bebe.-murmure
- Dios sabe cuando envía un tesoro como aquel pero te puedo asegurar que es lo mas hermoso.- dijo con emoción.- saber que tiene una parte del amor de tu vida te hace sentir completa.
- Gracias, Esme- la abrace.- y tendré fe para que ese tesorito llegue pronto.- me sonrío
- Vamos, que Edward te espera para que vallan a visitar a Charlie.- me animo.
Bajamos juntas y Edward me esperaba en el garaje ya instalado en el Volvo. Subí con él y partió saliendo de la casa. Tomo mi mano y la acaricio.
- Alice dijo que quería ver películas luego de nuestra visita a Charlie.- comento Edward como si nada.
- Creo que aguantare ver una sola con lo poco que he descansado del viaje.- argumente.
- Puedes fingir que la viste mientras duermes en mis brazos.- propuso.
- Buena idea- le felicite.
Luego de unos minutos llegamos a casa de Charlie. La patrulla estaba estacionada y las luces de la casa estaban encendidas. Edward estaciono el auto y bajamos.
Caminamos tomados de la mano hasta la puerta. Fui yo la que golpeo la puerta. Fui yo la que golpeo la puerta que dos segundos después se abrió mostrando a un Charlie emocionado de vernos.
- Bella!- me abrazo con emoción.
- Hola papá!- lo abrace de la misma manera que el me abrazaba. Charlie luego de darme un beso en la frente se dirigió a Edward.
- Que tal, Edward- lo abrazo.- me agrada verte.
- También es agradable verlo de nuevo Charlie.- lo saludo Edward con la misma cortesía de siempre.
- Quien es papá?- se escucho un grito desde la escalera.
- Son Bella y Edward!- le informo Charlie.- Nessie, ven a saludar!
- Ya voy, ya voy!- dijo ella con prisa.
De repente apareció Nessie con su pijama de polar morado y su cabellera en una coleta. No camino si no que corrió hasta nosotros.
- los extrañe!- dijo abrazándonos a os dos.
Nos quedamos casi dos horas platicando y contándonos las cosas que habíamos hecho estas dos semanas distanciados. Todo iba bien y Nessie ya había salido de vacaciones así que había conseguido trabajo de ayudante de Charlie en la comisaría. Con Edward les dijimos que mañana nos iríamos a vivir a nuestro departamento. Se pusieron muy contentos en ese aspecto así que los dejamos invitados para que nos visitaran.
- cuando nos vendrán de nuevo a visitar?- pregunto papá ya despidiéndonos.
- Te prometo que vendré la otra semana- le dije.
- Y yo cuando los puedo ir a verlos con Jacob?- pregunto Nessie.
- Cuando quieras.- respondió Edward.- pero debemos enseñarles el camino. Le deje saludos a Jacob que no lo había visto y nos marchamos.
Llegamos a la casa Cullen y allí estaban todos los chicos sentados en el sofá, comiendo palomitas mientras nos esperaban.
- hasta que por fin llegan!- dijo Emmett.
- Vallan a sentarse que ya comenzara la película.- nos apuro Rosalie.
Nos Edward nos acomodamos y comenzamos a ver una película de terror. Edward me tenía que abrazar cuando me asustaba, a veces escondía mi cabeza en su pecho para no ver algunas escenas. Aun que yo me asuste tanto ya que Alice pego un grito y tiro lejos las palomitas cayéndoles todas a Jasper.
Olaaaaaaa!
Uff. Espero que les haya gustado el kap! En dos dias mas subire otro kap para que un se queden con las ganas!
Zhayto!
|