BAJO LA LUZ DE LA LUNA

Autor: fati_fitimeta
Género: Romance
Fecha Creación: 20/06/2010
Fecha Actualización: 22/06/2010
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 11
Visitas: 59301
Capítulos: 55

 

En el amor vale todo, lo darías todo cuanto quieres a esa persona que te ilumina cada mañana, tan solo con esa sonrisa perfecta.

El lugar más bonito es bajo luz de la luna, a veces en situaciones, como la adolescencia pensamos que esa persona no es correspondida, ¿pero y si se trata de un hombre lobo?

¿Y si ese hombre lobo está imprimado de ti?

En tal caso, pasan obstáculos en nuestra vida, tanto buenos como malos.

Hay que fer valientes y afrontar a esas cosas.

¿Qué pasaría si fueras una chica semi vampira y semi humana?

Fantástico, ¡eh! Pero muchas veces las cosas cambian, pueden ocurrir cosas desagradables, que puedes llegar a tiempo a saber lo que pasa o no, incluso ¿Os habéis parado a pensar que los sueños se hacen realidad? Pues, en algunos casos, las pesadillas si… pueden llegar a ser horribles.

Y pase lo que pase, siempre tendrás a tu lado a la persona que realmente te ama.

Básicamente son cosas de adolescentes, una vida muy aventurera, con muchas cosas.

 Pero es como un cuento de hadas, ¿podrá tener un final feliz?

 

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Capítulo 37: De ¿compras?

Narra Alma

 

 

Miércoles.

-         ¡Buenos días dormilona!- me sobresalté al oír la voz de mi tía.

-         ¡Tía! Que susto que me has dado.

-         Venga levántate, que nos espera una mañana larguita. ¡Compras!

Me tapé la cara con el cojín.

-         Es pronto, déjame dormir…

-         No. Ya levántate.

Me levanté refunfuñando. Y me metí en el aseo.

Me lavé la cara y como cada día miré mi cuello.  Me deprimía cada vez que lo veía.

Una vez lista, vestida. Claro me puse lo que me dejó mi tía.

Bajé a desayunar.

-         Lo siento hija… Es tu tía Alice, ya le he dicho que no te despertara pero…- dijo mi padre.

-         Da igual. Me vengaré cuando menos se lo espere.

Mi tía Alice empezó a reírse.

-         Eso lo dudo, lo vería.

-         O no.- dije dándole un mordisco a la galleta. Ella se quedó con la duda.

Como tenga a un lobito cerca de mí...

Me reí, mi padre me miró y se rió también.

-         A que tengo razón papá.- le dije.

-         Si y mucha.

-         ¿De que estáis hablando?

-         Nada…- dijimos mi padre y yo a la vez.

-         Como lo vea, os apañaré.

-         Bueno… ¿nos vamos?- pregunté

-         Si, claro. Tu madre a dicho que no…- dijo Alice.

-         Vale. Entonces somos… tu, yo…

-         Y Rosalie.

-         Que guay.

-         Venga que nos espera con el coche.

-         Vale. Papá, si viene Jacob o llama…

-         Le digo que estas con tus tías.

-         Si. Gracias.

-         Pásatelo bien.

Salimos de casa y Alice llamó a mi otra tía, la cual apareció dos minutos después con el descapotable rojo.

-         Centro comercial. –dijo Alice.

-         Vamos.

Pusimos música y cantando todo el viaje, hablando también.

Mi tía Alice en un momento antes de llegar al parking puso cara extraña, estaba teniendo una visión. Pero no duró mucho.

-         ¿Qué te pasa tía?- le pregunté.

-         Una visión, pero… era extraña, no se.

-         Que pasaba Alice.- dijo Rosalie.

-         Estábamos en el centro comercial, y Alma salía corriendo, pero no e podido ver más, se ha vuelto borroso lo demás.

Me asusté porque dijo, que no pudo ver nada más. Y yo en la visión salía corriendo. ¿Por qué? Que cosas más extrañas.

No hablamos sobre el asunto y fuimos a comprar.

Entramos en las tiendas, no se que me pasaba pero no me apetecía comprarme nada. No me encontraba muy bien.

-         Alma, que te pasa.- me preguntó Alice.

-         Nada. Es que… no tengo ganas de comprarme nada.

-         Vaya…

-         Bueno voy a comprar una cosa si mira. Me ayudáis a comprarle algo a Jake, cumplimos 3 meses y quiero regalarle algo…

-         Claro.- dijo Alice.

-         Al chucho…- refunfuñó Rosalie.

-         Tía…- le dije

-         Lo siento.

Entramos en una tienda de chicos.

Había un chico arreglando las camisetas en las estanterías, y como no se quedó mirando embobado a mis tías, yo soplé.

-         Por que todos tienen que ser así…

-         Chica… por que son así.- dijo Rosalie.- yo no hago caso.

Le pillé para Jacob una camisa y unos vaqueros que le gustaban tanto a él, y unas zapatillas cómodas. Tipo estilo Jacob.

Lo envolvió la dependienta.

Fuimos a otra tienda para ropa de mis tías, y le compraron ropa a mi madre.

Cuyas prendas no se si se llegarían a usarse.

Entramos en una tienda de ropa interior.

Empezó a darme retortijones en la barriga.

-         Voy al baño, ahora vengo.- les anuncié a mis tías.

-         Vale, no tardes.

Fui corriendo al baño. ¿Seria lo que vio mi tía? Que salía corriendo… Entonces llegué al baño, me metí dentro para mear y vi manchadas mis bragas.

-         ¡Joder! La regla… menos mal que llevo siempre una salva-slip.

Me puse la salva-slip, estiré de la cadena.

Cuando me levanté me mareé. Me entraron unas ganas de vomitar y vomité en el inodoro.

Me senté en el suelo, todo me daba vueltas. El dolor de cabeza se juntaba con el de la regla, era mortal. Noté como me ardía el cuello. Me quería morir.

Necesitaba salir de allí.

-         Tía Alice… Tía Rosalie… por favor…- susurraba medio llorando.

Busqué el móvil dentro del bolso.

Y llamé a mi tía Rosalie.

-         Por favor… venid, estoy mal, ayudadme…

-         Ya vamos al baño.- dijo y colgó.

Volví a vomitar, el cuello me ardía con intensidad, notaba electricidad recorrer mi cuerpo. ¿Qué me estaba ocurriendo?

La electricidad subía poco a poco. Era insoportable. Pero duró pocos segundos, desapareció.

En el suelo estaba, ahí tirada.

Entonces abrieron la puerta. Y me recogieron del suelo. Gracias a dios no había nadie más en el baño.

-         ¡Alma! ¿Estás bien? – preguntaron.

-         Llevadme a casa, por favor…

-         Llama a Carlisle.- dijo Alice a mi otra tía.

Esta le hizo caso. Me cogió en brazos mi tía Alice. No podía moverme, era como una muñeca.

-         ¿Como vas a salir así conmigo en brazos? – le dije.

-         Seremos rápidas tranquila.

-         Vale. Se rápida.

Salimos del aseo y cerré los ojos.

Corrimos a gran velocidad, así que las demás personas ni se enterarían.

Llegamos al coche y me puso mi tía Alice con ella detrás. Me tumbé. 

-         Carlisle, ahora vamos. Si… Alma, esta teniendo cosas muy raras.

Oía a mi tía Rosalie hablar con mi abuelo.

-         Alice… me duele…

-         Que te duele

-         La barriga…la cabeza…y el cuello… me arde. – gritaba del dolor.

-         Dios… Alma…

-         Que…

-         ¿Estás con la regla?

-         Si… - mierda, la sangre.

-         Sangre…

-         Alice, por favor contrólate. No pasa nada solo es un poco de sangre.

-         No lo digo por mi tonta. Rosalie llama y que se vaya Jasper y Bella.

-         Si.

Me preocupaba por que noté como no respiraba, le costaba también respirar un poco.

Pero de pronto volvió la descarga, no pude contenerme y chillé de dolor.

-         Shh… tranquila, tranquila. Ya estamos llegando.

-         Por dios… tranquila cariño.- dijo ahora Rose.

-         Me duele…- dije llorando.- Alice, mátame… madre mía….

-         Cállate. No digas jilipolleces.- dijeron las dos cabreadas.

-         Duele…

Paró el coche, entonces supe que ya estábamos en casa.

Me cogió mi tía Alice en brazos otra vez.

-         Tranquila, ya estamos.

Entre dolores que tenía… ya estaba en la camilla. Abrí los ojos y los vi a casi todos ahí.

Capítulo 36: Bajo la luz de la luna Capítulo 38: Dolores insoportables

 


 


 
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