Amor, rencor, ¿perdon? (+18)

Autor: fiofio
Género: Romance
Fecha Creación: 23/10/2011
Fecha Actualización: 22/01/2012
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 59
Visitas: 150001
Capítulos: 44

¡¡¡FIC TERMINADO!!!

Esta historia relata la vida de Bella cuando se ve abandonada por el hombre que ama.

Les dejo el link de mi nueva historia por si alguien quiere derle una leidita

Perderlo todo: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2539

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Capítulo 35: Inauguracion

Hoy era el gran dia, en estos momentos se estaba inaugurando mi perfumería. Me encontraba sola en casa porque pedí a Edward que fuera a la inauguración y Lydia lo acompaño, la pobre estaba subiendo todo el encierro conmigo. Me tenia mal el haberme perdido este dia, pero estaba feliz y agradecida de tener buenos amigos que me apoyaron en todo momento, Rose se había comprometido con el trabajo, y aunque estuvimos horas discutiendo cuanto seria su sueldo, logramos ponernos de acuerdo.

Mi teléfono sonó en la mesita de noche, supuse que seria uno de los chicos ya que habíamos quedado en estar en contacto todo el tiempo, pero al mirar el identificador me sorprendí, la llamada provenía de la casa de mis padres.

-                     Hola. –salude algo insegura.

-                     Hola hija. –me respondió papa.

-                     Hola papa, como estas? Esta todo bien? –desde que Renee me llamo el no había vuelto a hacerlo.

-                     Todo esta bien. Solo llamaba a ver como están ustedes. –se explico.

-                     Nosotros bien, hoy es la inauguración de la perfumería, probablemente Edward ya debe estar por llegar. –dije mirando el reloj que estaba encima del televisor.

-                     No fue? –pregunto Charly sorprendido.

-                     El esta ahí, yo no fui.

-                     Eso porque? –cada vez parecía entender menos.

-                     Veras papa estoy embarazada y me mandaron a hacer reposo. –hable mas rápido de lo normal.

-                     Wow… es grandioso hija, no sabia que ibas a encargar tan pronto pero a Lydia le hará bien un hermanito. –le costó un poco asimilar pero fue mucho mas rápido que Carlisle.

-                     En realidad no estábamos buscando, simplemente se dio y nos hizo muy felices la noticia. –y era cierto, desde la tarde en urgencias Edward no paraba de acariciarme el vientre y decirme que lo hice el hombre mas feliz del mundo ya tres veces, según el la primera fue al enterarse que tenia una hija, la segunda por tener el amor de la mujer mas especial del cundo, me hacia poner como un tomate cada vez que decía esas cosas, y la tercera por nuestro bebito.

-                     Se lo diré a tu madre, se pondrá muy feliz. –dijo mi padre sacándome de mis pensamientos.

-                     No es buena idea papa, ella esta enfadada conmigo.

-                     Nada de eso, se pondrá feliz. –lo escuche caminar y llamar a mi madre. “Renee no sabes la noticia que me acaba de dar Bella, vamos a ser abuelos otra vez” dijo emocionado mi papa, a lo que ella respondió “a otro bastarlo, de este si sabe quien es el padre?” ese comentario me dolió mucho, las lagrimas no tardaron en hacerse presentes. “Como vas a decir eso, es tu hija” dio mi padre enfadado, “si ella no me quiere en su vida, yo menos en la mia. Es una ingrata que no agradece todo lo que hicimos por ella.” Dijo destilando veneno. “Nosotros hicimos todo por ellos porque los amamos, no para que lo paguen luego, ella esta tomando las riendas de su vida, y estoy muy orgulloso de eso” Charlie siempre había sido un padre amoroso. “Puedes pensar lo que quieras Charlie, yo ya perdi a mi hija, y se que mi bebe vendrá a pedirme perdón en cuanto ponga un pie en Europa y ya no este bajo su influencia.” En ese momento termine la llamada, no podía escuchar mas. Me acorte a llorar desconsoladamente. No se cuanto tiempo paso solo se que en un momento Edward estuvo delante mio.

-                     Mi amor? Que pasa? –dijo muy preocupado en cuanto me vio, corrió a mi lado y me abrazo fuerte.

-                     Mi papa llamo, le dije que vamos a tener otro bebe y en cuanto se lo dijo a Renee ella comenzó a decir cosas horribles. –dije sin dejar de llorar.

-                     Tranquila bebe, ella ya va a entrar en razón. –me aseguro poco convincente.

-                     Me trato de cualquiera. –dije muy bajito. Sentí sus brazos tensarse a mi alrededor, tomo aire un par de veces antes de hablar, supongo que para tranquilizarse.

-                     No debes hacerle caso. –su voz se escuchaba tensa.

-                     Donde esta nuestra hija? –le pregunte al notar que aun no nos había interrumpido.

-                     Esta con sus tios festejando la inauguración. –me explico.

-                     Como fue todo? –tenia que cambiar de tema antes de que haga una locura.

-                     Muy bien, déjame decirte que han vendido muchísimo para ser el primer dia. –dijo con una sonrisa en el rostro.

-                     Eso es fantástico, te dije que era una buena idea. –le dije recordando que el había dudado de mi.

-                     Lo se mi amor, mi mujercita siempre tiene razón. –dijo con una sonrisa en sus labios y dándome tiernos besos en el cuello.

-                     Te amo sabes? –me di vuelta entre sus brazos para poder mirarlo a los ojos.

-                     No me cabe ni la menor duda cuando veo esos ojitos hermosos que solo trasmiten amor. –me dijo mirándome a los ojos intensamente. No me aguante mas y lo bese con todas las ganas que acumule durante el dia, el me respondió de inmediato, nos seguimos besando hasta que se hizo demasiado intenso y terminamos amándonos.

Una vez recuperados del ejercicio físico, ejercicio nada salvaje desde que empezó mi reposo, nos seguimos mimando y mirándonos a los ojos.

-                     No me vuelvas a dejar solita tantas hora, te extrañe mucho. –le dije haciendo un puchero. El y nuestra hija se fueron temprano en la mañana y regreso pasada las siete.

-                     Nunca mas mi amor, lo prometo. –nos volvimos a besar pero su teléfono sonó y nos interrumpió. Lo fue a buscar al bolsillo del pantalón, que estaba en el piso, y leyó el mensaje.

-                     Quien es? –pregunte intrigada.

-                     Es Alice, dice que llegan en quince minutos. –lo observe mientras respondía el mensaje.

-                     Que le dijiste? –hoy estaba un poco chusma.

-                     Que se demore un poco mas para darnos tiempo a bañarnos, asi que bella dama es hora de ir a la ducha. –dijo tendiéndome la mano.

Nos duchamos juntos, mimándonos y besándonos, como me gustas estos momentos con Edward.

-                     Probablemente se queden a cenar, me ayudas? –me pidió cuando estábamos terminando de vestirnos.

-                     Claro mi amor. –dije contenta de poder hacer algo. Estos últimos días me la pasaba en la cama o en el sillón, cuando Ed llegaba me dejaba ayudarlo en todo siempre con el mayor de los cuidados y nada que requiera mucho movimiento.

-                     Que quieres cenar? –me pregunto mientras caminábamos a la cocina tomados de la mano.

-                     Lasaña.

-                     Algo un poquito menos complicado? –mi respuesta fue un puchero y una carita de perrito mojado- Sera lasaña entonces. –dijo acariciando mi mejilla y yo sonreí de inmediato. Aun no llegábamos a la cocina cuando sonó el timbre.

-                     Yo les abro –le dije a Edward y camine hasta el comunicador-. Hola.

-                     Bella que haces levantada? –me regaño Alice. ella era hasta peor que Ed con eso de estar en la cama, si fuera por ella no iria sola ni al baño.

-                     Hola Alice, ya te abro. –presione el botón para abrir y colgué, me fui a la cocina donde mi amado novio ya tenia todo listo para que cocináramos.

-                     Amorcito. –le dije a Edward mientras lo abrazaba por la espalda.

-                     Hola mimosa. –me respondió Ed mientras me acariciaba la cintura y me daba vuelta en sus brazos.

-                     Hola tortolitos. –nos saludo Em, nos giramos y en la puerta de la cocina estaba mi hija con todos sus tios.

-                     Hola, como les fue el festejo? –les pregunte sonriente.

-                     No tan bien como a ustedes. –respondió Alice. Lydia camino hasta nosotros.

-                     Hola papa –le dio un beso-, hola mama –me dio un beso- y hola hermanita. –le dio un beso a mi vientre. Era tan dulce mi tierna hija.

-                     Hola princesita, como te fue con los tios? –le pregunte abrazándola.

-                     Muy bien, nos divertimos mucho. –me respondió feliz.

-                     Como esta mi hermanita y mi sobrinito? –pregunto Em acercándose a saludarme.

-                     Bien, aburridos del reposo pero que otra nos queda. –se rieron de mi comentario.

Termine de saludar a todos los chicos, intercambiamos un par de bromas. Como habíamos imaginado decidieron quedarse a cenar, Jasper nos ayudo a hacer la cena por lo que fuimos mucho mas rápido.

-                     A lo importante –dijo Alice que ya se veía nerviosa hacia un rato-. La inauguración fue todo un éxito, si lo hubiera sabido antes ponía una perfumería en lugar de dedicarme a la decoración.

-                     Que cuñada mas envidiosa. –dije para molestarla.

-                     Todas las señoras acaudaladas de la ciudad estuvieron presentes, todas compraron artículos, además de la prensa que lo denomino como uno de los eventos del año, fue fantástico, no puedo creer que no hayas estado ahí, podrías haber ido en silla de ruedas, aunque asi no te hubieras lucido de forma adecuada, pero no importa pude vestir a mi adorada sobrina, hablando de eso tengo que empezar a pensar en la ropa del bebe. –decía todo muy rápido y aparentemente sin respirar.

-                     Jasper podrías tranquilizarla? –le rogué.

-                     No prometo nada. –se acerco a ella, puso las manos en los hombros y le empezó a hablar lentamente pidiéndole que se tranquilizara.

-                     Te sentiste cómoda trabajando? –le pregunte a Rose una vez Alice se cayó.

-                     Si, es una estupenda posibilidad la que me estas dando Bella, y te estoy realmente agradecida.

-                     La que tiene que estar agradecida soy yo, si no fuera por ti hoy me estaría lamentando por la cancelación de la inauguración en lugar de escuchar a Alice desvariar con la prensa, la ropa y señora. –todos, menos Alice, nos reímos de la ultima parte. Le estaba sinceramente agradecida a Rose, solo esperaba no tener que estar todo el embarazo encerrada y poder hacerme cargo de mis obligaciones pronto.

Seguimos hablando en la cocina hasta que la cena estuvo pronta, durante la cena me dieron todos los detalles de lo que había pasado en la tarde, la verdad es que cuanto mas hablaban peor me sentía por no haber estado presente, pero siempre tuve claro que mi pequeño bebe es mas importante que nada.

Luego de un café los chicos se fueron y nosotros nos acostamos, Edward tuvo que llevar a nuestra hija a su cama ya que había caído rendida en el sillón, me hacia ton feliz verlos juntos, me conmovía inmensamente, lo se soy una sentimental pero todo es culpa de mis hormonas.

 

 

Edward Pov.

Me desperté con la alarma del teléfono, como todos los días, solo que hoy estaba mas cansado porque ayer con lo de la inauguración del local de Bella y la cena familiar me había acostado muy tarde. Bella ya no se levantaba a desayunar conmigo, yo no se lo permitía por el reposo, ella insistía en que no le haría nada preparar dos cafés y unas tostadas pero yo me mantuve firme, se trataba de la salud de nuestra hija y con eso no se juega.

Me fui al trabajo, no sin antes dejar el desayuno listo para mi reina y mis princesitas, hoy tenia una mañana atareada, mi consulta estaba llena, y no me podía quejar porque eso era la muestra de que la clínica era todo un éxito. Después de atender a todos mis pacientes y una urgencia me dispuse a salir a almorzar, en ese momento se me prendió la lamparita y llame a mi hermana.

-                     Hola. –atendió Alice algo precavida después de que el teléfono sonó un par de veces, desde el fin de semana, que metió la pata hablando de mas cuando Bella la llamo, siempre atiende precavida.

-                     Soy yo. –le avise para que se relajara.

-                     Ah Edward, que necesitas? Me vas a  apurar nuevamente? –pregunto a la defensiva.

-                     No Al, solo llamo para saber si puedes almorzar conmigo? –necesitaba pedirle algo pero no seria por teléfono.

-                     Esta bien, donde?

-                     Te molestaría que sea cerca de la clínica, es que estoy atareado y no quiero alejarme mucho. –le pedí.

-                     Bueno, en la cafetería que esta frente a la clínica en veinte minutos. –dijo resignada.

-                     Gracias hermanita. –y con eso termine la llamada.

Aproveche esos veinte minutos para adelantar algunas de mis tareas de la tarde. Cuando cruce la calle justo iba llegando el auto de mi hermana.

-                     Hola hermanito, que necesitas ahora? –me pregunto en cuanto me vio.

-                     Porque siempre tengo que necesitar algo? –le pregunte haciéndome el inocente.

-                     No finjas conmigo Eddie, te conozco muy bien.

-                     No me digas Eddie, y no te voy a pedir nada, es solo que tengo un pequeño dilema interno y quería tu opinión, pero si estas en ese plan no te diré nada. –nada mas efectivo que plantarle una duda a Alice para tenerla a mis pies.

-                     Vamos Ed, no seas malo, entremos a comer algo y me dices que sucede. –me pidió con su carita de niña buena. Entramos a la cafetería, nos sentamos en una mesa al lado de la ventana, yo pedí una hamburguesa vegetariana y Al una ensalada.

-                     Quiero casarme con Bella antes de que nazca el bebe. –le solté luego de que dejaron nuestras ordenes.

-                     He… bueno… ella no quiere? –realmente la agarre de sorpresa.

-                     No lo se, lo hablamos una sola vez por encima y ella estaba ebria. –le explique.

-                     Y que te dijo en esa ocasión?

-                     En realidad yo dije que era muy pronto y ella solo estuvo de acuerdo.

-                     Yo dudo que te diga que no.

-                     Pero y si lo hace y de paso se lleva a mis hijas con ella? –esa idea me aterraba.

-                     Eso no pasara tonto, es que a caso no te has dado cuenta que ella te ama? –me pregunto como si fuera la cosa mas obvia del mundo.

-                     Se que me ama, pero no puedo evitar tener miedo, además de que hay otro problema.

-                     Cual?

-                     Yo quiero pedírselo de una forma especial, en el lugar y momento adecuado y todo esto de tener que estar encerrada en la casa no me lo facilita. –eso era para nada romántico y Bella se merecía que el momento fuera perfecto.

-                     Eso es verdad, pero ya se nos ocurrirá algo. Por el momento lo que podemos hacer es ir planeándolo todo y cuando te de el si solo habrá que fijar una fecha. –esa era una excelente idea en la que no había pensado.

-                     Lo primero que debo hacer es comprar el anillo.

-                     Conozco el lugar perfecto, si quieres podemos ir hoy por la tarde. –me ofreció emocionada.

-                     Que te parece mañana a la hora del almuerzo, si llego tarde Bella preguntara porque y no me gusta mentirle. –Al negó con la cabeza pero lo dejo pasar.

-                     Cambiando de tema, que harás con la casa? –hace un par de semanas compre una casa para Bella y nuestra familia, Alice se esta encargando de decorarla, va a ser una sorpresa, pero el problema es que es de dos plantas y Bella tiene prohibidas las escaleras.

-                     En cuanto Bella pueda usar escaleras le daré la sorpresa. –su pregunta me había dejado pensando, una idea se estaba formando en mi cabeza.

-                     Que tanto piensas? –me pregunto luego de unos minutos.

-                     En que creo que ya se me ocurrió como se lo propondré. –le dije aun pensativo.

-                     Cuéntame. –demando.

Le explique mi plan, que le pareció genial, me dio un par de ideas para hacerlo perfecto y quedamos muy felices los dos. Terminamos de comer ultimando detalles y luego cada uno regreso a su trabajo.

Capítulo 34: Dando la noticia. Capítulo 36: Control.

 
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