Vacaciones y Locuras (+ 18)

Autor: lien
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 01/08/2012
Finalizado: SI
Votos: 8
Comentarios: 14
Visitas: 95474
Capítulos: 42

 TERMINADO

Bella vive en Forks con su madre desde hace 3 años tras la muerte de su padre, las clases se están acabando y esta por graduarse. Su mejor amiga es Alice con la que siempre anda. Pero todo cambiará con la llegada de los hermanos de Alice y cuando su madre le regale un pasaje para irse de vacaciones a Brasil…

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Capítulo 37: Confesiones

disculpen por la demora espero que les haya gustado la foto del tatuaje de edward diganme que les pareció el capítulo por favor dejenme sus comentarios y sus votos aqui les dejo otro solo quedan 3 capítulos y el epílogo

 

 

Capítulo 35

Confesiones

Bella POV

Al parecer mis recuerdos de la noche anterior estaban muy claros, aunque aún no entendía como me había dejado convencer por Alice para hacerme un tatuaje. Luego de que Alice nos mostrara las fotos y los videos de lo que había sucedido la noche anterior, salimos rumbo a nuestros departamentos para hacer las maletas, ya que en la noche salía el vuelo y aún no teníamos preparado nada.

Llegamos a la salida del hotel  y los chicos pidieron un taxi, y Edward y yo nos fuimos en otro hacia nuestro departamento. Cuando llegamos comenzamos a recoger las cosas y al cabo de dos horas ya teníamos todo recogido, ahora solo había que esperar a que llegara la noche y salir para el aeropuerto. Según tenía entendido el auto lo dejaríamos parqueado en la universidad, así que comenzamos a llevar las cosas para el auto y salimos hacia donde estaban los chicos. Antes de irnos Edward dejó pagado por adelantado el mes que estaríamos fuera, para así no perder el departamento.

Cuando llegamos a la universidad bajamos las cosas que no eran muchas solamente dos maletas y la guitarra de Edward y fuimos hacia los dormitorios. Cuando llegamos había tremendo reguero por todas partes, había en la sala al menos 5 maletas y ya me imaginaba a quien pertenecían. Alice salió del dormitorio con otra maleta.

-Esta es la última.- dijo mientras yo no podía creer que ella fuera a llevarse todo eso.

-Alice, piensas llevarte todas las cosas, deberías dejar un poco de ropa aquí así no tienes que cargar tanto cuando regresemos.

-Yo no me llevo todas las cosas, aquí solamente está la mitad.- dijo ella mientras Edward y yo reíamos.

-A que hora sale el vuelo.- le preguntó Edward.

-A las 8:00 pm, lo cual nos deja aún cuatro horas para terminar y comer algo.

Dijo Alice mientras yo me sentaba en el sofá y Edward se sentaba a mi lado mientras esperábamos a que terminaran de recoger.

Rosalie y Emmett llegaron al poco rato con sus cosas  y se sentaron con nosotros en la sala a esperar a que Alice terminara. Luego media hora Alice había terminado, llamamos unos taxis y nos dirigimos hacia el aeropuerto. Cuando llegamos aún nos quedaban dos horas así que luego de chequear y comprobar todo, nos sentamos en un restaurante a comer mientras esperábamos la hora de salida del vuelo.

Entre bromas y risas el tiempo paso rápidamente y cuando vinimos a darnos cuenta ya era la hora de tomar el avión, así que nos encaminamos hacia las puertas y subimos a nuestro vuelo. Nuestros asientos se encontraban juntos, unos detrás de los otros, todos en primera clase, yo me encontraba al lado de Edward, así como Alice al lado de Jasper quienes se encontraban detrás de nosotros y Emmett al lado de Rosalie que estaban sentados adelante. Una vez que nos sentamos, nos pusimos los cinturones y un rato después de que hubiera despegado el avión Emmett se levantó para ir al baño. Edward y yo nos miramos y nos echamos a reír acordándonos de lo que sucedió la ultima vez que montamos en avión, cuando regresábamos de brasil.

Al poco rato Rosalie se dirigió hacia el baño también y nosotros no podíamos aguantar las ganas de reírnos. Como a los diez minutos regresó Rosalie y detrás de ella Emmett, con una cara que no era de quien acababa de tener sexo en el baño de un avión. Se sentaron nuevamente en sus respectivos asientos y Edward y yo nos miramos como preguntándonos que había sucedido. Pero el no podía quedarse callado y se le ocurrió preguntarle a Emmett que había sucedido.

-Emmett porque traes esa cara.-le dijo mientras Emmett se giraba por encima del asiento.

-Es que estoy pensando.

-Tu pensando eso es nuevo, que es lo que te tiene tan pensativo, si se puede saber.- le dijo Edward mientras yo no podía evitar reírme.

-Pues todavía estoy pensando en como ustedes pudieron tener sexo en el baño del avión.- nos dijo el mientras yo me sonrojaba ante lo que había dicho.

-Pues es muy fácil Emmett, tengo que enseñarte.- le dijo Edward mientras se echaba a reír.

-No gracias, yo sé, el problema es que aún no entiendo como pudieron en el baño con lo chiquito que es, yo y Rosalie no hemos podido.- dijo mientras Rosalie le daba por la cabeza.

-Emmett deja de estar hablando cosas privadas.-le dijo ella mientras tiraba de el hacia el asiento.

-Yo te dije que no iban a poder pero tu no me hiciste caso.- le dijo Edward mientras se acomodaba a mi lado.

Y así entre chistes a costa de Emmett pasamos el resto del viaje hasta que anunciaron que nos pusiéramos los cinturones que  íbamos a aterrizar. El vuelo había sido muy tranquilo, sin ninguna turbulencia. Luego de que bajáramos y recogiéramos el equipaje salimos y allí afuera se encontraban Carlisle, Esme y mi madre Renee. Al parecer Alice se había encargado de avisar cuando llegábamos para que fueran a recogernos. En cuanto la vi salí corriendo hacia donde ella se encontraba, la había extrañado mucho, no era lo mismo conversar en alguna que otra ocasión por teléfono o mediante los correos electrónicos.

-Mamá te extrañe tanto.- le dije mientras nos abrazábamos.

-Y yo a ti cariño.- me decía ella mientras nos abrazábamos.

-Y no nos piensas saludar a nosotros.- me dijo Esme.

Me separé de mi madre y fui a saludar a Esme y a Carlisle, para regresar nuevamente con mi madre. Aún tenía que contarle lo de Edward y yo, no había tenido tiempo ya que hacía apenas un día que nos habíamos comprometido. Salimos del aeropuerto y nos dirigimos hacia mi casa a dejarme a mi y mi madre, quería pasar un tiempo con ella, en la mañana iría a ver a Edward. Llegamos a casa y ya comenzaba a hacer más frío, típico del invierno que se aproximaba. Nos bajamos del auto, cogí mi maleta, me despedí de Edward con un beso y con muy pocas ganas de que se fuera de mi lado. Entramos a la casa y luego de subir mis maletas nos sentamos en la sala a conversar mientras nos tomábamos una taza de chocolate caliente.

-Y yo te ha ido en la universidad.

-Genial, he aprobado todas las pruebas sin ningún problema.

-Eso es bueno cuanto me alegro.

-Y y o han ido las cosas por aquí.

-Todo normal, típico de Forks, solo algunos pequeños cambios.

-Mamá tengo que decirte algo, y no sé como te lo vas a tomar.

-Pues que casualidad yo también tengo que decirte algo.- me dijo ella de lo más emocionada.

-Pues dime tu primero.- le dije para que hablara primero y buscar el valor suficiente para decirle lo mío y de Edward.

-Pues he conocida a alguien, su nombre es Phill, es entrenador de baseball.- me dijo ella y yo no lo creía.

Después de tanto tiempo, nunca pensé que mi madre fuera a volver a salir, pero me alegraba por ella.

-Quisiera que lo conocieras, es muy amable conmigo y sabes que tu opinión es muy importante para mi.- me decía ella y tal parecía ella la hija y yo la madre.

-Esta bien mamá si es tan importante para ti, pero sabes que yo siempre te apoyaré en todo, y si te hace feliz pues me alegro por ti.- le dije mientras ella me abrazaba.

-Gracias hija no sabes cuanto me agrada escuchar eso, pero hay algo más que tengo que decirte.- me dijo ella separándose un poco de mi.

-Pues dime que cosa es.

-Pues que Phill quiere llevarme a Londres todo este mes y no sé si ir, no quiero dejarte tanto tiempo sola.- me dijo ella mientras  yo sonreía.

-No te preocupes por mi mamá, ve y disfruta, además no voy a estar sola, Alice quiere que pase unos días allá antes que comience a nevar, así que me puedo pasar el mes con ellos, te puedo garantizar que a Esme le va  a encantar.

-De verdad, pues al regreso te cuento que tal es Londres.- me dijo ella mientras ambas reíamos.

-Me encantará escuchar tu historia.- le dije mientras me acomodaba en el sofá.

-Y que era lo que me tenías que contar.- me dijo ella mientras yo me incorporaba mirándola.

-No se por donde empezar.- le dije nerviosa.

-Que tal si comienzas por el principio, y ve directo al grano, no des tanta vuelta- me dijo ella mientras me sonreía.

 

Ella tenía razón cuando tenía que contarle algo siempre dudaba tanto que le daba muchas vueltas al asunto con tal de que ella no se enfadara y al final su reacción nunca era la que yo me esperaba, ella siempre me sorprendía. Así que decidí ir directo al grano y no darle muchas vueltas al asunto.

-Edward y yo nos vamos a casar.- le dije mientras le enseñaba el anillo.

Mi madre se quedó mirando el anillo mientras sonreía.

-Desde que lo conocí supe que ustedes dos terminarían juntos, me alegro por ti.- me dijo ella mientras me miraba.

-Eso es lo único que vas a decir, no dirás nada de que somos muy jóvenes, que esperemos un tiempo.- le dije mientras ella me miraba.

-Creo que tu nunca has sido joven siempre te has mostrado muy madura para tu edad y creo que sabes tomar tus propias decisiones.- me dijo ella mientras sonreía y yo también.

-Tal parecemos yo la madre y tu la hija.- le dije mientras ambas sonreíamos.

-Solo espero que el te haga muy feliz.

-Lo hace.- le dije mientras nos abrazábamos.

Esa noche dormí muy tranquilamente, aunque extrañaba el calor del cuerpo de Edward a mi lado. En cuanto amaneció y luego de cepillarme los dientes bajé a desayunar y mi madre ya tenía preparado el desayuno. Ambas desayunamos tranquilamente entre risas mientras yo le contaba lo que le habíamos echo a Alice con la tarjeta de crédito.

-Alice no va a cambiar, sigue con las compras compulsivas.- me dijo ella.

-Si y no se le quita tampoco una mala costumbre que tienen todos los Cullens de apostar.

-Y que es lo que apuestan ellos.

-Bueno las primeras fueron de dinero y mayormente son entre ella y Emmett, aunque todos  terminamos implicados casi siempre.- le dije mientras me acordaba de la última que habían hecho.

-Y eso como es.- me preguntó mi madre.

-Bueno, pues la última apuesta fue el mismo día que nos comprometimos, Emmett le apostó que no se hacía un tatuaje.

-Y que sucedió.- me incitó mi madre a que continuara.

-Pues no creo que te valla a gustar esta parte de la historia.- le dije mientras me acomodaba en la silla.

-Y eso porque.

-Recuerdas que te dije que casi siempre terminábamos todos implicados en sus apuestas.

-Si.

-Pues esta vez no fue la excepción.

-No me digas que te hiciste un tatuaje.- me dijo mi madre asombrada.

-Si, sabía que no te iba a gustar lo que te iba a contar.

-No es que no me guste, puedo verlo.- me dijo de lo más emocionada.

-Pues si.- le dije mientras se lo enseñaba.

-Está muy mono, y te queda bien ahí, alguien mas se lo hizo.-m e preguntó ella.

-En realidad todos se hicieron uno, Edward se hizo un dragón en el brazo, Alice una cajita de regalos, Jasper un alien, Rosalie un auto de carreras y Emmett una lagartija.- le dije mientras me reía por lo último.

-Y porque Emmett se hizo una lagartija.

-Porque es a lo que le tiene miedo y se lo escogió Rosalie.- le dije mientras ambas reíamos.

-Pues parece que se han divertido bastante.

-No estas enfadada conmigo.

-Pues no la verdad, siempre me han gustado, pero soy muy cobarde como  para hacerme uno y creo que ya no tengo la edad para eso.- me dijo mientras ambas reíamos.

-Entonces cuando te vas hacia Londres.- le pregunté a mi madre.

-Anoche luego de que te acostaras hablé con Phill, me dijo que si quería podríamos partir en el vuelo del mediodía de hoy.

-Entonces creo que tienes que hacer las maletas.- le dije mientras me levantaba y recogías los platos.

-Que crees que estuve haciendo anoche.- me dijo ella mientras sonreía.

-Edward debe estar al venir por mí así, que creo que me presentarás a Phill cuando regresen de Londres.- le dije mientras salíamos hacia la sala.

-Si al parecer así será.

-Me llamas en cuanto llegues y llévate la cámara y tira bastantes fotos quiero verlo todo.- le dije mientras la abrazaba.

-Y tu abrígate bien, sabes como son los inviernos aquí.

-Te quiero mamá.

-Y yo a ti mi  amor.

Después de eso subía hacia mi habitación y cogía la maleta que aún no había desempacado. No tenía que agregarle más ropa ya que en Darmounth casi todo el tiempo hacía frío. Cuando llegó Edward bajé con mi maleta, mi madre nos felicitó por el compromiso y le pidió que cuidara de mi. Nos despedimos de mi madre y salimos hacia su casa.

-Y para que es la maleta.- me dijo el cuando estábamos llegando a su casa.

-Pues mi madre se va a Londres durante todo este mes así que pasaré las vacaciones con ustedes, espero que a Esme no le moleste.

-Te puedo garantizar que después que se enteró que nos íbamos a casar, no se va a molestar en lo absoluto, por el contrario esta contentísima.- me dijo el mientras parqueaba el auto en la casa.

Y así comenzaban nuestras vacaciones de invierno, un mes completamente al lado de Edward. Y si el clima era como todos los años creo que nos íbamos a pasar la mayor parte del tiempo dentro de casa ya que en cuanto comenzara a nevar no íbamos a poder salir a nada. Y eso en realidad no era una molestia, no podía esperar a que comenzara a nevar y me viera obligada a pasar todo el día pegada al cuerpo de Edward buscando un poco de calor.


Capítulo 36: Tatuaje Edward Capítulo 38: Vacaciones de invierno

 
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