Amor, rencor, ¿perdon? (+18)

Autor: fiofio
Género: Romance
Fecha Creación: 23/10/2011
Fecha Actualización: 22/01/2012
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 59
Visitas: 149987
Capítulos: 44

¡¡¡FIC TERMINADO!!!

Esta historia relata la vida de Bella cuando se ve abandonada por el hombre que ama.

Les dejo el link de mi nueva historia por si alguien quiere derle una leidita

Perderlo todo: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2539

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Capítulo 33: Las mejores noticias

El tiempo paso rápido, ya llevábamos un mes en los ángeles. En este tiempo habían pasado muchas cosas, Emmett y Rose hicieron su relación pública, Esme y Carlisle regresaron a Forks, la tienda ya estaba a un par de días de la inauguración, ya habíamos pasado por la obra, la elección de mobiliario, la entrega de los perfumes, Tanya hizo un viaje relámpago para entregarlos en persona. Respecto a Edward y a mi, las cosas iban excelente, a pesar que por culpa de las modificaciones del local al principio no veíamos poco, el salía muy temprano en la mañana y yo llegaba tarde. En este mes también recibí la tan esperada llamada de mi madre, al parecer Charlie le hablo de mi llamada recién el dia del cumpleaños de Lydia, en su llamada lo único que me dijo es que soy una traidora, una mala hija, que ya no confía en mi y algunas otras cosas que no quiero ni recordar, obviamente todo fue por despecho y enfado del momento pero de todas formas me lastimaron mucho sus palabras, Edward se enfado muchísimo a pesar que no le conté ni la mitad del asunto, dijo que no era justo que yo llorara por culpa de mi madre, que yo nunca haría llorar a Lydia, y era cierto pero Renee y o somos muy distintas, o mas bien ella cambio mucho. Antes de mudarnos a Europa ella no era asi, era comprensiva y siempre nos apoyaba, pero después comenzó a meterse de lleno en el trabajo y a hacer caso a lo que le decían sus nuevas amigas de alta sociedad, antes con Emmett bromeábamos con que esas mujeres le habían quitado el espíritu maternal, hasta que un dia ella nos escucho y nos hecho una bronca que casi hace volar los techos. Lo mas lamentable de la situación era que al estar enojada conmigo no hablaba con Lydia y mi hija la extrañaba.

También estaba preocupada por la actitud de Edward, últimamente estaba muy misterioso reuniéndose a cada rato con Alice, cada vez que los enfrentaba decían que eran cosas mias y que solo estaban hablando de cosas de hermanos, esa respuesta me hacia desconfiar mas aun.

-                     En que piensas cariño? –me pregunto Edward.

-                     En lo loco que ha sido este ultimo mes. –le confesé.

-                     Ya todo será mas tranquilo dentro de poco.

-                     Lo se. Aun me da lastima que Esme no se haya podido quedar para la inauguración, con todo el trabajo que invirtió en el proyecto. –a Carlisle lo necesitaban urgentemente en el hospital y ella no lo hiba a dejar volver solo, asi que se fue con el.

-                     Es una lástima, pero ya podrá verlo mas adelante. –dijo acariciándome la mejilla. Nos encontrábamos acostados en nuestra cama, era sábado y Lydia había salido de paseo con Rose y Em.

-                     Lo se.

-                     Has sabido algo de lo que piensa la gente al respecto del negocio? –ya estaba la fecha de inauguración para el jueves, se habían mandado invitaciones y hecho propaganda.

-                     Alice me dijo haber escuchado hablar al respecto a unas señoras en su local la semana pasada, parece que están muy interesadas en un negocio de estilo Europeo en la ciudad.

-                     Eso es fantástico. –por su voz supe que lo pensaba en serio.

-                     Si, y lo mejor es que aunque a los demás no les interese no perderé nada ya que tu hermana quiere comprar todos los perfumes. –los dos nos reímos al recordar la cara de Alice cada vez que abría una de las cajas de perfumes, a ella le gustaban todos.

-                     Hermosa. –me dijo Edward una vez paramos de reír. Lo bese tiernamente en los labios, pero cuando iba a incorporarme para profundizar el beso me dio una fuerte puntada en la parte baja del vientre.

-                     Ay! –me queje y me lleve las dos manos al lugar donde provenía el dolor.

-                     Que te pasa amor? –pregunto Edward incorporándose de inmediato.

-                     No lo se, me duele mucho.

-                     Donde te duele, déjame verte. –me pidió adoptando su papel de medico. Le señale cual era la zona, pero en vez de pasarse cada vez me dolía mas.

-                     Edward me duele mucho! –me queje casi en un grito.

-                     Te ayudare a vestirte, iremos al hospital. –le dijo mientras caminaba al armario, en otras circunstancias me haría quejado pero hoy me sentía realmente mal. Me puse un vestido y unos zapatos bajos y salimos, no podía ni caminar por lo que Ed iba cargando mi peso. Fue por las calles a toda velocidad, no respeto ninguna señal ni semáforo. Llegamos al hospital en cinco minutos, cuando deberíamos de haber tardado por lo menos veinte. Entro conmigo en brazos y me llevo directo a urgencias, este es su antiguo trabajo por lo que me hicieron entrar de inmediato. Me sacaron sangre y me pusieron un suero con sedante para bajar el dolor.

-                     Tendrías que llamar a Em para que se quede con nuestra hija hasta que salgamos de aquí. –le sugerí a Edward.

-                     Claro amor, pero no puedo hablar aquí, regresare en unos minutos. –dijo mientras se iba con el teléfono en la mano. Cuando me quede sola comencé a quedar dormida, el dolor me había dejado exhausta y agregarle los sedantes no fue buena combinación.

-                     Bella, amor. –me despertó Edward suavemente cerca de mi oído. Me removí un poco, al abrir los ojos me encontré al médico mirándome algo divertido.

-                     Hola, yo soy Leonard. –se presento, un medico alto, de pelo negro, ojos celestes, si mi novio no fuera el hombre mas hermoso del mundo de seguro me parecería atractivo.

-                     Hola Leonard, como estas tanto tiempo? –lo saludo Ed estrechándole la mano.

-                     Mu bien y tu? Me entere que te va muy bien en la clínica, te felicito. –dijo cortésmente.

-                     Muchas gracias –carraspee ya que parecían haber olvidado mi presencia-. Lo siento, ella es Bella mi mujer. –me presento.

-                     Es un gusto Bella. Me alegro de ser yo quien les el diagnostico. –dijo feliz.

-                     Que le sucede a Bella? –pregunto mi amor impaciente como siempre.

-                     Sucede que van a ser papas, felicitaciones! –quede en shock, mis ojos se llenaron de lagrimas, si bien con Edward no nos cuidábamos siempre nunca hablamos de tener otro hijo. Ed me miro a los ojos, se veía confundido, lo tome de las manos, las mias temblaban de solo pensar que el no quería otro hijo, y lo mire directo a los ojos tratando de descifrar sus sentimientos, el al parecer hizo lo mismo porque después de unos segundos dijo en un susurro:

-                     Te amo. –el doctor carraspeo para llamar nuestra atención.

-                     Bueno, la cuestión es que el dolor que sufriste hoy no es normal por lo que te haremos una ecografía para ver si todo esta bien. –las piernas me temblaron, capaz que le pasa algo a mi bebe.

-                     Cuando se la van a hacer? –la voz de Edward reflejaba la misma preocupación que yo sentía.

-                     Cuanto antes, ya le iré a avisar al ginecólogo. –se fue y nos dejo solos.

-                     Tranquila amor, todo estará bien. –trato de consolarme, pero el estaba tan asustado como yo.

-                     A nuestro bebe no le puede pasar nada. –dije con los ojos llenos de lagrimas.

-                     Veras que no le pasara nada, te lo prometo amor, yo las cuidare, a las tres.

-                     Puede ser un varoncito.

-                     Será otra hermosa niña, llenaremos la casa de hermosas señoritas. –casi se le caía la baba, no pude evitar reírme pero por la ternura que me causo su comentario.

-                     Permiso. –dijo asomándose al box un doctor seguido de una enfermera.

-                     Hola Dr., como esta? –lo saludo Edward amablemente.

-                     Muy bien y tu? Cuanto tiempo sin verte. Me han dicho que serás papa, los felicito. –parecía mucho mas amable que el anterior medico.

-                     Si, pero estamos algo preocupados por la condición del embarazo. –le respondió yendo al grano.

-                     En ese caso hagamos la ecografía. –con una seña hizo entrar a la enfermera, me tape hasta la cintura con la sabana y me subí el vestido para dejar descubierta mi pansa, me puso el gel frio y comenzó a pasarme el aparatejo, Edward me tomo de la mano, era tan emocionante la primer vez que veríamos a nuestro hijo.

-                     Como esta? –le pregunte ansiosa después de unos minutos en silencio.

-                     Su bebe esta perfectamente, pero tendrá que hacer reposo por un tiempo, parece que ha estado muy estresada o preocupada y el bebe lo ha sentido, por lo que de ahora en adelante tendrá que cuidarse mas.

-                     De cuanto esta? –pregunto Edward.

-                     Unas cuatro semanas. –mi bebe apeas era del tamaño de un pequeño frijolito.

-                     Corre algún peligro? –insistió Edward.

-                     Siempre y cuando guarde reposo y se tome las cosas con calma no habrá problema.

-                     Que aburrido. –me queje de solo pensar en pasármela todo el dia tirada en la cama.

-                     No tiene que ser absoluto, puedes moverte en la casa, siempre y cuando no tengas que estar subiendo y bajando escaleras, pero evita salir y ante la mínima perdida o sangrado debes venir cuanto antes. –eso por descontado, no dejaría que le pase nada a mi bebe.

-                     Alguna dieta en particular? –algo me decía que Edward seria aun mas sobre protector, si es que eso es posible.

-                     No, solo le recetare unas vitaminas y luego los correspondientes controles regulares. –saco la libretilla para medicamentos, lleno un par de recetas y se las dio a Edward.

-                     Nos podemos ir? –pregunte ilusionada.

-                     Si, pediré a alguien que te saque el suero y listo. –dicho eso se fue. En menos de cinco minutos vino una enfermera a retirarme el suero.

-                     Vamos amor. –dijo Edward ayudándome a parar.

-                     Que te parece si hacemos una cena familiar para comunicar la noticia? –sugerí mientras íbamos saliendo.

-                     Tienes que hacer reposo.

-                     Puedo estar en la casa, y lo que tengo que evitar son las situaciones de estrés y preocupación, yo solo veo felicidad en decirles a todos esta gran noticia. –me miro serio al principio pero luego me sonrió.

-                     Es una noticia fantástica, no sabes lo feliz que estoy, no te haces una idea.

-                     Claro que lo se mi amor, yo me siento igual. –me abrazo con mucho cuidado, algo me decía que por un tiempo todo seria con mucho cuidado. Llegamos al auto, me abrió la perta, me ayudo a subir, me abrocho el cinturón y luego se subió el. Esta vez condujo con el mayor de los cuidados.

-                     Hay que llamar a Emmett para decirle que ya puede llevar a la princesa. –me dijo dándome el teléfono.

-                     Mira la hora, podríamos pasar por el supermercado a comprar pasta y ya le decimos que vayan a cenar, tendríamos que llamar a Alice para que también vaya. –comencé a marcar el numero de Alice.

-                     Aguarda, tu no iras al supermercado, tampoco cocinaras, de eso me encargo yo, tu estás en reposo.

-                     No exageres amor, puedo cocinar, puedo hacerlo sentada si eso te deja mas tranquilo. –sugerí pero todavía no se convencía.

-                     Bella debemos cuidar al bebe. –esto tenia que ser una broma.

-                     Crees que pondría en peligro  a nuestro hijo? –le pregunte enfadada.

-                     No amor, es solo que me preocupo por ustedes. No te enfades. –estábamos parados en un semáforo por lo que aprovecho para tomar mi cara entre sus manos y darme un tierno beso.

-                     Esta bien, pero prométeme que no me trataras como una invalida.

-                     Si tu me prometes cuidarte. –rebatió.

-                     Claro que me cuidare, la salud de nuestros hijos es lo mas importante para mi. –me miro con ternura y miro nuevamente al frente.

-                     Como crees que se lo tome Lydia? –parecía preocupado.

-                     Supongo que si no se siente menos atendida no tendremos problema. –a mi también me preocupaba un poco.

-                     Eso espero –condujo unos minutos mas y estuvimos en el super-. Llegamos cariño. –dijo mientras se quitaba su cinto y el mio.

-                     Necesitamos pasta y los ingredientes para la salsa, y ya que estamos también leche, algo de frutas, cereales, carne para hacer asada mañana, papas y boniato (batata). –le dije lo que hacia falta en la casa.

-                     No vienes? –pregunto sorprendido.

-                     No, es sábado y a esta hora debe haber mucha gente, aprovechare para llamar a los chicos. –dije aun con su teléfono en la mano.

-                     Me parece muy bien, no me demoro nada –me dio un dulce beso en los labios-. Te amo.

-                     Y yo a ti lindo. –me dio otro beso y bajo del auto. Marque el numero de Emmett, atendió de inmediato.

-                     Edward? Como esta Bella? –se oía preocupado.

-                     Hola Em, soy yo. –que le habrá dicho Ed para que este tan preocupado? Me pregunte.

-                     Hermanita, cote te encuentras? Que te paso?

-                     Tranquilo Em, te lo diré en la cena. Ahora estamos en el supermercado pero en cuanto salgamos te aviso y puedes ir cuando quieras. Como esta Lydia? –le pregunte tratando de cambiar de tema.

-                     Esta bien, jugando con Rose, no le dijimos nada obviamente.

-                     Esta bien, te aviso cuando lleguemos a casa, ahora tengo que llamar a Alice. –le dije a modo de despedida.

-                     En cuanto llegues me avisas y salimos para ahí. –termino la llamada. Marque a Alice demoro un poco mas pero también me atendió.

-                     Hola hermanito, no me vas a dejar descansar ni los sábados? Ya te dije tendrás que esperar, la perfección no se logra de un dia para otro. –dijo algo molesta.

-                     Que tiene que esperar? –pregunte muy intrigada.

-                     Isabela que haces llamando del teléfono de mi hermano? –dijo después de unos largos minutos en silencio.

-                     Deje el mio en el departamento. Que tiene que esperar? –volví a preguntar.

-                     Cosas de hermanos. A que llamabas? –la conozco lo suficiente para saber que no me dirá nada.

-                     Para invitarlos a cenar esta noche, hay algo que queremos decirles.

-                     Adelántame algo? –me pidió.

-                     O si tu me dices que es lo que tiene que esperar Edward. –negocie.

-                     Eres una tramposa. –juraría que estaba haciendo su puchero de pobre chica.

-                     Vendrán? –insistí.

-                     Si. A que hora?

-                     Ahora estamos en el super, en cuanto lleguemos avisare a Emmett y Rose para que vayan con Lydia para el apartamento si quieres te aviso a ti también. –ya eran casi las ocho, hoy la cena se retrasaría.

-                     En ese caso debo comenzar a arreglarme. Aguarda, has dicho que están en el supermercado? Pero yo no escucho ningún ruido. –ella siempre tenia que ser observadora.

-                     Yo no entre, me quede esperando en el auto? –le explique.

-                     Eso porque? Mi hermano se puso celoso por algo? –Edward había tenido una especie de ataque de celos hace una semana en este mismo lugar, según el todos los hombres me miraban descaradamente.

-                     No, lo entenderás cuando de demos la noticia esta noche.

-                     Adelántame algo? No me puedes dejar asi, no puedes ser tan mala amiga. –dijo de lo mas afligida.

-                     Lo siento Alice, tendrás que ser un poquito mas paciente. Adiós. –y termine la llamada. Edward demoro cerca de veinte minutos mas en llegar, para haber entrado solo demoro mucho.

-                     Discúlpame la tardanza cariño, aproveche para cruzar a la farmacia a comprar tus vitaminas. –me explico después de darme un dulce beso en los labios.

-                     No hay problema amor –le dije sonriéndole como tonta. Me quede mirándolo mientras guardaba las bolsas y se acomodaba a mi lado-. Te amo. –le dije cuando estaba a punto de ponerse el cinturón. Me miro con esos ojotos llenos de amor.

-                     Yo también te amo hermosa –dijo acercándose a mi y dándome un beso rico, tierno y dulce-. Eres perfecta sabias? –me pregunto aun sosteniendo mi cara entre sus manos.

-                     No lo sabia, pero si se que tu lo eres. –nos quedamos mirando a los ojos por un largo tiempo, sentía su respiración en mi cara, era delicioso. Hasta que tuvimos que ponernos en marcha porque ya era tarde. Fui todo el camino tomada de su brazo e inclinada en su dirección lo mas que me permitía el cinturón de seguridad.

-                     Bueno mi amorcito cariñosa, hemos llegado. –dijo Edward mientras apagaba el auto en el estacionamiento. No pude evitar reírme de la forma que me había llamado.

-                     Jajajajaja, vamos lindo –le dije mientras salía del auto-. Podrás con todas esas bolsas? –pregunte sorprendida al ver como estaba la cajuela del auto.

-                     Si no puedo hare mas de un viaje. –dijo con esa que usaba cuando hablaba de algo obvio.

-                     Te ayudaría, pero no se puede. –dije conteniendo una risita.

-                     Te estas aprovechando de la situación. –dijo también riéndose.

-                     Vamos arriba, hay que preparar la cena y llamar a nuestra hija. –dijo tomando la mayor cantidad de bolsas que pudo en una mano y con la otra sostenía la mia.

Capítulo 32: Trabajo Capítulo 34: Dando la noticia.

 
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