porfavor dejen sus comentariosy sus votos son uy importantes para i disculpen por la demora en subir el capi les subí una foto del tatuaje de edward espero que eles guste denme su opinion
Capítulo 34
Lo que pasó la noche anterior
BELLA POV
Desperté en la mañana con un poco de dolor de cabeza, la luz del sol que entraba por la ventana me molestaba en los ojos. La verdad no recordaba cuanto había bebido la noche anterior, es más después de la foto no recordaba nada más. Cuando logré abrir mis ojos no reconocía donde era que estábamos, este no era nuestro apartamento, y tampoco era el dormitorio de la universidad, que había pasado anoche. La habitación era muy grande, y la cama era inmensa, me recordaba al hotel de Brasil. Miré al reloj y pasaba de medio día, a que hora nos habremos acostado...y donde.
Al menos Edward se encontraba a mi lado, desnudo y con un tatuaje en la espalda…no yo no estaba viendo bien. Me levanté tomé la camisa de Edward que estaba en el suelo y fui al baño. Este también era muy grande, tenía hasta un yacusi, cuando llegué al lavamanos me enjuagué la cara con bastante agua y regresé a la habitación.
Al parecer estaba viendo perfectamente ya que Edward si tenía un tatuaje en la espalda. Era como el ala de un dragón, me acerqué a él para verlo mejor y lo giré un poco para que quedara de frente hacia mi, y si, tenía un dragón completo que comenzaba en su pecho y la cola se extendía por su brazo. No era en color, solo era en negro y con el color de su piel y tenía que admitir que le quedaba muy bien.
Aún me preguntaba que más habría sucedido anoche, las cosas estaban un poco borrosas y me dolía un poco la cabeza, me recosté al lado de Edward, le acaricié el tatuaje y se despertó. Se giró hacia donde yo estaba sonriendo.
-Me encanta que me despiertes así, pero tengo un dolor de cabeza.- me dijo mientras se ponía el brazo sobre sus ojos.
-Ni que lo digas…y no te duele el brazo.- le dije mientras él me miraba.
-Si un poco.- porque lo preguntas.
-Debe ser por el dragón que tienes tatuado ahí.- le dije mientras él se miraba el tatuaje.
-Y como yo me hice esto.- me dijo mientras se levantaba e iba hacia el espejo para verse.
-No tengo idea.- le dije mientras llegaba a su lado.
-Que sucedió anoche.- me dijo mientras se echaba agua en la cara.
-Si yo supiera.- le dije mientras regresaba hacia la cama.
-Bella…que tienes ahí.- me dijo el mientras yo me giraba.
-Donde.- le dije mientras me miraba detrás.
-Allí debajo de la camisa.- me decía mientras llegaba a mi lado y me levantaba la camisa.
-Que es eso.- le dije mientras él se echaba a reír.
-Parece que yo no fui el único que se hizo un tatuaje anoche.- me decía mientras yo me tocaba donde él decía.
-Hay…me duele…que cosa es.- le dije mientras Edward reía.
-Pues tu también te hiciste un dragón.- me decía el mientras yo iba hacia el espejo.
Y ahí en mi cadera derecha, tenía tatuado un bebe dragón, se veía de lo más cómico, pero lo que más llamó mi atención fue lo que decía en la barriga del dragón. Allí tenía las letras E & B forever, que aunque era muy chiquito se podía leer bien. Me gustaba mucho, aunque ni siquiera sabía porque me lo había hecho. Regresé a donde estaba Edward sentado en la cama ya con el pantalón puesto.
-Que sucedió anoche.- le dije mientras le daba su camisa y buscaba mi ropa que se encontraba tirada por la habitación para vestirme.
-No lo sé, no recuerdo mucho después de la primera botella de champagne.- me dijo el mientras se ponía la camisa.
-Pues yo no recuerdo nada después de la foto.- le dije mientras me vestía.
-Y donde estamos.- me dijo el mientras miraba hacia todos lados, este no es nuestro departamento.
-No lo sé.- pero en eso mis ojos se fijaron en un folleto que había en una mesita.
-Que es eso.-me dijo el mientras yo leía.
-Es la respuesta a nuestras preguntas, estamos en el hotel Imperial.- le dije mientras le pasaba el folleto.
-Y como llegamos aquí.-me dijo el mientras leía el folleto.
-No sé, pero creo saber quien puede saberlo.- le dije mientras buscaba mi celular y le timbraba a Alice.
El celular sonaba y nadie lo cogía, y así siguió sonando hasta que se calló la llamada. Decidimos salir del hotel y regresar a la universidad para ver si los chicos se encontraban allí. Cuando salimos del dormitorio, la otra parte de la habitación era aún más grande, tenía un enorme recibidor, con televisor y un sofá inmenso y muchos cojines y alfombra por todo el piso.
Había mucha ropa tirada por toda la habitación, y no era de nosotros ya que la de nosotros la teníamos puesta. Y cual fue nuestra sorpresa, al fijarnos bien y encontrar entre los cojines y unas mantas en la alfombra del suelo a Emmett y Rosalie y sobre el sofá, también debajo de unas mantas, sobresalían los pies de Jasper y Alice.
Los movimos un poco para ver si se despertaban y lo hicieron entre quejas y protestas. Les alcanzamos las ropas y primero Rosalie y Emmett fueron hacia el baño a vestirse, y después Alice y Jasper. Cuando regresaron a donde estábamos nosotros ya todos vestidos decidimos ya que estábamos hospedados ir a desayunar. Luego de un buen desayuno y de varias aspirinas para el dolor de cabeza subimos nuevamente a la habitación y nos sentamos en la sala. En unos cojines en el suelo.
-Y bien, alguien se acuerda de lo que sucedió anoche.- dije yo mientras todos se miraban.
-Yo no recuerdo mucho, después de la tercera botella de champagne.- dijo Emmett de lo más tranquilo.
-Tercera…yo no recuerdo ni la segunda, ni siquiera recuerdo cuando me hice el tatuaje….- dijo Edward mientras todos reían y luego lo miraban.
-Te hiciste un tatuaje.- dijo Alice de lo más emocionada.
-Si pero yo no fui el único, Bella también se hizo uno.- dijo el mientras me miraba.
-Déjame verlo.- le dijo Alice a Edward mientras el se zafaba la camisa.
Y todos se quedaron allí mirando el tatuaje de Edward, hasta que se giraron hacia mi y me dijeron que les enseñara el mío. Luego de que todos vieran los tatuajes que nos habíamos echo nos volvimos a sentar y esta ves Emmett fue el que habló.
-Ustedes no fueron los únicos que se hicieron tatuajes.- dijo Emmett mientras nosotros lo mirábamos asombrados.
-Tu también Emmett, y que te hiciste.- le dijo Edward mientras Rosalie se reía.
-Sabes que no tiene nada de chistoso, me da miedo.- dijo Emmett un poco serio mientras nosotros nos reíamos.
-Y que fue lo que te hiciste Emmett.- le dije mientras el se quitaba la camisa y enseñaba la espalda.
Ahí tatuado en el lado derecho de la espalda tenía una lagartija. Y yo no pude evitar reírme ante aquello, es que era ridículo que se hubiera tatuado el animal al que le tiene miedo. Todos nos echamos a reír ante aquello.
-Ríanse, pero Rosalie el tuyo no es mejor que el mío, a quien se le ocurre tatuarse un auto de carreras.- dijo Emmett mientras nosotros mirábamos a Rosalie.
-Es que a mi me gustan mucho los autos y creo que tu lo sabes.- dijo mientras enseñaba su tatuaje.
El de Rosalie lo tenía delante en el vientre del lado derecho, era un pequeño auto de carreras, de color rosado.
-Bueno al parecer todos nos hicimos tatuajes.- dijo Alice riéndose.
-Ustedes también y que se hicieron.- les dije mientras me acercaba a Alice.
-Bueno yo me hice una cajita de regalos.- dijo ella.
Mientras nos enseñaba el tatuaje que lo tenía en la cintura, era una cajita de regalos azul con un lazo rojo. Era de esperar que la obsesión de las compras llegara hasta este punto. Y Jasper se hizo en el hombro izquierdo un alien, que se veía de lo más terrorífico y eso que era pequeño.
-Y alguien se acuerda como nos hicimos los tatuajes.- dije yo mientras nos sentábamos nuevamente en los cojines.
-Yo no recuerdo mucho, todo está borroso.- dijo Alice mientras se sentaba.
-Y yo no recuerdo nada más después de la foto.-dije mientras Alice me miraba.
- La cámara, eso es Bella tremenda idea.- dijo ella mientras buscaba entre sus cosas.
-Alice no tengo ganas de tirarme fotos ahora.- le dije mientras ella llegaba con la cámara.
-No Bella creo que la solución está aquí, en la cámara esta grabado todo.- dijo ella mientras nos enseñaba las fotos y los videos que había tomado.
Y entonces comencé a acordarme poco a poco de todo lo que había ocurrido la noche anterior…
Flash Back
Después de la foto continuamos bebiendo, y yo ya me sentía muy relajada, más de lo normal. Las chicas decidieron ir a bailar y yo también fui con ellas, al parecer el alcohol en mi sangre ya estaba causando efecto, ya que en mi sano juicio jamás saldría a bailar. Nos fuimos los seis a la pista y pusieron una canción muy movida, y yo comencé a bailar al ritmo de la música y dejé que está me guiara. Edward se pegó a mi y comenzamos a movernos al ritmo de la música. El se encontraba detrás de mi con sus manos en mi cadera mientras yo me movía muy seductoramente y ambos bajábamos al ritmo de la música.
Edward deslizaba sus manos por todo mi cuerpo sin importarle que nos vieran moviéndonos así, si es que alguien nos veía, porque todos se encontraban bailando muy pegados. Sobre todo Rosalie y Emmett que parecían una melcocha en una esquina mientras el la arrinconaba a la pared.
Para cuando salimos del disco-bar eran cerca de la una de la mañana y nos fuimos caminando. En el estado que estábamos ninguno iba a manejar, salimos caminando sin rumbo fijo y cuando íbamos pasando por un local donde hacen tatuajes, Emmett se giró hacia Alice.
-Me apuesto 200 dólares a que no te haces un tatuaje.- le dijo Emmett mientras Alice reía.
-Y yo me apuesto 300, a que no convences a los chicos a hacerse uno también.- dijo ella mientras se paraba frente a Emmett.
-Muy bien, me apuesto los 300 y 200 más a que tu no convences a las chicas.- dijo Emmett mientras trataba de mirara a Alice fijamente.
-Muy bien es una apuesta.- dijo ella mientras íbamos caminando hacia donde hacían los tatuajes.
Cuando llegamos allí nos atendió un hombre que tenía sus brazos completamente tatuados, y nos preguntó que era lo que queríamos. Y nos dio un catálogo para ver, pero a Emmett se le ocurrió una genial idea, como siempre.
-Porque no dejan que las chicas nos escojan los tatuajes y donde nos lo vamos a hacer.- dijo Emmett mientras Rosalie sonreía.
-Genial, ya se lo que te voy a hacer.- dijo ella de lo más decidida.
-Eso quiere decir que ustedes nos escogerán el de nosotras.- le dije mientras Emmett se reía.
-Bueno si quieren, solamente si quieren.- dijo el mientras se comía Rosalie con la mirada.
-Bueno esta bien.- le dije mientras miraba el catálogo.
Después de un rato de mirar el catálogo, encontré el diseño perfecto para Edward, un dragón volando echando candela por la boca. No era a color, era solamente en negro con el contraste de la piel, y ya sabía donde se lo iba a hacer. Se lo haría que comenzara en el pecho y la cola terminara en el brazo, mientras que las alas iban hacia atrás de la espalda. Ya imaginaba como le quedaría.
Luego de que cada uno encontrara el tatuaje que íbamos a hacer entramos hacia donde estaban los tatuadores. Eran tres, primero se sentaron los chicos y nosotras le señalamos cual era el que se iban a hacer y donde. Y comenzaron a marcarles el diseño en la piel para luego con una máquina de seis agujas comenzar a marcarles el borde. Cuando terminaron de marcarles el borde, comenzaron a hacer el relleno que era lo que más demoraba, este era el mismo proceso con todos.
El primero en terminar fue Emmett, que Rosalie había escogido nada más y nada menos que una lagartija y se la hicieron en la espalda del lado derecho. Cuando terminaron con el, le echaron una pomada para que no se infestara y le tocó a Rosalie. Emmett había escogido para ella un auto de carreras de color rosado y se lo iban a hacer en el vientre del lado derecho.
El próximo en terminar fue Jasper, que Alice le había escogido nada más y nada menos que un alien, que aunque era chiquito asustaba, y se lo hicieron en el hombro izquierdo. Después se sentó Alice a quien Jasper le había escogido una cajita de regalos y se la iban a hacer en la cintura. El que más tardó fue el de Edward ya que era el más grande. Cuando terminó fue mi turno y el había escogido un bebe dragón sentado y en la barriga mandó a poner unas letras. Cuando terminamos todos salimos de allí, era un poco más de las 3:00 am, cogimos un taxi y le pedimos que nos llevara hacia un hotel.
Cuando llegamos al hotel, aún no sé como Alice se las arregló para conseguir una habitación, que por cierto era una suite y era l única que había disponible, no quedaba más ninguna, así que nos la tendríamos que arreglar para dormir allí todos. Pero antes de subir fuimos hacia un pequeño casino que había allí y jugamos un poco en las mesas. Jugamos blackjack, y al 21, y también Emmett jugó póquer. Cuando terminamos allí y después que Emmett pidiera un mazo de cartas no sé para que, nos fuimos hacia la suite. Cuando llegamos esta era muy grande pero aún no sabía como íbamos a dormir los seis, solo había una habitación con una enorme cama, aunque en el recibidor que era enorme había muchos cojines y un enorme sofá.
Entonces tratamos de decidir quien dormiría en la habitación, en la gran cama, y todos queríamos la habitación. Entonces a Emmett se le ocurrió una idea que como siempre no era muy buena. Se le ocurrió una forma de ver quien se quedaba con la habitación jugando por parejas un juego de póquer. Pero no un juego de póquer cualquiera, se le ocurrió un strip-póquer, la pareja que perdiera la mano se iba quitando una pieza de ropa y al final la que más ropa tuviera puesta ganaba. Comenzamos a jugar y las primeras tres partidas perdimos nosotros, ya Edward se había quietado la camisa y los zapatos. Al parecer a este paso no íbamos a ganar.
-Creo que no vamos a ganar.- le dije muy bajo para que solo el me escuchara.
-No te preocupes, solo estoy dejando que se animen, no suelo perder cuando juego al póquer.- me dijo mientras reía hacia Emmett.
Al cabo de una hora ya se encontraban Emmett y Rosalie solamente con ropa interior al igual que Alice y Jasper, mientras que yo continuaba completamente vestida y Edward aún tenia puesto el pantalón. Solo quedaban dos rondas y si perdían ellos pues la habitación era de nosotros. Y quince minutos después nos encontrábamos nosotros de camino a la habitación.
Edward recogió su camisa y en cuanto entramos, comenzó a besarme desenfrenadamente, y yo encantada el devolvía los besos mientras el me quitaba rápidamente la ropa y me conducía hacia la cama. Una vez allí le zafé su pantalón y lo bajé junto con sus boxers, mientras el que ya hábilmente había zafado mi ropa se posicionaba sobre mi y entraba de una sola vez.
Esa noche hicimos el amor en diferentes posturas y llegamos hasta la ducha, para salir nuevamente hacia la habitación y continuar con nuestros cuerpos mojados sobre la cama.
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