-Nessie... Renesmee-mi hija estaba absorta reviviendo lo que me acababa de mostrar, no me hacía caso-NESS!

Dejó de mirarse en el espejo, sonriente... en otro mundo.

-Ay mami...

Me daba miedo cuando suspiraba así, podía reconocer esa mirada... mi niña de siete años estaba... enamorada?

-¿Será un secreto verdad mami?

-Renesmee... hija... no se que decirte, pero cuenta conmigo.

Sus hoyuelos remarcaron una sonrisa perfecta. Pero luego se tensó, seguí su mirada y me sorprendí. No sabía si reir o ponerme a la defensiva.

-Mama... tu eres un escudo, por eso puedo "vaciar" mi cabezota-murmuró-y todo escudo defiende a quien lo usa no?

-A donde quieres llegar con esto?

-Y ese escudo defiende a todos de los enemigos....-saltó a mi regazo, no me lo veía venir-y aca... el enemigo es papá!

-Sigo sin entender, cariño.

Cruzó el tocador a paso firme, se frenó en la puerta.

-Esto-abrió el picaporte-a esto me refería-se enojó-papi que haces escuchando detrás de la puerta?

Edward no sabía que decir. Reí.

-NO ES GRACIOSO MAMI!

-Perdón pequeña-la miró con gesto tierno-no sabía que estaban charlando cosas de madre-hija. Me disculpas?

-NO-salió corriendo del tocador, tirando todo a su paso. Hasta empujó a su adorado papá.

-RENESMEE!-le grité-ven aquí!

Edward levantó con paciencia los frascos de perfumes y sales aromáticas. No se rompió nada.

-Déjala... dale tiempo

-¿No tienes idea de qué fue lo que me mostró no?

-Mmm...no-dudó-¿debería de asustarme?

Asentí temerosa escondiendo mi rostro en su pecho.

-mamaaaaaaaaaaaaaaaaaa-gritó desde la cocina.

Salimos corriendo, bajando las escaleras sin saber qué pensar, todo podía pasar con esta intrusa en el cuerpecito de mi niña.

-Ah!-suspiramos, ella estaba con la cara enchastrada en chocolate a mas no poder en el sofá blanco en la sala, junto a su abuelo-Carlisle, eres tú.

-¿Llego en mal momento?

Renesmee negó con la cabeza, si... en algo tenía razón ese muchacho moreno que vio en la playa... mi hija era bipolar.

-No...-palideció Edward.-no pasa... nada. verdad nessie?

-¿Viniste a verme abuelito?-ignoró la pregunta de su papa, lo cual me molestó mucho. Edward me abrazó tranquilizándome.

-Si pequeña, en cuanto me entere de lo que pasó, vine lo más pronto que pude.

-PAPA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!-chilló-si quieres publica en el diario que me escapé del colegio quieres?

Todos nos miramos, Edward apretó sus manos en mis hombros.

-Nessie, tu papa no me dijo nada, yo me enteré por tu tío Emmett. No grites que nadie es sordo aquí, eres una niña inteligente.

Salió a trompicones a su cuarto.

-RENESMEE NO TE ESCAPES!-bufé soltándome de Edward.

-Déjala. Está en post trauma

-¿Post trauma?-sollocé-Edward... se encontró con un tipo... con un.. un...

-¿Un qué?-su cara cambió colérica.

-Nada... olvídalo.

-Perdón que interrumpa... pero qué pasó? No le entendí mucho a Emmett cuando me lo contó.

-Fue a La Push y...

-L-aa..P-u-ussh-h?-Carlisle estaba nervioso, muy nervioso.

-Si, eso dijo... Edward no pasa nada...-traté de calmarme, si sabía lo del pendejo ese que enamoró a mi niña... no.. Dios me libre!-por qué qué pasa con la push?

-Debo irme-Carlisle  nos dejó con la palabra en la boca, algo impropio de él.

(Carlisle POV)

NO PUEDE SER, NO PUEDE SER!! CON MI NIETA NO!

Nunca pensé que llegaría este día, pero aca esta. Se cumplió. Y es por mi culpa.

¿Qué hago? ¿Se lo digo a Esme?

No me lo perdonaré nunca.

-Carlisle, cariño, que tienes?

Mis ojos estaban fuera de sus órbitas, parecía Drácula. ah no, Drácula disfrutaba de las desgracias ajenas.

-Debo irme amor, debo remediar algo.

-¿A donde vas?

-A ofrecerme ante la manada Quiulete.