Narra Alma
Llegamos a casa de mis abuelos, nos recibieron contentos como de costumbre, fuimos al salón con mi abuelita y mi tía Rosalie, los demás tíos estaban de caza.
Me senté silenciosamente y mi padre se fuer con mi abuelo, Carlisle.
- Corazón, ¿Cómo va el instituto? – me preguntó Esme.
- Bien, esta es la última semana ya.
- Oh, que bien. ¿Y las notas?
- Supongo que bien. Me las darán este viernes, el último día.
- Si apruebas todo, vamos a celebrarlo ¡eh!- dijo tía Rose.
- Claro, día de chicas.
- ¡De compras!
- Compras no…- susurró mi madre.
Nos reímos ante la reacción de mi madre.
- Voy a ver, que estoy entre mujeres…- dijo Jake.
- Que pasa ¿nos tienes miedo?- le chinchó mi tía.
- Barbie, no me hagas reí; pero empezáis hablar de ropa y no, gracias.
Desapareció de nuestras vistas. Estuvimos hablando las cuatro un rato y vino mi padre, Jake y por último mi abuelo.
- Alma, ven cariño.
La voz dulce de mi abuelo me relajó un poco. Se sentaron todos, yo mientras subía las escaleras para llegar a la habitación del Doctor Cullen.
- Siéntate en la camilla.
- Abu ¿Qué es lo que te ha dicho mi padre?
- Me ha hablado sobre tus mareos, desmayos y las manchas cuyas voy a ver ahora.
- Yo… no vine antes porque desaparecieron, no es nada grave.
- Eso te lo diré yo, por que tus estados son raros y sabes lo que te pasó con los poderes ¿ y si es algo de eso?
- No se, pero ¿manchas?
- Quien sabe.
Se puso los guantes de doctor, me recogí el pelo para que pudiera ver mejor. Empezó a tocarme el cuello con máximo cuidado.
- ¿te duele?
- No
Continuó y me toco casi en la garganta.
- ¡Ay!
- Te duele. – afirmó.
- Si.
- Te voy a decir por primera que no que tendrás pero tenemos unas teorías que posiblemente podría ser algo sobre tu metabolismo que está evolucionando y puede que sean estos efectos.
- Que raro…
- Si, por eso para estar mas seguro te voy hacer un análisis.
Cogió una jeringuilla y la metió cuidadosamente atravesando la piel hasta llegar a mi vena. Cogió un par de botecitos y los llenó de mi sangre. Me fascinaba tanto como me trataba y más con sangre… era, increíble.
- ya está. Ahora te pregunto a ti que eres la afectada ¿notas algo raro en tu cuerpo?
- Bueno… hoy por ejemplo estando con Jacob e llorado y rápidamente reído.
- Cambios de humor.- y apuntó en una libretita.
- Si… me noto cansada y a veces se nubla la vista. Los mareos… y manchas que por cierto me pican un montón.
- ¿Al contacto te duele?
- Esto.. una vez la primera vez que me salieron, Jacob me tocó donde tu me has tocado exactamente y me pasó como una corriente eléctrica, pero no es nada.
- ¿Y con tus padres?
- No lo se.
- Espera un momento.
Salió fuera y llamó a Jacob. Miré a mi abuelo extrañada.
- una teoría que e sacado ahora.
- ¿Cuál?
Apareció ese momento Jacob.
- Ya estoy Carlisle.- el receptor asintió.
- A ver… si Jacob cuando te tocó en el cuello notaste eso… a ver ahora. Me acuerdo una vez que tu madre tuvo contacto con un hombre lobo cuando se convirtió, neófita, tuvo algo parecido, creo.
- ¿Estás diciendo que yo… vampira?- me estaba asustando.
- No lo se, a ver.
Me tocó mi abuelo el cuello y nada, dolor solamente.
Luego Jacob hizo lo mismo que mi abuelo, pero con más dulzura, cuando llegó hacia la garganta me dio como una pequeña descarga.
- ¡Ay!
Jacob retiró la mano al instante.
- La electricidad, pero esta vez con más fuerza
- Yo también lo e notado Carlisle.- dijo Jake.
- ¿Qué es lo que soy?- pregunté
- Miraré los análisis, cariño. Ves, piel de licántropo con la tuya… y la mía con la tuya no… vaya, es curioso. ¿Tienes sed?
- No.
- Vale. Y respeto a las manchas, frótate cuando te duches con crema hidratante, si no se te va, ya mirare.
- Vale.
Me asusté ante la idea de poder ser una vampira que bebe sangre. Y si Jacob y yo, me convierto y él…no quería ni pensarlo.
Nos volvimos a casa. Jake y yo subimos a mi habitación. Estaba callada, sumergida en mis pensamientos.
- ¿Me estás escuchando?- me distrajo esa pregunta.
- Jake… yo… -soplé.
- ¿Qué te pasa?
Se sentó a mi lado de la cama y me cogió de las manos.
- Tengo miedo.
- A…
- Nosotros, y si resulta que me convierto.
- No pasara nada.
- Si que pasará, y cuando me tocaste… ¿no lo viste?
- Si, pero por eso a lo mejor no es nada.
Cogí su mano y la llevé a mi garganta, otra vez esa electricidad, que hizo salir de mis ojos una lágrima de tristeza.
- ¿Ves?
- Alma, no te vas a convertir en vampiro.
- ¿Cómo lo sabes?
- No lo se. Pero tengo una corazonada que mira… podría ser que tu parte, solo tu parte vampiriza saliera otra vez, como antes. Y ya está.
- Jake, tengo miedo, más miedo a otra cosa.
- Dímelo
- Que pasa que si por una de aquellas yo me convirtiera totalmente en vampiro, tu y yo… ¿Se acabaría?
- ¡Que dices! No digas locuras mujer, sabes que nos amamos a más no poder.
- Si, ahora, pero más adelante…
- Ahora piensa en el presente. Tranquilízate.
- Lo intentaré pero es muy difícil.
- Mira para distraerte… ¿El viernes te apetece películas y cena?
- No se…
- ¡venga!
- Vale… me alegro de que vuelvas a ser tú. – sonreí con una mueca.
- Alegra esa cara tan bonita, te quiero.- se acercó asta que nuestros labios se encontraron.
Llegó la noche y me acosté, pensando en todas las teorías sacadas, era realmente una locura, y que vida dios mío…
|