Amor, rencor, ¿perdon? (+18)

Autor: fiofio
Género: Romance
Fecha Creación: 23/10/2011
Fecha Actualización: 22/01/2012
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 59
Visitas: 149980
Capítulos: 44

¡¡¡FIC TERMINADO!!!

Esta historia relata la vida de Bella cuando se ve abandonada por el hombre que ama.

Les dejo el link de mi nueva historia por si alguien quiere derle una leidita

Perderlo todo: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2539

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 32: Trabajo

Me desperté con la alarma del teléfono de Edward, la apago y se acomodo para seguir durmiendo.

-                     Despierta dormilón. –le dije suavemente al oído mientras le daba un beso en la comisura de los labios.

-                     Mmm… -se removió- Cinco minutos mas. –me recordó tanto a nuestra hija.

-                     No no, fuiste tu el que quiso quedarse haciendo cositas hasta tarde asi que ahora tienes que levantarte. –no pude evitar reírme del puchero que hizo.

-                     Tres minutos?

-                     Ni uno solito. –le dije riéndome.

-                     No te rias, mejor ven a darme un beso. –dijo de forma lastimera.

-                     Ni un solo besito mas hasta que no te hallas lavado la cara, o al menos abierto los ojos –medio abrió un ojo-. Los dos ojos. –cerro el ojo que tenia abierto y abrió el otro. No pude evitarlo y lo bese de la ternura que me dio.

-                     Otro. –pidió.

-                     No abuses. Anda a levantarte que yo te espero en la cocina. –me levante, me puse mi bata y me fui a preparar el desayuno. Después de unos quince minutos apareció Edward.

-                     Buenos días cariño. –me saludo con un beso en los labios.

-                     Buenos días. Estaba a punto de ir a ver si aun dormías. –le confesé.

-                     Que poca confianza me tiene mi amada novia. –dijo teatralmente.

-                     Creo que sa ha acabado el ejercicio nocturno para ti.

-                     No! Por favor! Todo menos eso! –dijo aun mas teatralmente.

-                     Bueno, bueno, que los vecinos van a pensar que te estoy torturando.

-                     Es que a caso no lo haces? Como me vas a decir eso? No tienes corazón. –no pude evitar reírme a carcajadas de su falso puchero.

-                     Te amo, amo tu sonrisa. –me abrazo fuertemente.

-                     Yo también te amo lindo. –le dije mientras me relajaba entre sus brazos.

-                     Me éxito cuando me dices asi. –dijo con voz ronca.

-                     Compórtate, tienes que irte a trabajar y yo tengo que salir. –le dije separándome de el y sentándome a la mesa.

-                     Ya hablaste con Rose? –me pregunto una vez se sentó a mi lado.

-                     No, la llamare dentro de un par de horas, no quiero despertarla –comenzamos a desayunar en un cómodo silencio-. Almorzamos juntos? –le pregunte cuando ya estábamos terminando.

-                     Tengo un almuerzo de negocios cariño. –respondió triste.

-                     No te preocupes amor, Lydia y yo te haremos una rica cena. –bese su mejilla.

Edward se fue al trabajo, yo lave las cosas del desayuno, me bañe, prepare el desayuno para Lydia y la fui a despertar. Una vez mi hija estuvo levantada y bañada llame a Alice, quedamos de pasarla a buscar en media hora por lo de Em. Fuimos a recoger a Rose.

-                     Hola Rose. –la salude cuando entro.

-                     Hola tia. –la saludo mi hija.

-                     Hola princesa, Bells. Como están? –se veía muy feliz.

-                     Muy bien, aunque parece que no tanto como tu. –dije con tono pícaro. Ella solo se ruborizo y me sonrió.

-                     Donde vamos hoy? –pregunto cambiando de tema.

-                     Trataremos de elegir el local hoy mismo, visitaremos los que a ti te gustaron y los que aun quedan por visitar, traigo una cámara para sacar fotos de todo, luego pasaremos por el local de Alice y veremos cual es el indicado. –le explique.

-                     Déjame consultar las direcciones y empecemos. –dijo mientras consultaba su agenda. Nos pasamos toda la mañana y parte da la tarde visitando locales, compramos el almuerzo en un autoMc y comimos en el auto. Cuando llegamos al local de Alice ya eran cuatro menos cuarto.

-                     Chicas, que hacen aquí? –dijo entre feliz y sorprendida. Alice ama su trabajo pero puede ser un poco aburrido pasar todo el dia sola.

-                     Venimos a que nos ayudes a elegir el local para la perfumería. –le respondió Rose.

-                     Que divertido! –grito dando saltitos- Ven a saludar a tu tia princesa. –le dijo a mi hija abriendo sus brazos en su dirección.

-                     Hola Tia. –dijo de lo mas feliz mi hija. Me dispuse a mandar un mensaje a Edward ya que en diez minutos saldría del trabajo.

“Estoy en el local de Alice, voy a demorar.

Te amo.”

Conectamos la cámara digital a la computadora de Alice. Pocos minutos después me llego la respuesta de Edward.

“En cuanto salga voy para ahí.

También te amo.”

Lydia se quedo en uno de los sillones mientras nosotras tres veíamos, comentábamos y clasificábamos cada foto. Estábamos muy indecisas ya que había unos cuantos que nos gustaban. Decidimos hacer una lista de requerimientos mínimos, la que incluía tipo de obra, espacio, si estaba en alquiler o venta, ubicación estratégica y ese tipo de cosas. Luego nos quedamos con todos los que tenían una ubicación estratégica, ya que eso en realidad era lo mas importante.

Después de quien sabe cuánto tiempo apareció Edward.

-                     Hola chicas, como van con el trabajo? –me dio un corto beso en los labios y uno en la mejilla a Rose y Alice.

-                     No terminamos de decidir. –le confesé un poco frustrada.

-                     Donde esta Lydia? –mire al sillón en el que se había quedado dormida, Edward siguió la dirección de mi mirada y le fue a dar un beso en la frente a nuestra hija.

-                     Creo que el dia de hoy le ha sido muy aburridor. –dije un poco triste, la debía de haber dejado con Esme o Emmett.

-                     Demoraran mucho mas?

-                     Si Edward, no nos iremos de aquí hasta que hayamos elegido un local. –dijo Alice.

-                     En ese caso me ire con Lydia al apartamento, nos vemos ahí cariño? –me pregunto tiernamente.

-                     Claro que si lindo. –me miro con ojos entrecerrados, recordé que esta mañana me había dicho que le excitaba que le llamara asi por lo que no pude evitar reírme.

-                     No te demores amor. –dijo mientras levantaba a nuestra hija en brazos y salía del local, no sin antes soplarme un bese desde la puesta.

Seguimos trabajando, no era una fácil decisión, ni nada que debiera de tomarse a la ligera. Después de unas horas mas terminamos de ponernos de acuerdo, el lugar que elegimos no quedaba muy lejos del local de Alice, ni de la clínica de Edward por lo que podríamos estar cerca. Quedamos en que mañana Jasper se comunicaría con el dueño del lugar para arreglar los detalles de la compra. Cuando sali camino al departamento me di cuenta que ya era de noche, no debí de haber tardado tanto.

Llegue al departamento y todo estaba oscuro, fui directo a la habitación ya que este dia casi no había pasado tiempo con Edward, cuando me asome a la puerta vi el resplandor de una luz, al entrar me encontré a mi amor mirando tele desde la cama.

-                     Por fin! Ya estaba pensando que Alice me querría cobrar rescate. –dijo mientras se arrodillaba en la cama abriendo sus brazos para recibirme.

-                     Perdóname amor, es que quería terminar con el asunto del local y no me di cuenta de la hora. –dije muy arrepentida.

-                     No tienes porque ponerte mal cariño, te entiendo –me beso, ya que para nada tonta en cuanto abrió sus brazos para recibirme yo me abrace a el-. Vamos a la cocina, tienes que comer algo. –se levanto y fuimos tomados de la mano hasta la cocina.

-                     Que comieron? –le pregunte cuando me condujo al desayunador.

-                     Pescado frito.

-                     Que rico! Muero de hambre. –le confesé, el me dedico una sonrisa y fue a servirme una porción de pescado con puré de zapallo. Cuando comencé a comer me di cuenta de lo hambrienta que estaba en cuanto probé el primer bocado.

-                     Estabas muy hambrienta amor. –dijo Edward entre risas.

-                     Es que la comida esta deliciosa. –le dije cuando termine de masticar.

-                     Me alegra mucho que te guste. –después de terminarme el segundo plato quede súper llena.

-                     Vamos a la habitación. –le dije mientras dejaba el plato en la pileta, ya lo lavaría mañana.

-                     Como les fue con la elección del local? –me pregunto mientras yo me ponía mi pijama.

-                     Muy bien, Jasper se pondrá en contacto con el comprador mañana mismo –le dije muy feliz-. Si lo vieras, es amplio, iluminado y queda cerca de la clínica. Además hay una especie de cuartito al fondo que servirá para que Lydia se entretenga mientras no empiezan sus clases.

-                     En cuanto concreten la compra lo iremos a ver. –dijo de lo mas dichoso por mi felicidad.

-                     Si! –dije muy emocionada.

-                     Me encantas. –me dijo al oído.

-                     Te amo mucho. –le dije entrando a la cama y abrazándome fuertemente a el.

-                     Yo también te amo hermosa. –me dijo antes de besarme tiernamente, luego el beso, un beso tierno que me demostraba todo su amor, luego se haciendo pasional y terminamos haciendo el amor, cosa que se estaba haciendo costumbre, una muy linda costumbre.

 

Al dia siguiente Jasper me llamo para decirme que debía ir a la firma de compra venta el jueves. Cuando les comunique la noticia a las chicas Alice y Esme empezaron a trabajar en la decoración como locas, en menos de un dia tenían mas de cien posibles diseños. Era una locura.

El jueves llego, la firma del contrato era a las diez de la mañana, por lo que con Esme en que ella iria al apartamento a las nueve para quedarse con Lydia, luego una vez tenga las llaves las pasaría a buscar y juntas iríamos a ver el local. A Esme le encanto, igual que a las chicas. Las dos estuvimos de acuerdo que lo que venía ahora era una etapa que demandaba mucho tiempo, nos tendríamos que reunir mucho, tendría que hablar con Tanya respecto a la mercadería, la mayoría del mobiliario también se mandaría traer del exterior, pero bueno era solo una etapa, que estoy segura superaríamos sin problema, se que cuento con el apoyo incondicional de Edward.

Capítulo 31: Dia en la playa Capítulo 33: Las mejores noticias

 
14640704 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10860 usuarios