Vacaciones y Locuras (+ 18)

Autor: lien
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 01/08/2012
Finalizado: SI
Votos: 8
Comentarios: 14
Visitas: 95446
Capítulos: 42

 TERMINADO

Bella vive en Forks con su madre desde hace 3 años tras la muerte de su padre, las clases se están acabando y esta por graduarse. Su mejor amiga es Alice con la que siempre anda. Pero todo cambiará con la llegada de los hermanos de Alice y cuando su madre le regale un pasaje para irse de vacaciones a Brasil…

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Capítulo 34: Compromisos II

disffruten de este capi no se cuando pueda volver a aactualizar

 

 

Capítulo 33

Compromisos II

EDWARD POV

Cogimos los disfraces que los habíamos dejado en el auto y nos pusimos las ropas negras y en la cabeza los pasamontaña con unas gafas oscuras. Tomamos también una bolsa para echar el dinero y unas capuchas negras que las llevaríamos escondidas para taparles la cabeza a las chicas así como unas sogas para amarrarles las manos aunque muy suavemente. También tomamos las armas y salimos hacia la tienda. Las armas no eran de verdad, eran de las que se usan en las películas, así que parecían bastante reales.

En el pequeño transcurso del parqueo a la tienda planeamos que cada uno tomaría a una chica pero no podía ser su novia ya que por lo menos a mi me reconocerían. Así que Emmett se llevaría Bella, Jasper a Rosalie y yo me llevaría a Alice. Y ya que esto era como si estuviéramos en una película Emmett entro a la tienda dando una patada en la puerta.

-Todo el mundo quieto que nadie se mueva, esto es un asalto.- dijo Emmett mientras entraba en la tienda.

Habíamos acordado que Emmett y Jasper se quedarían en la puerta vigilando mientras yo iba hacia la cajera y recogía el dinero. El dinero era de nosotros, lo habíamos dejado allí para cuando fuéramos ella muy amablemente nos lo entregara. Las chicas se encontraban en una esquina alejadas de la puerta y de la cajera, era perfecto. Llegué hasta donde estaba la cajera le apunté con el arma y le señalé la bolsa, y ella muy amablemente echó el dinero allí.

-Muchas gracias por su cooperación.- le dije muy bajo para que nadie escuchara solo ella.

-Es un placer hacer negocios con usted señor Cullen.- me dijo ella mientras yo me alejaba con el dinero.

Comencé a caminar rumbo a la salida y me quedé mirando a las chicas y comencé a acercarme a ellas y cuando llegué a donde estaban me quedé mirando a Bella la verdad que de las tres la más relajada era ella. Incluso así asustada se veía hermosa, miré a los chicos y cambiando el tono de mi voz los llamé.

-Chicos que creen de un poco de diversión esta noche.- les dije mientras ellos se acercaban

-No vendría mal.- dijo Emmett supongo que mirando a Rosalie e imaginándose cosas en su pervertida mente.

-Pues cojan una.-les dije.

-Yo me quedo con la rubia.- dijo Jasper.

-No se atrevan a tocarnos.-nos contestó Rosalie.

-Lo siento mucho preciosa pero no podemos perder una oportunidad como esta.- dijo Emmett mientras tomaba a Bella del brazo.

-Y cuidado con hacer algo indebido.- dije yo mientras cogía a Alice.

Les pusimos las capuchas, les atamos las manos, nos quitamos los pasamontaña, nos despedimos de los empleados de la tienda por ayudarnos y salimos de la tienda… Montamos a las chicas en el auto y comenzamos a dar vueltas por toda la ciudad, tratando de hacer tiempo y que pensaran que íbamos lejos. Cuando llevábamos cerca de una hora nos dirigimos hacia el estadio de la universidad.

Cuando llegamos parquee el auto, tomamos los anillos de cada uno y nos bajamos sacando a las chicas, tuve que reírme muy bajo cuando Emmett sacó a Bella sobre sus hombros del auto. Comenzamos a caminar hacia la pista conduciendo a las chicas mientras les apuntábamos con las pistolas en la espalda cuando llegamos a la pista las detuvimos y les dijimos que no se movieran. Rápidamente nos pusimos los patines y esta vez yo tomé a Bella y la senté en una de las sillas en medio del estadio de jockey y los chicos hicieron lo mismo con Rosalie y con Alice. Apagamos las luces, nos pusimos detrás de ellas y les quitamos las capuchas…

BELLA POV

Nos encontrábamos sentadas en el centro del estadio de jockey sobre hielo de la universidad, rodeadas por cientos y cientos de velas pequeñas. Este era el secuestro más extraño que había visto en mi vida, en vez de un secuestro parecía una escena romántica sacada de una película. Nada tenía lógica, porque unos secuestradores se tomarían el trabajo de decorar un estadio en una universidad solamente para un secuestro…

Cuando miré hacia donde se encontraban las chicas había un secuestrador parado detrás de cada una de ellas, pero solo podía ver su silueta porque estaba oscuro y las velas no llegaban a iluminar sus rostros.

De pronto comienzan a zafarles las manos a las chicas y a mí también. En cuanto las manos del secuestrador hicieron contacto con las mías sentí una corriente eléctrica por ellas y eso solo ocurría con una persona…Edward.

Mientras iba zafando mis manos me rozaba el brazo como para tentarme, a estas alturas el debía saber que ya lo había reconocido. Cuando terminó de zafarme las manos se acercó a mi oído y me susurró.

-Te dije que en la noche te iba a demostrar que tan malo podía llegar a ser.-me dijo mientras daba la vuelta y se paraba delante de mí.

-Ya veo que cuando te lo propones puedes ser muy malo.- le dije mientras intentaba levantarme.

-Aún no te puedes levantar, no he terminado.- me dijo él mientras hacía que me sentara nuevamente.

-Y que se supone que viene ahora.- le dije sonriendo.

-Ahora viene la mejor parte.- me dijo él mientras ponía una rodilla en el suelo.

Esto no podía estar pasando, en mi mente se repetía una y otra vez la escena en cámara lenta de el arrodillándose delante de mí. Miré hacia donde estaban las chicas y al igual que Edward, Jasper y Emmett estaban arrodillados en el hielo delante de Alice y Rosalie. Al parecer tenían todo muy bien planeado, me giré nuevamente hacia Edward quien me miraba sonriendo, mientras tomaba mis manos.

-Quería haber hecho esto de otra forma, tenía pensado hacerlo en un lago congelado lleno de velas, mientras la nieve caía sobre nosotros, pero el aire apagaría las velas, así que esto era lo que más se parecía, se que falta la nieve pero al menos las velas no se apagarán.- me dijo mientras yo sonreía ante sus ocurrencias.

-No tenías porque haber hecho esto yo…-estaba diciendo pero él me interrumpió.

-Déjame terminar por favor.- me dijo él mientras me ponía un dedo sobre mis labios.

-Estuve buscando las palabras exactas para expresar lo que siento y como me haces sentir pero creo que no existen, así que solo diré esto…

 

Te agradezco tanto que cada mañana me regales tu primera mirada, tu sonrisa y que me digas: ¡buenos días mi amor!. Necesito ese beso...ese beso tuyo de ayer, de hoy y de siempre. Ese beso que me das cuando me marcho y cuando regreso...Hoy desperté abrazado a ti…me gustó tanto mirar tu cuerpo completamente desnudo...y mis manos parecían tener alas, se me escapaban, volaban hacia ti, te deseaban...y te acaricié de los pies a la cabeza... una y otra vez…Hay momentos en que no nos hacen falta ni las palabras para entendernos...¡nos basta con mirarnos!... y si por alguna tontería discutimos, acabamos encontrándonos donde más cerca nos sentimos, más unidos... ¡nuestra cama!...sé que te pudiera haber dicho muchas otras cosas…pero ninguna podría expresar el amor que siento por ti…así que diré las últimas palabras y las más difíciles de decir…

Y entonces fue cuando él sacó de su chaqueta una cajita negra completamente y la abría para revelar un anillo en forma oval, lleno de diminutas piedras con el borde de oro. Y entonces dijo aquellas palabras…

-Isabella Swan, me concederías el honor de ser mi esposa.

Me decía él mientras yo no podía ni hablar, tenía tantas cosas que decirle y no sabía cómo hacerlo…así que opte por algo sencillo y concreto.

-Si.-le dije mientras el tomaba mi mano y me colocaba el anillo.

Después de esto me levantó de la silla y me dio un beso mientras me daba vueltas por el aire.

-Me has hecho el hombre más feliz del mundo.- me dijo mientras continuaba besándome.

-No sabes cuánto te amo Edward.- le dije mientras él me besaba nuevamente.

-Y yo a ti amor, y yo a ti.- me decía mientras nos fundíamos en un  apasionado beso.

-Búsquense un cuarto.- nos dijo Emmett mientras nosotros nos separábamos sonriendo.

-Creo que eso es lo que vas a hacer tú, no Emmett.- le dijo Edward mientras Emmett se acercaba a nosotros con Rosalie cargada en brazos.

-Sabes que eso es lo primero que haré cuando salga de aquí, hay que celebrar de alguna forma.- le dijo mientras besaba a Rosalie.

-Ustedes también se comprometieron.-le pregunté a Rosalie mientras ella me enseñaba el anillo.

-No Bella, creo que las tres estamos comprometidas con nuestros secuestradores.- dijo Alice mientras llegaba a nuestro lado.

-Quisiera hacerte una pregunta solo por curiosidad.-le dijo Rosalie a Emmett.

-La que quieras amor.- dijo el sonriendo.

-Cuantas velas tuvieron que comprar para llenar el estadio.- dijo ella mientras yo observaba a mi alrededor.

La verdad que el estadio era grande y las velas eran chiquitas, debía haber mas de 2000 velas.

-Creo que hay exactamente 2552 velas amor.- le dijo Emmett de lo más seguro.

-Y tu como lo sabes.- le pregunté mientras Edward se reía a mi lado.

-Pues porque yo las conté.-dijo mientras miraba a Edward.

-Valla son muchas velas.- dijo Rosalie mientras besaba a Emmett.

-Te dije que para algo serviría contarlas.- le dijo Emmett a Edward.

-Entonces no deberíamos celebrar, en un final esto fue un compromiso muy excitante.- dije yo mientras Edward me apretaba por la cintura.

-Si deberíamos irnos a celebrar, Emmett si lo tuyo no puede esperar…

-Si…creo que si puede esperar, hay que celebrar primero.- dijo mientras miraba a Rosalie.

-Bueno entonces vamos a celebrar.- dijo Edward mientras me cargaba para sacarme del hielo.

Salimos del estadio, nos montamos en el auto de Edward y nos fuimos hacia un disco-bar que quedaba cerca de allí. Cuando llegamos allí nos dirigimos hacia un VIP y una vez allí Emmett fue por unos tragos. Regresó al cabo de unos minutos con dos botellas de champagne y seis copas. Después de tomarnos unas cuantas copas, Alice sacó no sé de donde una cámara y la puso en la mesa en modo automático. Nos sentamos todos con las copas en la mano y brindamos mientras nos sacábamos una foto…

Capítulo 33: Compromisos I Capítulo 35: Lo que pasó la noche anterior

 
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