Hola chicas!!!
Os veo un poco desesperadas por saber más,pero tranquilas,todo a su tiempo.Las que habeís leido mis historias anteriores,sabeís que a mi me gusta dejaros con intriga de una actualización a otra,pero que luego me agradeceís siempre como acaba!!!
Tener paciencía,en breve empezará mucha acción,os lo aseguro!!!
—¡Está despierta!
Todos en la furgoneta saltaron cuando Victoria gritó esas palabras,incluyendo a Marco que,asustado,pisó arrebatadamente los frenos,haciendo que todos dieran un tirón en su asiento.
—Maldición—murmuró Bella,agradecida de haberse abrochado el cinturón de seguridad.
—Victoria,cariño—gritó Marco con fingido palmoteo mientras terminaba de aparcar—.Si alguna vez vuelves a hacer eso cuando yo esté conduciendo,tomaré tu pequeño y escuálido cuello.
—Lo siento,Marco—la niña no parecía muy apenada—.Sólo temía que tía René estuviera esperando por nosotros.Quiero decir,Bella se imaginó que estaríamos de vuelta antes de que despertara.Pero la tía René ya está despierta.
—Y muchachos,parece enojada—comentó Bree.
Bella estaba de acuerdo.De hecho,su madre la miraba enfadada,parada entre la puerta principal y el garaje.En realidad,lucía tan enojada el día de hoy como lo estaba ayer,a pesar de que debía ver que Edward estaba en la furgoneta con ellos.
Él estaba en el asiento del pasajero,siguiendo las instrucciones de Marco.Los chicos,había insistido,deberían ir al frente.Una decisión totalmente sexista de la que Bree se había quejado pero que a Bella no le importaba,eso había hecho que a Marco le gustara el hombre.Y por alguna razón,eso la complacía.
—De acuerdo—Marco paró el motor de la furgoneta y desabrochó su cinturón de seguridad—.Actúen de manera casual.No hay ninguna razón para que tía René esté enojada.Apenas lleguen a ella,sonrían,luego descargamos los comestibles y vamos adentro juntos.¿Entendido?
—Entendido—contestaron todos y comenzaron a moverse.La furgoneta fue inmediatamente inundada por el sonido de las puertas al abrirse y cada quien por su lado,salió fuera.
—Gracias—murmuró Bella cuando Edward tomó su mano para ayudarla a bajar.Él le dio un apretón ligero con los dedos y se dio la vuelta para ayudar a los demás,mientras ella siguió a Rosalie a la parte trasera de la camioneta.Echó un vistazo entre la puerta del garaje y la casa mientras caminaba,sólo para encontrar que su madre seguía allí.
Bella suspiró.Lastimosamente,ellos tendrían que volver.El último par de horas habían estado muy relajados y divertidos,todos bromeando y riendo.
Edward había demostrado ser todo un caballero aún cuando había estado atado a una cama.En el restaurante familiar al que Marco los había llevado a comer,Edward les había sostenido las puertas y separado las sillas con un antiguo encanto que Bella creía perdido en los hombres de hoy en día.Bree, Victoria y Edward fueron los únicos que habían comido.Los otros habían tomado café y jugo,mirando con diversión cómo esos tres engullían el alimento como si no hubiesen comido por días.
Después,habían asaltado las tiendas de comestibles.Desde el primer momento en el que estuvieron dentro,las gemelas habían comenzado a discutir sobre quién de ellas iba a empujar el carrito de compras.Edward había parado la disputa,argumentando que él sería quien debía manejarlo,dejándoles el camino libre para que decidieran qué era lo que querían llevar.No fue raro que él mismo hubiese intervenido en varias ocasiones porque el hombre era tan débil ante los dulces como las gemelas.Al final,el carro había sido llenado casi en su totalidad por comida basura.Había caramelos,opciones saladas,congelados y comida preparada,como perritos calientes,pizza y tres clases diferentes de palomitas de maíz.Por lo visto,Edward y las chicas pensaban llevar a cabo todo un mes de pijamadas.
—Demonios—murmuró Bella cuando ella y Rosalie llegaron a la parte trasera de la furgoneta justo cuando Marco abría el baúl para sacar las compras del interior—.No puedo creer que hayamos comprado tanta comida.¿Quién se va a comer todo esto?
—Estabas pensando que nos quedaríamos todo el mes,¿verdad?—preguntó Nessy con diversión cuando ella y los demás se detuvieron.
—No es tanto—protestó Victoria.
—Hay el alimento suficiente para dar de comer a una familia de diez integrantes—dijo Rosalie.
—O a dos niñas en crecimiento y a un grande y fuerte mortal con un apetito feroz—contestó Bree.
—Dos niñas en crecimiento y un grande y fuerte mortal con un apetito feroz por la comida basura—dijo Jane con recelo y luego le echó un vistazo a Edward—.Puedo entender las preferencias alimenticias de las muchachas porque son adolescentes,pero tú no comes todo esto en casa,¿o sí?
—No—admitió él con una sonrisa—.Como todo lo que es sano:fruta,vegetales,arroz y pollo asado a la parrilla—se inclinó hacia la furgoneta para tomar dos de los tres paquetes de palomitas de maíz,esperando que Marco agarrara el último antes de utilizar el codo para cerrar la puerta del maletero y añadió—:Pero como durante esta semana estoy de vacaciones,pensé que no sería malo.La próxima semana volveré con la comida sana y el ejercicio.
—Ustedes,los mortales—rió Marco en silencio mientras le daba un codazo a la segunda puerta para cerrarla—.Se pasan dos semanas al año comiendo lo que quieren,para luego estar el resto de las cincuenta y cinco semanas del año arrepintiéndose.Eso debe ser una mierda.
—Hmmm—la boca de Edward se torció cuando el grupo,de mala gana,comenzó a dirigirse hacia la puerta,en donde René seguía esperando—.Supongo que ustedes,chicos,no tienen que preocuparse de hacer una dieta de sangre,pero pienso que seguiré con los fritos y la pizza.
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