BAJO LA LUZ DE LA LUNA

Autor: fati_fitimeta
Género: Romance
Fecha Creación: 20/06/2010
Fecha Actualización: 22/06/2010
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 11
Visitas: 59337
Capítulos: 55

 

En el amor vale todo, lo darías todo cuanto quieres a esa persona que te ilumina cada mañana, tan solo con esa sonrisa perfecta.

El lugar más bonito es bajo luz de la luna, a veces en situaciones, como la adolescencia pensamos que esa persona no es correspondida, ¿pero y si se trata de un hombre lobo?

¿Y si ese hombre lobo está imprimado de ti?

En tal caso, pasan obstáculos en nuestra vida, tanto buenos como malos.

Hay que fer valientes y afrontar a esas cosas.

¿Qué pasaría si fueras una chica semi vampira y semi humana?

Fantástico, ¡eh! Pero muchas veces las cosas cambian, pueden ocurrir cosas desagradables, que puedes llegar a tiempo a saber lo que pasa o no, incluso ¿Os habéis parado a pensar que los sueños se hacen realidad? Pues, en algunos casos, las pesadillas si… pueden llegar a ser horribles.

Y pase lo que pase, siempre tendrás a tu lado a la persona que realmente te ama.

Básicamente son cosas de adolescentes, una vida muy aventurera, con muchas cosas.

 Pero es como un cuento de hadas, ¿podrá tener un final feliz?

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 33: Cambios de humor

Narra Alma

 

 

El día siguiente no me molestaba como el día anterior, así pasaron varios días.

Mis padres querían que fuera revisada por mi abuelo, yo dije que no diciendo que estaba mejor y era verdad.

Pasaron los días, incluso un poco más de un mes. No había hablado con Jacob por su actitud delante de mis padres, no tocarme, ni un solo beso…

Llegaban las vacaciones de Navidad, un día, Martes, me levanté de la cama contenta, dispuesta a irme al instituto, era la última semana y tenía ganas de ir, además era la semana que nos daban las notas, estaba nerviosa.

Fui al baño para darme una rápida ducha. La sorpresa que me encontré cuando me miré al cuello, fue que los salpullidos que se habían ido de mi cuello ahora volvían otra vez. ¿Cómo puede ser? Ayer no tenía nada… 

Después de la ducha fui a ponerme abrigada ya que en estas fechas hacía mucha más frío.

Me puse una bufanda envuelta en el cuello para que no se vieran las manchitas.

Bajé a desayunar, cogí la comida y me fui corriendo.

-         Hija, espera.

-         ¿Qué pasa?

-         Te encuentras bien…

-         Si, por.- Ay madre… ¿se me veían las manchas?

-         Te encuentro mala cara, estás más paliducha.

-         ¿Más?

-         Si…

-         Pues yo estoy bien, no te preocupes…

-         Vale. Asta luego.

Salí disparada de casa.

 

Llegué al instituto con mis amigos.

Como siempre yo me senté al lado de Andrew y María.

Pasaron las clases más rápidas que de normal. Cuando menos te lo esperas ya estas en casa otra vez.

Me concentré con mis deberes después de comer.

Cuando estaba terminándolos la vista se me nublaba…  Me fregué los ojos con los puños. Me entró un escalofrío. Acabé un ejercicio de matemáticas que me quedaba y luego me levanté de la silla.

Entró mi madre.

-         Hija nos vamos a cazar, ¿vale?

-         Vale mamá…

-         Por que no te quitas la bufanda para estar por casa…

La bufanda se me olvidó quitármela, pero era para que no se me vieran las manchas y que escusa mejor que decirle que tenía frío…

-         Tengo frío. 

-         Bueno… ahora vendremos.- mi madre no parecía del todo segura.

-         Tranquilos.

Se fueron y yo me quedé en mi habitación sin saber que hacer.

Me senté en la cama y llamé a Jake para que viniera.

-         Cariño…

-         Hola, como estas.

-         Bien. Esto ¿te apetece venir a mi casa?

-         Claro.

-         Te espero.

Me paré a pensar, tenía que hablar con él seriamente.

Desde que pasó eso con mi padre, no me había tocado, muy pocos besos… como si no me deseara… me puse a llorar ante mi pensamiento.

No podía parar de llorar… ¿Qué me pasaba?

Entonces llamaron a la puerta. Me sequé las lágrimas y bajé.

Entró Jake por la puerta.

-         ¿Qué quieres hacer?- le pregunté.

-         Hm… no se… lo que quieras.

-         Vale. Ven.

-         Donde vamos

-         A mi habitación.

-         No se yo Alma…

Mientras que decía eso subimos a mi habitación.

-         No sabes ¿el que?

-         Por donde vas… no es buena idea.

-         Jake, para, para ya. Déjame hablar.

-         Dime… - le cogí las manos

-         ¿Qué te pensabas...?- le pregunté.

Miró la cama. Y le solté las manos.

-         O sea, te piensas que te llamo solo para eso… muy bien. Te superas Jacob Black.

-         No Alma… como habías dicho a la habitación, había pensado…

-         Pues no Jake… pero sabes una cosa

-         Que

Ahora se lo iba  a soltar todo, necesitaba una explicación. Necesitaba desahogarme, necesitaba respuestas.

Me acerqué a él y le miré a los ojos.

-         Jake… por que ya no me besas como antes… por que no me tocas, no se… ¿no me quieres?

Jacob ahora se quedó callado.

-         ¿Qué? No me contestas…- ahora empecé a llorar- ¡No me quieres! ¡Era eso… por que no me lo has dicho antes Jacob! ¿Por qué?

Empecé a llorar, me había partido el corazón, por que se quedaba callado…

Me vine abajo, era la peor cosa que me podía pasar.

-         Alma…no…

-         ¿No que? Vete por favor…

-         Alma.- me cogió de los hombros.- mírame.

Hice un esfuerzo por última vez, y le miré a los ojos.

-         No llores, y no digas jilipolleces ¿vale? Yo… es verdad… no te quiero…- se me vino más abajo mi autoestima, lloré más fuerte y bajé la mirada.- No Alma… yo te amo…- luego de decirme eso me soltó y me dio un beso. 

Ahora las lágrimas se me fueron de sopetón y me empecé a reír, ¿Por qué hacía eso?

Jacob me miró con cara rara. Paré de reíme y me senté en la cama.

-         ¿Te pasa algo?- me preguntó.

-         No lo se… No estoy bien de la cabeza.

-         Enserio… hace dos segundos estabas llorando y ahora riéndote… Alma… estoy pensando que te as reído de mi…

-         ¿Qué dices? Yo nunca… no, pero no se… me duele la cabeza, dios mío.

-         Échate un rato.

-         Pero no te vayas.

-         Estaré a tu lado.

Le sonreí y luego le pregunté el por que… continuando la conversación de antes.

-         Jacob…

-         Dime cariño

-         ¿Por qué no me besas tanto? Y menos cuando mis padres están…

-         Lo siento por comportarme así. Pero desde que tu padre me dijo eso… no se Alma…

-         Él me juró que no volvería a entrometerse, tranquilo.

-         Poco a poco.

-         Lo respeto.- levanté la mano

-         Gracias.

Me incorporé y le di un beso.

-         Te quiero.

-         Te amo.

Me encontré un poco mareada.

-         Ahora vengo, voy a por un poco de agua. ¿Quieres algo?

-         No, gracias.

-         Vale, ahora subo.

Me quité la bufanda cuando iba a salir.

Me rasqué un poco y bajé las escaleras poco a poco, no estaba muy bien.

Cuando estuve en la cocina bebí un vaso de agua y me giré para dejarlo.

Fui camino para subir las escaleras pero me caí al suelo. Me desmayé.

Desperté en mi habitación, Jacob estaba a mi lado.

-         ¿Estás bien?

-         Si…

-         Yo no lo creo… sabes que te han vuelto a salir las manchas…

-         Esto… si lo sabia.- dije lo ultimo susurrando.

-         ¿Desde cuando?

-         Esta mañana, Jake no digas nada.

-         Ahora si que tienes que ir o te llevo yo.

-         Vale…- no me apetecía discutir con él, ni con nadie.

Oí la puerta, mis padres, genial.

Subió mi padre rápidamente.

-         ¿Qué te pasa Alma? ¿Estás bien?

-         Si papá…esto…- miré a Jake y el asintió.- llévame al abuelo

-         ¿Qué ocurre?

Le enseñé el cuello.

-         Y se ha desmayado no hace mucho…- dijo Jake.

-         Vamos.

Agaché la cabeza y le di la mano a Jake, no me la rechazó lo cual le sonreí.

Le deletree en la boca un TE QUIERO.

Fuimos a casa de mi abuelo. 

Capítulo 32: Manchas? Capítulo 34: Teorías

 


 


 
14639737 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10859 usuarios