POV Alma
Por fin estaba sola.
Llorar. Eso necesitaba ahora, llorar.
Iba caminando sin ninguna trayectoria, andaba por andar. Estaba enfadada con el mundo. ¿Por qué todo a mí?
Tenía tantas preguntas retóricas que no se pueden contestar en estos instantes. Pero… ya no sabía que pensar.
Tropecé mientras caminaba y me caí al suelo, pero no me levanté. ¿Para qué?
Total no ocurriría nada esa noche, ¿más cosas me pueden ocurrir?
Seguro que sí.
Me hice un pequeño corte en la pierna, pero mientras lloraba en el suelo, vi como esa herida se iba curando poco a poco. ¿Cómo podía ser eso?
- ¿Te has hecho daño? –esa voz…
Ya no me asusté al escuchar esa voz. ¿Para qué me servia asustarme?
- No. ¿Qué quieres? –le dije un poco cabreada. Lo estaba, ¿no?
Vino hasta a mí caminando despacio y se sentó.
- ¿Por qué lloras?
- No es asunto tuyo.
- O sí, lo siento por lo de hace un rato, eh… Alma.
Estaba tan desesperada que tenía que obtener respuestas.
Me limpié mis lágrimas sueltas por mi mejilla y me aclaré la voz.
- Nahuel, ¿me puedes contar toda la historia? ¿Quién eres? ¿Quién es esa tal Reneesme? ¿Tiene que ver algo conmigo y con mi familia?
Pasaron varios minutos en silencio, pero él tenía su mirada clavada en mí.
- ¿No te lo han comentado nunca?
- Nadie. –dije sincera.
- Bueno no se si soy el más adecuado para hablarte de Reneesme. Pero puedo empezar a explicarte quien soy, y perdón por presentarme así y a las dos de la madrugada. –me sonrió.
Entonces me percaté de que era un vampiro bello, sus facciones eran bellísimas. Y esa sonrisa, también.
- Soy Nahuel. Y… soy un chico de dieciocho años de edad, pero vampiro. O sea en realidad tengo 45 o así. Soy un hibrido. Algo como tú, creo. O al menos era lo mismo que Reneesme. –Atendía a Nahuel para que no se me escapara ningún detalle –Pero te explicarás que hago aquí, bueno ni yo lo sé. Me dijeron hace años que los Cullen tuvieron una niña después de lo de Reneesme creía que no iban a tener más…
- ¿Cómo?
¿A tener más? ¿Reneesme es… mi hermana? ¿O que era? Él me estaba dando a entender que ella era eso.
- Luego te lo cuento. Primero te digo que yo soy pariente de tu abuelo, tus tíos… bueno de tu familia y supongo que se puede decir de ese tal Jacob. - ¿Conocía a mi Jake? –Reneesme… fue mi… novia. O eso creo.
- ¿O eso crees?
- Sí, por que luego estuvo ese licántropo y bueno una historia con mal final para mí.
- ¿Con Jacob? ¿Jacob tuvo otra novia? – me estaba quedando sorprendida.
- Bueno… ese tema no quiero entrar. Pero… -puso una mano en mi pierna y cerró los ojos.
- ¿Qué haces? –quitó rápidamente su mano.
- Me tengo que ir. He visto… da igual.
Me levanté y grité. -¿Podremos continuar esta charla?
- Muy pronto, te lo aseguro.
Me dio un beso en la mejilla. –Te lo prometo.
|