Después de desahogar mi llanto, que de verdad no quería parar, una enfermera entro y me dijo que debía irme, pero yo no quería, más ahora que sabía que no lo tendría más entre mis brazos, que ya no sentiría el calor de su cuerpo, aguante las ganas de llorar y por lo visto conmoví a la enfermera que me dijo que me dejaría pasar la noche, la verdad le agradecí y sin poder evitarlo, seguí llorando en su pecho. Nunca me había sentido tan sola, vacía, era como si el lugar donde se encontrase mi corazón, estuviera vacío, no hubiera nada, solo un hueco que me quemaba y me dejaba sin aire, no se como haría para vivir sin él.

-        Bella- se oyó mi nombre en un susurro, me quede paralizada, mi cabeza no podía ser tan cruel, no podía jugarme este juego tan doloroso.- Bella- otra vez, pero no podía ser, despacio levanté  mi cabeza cuidando que no creciera esperanza alguna, porque después sería peor de lo que ya era, cuando lo que vi, me devolvió el alma, era él de verdad, era él, estaba despierto, tenía sus ojos algo cerrados, con una mano se los restregaba como un niño pequeño cuando se levanta, de un salto me senté en la cama con mis ojos abiertos como platos.

-        Es… estas… despertaste- dije casi en un suspiro, me estaba costando respirar.

-        Bella porque lloras- dijo quitando las lágrimas de mi rostro, sentir que me tocaba otra vez, fue lo mejor que me había pasado, cerré los ojos para disfrutar de su tacto.

-        Estas despierto- dije tomando su mano- volviste, no me dejaste- dije abrazándolo, él se quedo quieto pero luego me abrazó, lloré pero de felicidad. Su aroma, su respiración contra mi cabello, sentir sus brazos sobre mí, me hacía ver que no era un sueño y me sentía inmensamente feliz.

-        Bella que pasa- dijo con la voz ronca- donde estamos- lo miré y observaba los aparatos a su alrededor, por su mirada deduje que reconocía para que eran esos aparatos, luego me miro con los ojos abierto y yo solo pude sonreír, él estaba vivo y junto a mi, mi deseo se cumplió.

-        Amor tranquilo- apresuré a decir- estamos en el hospital- en eso recodé, me acerque a un botón de las enfermeras.

-        Diga- respondieron al otro lado.

-        Llamen al doctor Cullen, Edward despertó- dije con la mas pura alegría, una que no sentía desde hace meses.

-        De acuerdo- dijeron.

-        Estuve en coma cierto- me preguntó, yo solo asentí- lo último que recuerdo fue a Félix- cuando pronunció su nombre me dio escalofríos, por culpa de él fue todo esto, maldito- en el estacionamiento, tenía un arma y lo demás es negro.

-        Tranquilo amor, no te presiones- acaricie su rostro, estaba tenso pero su rostro se relajo- sí eso paso, pero ya no importa, tu estas aquí conmigo, volviste a mí.

-        Ahora donde esta él- pregunto con ira.

-        En la cárcel, lo arrestaron desde que estas aquí y ya no saldrá más, tenía otros cargos en su contra- el silencio se hizo presente, yo solo lo miraba y no apartaba la vista de su perfecto rostro, él me miraba pero como en otro lado, estaba pensando.

-        Cuanto llevo en coma- pregunto.

-        Cinco meses y medio- dije tratando de dejar atrás esos tormentosos días, porque por fin ese largo e interminable día había acabado.

-        Cinco meses y medio- repitió para él.

-        Amor- lo llame fijo la vista en mí-  te amo- nada que ver con la conversación pero necesitaba decírselo. Este me sonrió y me acaricio la cara.

-        Yo también te amo- me acerque a su rostro y uní mis labios a los suyos, ese beso me fue correspondido como había anhelado tantas veces, lleno de amor y dulzura, nos separamos al necesitar aire, pero no me separe de él, me acosté en su pecho, respirando su olor.- así que, que  me he perdido- reí- porque te ríes- me pregunto divertido.

-        Escucha y veras porque- me acosté a su lado, este me rodeo con sus brazos- bueno por donde empiezo, bueno lo primero es que Emmet y Rose se comprometieron- mire su cara para ver su expresión, sorpresa fue la que reino en ella.

-        En serio- dijo aun asombrado- sabía que serían los primeros en casarse- dijo con una sonrisa.

-        Así y quien les sigue- le dije acariciando su mejilla, me miro y sonrió.

-        Pues Alice y Jasper- dijo con una sonrisa, hice un puchero, porque y nosotros, bueno se viene despertando y la verdad estos meses no quise más que estar atada a él por completo.-  Y luego tú y yo- dijo dándome un toque en la naríz y me dio un pequeño beso.

-        A ok, entonces los últimos- la idea me encantaba, estar casada con Edward Cullen, se oía como mi paraíso.

-        Fuimos los últimos en ser pareja, va en orden de relación iniciada- dijo sonriéndome.

-        Que científico- este se río- bueno otra cosa, Alice y Jasper, pues se van a casar- sonrió victorioso- pero hasta dentro de unos meses- me miro confundido- es que Alice no quiere salir grande- dije entre comillas- en las fotos, esas son textualmente sus palabras- vi que entendió lo que le traté de decir.

-        Esta embarazada?- me pregunto asustado pero feliz.

-        Sí cariño, ahora tiene como cinco meses, va a tener gemelas.

-        Guau, es… es genial- dijo en una sonrisa.

-        Lo sé, serán geniales padres- le di un pequeño beso, en eso la puerta se abrió dejándonos ver a un Carlisle muy feliz.

-        Hijo!!- se acercó a Edward y lo abrazó, me levante para darles espacio, pero Edward no me dejo del todo, me tomo de la mano y no la soltó, la verdad me encanto, no quería dejarlo ir en toda mi vida- despertaste hijo, estoy tan feliz, Bella- se dirigió a mí y me abrasó- tenías razón- me susurro, yo solo sonreí- como te sientes- y así empezó la rutina medica, para saber de su estado de salud; después de mil preguntas y pequeños exámenes que le realizó Carlisle, nos dijo que iría a hacerle unos exámenes de la cabeza así que tuve que separarme de mi novio y me vi en la tarea de llamar a todos los de familia, estaban mas que felices y rápido llegaron al hospital, apenas Edward entro en su habitación de hospital, se topo con toda la tropa de la familia. Esme no paraba de llorar de la alegría, junto con Alice, cosas de madres. Los chicos estaban muy contentos, y sobre todo él estaba feliz y yo mejor no podría estar.

Después de que toda la familia se fue, claro menos yo, me costó un mundo persuadir a mi padrino de que me dejara quedarme, casi no lo logro pero Edward uso sus soborno de que por fin había despertado y me necesitaba y con eso lo convenció.

-        Eres  igual que Alice, consigues lo que quieras con pucheros- le dije acostándome a su lado, ya habían quitado los mil aparatos médicos  de su habitación.

-        Viene con el paquete Cullen- dijo muy orgulloso de sí- así millones de veces te he convencido, agregándole mi encanto, claro- lo mire y este solo rio mas.

-        Eres engreído- me apoye en los codos para mirarlos.

-        Pero así me amas- dijo acariciando mi cara y acercándola a pocos centímetros de la suya.

-        Sí, así te amo, engreído- este rio y unió nuestros labios, ese beso fue lleno de amor, dulzura, pero luego empezó por convertir en un beso apasionado, lleno de ansias, moría porque me tocase, que me hiciese el amor, pero el venía saliendo de un coma y no podía presionar- para- le dije en un susurro, la verdad sus manos ya estaban por todo mi cuerpo dándome caricias que me incitaban a más- para Edward- volví a decir.

-        No parece que quieras parar- me dijo dándome besos en el cuello, esa frase que siempre la utilizaba en mi contra; no ce como pero ahora yo estaba debajo de él, y Dios si que quería, podía sentir a su amigo más que listo y eso  no ayudo a estar cuerda- tu cuerpo me necesita, tanto como el mío necesita el tuyo- bajo a la línea de mis pechos, generándome una descarga de electricidad y fuego por todo mi cuerpo.

-        Edward acabas de salir del coma- dije apretando las sabanas con mis puños- y estamos en el hospital.

-        Estoy bien, ya oíste a Carlisle- dijo volviendo  verme y luego me dio un beso delicioso, podía sentir que estaba perdiendo la batalla- y vamos Bella tu no eres una chica de riesgos?, solo tenemos que tratar de no hacer tanto ruido- dijo mordiendo suavemente mi cuello, lo que me hiso gemir, no se como hice para que no se oyera tan fuerte- ves es fácil.

-        Sí claro- dije sin mucho aire, este rio- soy una mala influencia- dije entre risas mientras Edward me quitaba la blusa y yo su camisa de la piyama. Así hasta quedarnos desnudos.

-        Por eso me encantas- dijo besándome apasionadamente. Gemí por el placer, solo él me hacía sentir de esta manera- y feliz cumpleaños atrasado mi amor- dijo metiendo dos dedos en mi ya húmedo interior, ahogue el grito en su cuello, mordiéndolo, este gimió- Bella.

-        Gracias- dije apenas en un susurro- mmm- ronronee, me estaban matando de placer, este era un gran regalo- te amo.

-        Te amo- capturo mis labios con los míos y nos dejamos llevar, volviendo a estar juntos; demostrando todo el amor que sentíamos.

                                                         hola chicas ya casi se acaba esta historia, y sigo falta de inspiracion para el epitologo, espero que hoy me visite una MUSA a ver que, espero este capi les guste, sé que el pasado fue todo triste, pero ven no lo mate, jamás él es Edward, nunca debería morir, nuestro chico desperto y con buenas pilas jajaja.

espero les aya gustado y entretenido.

gracias por sus visitas, votos y comentarios.

SALUDOS DESDE COSTA RICA

SUCULLEN

PURA VIDA