Capitulo 32:
Fueron pasando los días y fui teniendo más trabajo, la verdad es que yo pedí más días de trabajo por que no quería estar de vaga en casa y tampoco pasármelo todo el día en la casa de los Cullen aun que Edward me decía lo contrario.
En total trabajaba 4 días a la semana; martes, miércoles, jueves y viernes. Eran desde las 12 de la mañana hasta las 4 o 5 de la tarde. Almorzaba allá. Tampoco era mucho, no podía pedir mejor trabajo que el que ya tenia. Le había dicho a la señora que dejaría de trabajar por que me iba a casar, se lo tomo por sorpresa pero le encanto la noticia. De inmediato publico un cartel para buscar quien me reemplazara.
Edward no sabía nada sobre mi nuevo horario, los Cullen y Charlie tampoco estaban al tanto. Los únicos que sabían eran Nessie y Jacob que los hice jurar para que no dijeran nada.
Alice, quien pensé yo, seria la primera en descubrirlo estaba bastante ocupada y emocionada organizando la boda que no me preguntaba nada, Rosalie y Esme le ayudaban. Carlisle estaba preocupado en el hospital y Jasper con Emmett se la pasaban distraídos en sus locuras que se les ocurrían. Charlie trabajaba y trabajaba así que era difícil que se diera cuenta.
Pero solo quedaba una persona libre todo el tiempo: Edward.
El primer día que comenzaría con mi nuevo horario de trabajo le invente que debía ordenar toda la casa cuando me propuso salir a algún lugar. Fue raro decirle que no ya que nunca le negaba nada. No se molesto o demostró decepción, dijo que no había problema pero para no ser mala dije que me pasaría por su casa en la tarde.
Al segundo día estuco casi, casi apunto de descubrirme. Llego solo minutos después que yo entrara a la casa luego de haber llegado del trabajo. Me pregunto que había hecho y solo le respondí que las compras de la casa.
Pero como siempre: fui descubierta.
Era mi tercer día. Ni siquiera una semana pude pasar desapercibida!
Iba a saliendo de casa con mi mochila donde guardaba mi chaleco y libro que leía en mis ratos libres. Pero no pensé que el bolso me delataría ya que cuando Edward llego (segundos antes de irme al trabajo) me pregunto donde iba. No sabía que decirle pero él fue más rápido. Solo en un par de segundos supo donde iba. Pude apreciar su cambio de ánimo, estaba enojado y me miraba fijamente.
- sube al auto.- me ordeno con voz fría.- te iré a dejar.
Le seguí hasta subirme al lado del copiloto, él ya se había subido así que espero a que cerrara la puerta para acelerar lo mas rápido posible.
El silencio que había entre nosotros era bastante incomodo, no era lo suficientemente valiente para hablarle así que solo me limitaba a mirarle y luego mirar por la ventana.
Quizás pudieron ser 10 minutos de viaje pero a mi me parecieron eternos. Salí apenas detuvo el auto, preferí no despedirme y entrar de inmediato al trabajo. Y así fue como quedamos: él enojado y yo la entupida mentirosa.
Estuve todo el trabajo distraída, por lo menos no hubo mucha gente. No hacia mas que pensar en como pedirle perdón, explicarme y que me entendiera.
Por fin la hora de salida llego pero hubo algo que me dejo paralizada a la salida del trabajo. Como me iba a ir? Edward me había venido a dejar pero ni siquiera le dije mi hora de salida.
Saque mi móvil y me quede pensando a la vez que descartaba; Nessie y Jacob debían andar por allí juntos y no me apetecía arruinarles el momento. Los Cullen: Alice y Rosalie estaban con lo de la boda, Emmett y Jasper debían estar jugando u ocupados en otras cosas, Carlisle en el hospital y Esme, no quería molestarla. El único libre era Edward, además yo estaba inventando excusas para no llamar a los demás ya que solo quería que él viniera.
Pareció que me había leído el pensamiento porque cuando me resigne a que me tendría que ir caminando hasta que apareció en su flamante Volvo estacionándose frente de mi.
Se bajo y se apoyo en el capo, mirándome.
- como sabia a que hora salía?- le pregunte con precaución.
- Supuse que saldrías a la misma hora que ayer ya que a esta misma hora llegaste ayer de tu salida de compras.-dijo como si nada aun que un poco enojado tome aire y hable.
- Edward, lo lamento. De verdad.-comencé.- no quería mentirte pero me gusta mi trabajo y queda poco tiempo…
- Pero Bella, me lo hubieras dicho.- me reclamo.
- Es que pensé que te enojarías.- le confesé apenada.
- Lo que lograste fue que me enfadara más.- negó.- si me lo hubieras dicho, yo lo hubiera entendido, no me cotaba traerte y recogerte…
- Espera, espera- le calle- me estas diciendo que te enojaste porque querías venir a dejarme y venir a buscarme? No te enojaste por mi horario?
- Por tu trabajo u horario?- inquirió contrariado.- me resigne a que no lo dejarías y tu horario no me molesto en lo absoluto ya que si tu querías hacerlo te entendía pero lo que me molesto fue el que no me dijeras y mintieras.
- Verdad?- pregunte con mas emoción.- solo eso?- asintió confundido. Le sonreí y me lance a sus brazos.
Fue así como me perdono. Todo se había vuelto confuso por mi culpa ya que se enojaría por mi cambio de horario pero él lo único que quería era llevarme ami trabajo y recogerme a la salida. Nada más. Yo era la que complicaba las cosas con tonterías.
Dos días después Alice, Esme, Rosalie y Nessie me raptaron de Edward para llevarme a Seattle.
Fuimos en mi auto pero condujo Alice y yo me fui a de copiloto. Les pregunte varias veces donde íbamos pero no me dijeron nada hasta que se estacionaron en frente de una gran tienda en donde las vitrinas se mostraban unos hermosos…vestidos de novia.
No refunfuñe ni dará pero estaba nerviosa por saber cual seria mi vestido de novia. Alice dio el apellido y nos dirigieron a una sala inmensa que tenia muchos vestidos de novia que jamás me imagine.
Estuvimos toda la tarde metidas allí, me probé una cantidad de vestidos pero estaba indecisa porque todos eran hermosos.
- vamos chicas.- les llamo Esme.- dejemos sola a Bella y que ella busque su vestido.
- Pero mamá- refunfuño Alice.- yo quiero ver cual elige!
- Alice!- le llamo- seremos las primeras en verlo así que ahora saldremos de la habitación y entraremos hasta que Bella nos llame.
1 hora después…
- lo encontré!- dije triunfante.
Por fin había encontrado el vestido que me encanto, fascino mucho. Era difícil de creer pero ningún otro vestido me convencía, eran hermosos pero no eran acordes con mi estilo, si es que así se le puede decir.
Mi vestido, ya decía yo que era Mio, era ajustado en la parte de arriba en un corsé que se amarraba a la espalda. Se sostenía con unas finas y delgadas tiritas dobles por mis hombros. Desde la cintura hacia abajo se parecía a los vestidos de las princesas de películas. Tenia leves dibujos de flores y algunos brillantes en ellos. Era de un color blanco hermoso. No me lo probé por que quería saber la opinión de las chicas.
Fui a buscarlas y las encontré en la recepción tomando un jugo. Alice fue la primera en levantarse y correr hacia mí.
- ya has elegido algún vestido?- pregunto ansiosa. yo asentí.- valla que te demoraste.
- Vamos a verlo entonces.- animo Rosalie.
Fuimos a la habitación y les enseñe el vestido.
- hermoso- comento Esme.
- Precioso.- argumento Nessie.
- Bellísimo- agrego Rosalie.
- Perfecto, espectacular, fantástico!- chillo Alice dando saltitos.
- Te lo probaste?- me pregunto mi hermana.
- Aun no.- dije con vergüenza.
- Y que estas esperando?!- me urgió Alice.
- Pero necesito ayuda.- les avise.
- Yo te ayudare, cariño.- se ofreció Esme ya acompañándome a los probadores.
El vestido me quedo perfecto y Esme me ayudo con lo del corsé. Me coloque los zapatos que venían con el vestido, por suerte no tenían tanto taco.
Las chicas me vieron y saltaban eufóricas de felicidad.
- hay, Bella! Vas a ser la novia mas linda!-canturreo Alice.
- No es para tanto.- le contradije.
Luego que Esme, impidiéndome oponerme, pagara el vestido nos devolvimos a casa.
Llegue demasiado cansada que ni siquiera me di cuenta cuando me quede dormida en el auto.
Al día siguiente Edward me dijo que dormí casi 14 horas. No lo podía creer pero me sentía muy fuerte de tanto dormir.
Tuve que almorzar ya que me desperté para esa hora. Comimos juntos y luego Edward me dijo que fuéramos a nuestro claro porque hacia tiempo que no íbamos. Esme y yo preparamos los emparedados y jugo, también guarde algunas frutas. Seria como un día de campo.
Fuimos en el Volvo de Edward. Él me pregunto a donde me había llevado ayer para queme dejaran tan cansada. No sabia si decirle pero decidí decírselo de todas maneras.
Llegamos a la senda y comenzamos a caminar los 8 kilómetros que nos faltaban por recorrer.
Lo bueno era que ya me sabía el camino y también se comenzaba a formar un pequeño caminito. Edward dejo que yo guiara por unos momentos hasta que me tropecé y casi caigo de no ser por él.
Por fin llegamos y nos recostamos en el pasto. Comenzamos a platicar sobre algunos temas como las travesuras de Emmett y las locuras de Alice.
Comimos emparedados y frutas, el aire estaba fresquito. El clima estaba medio raro por que a veces el sol se asomaba y otras veces desaparecía.
En un momento nos quedamos en silencio, un silencio cómodo. Nos mirábamos fijamente el uno al otro, me gustaba pero también me provocaba cositas en el estomago cuando me miraba de esa manera.
Rompió el silencio con un tema que no esperaba.
- Bella, recuerdas lo que dijo mi padre hace unos días?- pregunto.
- Cuando, exactamente?
- El día en que llegaron de su viaje.- respondió. Lo pensé un minuto y no me acorde de nada en especial a no se de cuando le contamos de la boda y los regalos.
- La verdad, no- confesé aun pensando en que había dicho Carlisle- que dijo?
- Algo sobre tener…hijos.- murmuro tan bajito que tuve que agudizar el oído y me sorprendió lo que dijo.
- OH- dije sorprendida.- no lo había pensado.
- Bueno, si no quieres…esta bien- se puso nervioso- podemos..este…Nosé.
- Edward, cállate.- me obedeció de inmediato.- claro que me gustaría tener un bebé o Nosé pero…
- Que?- pregunto desencajado.
- Te imaginas un mini Edward!?- dije pensándolo con emoción.- con tus ojos, tu cabello. OH, seria un sueño!
- Te estas juntando mucho con Alice.- bromeo.
- Tal vez pero no dejo de imaginarme a ti en bebé. Te lo imaginas?- le pregunte con emoción.
- OH, si- respondió como loco. Los dos soltamos carcajadas.
Cambiamos el tema ya que mas a Edward que a mi le incomodaba, se ruborizaba. Quizás le intimidaba hablar de eso por que no estaba acostumbrado al igual que yo.
Pasamos toda la tarde en el claro y la pasamos genial ya que hace días no teníamos momentos a solas de esta manera.
Después de este cap se viene uno medio chistoso
Espero ke les guste
Zhayto!
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