Alice y yo estábamos en la cocina comiendo algo, después de todo el día en el centro comercial necesitaba descansar, estaba extenuada. Alice podía llegar a ser agotadora en un día de compras.
 Cuando acabé de cenar me subí al baño, necesitaba una ducha relajante.
Me puse el pijama y bajé a dar las buenas noches a mis padres y mis tíos. Edward y Jasper justo habían llegado para acompañarnos a mí y a Alice.
Mi padre y mi tío Stefan parecían agradecidos con nuestros prometidos por protegernos durante la noche, eso les dejaba a ellos tiempo para hacer otras cosas y poder cazar.
Hoy se quedaría sólo hasta la mitad de la noche, momento en el que Stefan y mi padre los remplazarían, ya que Jasper y Edward también necesitaban salir a cazar.
- Buenas noches a todos! – dije a la familia. Besé a mi padre y a mi madre y me fui a la cama. Estaba cansada, después de la ducha aún me había dado más sueño, me había relajado completamente y apenas si podía conseguir mantener lo ojos abiertos.
Quería permanecer despierta para poder charlar con Edward, pero en cuanto llegamos a la habitación y me tumbé en la cama caí en un profundo sueño…

Sueño de Bella

Corría por el bosque, me perseguí un lobo, era grande y con el pelo rojizo. De pronto Edward salía de entre la maleza y se interponía entre el lobo y yo. Estaba aterrorizada pensando en que el lobo podía hacerle daño a Edward, y no sabía qué hacer para distraer al lobo y así darle algo de ventaja a Edward.
De repente Edward se separó del lobo y se agazapó frente a mí.
El lobo empezó a convulsionarse y se marchó detrás de los arboles. Al cabo de no más de medio minuto apareció Jacob vestido sólo con unos pantalones cortos. Acaso ese lobo era…
Jacob se acercó hasta nosotros, manteniendo una distancia prudencial, ya que Edward no había relajado su posición defensiva. Le toqué el hombre y se relajo ante mi contacto. Se incorporo y me colocó detrás de su cuerpo con su brazo hacia atrás en mi cintura.
- Eso debería decidirlo ella – hablo Edward – porque crees que la retengo a la fuerza Jacob? Ella es libre de ir a donde le plazca – contestó Edward a una pregunta no formulada en voz alta.
- Crees que ella te elegirá a ti? – preguntó Jacob irónicamente.
- Ya lo ha hecho – contestó Edward.
A Jacob se le contrajo la cara en una mueca de dolor, y luego volvió a mostrar su cara de indiferencia.
- Eso me lo tendría que decir ella no crees? – volvió a decir Jacob – en todo caso lo discutiría con tu hermano y no contigo.
El lector de mentes y el licántropo me estaban sacando de mis casillas incluso en sueños! Porque todo el mundo se empeñaba en hablar a medias, o es que yo me perdia en las conversaciones?
- Bella, Jacob ha venido a hablar contigo, tiene una propuesta que hacerte – me dijo Edward amargamente.
Jacob sonreía ante la mueca amarga de mi prometido, aún no sabía que ya no estaba comprometida con Jasper si no con Edward.
- Yo puedo hablar solo! Deja de meterte en mi cabeza – escupió Jacob molesto.
- Aunque no me meta en tu cabeza, piensas demasiado alto, creo que podría oírte a kilómetros de distancia – contestó Edward.

Edward se dirigió a mí en ésta ocasión:
- Estaré cerca por si me necesitas – dicho esto se alejó de nosotros, dejándome en medio del bosque con Jacob.
Jacob me miraba con el arrepentimiento pintado en su cara. La última vez que nos habíamos visto la cosa no había ido demasiado bien.
- Bella yo…lo siento. El día de la boda creo que me sobrepasé contigo
Jacob parecía torturado.
- Oh Jake! Me alegro tanto de verte – caminé la distancia que nos separaba y me lancé a sus brazos.
- Bella yo…necesito hablarte.
Me separé de él para poder mirarlo a los ojos.
- Bella yo estoy enamorado de ti, tú lo sabes y quiero que me elijas a mí, no tienes porque casarte con Jasper si no lo amas.
Había llegado el momento de poner las cosas en su lugar, Jake se merecía la verdad:
- Ai Jake! No me voy a casar con Jasper – a Jake se le iluminó la cara, creo que había malinterpretado mi respuesta – Jake yo amo a Edward, es con él con quien me voy a casar.
Jake empezó a convulsionar. Le temblaban las manos. Tenía los puños apretados junto a su torso y los dientes también.
- TE VAS A CASAR CON ÉL? – gritó Jake

En ese momento apareció Edward y se interpuso de nuevo entre nosotros. Jacob no pudo controlarse más y al ver a Edward entró en fase.
Edward me colocó tras él protegiéndome de nuevo con su cuerpo, y Jake iba avanzando hacia nosotros.
- Jake, tú no quieres hacer esto, podrías herirla a ella – decía Edward.
Jake retrocedió y me miró con amargura, se dio la vuelta y echó a correr en dirección contraria a la nuestra.

Fin del sueño de Bella

Me desperté sobresaltada. Tenía que hablar con Jake antes de la boda, no quería que las cosas quedaran así entre nosotros.
- Todo bien Bella? – preguntó mi padre desde la mesa de la habitación, no recordaba que Edward estaba de caza y mi padre estaba conmigo en la habitación. Mejor así, de éste modo no tenía que explicarle a Edward que era lo que me había sobresaltado – Si, era solo un sueño.
Me recosté de nuevo en la cama, y miré el reloj, eran la seis de la mañana, demasiado temprano para ir a la reserva?
- Papá, crees que podría ir hasta la reserva Quileute a ver a Jacob?
- Bella, creo que no es una buena idea que andes por ahí sola…
- Papá tendré cuidado, y necesito hablar con Jacob
Mi padre sabio que Jacob siempre había sido un amigo y una parte importante de la gente que quería de Forks, pero sus reticencias no eran por esa amistad, si no por lo que representaba Jacob para los de nuestra especie.
- Bella, creo que ha llegado el momento de que tengamos una pequeña charla sobre Jacob y los Quileute.
Había llegado el momento que Jasper me había avisado que llegaría, pero debía esperar a que mi padre me contara la historia completa, no podía delatar a Jasper.
Mi padre empezó a contarme la misma historia que Jasper me había contado una semana antes. Efrain Black, el jefe Quileute que era un licántropo y que hizo un trato con los vampiros, Billy y Jacob descendientes directos de Efrain Black…
Escuché a mi padre atentamente y fui poniendo cara de sorpresa y añadiendo un ¡Oh! en los momentos en los que lo hubiese hecho si esta fuera la primera vez que escuchaba la historia.
Cuando termino con su relato me pregunto:
- Entiendes porque Jacob va a dejar de ser una buena compañía? – preguntó mi padre muy serio-
- Si entiendo porque “ va a dejar de ser una buena compañía” – dije enfatizando las últimas palabras – pero por ahora eso aún no ha pasado, Jacob aún no ha cumplido los dieciocho, así que puedo ir a verle hoy?
Mi padre bufó exasperado, sabía que tenía razón y que hoy podría ir a ver a Jacob. Pero no se dio por vencido y contraatacó:
- Sabe Edward que vas a ir a la reserva? – preguntó mi padre.
- Mmmm no, pero es difícil que lo sepa si no está aquí y me acabo de despertar y lo he decidió en éste preciso momento – estaba orgullosa de mi respuesta!
- Entiendo. No irás sola, tu hermano Mike te acompañará.
Intenté replicar y me quedé con la palabra en la boca.
- No és negociable Bella.
Bueno mejor eso que nada. Salté de la cama al baño. En diez minutos estaba lista para desayunar. Fui a la habitación de mi hermano, todavía estaba en la cama.
- Mike...Mike… - zarandee a mi hermano que roncaba como un camión – Mike
- QUE PASSA!!!!??? – se despertó sobresaltado con los ojos abiertos como platos – ESTAS BIEN BELLA? QUE HA PASADO? – tenía mucha gracia, pero debía morderme la lengua para no reírme o se enfadaría y no me acompañaría.
- Necesito que me hagas un favor Mike…me acompañarías a la reserva de los Quileute? Papá no me deja ir sola y había pensado…
- Eso está hecho! Cuando nos vamos? – dijo mi hermano en todo militar
- Ahora? – pregunte dudosa
- Puedo desayunar primero – las tripas de Mike emitieron un sonoro rugido y ambos nos reímos.
- Tortitas? – pregunté
- SI!!!!!
Salí de la habitación de mi hermano para dirigirme a la cocina a preparar nuestro desayuno, debía darme prisa antes de que Edward fuera a casa a cambiarse y volviera antes de que pudiese marcharme, estaba segura que no me dejaría irme.
Mi madre entró en la cocina al oír el ruido de la sartén y se quedó sorprendida al verme preparando el desayuno tan temprano. Eran las siete de la mañana, hora poco habitual de verme levantada.
- Pasa algo Bella? – preguntó mi madre sorprendida.
- No mamá, estoy preparando el desayuno para Mike y para mi, nos vamos a La Push a ver a Jacob y algunos amigos – era mejor no enfocar toda la atención en Jake, ya había tenido bastante con mi padre…
- Tu y Mike? – preguntó mi madre sorprendida. No era necesario desviar la atención con lo de “algunos amigos”. El simple hecho de hacer una actividad con mi hermano era distracción suficiente…sería ese el motivo de la condición de mi padre? CLARO!!! Mi padre por un momento pensó que poniéndome esa condición iba a conseguir que no visitar a Jacob, ya que era poco probable que mi hermano accediera a acompañarme.
Quizás dos día antes no, pero algo había cambiado en Mike, y ahora podía contar con él.
- Bella no lleguen tarde a la hora de la comida, vamos a comer a casa de los Cullen para ver a Rosalie y a Emmet – me dijo mi madre.
- No mamá no te preocupes, solo pasaremos una parte de la mañana en la reserva.
Justo cuando estaba terminando las tortitas apareció Mike. Mi madre estaba sorprendida de ver a mi hermano conversando conmigo sin “atacarme” y haciendo planes para pasar la mañana juntos.
Así que acabamos de desayunar y nos fuimos a La Push.