This is war (30 Seconds to Mars)
(Edward)
No sabía como tranquilizar a mi esposa, estaba que temblaba de los nervios, ya no reaccionaba, había algo que me ocultaba, y ni Alice podía descifrarlo. La incertidumbre me estaba matando.
En unas horas, nuestra única hija estaría a punto de ir a su primer día de clases. Con su aspecto de siete años, tal como lo había predicho Bella. No sabía que hacer, me debatía entre un dilema: tranquilizarla y evitar que sepa lo que se viene, a pesar de que ella ya lo sabe, o contárselo y ponerla peor de lo que ya está, sin algún fin porque eso no cambiaría las cosas salvo asustar y preocupar a Renesmee. Ella es una niña lista, y no sospecha nada, aunque el que sospecha soy yo, creyendo que ella sabe más de lo que le dijimos y no dice nada para que no estemos al pendiente de ella, cosa que no dejará de pasar, porque es nuestra vida, es nuestro legado.
Por su propio bien decidimos que lo mejor era que no acuda a un jardín de infantes, ya que se aburriría, sabiendo cuales son sus gustos y forma de ser, pero eso no quería decir que no estaba en contacto con niños de su edad. íbamos casi todos los días al parque, donde jugaba y se la pasaba de lo mejor, pero siempre en el brillo de sus ojos, los ojos de mi Bella, destilaba un hilo de algo desconocido, quizas ella también presentía lo que se avecinaba.
Bella no podía estar mas que en la razón misma, las cosas sucederían tal cual las dijo y pensaba, Alice las vio, después de ella, y yo las vi escena tras escena como una película en el cine.
Las visiones de Alice no fallaban, en esta situación no era algo que nos beneficiaría.
Por si acaso, en las noches, nos íbamos de caza, debíamos estar al acecho. Era algo mecánico, no por placer sino necesidad, además de que aprovechávamos para traer un poco para la dieta de Nessie, que prefería beber con elegancia, en una copa, o vaso con sorbete, en casa viendo tele o leyendo un libro.
Siempre nos sacaba una sonrisa cuando nos llamaba "Salvajes". Ja Ja, instinto de naturaleza. Ella era nuestra rosa en crecimiento, el suponer que estaba desprendiendo sus pétalos para ser una jovencita, no causaba el impacto que tendría que causar, más bien el rojo granate de esa rosa nos recordaba la sangre que derramaríamos de ser necesario para protejerla.
Bella contemplaba sin convicción la noche de luna nueva, sonreí a desgana recordando una vieja historia de Carlisle, que según él, los lobos salían como Hijos de la Noche, en luna nueva, y no en luna llena, ya que cuando la luna estaba en cuarto creciente, era tiempo típico de transformaciones.
Acaricié a mi esposa, y sus ojos me sacudieron, sus pupilas eran la verdad en persona, debía hacerle frente y decir la verdad.
* * *
-¿Mami?
me sobresaltó su suave voz de ángel.
-¿Qué pasa bebé?
se sentó en mi regazo, mientras la peinaba, abajo, Edward preparaba su "desayuno".
-No quiero que estén preocupados.
Fruncí el ceño.
-Nessie, tu no tienes que estar preocupada, lo solucionaremos todo.
-Mami-musitó-anoche tuve una pesadilla muy vívida.
llegó Edward, con su vaso favorito, se lo entregó besando mi frente.
-¿Qué soñaste, cariño?-Edward me miró espectante, cualquier cosa era importante y decisiva.
-Una fila de hábitos negros, capas, personas que no le podía ver el rostro, el lugar parecía de la realeza,
y no caminaban, era como si flotaban-Mami, me dio miedo.
Edward nos estrechó fuertemente.
-Todo fue un sueño, no es verdad, no lo es.
-Y un señor, pálido, vestido de ropas antiguas, tenía una mirada maliciosa, y ... y
comenzó a llorar.
-NESSIE! QUE TIENES? DIME MI CIELO!-le exigí.
-No se mami, todo era confuso-gimoteó-pero me dio miedo. Era oscuro.
Edward se despegó de nosotras rápido, ella le buscó, y mis ojos exigían una señal pero no tuvo tiempo de decir nada.
sonó el timbre y contuve la respiración, junto a mi hija, que temblaba.
-No pasa nada, pequeña, no te pasara nada a ti, te lo prometo.
-Bella...-vaciló-amor...
No necesité que dijera más, en sus manos, yacía un pergamino.
|