Narra Bella

Primer día de mi niña en el instituto, tenía muchísimas ganas de saber como le había ido todo.

Era muy feliz, yo con Edward y una hija estupenda.

Oí unos pasos y salí para esperar a Alma.

Entonces entró por la puerta.

-         Ya estoy aquí.- dijo al entrar.

-         ¡Hija! ¿Como ha ido?- le di dos besos y cogí la bolsa.

-         Bien muy bien, e conocido a un chico, mamá. Me a ayudado con lo de las clases y resulta que vamos juntos a todas, es genial.

-         Si.

-         Hola hija.- saludó Edward con un beso en la frente.

-         Papá.

-         Pues eso… me ha acompañado Jacob.

-         Si, lo sabemos.- dijo Edward.

-         Ah, ya.- soltó unas risitas.

-         Cariño la comida ya la tienes echa.

-         Gracias mamá.

Le puse en el plato los macarrones y me fui a dejarle el material escolar a la habitación.

Cuando bajé estaba hablando con su padre.

-         Papá, tengo que traer un libro para leerlo en clase… cual me recomiendas, es que me e leído casi todos.

-         Pues si quieres que vayamos a la librería…- dijo Edward.

-         Perfecto.

-         Oye, tu tía Alice quería ir de compras, quería comprarte ropa. ¿Quieres ir?- le informé.

-         Si, por supuesto, donde haya un centro comercial ahí esta Alma.

Edward estalló a risas.

-         En ese gusto no as salido a mi…Aix…- suspiré

Reímos todos.

-         Mama, papá, el viernes puedo ir a la Push por la noche, que hay fogata… bueno Jacob me a dicho que os lo a dicho.

-         Ah si.- dije.

-         Claro que puedes ir, pero con cuidado.- dijo su padre.

-         Gracias. Voy hacer los deberes. ¿A que hora nos vamos?

-         A las seis.

-         Vale pues aun queda.

-         Si.

-         Si queréis algo llamadme.- nos dijo.

Se fue a su habitación.

Le di un beso a Edward, y fui correspondida.

-         Te quiero.- le dije.

-         ¿Entonces tú vas esta tarde al centro comercial?

-         ¿Tu no?

-         Bueno…

-         Le arias un favor a Alice.

-         ¿Y a ti no?

-         Si vienes será mejor, así me escabullo de los probadores.

Nos reímos.

-         Ay mi dulce Bella.

-         Mi Eddy-Pooh.

Se puso serio y yo estallé a risas. No tardo mucho él también.

-         Te acuerdas, eh

-         Que si me acuerdo… me acuerdo de todo, todo, todo.

-         Me alegro.

-         Y yo de recordar que estabas en mi vida.

Nos dimos otro beso.

Narra Alma

Empecé con los deberes de Historia, tenía poco, tan solo dos ejercicios. Los terminé en cinco minutos, luego matemáticas.

-         Ciento cuarenta más cien, es igual a dos cientos cuarenta. Ahora hallar la x…

Acabé el primer ejercicio de matemáticas, luego me fui a dar una ducha.

Me puse música para cantar dentro de la bañera.

Cuando terminé me sequé el pelo para que no se me encrespara.

Entonces me empezó a sonar el móvil.

Fui corriendo con la toalla envuelta en el cuerpo.

-         ¿Si?- pregunté.

-         Alma, soy tu tía.

-         Ah, Alice, dime.

-         Te a dicho tu madre lo de aquí un par de horas

-         Si, tenemos que mirar ropa eh.

-         Claro, por supuesto.

-         Yo quiero comprarme un poco de pantalones pitillo ah, Alice algo para el viernes.

-         A donde vas pillina? Espera voy para allí.

-         Vale voy a vestirme.

-         Y me lo cuentas todo.

-         Vale.

Fui a cambiarme.

Ya que todavía hacía calor. A los 5 minutos vino Alice.

Me dio un abrazo.

-         Peque, ¿como ha ido?

-         Bien, muy bien.

-         Uy, que guapa que te as puesto.

-         No…

-         Bueno cuéntamelo todo.

-         ¿Que quieres que te cuente, lo del instituto o lo del viernes?

-         Cuéntamelo desde el principio.

-         Vale.

Mi tía favorita, era Alice estaba alocada.

-         Pues mira, hoy como ya sabes lo de mi primer día.

-         Si… y a ver dime lo del chico.

-         Futuro, ¿verdad?

-         Claro.

-         Pues se llama Andrew, es súper mono, y es ay…- suspiré.

-         No me digas que te gusta- dijo tapándose la boca.

-         No lo se, aun estoy conociéndolo, pero si que quiere quedar conmigo.- dije poniéndome un poco sonrojada.

-         Ya averiguare quien es

-         No, tía, no. No hace falta.

-         Bueno… continua

-         Pues eso, que vamos juntos a clase, y es mi amigo, el primero que echo.

-         Ala… a veremos que hacemos eh.

-         ¡Tía! – le di un pequeño empujoncito. También saqué algo de fuerza de los vampiros.

-         Cuidado, que me tiras.

Nos reímos.

-         Bueno que más.- me dijo

-         Pues luego de ahí me a acompañado un trozo asta casi la Push.

-         Jacob.- dijo poniéndose los ojos en blanco.

-         Si, y este me ha llamado y Andrew se pensaba que era mi novio.

-         Uy… madre mía, este chico le gustas.

-         No lo creo… no soy muy buena.

-         Ay… si estuviera aquí Jacob…-susurró riéndose.

-         ¿Por que?- me quede a cuadros.

-         Por nada, déjalo.

-         Bueno… y eso, Jacob pareció que se puso…

-         ¿Celoso?

-         Si.

-         Este chico…

-         Y bueno Jake me ha dicho que el viernes hacen en la Push como una pequeña cena-fiesta.

-         Ala que bien.

-         Si, y quiero ver que me pongo… también me tengo que comprar un bikini.

-         Todo lo que quieras, cariño.

-         Guay.

-         Bueno que estabas haciendo.

-         Pues nada… aquí aburrida.

-         ¿Quieres hacer algo?

-         Bueno me gustaría ir a ver al tío Emmet. Y al resto.

-         Vamos.

Bajamos para decírselo a mis padres y nos fuimos a casa de los abuelos.

Estuvimos allí un rato asta que se hizo casi la hora de irnos.