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JEFE DEL EJERCITO NEOFITO

Ya me acercaba a mi año de vida como neófito mi fuerza aunque mucha nada tenía que ver con la del primer año de todo recién convertido pero tenía dos cosas a mi favor, ese don de controlar las emociones y el de ser diestro en combate por mi experiencia en el ejercito así que María no se tardo mucho en que yo me quedara a su lado.

Ella era muy bella  y empezó a ser más que mi superior un día mientras llegaba de entrenar al nuevo ejército pase por digas su cuarto la vi desnuda contemplándose al espejo su piel que alguna vez avía sido morena era tan bella sus cuerpo delineado por unas curvas de gran belleza, voltio y me miro fijamente, extendió la mano en ademan de que me aproximara yo estaba embobado en ese momento la sed que siempre había sido mi prioridad se paso por alto, me acerque y ella junto su cuerpo al mío besándome en los labios bajo su boca lentamente a mi cuello, si es verdad que como humano ya sabía yo de sexo no era nuevo en ese sentido pero lo que ella me hizo sentir fue aun mas fuerte sentí como si mi cuerpo fuera presa de una corriente eléctrica.

-Me gustas soldado me encantas y solo esperaba que tu sed fuera menor para poder estar contigo sin distracciones-dijo pegando los labios a mi oído, me deshice de mi ropa lo único que deseaba en ese momento era poseerla que fuera mía por completo.

Comencé a besarla con anhelo y desesperación su cuerpo tenia la fragancia del campo tan inmortal como ella, sus labios carnosos dejaban escapar jadeos de pación la sentí ardiente y su estado de ánimo me llevo a tomarla con fiereza, la tome en mis brazos poniéndola sobre mi cuerpo sintiendo como entraba en ella, esa sensación tan fuera de los común era algo delirante la poseí tantas veces que el día paso y como esa noche, entonces nos retiramos su cuerpo exquisito sobre el mío y se levanto su ánimo había cambiado ahora era de nuevo mi superior.

Entonces salimos Nettie estaba con la mirada burlona –veo que no solo es buen soldado si no también buen amante, entonces se pego a mi cuerpo – ¿que me lo prestaras un día querida María? Solo para distraerme claro jajá – sentí su deceso de empezar una pelea y cuando María volteo a verla con furia pude manipular sus ánimos y hacer que esa ira disminuyera, -está bien es solo una pregunta lo que en verdad importa es el nuevo ataque y tú qué piensas hacer mas neófitos entrenados, debes poner a alguien no solo a entrenar si no como su jefe alguien que los gobiernos por que estas bestias inmaduras pueden acabarse entre ellos y los sabes y para tomar Monterrey debemos tener un ejército grande-.

María volteo hacia mi yo estaba con los brazos en la espalda una antigua costumbre militar , con su mano toco mi barbilla –quien mejor que Jasper no solo los entrenara si no también será su jefe y el que se deshaga de ellos cuando … pues cuando ya no nos sirvan, como vez mi amado Jasper te parece la idea de ser el comandante de este ejercito me rodio como una serpiente a su presa cautelosa pero apremiante –si yo me hare cargo de lo que este ejercito necesite dije con la misma voz de que recibe una orden superior y así me hice cargo de este nuevo ejercito una lucha mas…