Llegué al hotel y le vi allí, a lo lejos, con unos vaqueros y una camisa color beige remangada. Estaba guapísimo. Rápidamente pude ver como sus ojos me buscaban, hasta encontrarme. Vino hasta mí con una sonrisa de oreja a oreja, yo se la devolví.

-Hola Bella-me dijo- Has venido- me insinuó, como si para mí fuese un suplicio haber ido a esa fiesta.

-Sí, he venido. Cómo te iba a dejar plantado…-se rió ante mi sujeción.

-Estas muy guapa-me miró de los pies a la cabeza. Llevaba un vestido palabra de honor de cuadros con un cinturón sujetando el pecho. Era cortito, por encima de la rodilla. Se acercó aún más a mí, poniendo mis nervios a flor de piel. Ningún hombre se había acercado tanto a mí.

-Gracias-no podía mirarle a los ojos. Me volvía loca.

-¿Y tu hermana?- me preguntó. Fue la típica pregunta que haces para quedar bien, pero no la preguntas por interés.

-Ah…Alice se ha quedado en casa. Me ha dicho que estaba muy cansada. Quizás vaya su novio a verla…-Rob me dedicó una sonrisa torcida, y yo respiré a hondo. Estaba muy nerviosa, no sabía lo que iba a pasar, pero sí sabía lo que quería que pasara…

-¿Quieres salir fuera?-su tono de voz subió, pues habían puesto la música alta, demasiado para mis oídos.

-Sí, mejor-se lo agradecí. Me pasó su brazo por encima de mi hombro y nos dirigimos camino a la playa. A medida que íbamos avanzando, la música cesaba y se podía escuchar el sonido del mar, algo que agradecí. No era una chica a la que le gustase la música y el cachondeo, más bien era la típica chica a la que la gusta estar tranquila con los que más quiere.

-¿Te gusta la playa?- me preguntó mientras me soltaba.

-Sí-le respondí con una sonrisa. Él se acercó a mí con una sonrisa pícara, torcida, que me volvía loca.

-Eres una buena chica-me puso las manos a ambos lados de mi cintura, haciendo que un escalofrío me recorriera todo el cuerpo. Él lo notó y se rió.

-¿Estás nerviosa?-me preguntó aún riéndose.

-No estoy acostumbrada a que los hombres se acerquen tanto a mí-seguí sin mirarle a los ojos-y menos Robert Pattinson-me reí al igual que él.

-Tranquila-me tranquilizó al ver que él lo estaba. Respiré a hondo.

-Bella, me gustas mucho-se puso algo más serio. No podía creer lo que decían esas palabras. ¿Yo, Isabella Newton, le gustaba a Robert Pattinson?. Me quedé sin palabras, pero sabía que tenía que decir algo. Él también me gustaba, más de lo que él creía.

-A mí también me gustas mucho Rob-le dije tragando saliva.

-Pues entonces no hay nada de qué hablar- se acercó lentamente a mí y puso su mano en mi mejilla. Su boca estaba cada vez más cerca. Cerré los ojos y al instante pude notar como sus labios se posaban en los míos y se movían con dulzura, con rapidez. Abrí mi boca para dar paso a su lengua, la cual se movía intensamente cuando encontró la mía. Aquel beso duró bastante, pero se me hizo demasiado corto. Necesitaba más de él.

Robert siguió besándome intensamente, como si me necesitase tal y como necesita el aire que respira. Yo le seguí el juego, pero necesitaba sentirle, necesitaba besarle más de lo que ya me había besado él a mí, necesitaba sentir sus caricias, sus besos…todo. Así que se me ocurrió algo.

-Rob…¿Por qué no vamos a tu habitación?-le dije mientras le separaba con mis manos sus labios de los míos para poder respirar. Se quedó parado, sin decir nada, pero al poco respondió.

-Vamos-me lo susurró al oído, lo que me hizo temblar. Nos separamos y me cogió de la mano rumbo al hotel.

Continuará…

Hola chicas!! Espero que os haya gustado este capítulo, pronto subiré la continuación. Por favor, dejad vuestros comentarios y vuestros votos. Gracias a todas!!  Besos!!