La Mala Suerte Apesta...¿O no?

Autor: Bella_Paula.Swan
Género: Romance
Fecha Creación: 23/01/2013
Fecha Actualización: 26/06/2013
Finalizado: NO
Votos: 5
Comentarios: 3
Visitas: 15742
Capítulos: 21

Bella Swan es la chica con mas mala suerte de Forks o al menos eso es lo que ella piensa, Pero esta mala suerte la llevo a conocer la verdadera amistad...¿Sera que tambien la puede llevar a encontrar el amor?...

-Sabes, empiezo a creer que te caes encima mío apropósito- Ay no, no, no ¿Por qué? que hice yo mal porque me tenía que pasar todo a mí.

HOLA bueno aqui les traigo una nueva historia, Los personajes pertenecen a la maravillosa de Stephanie Meyer, La trama es completamente mia.

Pasen por mis otros Fics 

Lazos De Amor: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=3223

Juegos Del Destino: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=3397

 

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Capítulo 4: Inspiración

El resto del día paso relativamente normal gracias al cielo mi torpeza no volvió a presentarse durante las últimas clases, pero lo que me tenía inquieta era que no había podido dejar de pensar en Edward todavía sentía cosquillas en el lugar en el que me había besado sentía sus labios dulces todavía en mi mejilla, tal vez si hubiera corrido un poco la cara podría… ¡NO! Dios que son esos pensamientos.

Un mensaje en mi celular me saco de mis pensamientos impuros, Bella ya Jacob nos contó a Alice y a mí lo que paso en el baño de hombres te esperamos con los detalles. Rose.

Rayos se me había olvidado la amenaza de Jake no pensaba que les iba a contar de verdad, bueno me dirigí al estacionamiento donde probablemente me esperabas las chicas para secuestrarme, con solo pensarlo ya me daba miedo Alice cuando quería podía ser muy intimidante, tan metida iba en mis pensamientos que no me di cuenta de que unos chicos de primer año venían corriendo hacia mí, y como raro me empujaron, cerré los ojos esperando un golpe que nunca llego.

-Sabes, empiezo a creer que te caes encima mío apropósito- Ay no, no, no ¿Por qué? que hice yo mal porque me tenía que pasar todo a mí.

Me levante y me di vuelta y puede ver a Edward tirado en el piso, obviamente él había parado mi caída, le tendí la mano para ayudarle a levantar.

-De verdad lo siento mucho Edward no es mi intención… De verdad créeme… Yo no quería… Fueron unos niños- Dios ni siquiera yo entendía lo que estaba diciendo.

-Bella, Bella tranquila ya paso no importa esta vez no pasó nada grave- Me dijo intentando tranquilizarme, aunque mi sonrojo nadie me lo quitaba.

-Hey Bella no te cansas de taclear a la gente Jajajaja- Argh como odio a Emmett en estos momentos.

-Ven vamos- Edward me jalo del brazo y me llevo a donde estaban nuestros “Amigos” los cuales estaban muriéndose de risa.

-Si claro búrlense- Les dije yo con todo el odio que sentía dentro.

-Ya Bella cálmate nosotros no tenemos la culpa de que seas extremadamente torpe- Me dijo Alice causando más risas y que mi sonrojo se multiplicara.

-Yo pienso que tu torpeza es adorable- Me susurro Edward causando que un escalofrío me recorriera el cuerpo.

-Edward ¿y esa camisa? Nunca te la había visto- Le dijo Ángela a su hermano, puede ver que Edward  se sonrojaba un poco.

-Emj… Pues digamos que tuve otro pequeño accidente a la hora del almuerzo- Dijo Edward un poco incómodo.

-Ahora que lo mencionas… Bella porque no volviste cuando fuste por tu bebida te estuvimos esperando pero sonó el timbre y nos tocó ir a clases… ¿Dónde te habías metido?- Me pregunto Alice, yo me sonroje recordando lo acontecido en el almuerzo.

-Y que hacían ustedes dos en el baño de hombres y Edward prácticamente desnudo y con Bella en brazos- Pregunto Jacob con aires de hermano mayor.

-¿QUE?- Gritaron Ángela, Rosalie y Alice.

-¿Qué hacían los dos en el baño?- Dijo Alice

-Ja lo tenían escondido- Esa fue Rose, Dios pero que mente no quiero ni saber lo que se está imaginado.

-Edward hermano nuestra mamá te educo mejor que eso- Argh hasta Ángela malpiensa todo, es que nadie tiene un poco de consideración.

Con Edward nos miramos sonrojados, mientras nuestros amigos nos ahogaban en preguntas que siquiera nos dejaban contestar, ya me estaba empezando a molestar.

-¡YA BASTA! DEJEN DE SER TAN MAL PENSADOS- Bueno mi paciencia tiene un límite.

Retome mi camino hacia me Chevy me monte y arranque lo más rápido que puede, ¡Como se atreven a pensar esas cosas de mi! ¡Como si no me conocieran! Urgh odio cundo se ponen todos en mi contra, mi torpeza siempre había sido tema de burla en nuestro grupo, pero yo lo soportaba porque sabía que no era mal intencionado, pero es que hoy se pasaron.

Llegue a mi casa un poco más rápido de lo normal, baje mis cosas y cerré la puerta de un portazo, entre en mi casa, subí a mi habitación y me tire en la cama, estaba muy enojada pero sabía que ese enojo me iba a durar poco, nunca estaba demasiado tempo enfadada con ellos, me levante y fui al baño me lave la cara para despejarme un poco, baje y empecé a arreglar un poco la casa ya que mi mamá todavía no había llegado.

Pasadas unas 3 horas mi mamá llego y juntas empezamos a hacer la cena, (Bueno más bien yo preparaba la cena mientras ella ponía la mesa) al poco rato llego mi papá, comimos juntos mientras me preguntaban cómo me había ido en el instituto, les conté mis pequeños accidentes, la llegada de los Cullen, y mi pelea con los chicos.

Terminada la cena subí a mi cuarto me cambie y me acosté en la cama, cogí mi celular y me di cuenta que tenía 30 llamas perdidas, 10 de Alice, 10 de Rose, 5 de Jacob, 3 de Emmett y 2 de Jasper; también tenía un mensaje de cada uno.

Bella lo sentimos mucho por favor no te enojes si sabes que no lo hacemos con intención, pero es que eso no me lo esperaba por fa llámame o escríbeme apenas leas esto ¿sí? Alice.

Bella no te pongas así tu sabes cómo somos por fa da señales de vida quedamos muy preocupados. Rose

Belly vamos no seas así Eddy va a pensar que eres una amargada contesta ¿sí? Emmett.

Bells vamos chiquita no seas así nos tomaste por sorpresa llámame si quede muy preocupado. Jacob

Bella por fa di que estas viva me Alice me va a volver loco. Jasper.

Bueno creo que exagere solo un poco con mi salida, mejor les escribo para que no se preocupen.

Estoy bien tranquilos no se preocupen no estoy enojada, bueno estaba un poco enojada pero ya estoy mejor, mañana hablamos. Bells

Después de escribir el mensaje apague las luces y me acosté a dormir, pero mis sueños fueron invadido con unas esmeraldas que me traspasaban el alma.

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Al día siguiente me levante con mejor ánimo, ya lo peor había pasado, ya solo queda aguantar el resto del año, baje y desayune con mi mamá, me despedí de los dos, subí a mi Chevy y me dirigí al instituto al llegar me di cuenta de que no había casi nadie, así que saque mi Ipod y me acosté, los sonidos de claro de luna me llenaron de paz, no supe cuento tiempo llevaba acostada, Salí de mi momento de relajación cuando unos unas pequeñas manos me sacaron y me abrazaron.

-Belly... Perdón, perdón, de verdad no queríamos… lo siento no lo vuelvo a hacer- Me decía Alice mientras me sacudía.

-Ya Alice tranquila te perdono no pasa nada- Le dije cuando me soltó.

-Hola Bella- Me dijo rose -¿Ya estas mejor?-.

-Si ya tranquilas fue una rabia monetaria.

-BELLY- Me grito Emmett logrando que todo el estacionamiento (el cual ya estaba lleno) volteara en nuestra dirección – Belly nos preocupaste- me dijo haciendo un puchero.

-Em… Em… No…Respiro-.

-Ups lo siento- Me dijo soltándome rápido, logrando que perdiera el equilibrio y me resbalara, pero unas manos me detuvieron a tiempo.

-Bella, deberíamos buscar otra forma de saludarnos ¿no crees?- Dioses sagrados la mala suerte apesta de verdad.

-Sí, sí creo gracias Edward- Le dije con las mejillas sonrojadas.

-Hola Bella- Me saludaron Jazz, Jake, y Ángela. –Bella de verdad siento lo de ayer- Me dijo Ángela.

-Hola chicos, y no te preocupes Ángela, estoy acostumbrada, además yo también exagere un poco.

-Bueno creo que es mejor que entremos a clases- Dijo Rose.

-Esperen, ¿Alguien sabe dónde queda el salón de literatura?- Pregunto Ángela.

-Bella tiene literatura ve con ella- Dijo Alice.

-Si vamos, los vemos luego- Les dije.

La clase paso normal con Ángela estuvimos hablando sobre nuestras vidas, me di cuenta de que era una persona muy sencilla y de buenos sentimientos, definitivamente era perfecta para Jacob, al salir la acompañe a su siguiente clase y luego fui a la mía, La clase pasó relativamente rápido, tomé solo los apuntes necesarios y me dediqué a ver por la ventana, recordando esas esmeraldas que me tenían atrapada no podía dejar de pensar en Edward, pero tenía que dejar de hacerlo era obvio que él no podría pensar en mi a menos que quiera recordar los brutales accidentes así es como me debe recordar “la chica torpe”, un dolor me atravesó el corazón de solo imaginarme que el podría pensar eso de mí.

Al terminar la clase, tomé mis cosas y las puse en la cartera, me dirigí al comedor, pude ver a Alice, Ángela y Jacob sentados en la misma mesa de ayer, me senté y empezamos a hablar de cosas triviales mientras esperábamos al resto. Cuando vimos a los demás entrar Alice les hizo una seña y me dirigió una de sus miraditas, sabía que algo tramaba, cuando llegaron Alice empezó a dar saltitos.

-Tengo una idea- Dijo llamando la atención de todos -Para conocernos mejor, porque no hacemos una pijamada este fin de semana- Dijo.

-No, eso es de niñas nosotros los machos no hacemos esas cursilerías- Dijo Emmett, ganándose en golpe por parte de Rosalie –Auch, Rose bebe ¿Por qué me pegas?

-Por tonto, las pijamadas no son cursis, además me parece muy buena idea- Dijo Rose.

-Y uds que piensan- Dijo Alice mirándonos al resto.

-Pues por mí no hay problema- Dijo Jacob.

-Por mí tampoco- Dijo Jasper.

-Cuenta conmigo- Dijo Ángela.

-Pues me parece buena idea- Dijo Edward.

-Si está bien- Dije yo, ya saben el dicho “si no puedes con ellos, úneteles”.

-¡¡Perfecto!!- Dijo o más bien grito Alice – Lo único es que hay que buscar donde en mi casa no se puede porque la están pintando, ¿Rose en la tuya se puede?- Dijo mirando con carita de perrito a Rose.

-No me hagas esas caras duende, no en la mía no se puede, después de la última pijamada que hicimos mi papá dijo que ni loco me dejaba volver a hacer una.

-A nosotros ni nos mires- Le dije –Las de nosotros son muy pequeñas no cabemos los 8 más nuestros padres.

-En la de nosotros, creo que se puede- Dijo Ángela.

–No creo que mamá ponga algún problema, además ella querrá conocer a las mujeres que lograron domar a los caballeros aquí presentes- Dijo Edward.

-SI, GRACIAS, GRACIAS- Grito Alice mientras abrazaba a Ángela y Edward.

En ese momento sonó el timbre, me levante y empecé a caminar hacia la salida, cuando una mano me agarro el brazo, sentí una corriente eléctrica en mi columna, no tuve que voltear para saber de quien se trataba.

-Espera Bella te acompaño, tenemos juntos biología- Dijo, asentí como tonta y empezamos a caminar.

Llegamos y nos sentamos en nuestra mesa, me sentía muy nerviosa y muy tonta como es que con solo 6 palabras ya quedaba como tonta frente a él. En esos momentos entro el profesor con una bandeja.

-Buenos chicos hoy vamos a hacer pruebas de RH, ya que todos tienen que saber muy bien cuál es su tipo de sangre en caso de emergencia- Gemí Porque Me tenía que pasar esto.

-Bella ¿estás bien? Te pusiste pálida- Me dijo Edward mientras me tocaba la frente.

-Si tranquilo- Le dije mientras ponía mi cabeza sobre la mesa intentando controlar el mareo que sabía que muy pronto me iba a golpear; vi como el señor Barner empezó a ir mesa por mesa con un aparatito, y escuchaba los gemidos de algunos compañeros, cundo llego a nuestra mesa levante un poco mi cara Edward me vio y luego se dirigió al profesor.

-Profesor creo que Bella no se siente muy bien, será que ella se puede saltar la prueba- Le dijo y se lo agradecí la verdad no creía que fuera a aguantar mucho más.

-Lo siento señor Cullen, pero todos tienen que hacerla, su mano por favor- Edward me dio una mirada de disculpa y le paso su mano al profesor, el cual cogió el aparatito y apretó un botón, vi como Edward hacia una mueca, luego puede ver el líquido rojo saliendo de un punto de su dedo… Y  de pronto todo se puso negro.

-Bella…Bella…Bella me escuchas- Escuchaba como una hermosa voz me hablaba sonaba un poco preocupada pero ¿Por qué?... Además ¿Dónde estaba? Lo último que recuerdo es la clase de biología, empecé a abrir los ojos y puede ver que me encontraba en la enfermería y vi a Edward a mi lado.

-¿Qué paso?- Le pregunte mientras trataba de levantarme de la camilla, Edward me ayudo a incorporarme.

-Bueno pues te desmayaste y te traje a la enfermería- Dijo mientras me veía ¿Preocupado?

En ese momento entro la señora Cope junto con la enfermera -¿Cómo te sientes cariño?- Me pegunto con ese tono maternal tan característico de ella.

-Creo que ya estoy bien- Dije mientras me incorporaba lentamente. Me pitaban un poco los oídos, pero no tenía mareos. Las paredes de color menta no daban vueltas. Pude ver que me iba a obligar a acostarme de nuevo, pero en ese preciso momento la puerta se abrió y la señora Cope se golpeó la cabeza contra la misma.

-Ahí viene otro- Avisó.

Me bajé de un salto para dejar libre el camastro para el siguiente inválido. Devolví la compresa que me habían puesto y se la di a la enfermera.

-Tome, ya no la necesito.

Entonces, Mike cruzó la puerta tambaleándose sosteniendo a Lee Stephens, otro chico de nuestra clase de Biología, que tenía el rostro amarillento. Edward y yo retrocedimos hacia la pared para hacerles sitio. Salimos de la enfermería y en ese momento sonó el timbre, Gemí para mis adentros me tocaba Educación Física y sinceramente no quería ir.

-¿Qué te pasa? ¿Te sientes mal otra vez?- Me pregunto Edward.

-No, lo que pasa es que me toca Educación Física, y la verdad no quiero ir- Le dije.

-Puedo hacerme cargo de eso- No me había percatado de que Edward se había acercado, pero me habló al oído. -Ve a sentarte e intenta parecer paliducha- Murmuró.

Esto no suponía un gran cambio. Siempre estaba pálida, y mi reciente desmayo había dejado una ligera capa de sudor sobre mi rostro. Me senté en una de las crujientes sillas plegables acolchadas y descansé la cabeza contra la pared con los ojos cerrados. Los desmayos siempre me dejaban agotada. Oí a Edward hablar con voz suave en el mostrador.

-¿Señora Cope?

-¿Sí querido?- No la había oído regresar a su mesa.

-Bella tiene educación física la próxima hora y creo que no se encuentra del todo bien. ¿Cree que podría dispensarla de asistir a esa clase?- Pregunto con su voz aterciopelada.

-Claro no hay problema- Dijo la señora Cope -¿Necesitas también que te dispense a ti?-.

-Si no es mucha molestia, creo que debería acompañarla no creo que pueda llegar a su casa en ese estado.-

-De acuerdo, no te preocupes de nada. Que te mejores, Bella- Me deseó en voz alta. Asentí débilmente con la cabeza, sobreactuando un poquito.

-¿Puedes caminar o necesitas que te ayude?

-Caminare, gracias- Me levanté con cuidado, seguía sintiéndome un poco mareada. Mantuvo la puerta abierta para mí. Salí hacia la fría llovizna que empezaba a caer. Agradecí que se llevara el sudor pegajoso de mi rostro. Era la primera vez que disfrutaba de la perenne humedad que emanaba del cielo.

-Gracias- Le dije cuando me siguió -Merecía la pena seguir enferma para perderse la clase de Edu. física.

-Sin duda- Ahora estábamos cerca del aparcamiento. Me desvié a la izquierda, hacia mi Chevy algo me agarró de la cazadora y me hizo retroceder.

-¿Adónde te crees que vas?- Edward me aferraba de la misma con una sola mano. Estaba perpleja.

-Me voy a casa.

-¿Acaso no me has oído decir que te iba a dejar a salvo en casa? ¿Crees que te voy a permitir que conduzcas en tu estado?- Me pregunto ofendido

-¿En qué estado? ¿Y qué va a pasar con mi coche?- M quejé.

-Seguro alguno de los chicos te lo puede ir a dejar, Por favor Bella ven sí, no quiero guardar en mi conciencia que tengas un accidente por mi culpa- Me dijo en broma pero puede ver cierta preocupación en su mirada.

-Está bien, vamos- Le dije. Empezó a caminar hacia un Volvo y abrió la puerta del copiloto.

-¿Este es tu coche?- Le pregunte.

-Sí.

-Es muy bonito- Le dije mientras entraba al auto.

-Gracias- Dijo mientras cerraba la puerta y caminaba hacia el lado del copiloto, arranco el carro, íbamos en un silencio cómodo solo hablábamos para indicarle por donde era mi casa; Al llegar aparco me di cuenta que no estaba la patrulla ni el carro de mama así que no había nadie.

-Gracias, no tenías que hacerlo- Le dije un poco sonrojada.

-De nada, no me molesta- Me dijo con esa sonrisa torcida que desde hoy se convirtió en mi sonrisa favorita.

-Bueno…Entonces nos vemos mañana- Le dije mientras abría la puerta del carro.

-Sí, claro…Adiós- Dijo.

-Adiós- Dije mientras le daba un beso en la mejilla y salía corriendo hacia mi casa, no sé de donde saque el valor para hacer eso, vi como Edward se demoraba un poco más en arrancar y luego se iba, suspire y entre. No tenía ganas de hacer gran cosa, por lo que solo agarré una manzana de la cestica de frutas y subí a mi cuarto. Al entrar dejé mi cartera sobre la mesa y me acosté en mi cama, comí la manzana y me quedé dormida casi al instante… Me desperté una hora luego, estaba aburrida y mis padres todavía no llegaban, me levante de la cama y me senté en la ventana. Ahí estaba mi guitarra, tenía muchísimo tiempo sin tocarla, así que la agarré y salí por la ventana (con mucho cuidado obviamente, no quería tener una visita al hospital), sentándome en el techo. No sé cuánto tiempo estuve sentada ahí, con mi barbilla en mis rodillas y viendo hacia el bosque, la sonrisa Edward invadió mi mente y no supe cómo, pero en ese momento llegó a mí la primera oleada de inspiración que no sentía desde hace mucho tiempo. Con una sonrisa tonta agarré mi guitarra y comencé a tocar y cantar…

...Tú  sabes que esto podría ser algo

Porque todo lo que haces y las palabras que dices

Me quitan el aliento

Y ahora me quedo sin nada

Así que tal vez es cierto, No puedo vivir sin ti

Y tal vez dos, es mejor que uno...

-Que tonta soy, él nunca me vería de esa forma, y yo ya me estoy ilusionando- dije mientras volvía a mi cuarto. Fue hasta ese momento que me di cuenta que Renne estaba en el cuarto y me veía con aquella sonrisa tierna que siempre suelen tener las madres cuando saben que nos pasa algo.

-Hija que canción tan linda, ya extrañaba escucharte con tu guitarra- dijo mientras me daba un gran abrazo sin dejar de sonreírme -¿Qué tal tu día?, ya veo que alguien te inspiró, cuéntame todo…

 -Mamá no hay mucho que contar- le dije mientras reía contra su hombro –Todo sigue igual... Ahhh este fin de semana Alice preparo un pijamada en la casa de los Cullen.

-¿Los Cullen?... Ahhh… Los amigos de los chicos ¿no?- Dijo.

-Sí, mamá ellos- Le dije intentando que olvidara el tema de la canción.

-Bueno hija, prométeme que mañana me vas a contar del que te dejó sin aliento, porque esa canción no te salió de la nada ¿Ok?- Me dijo mirando pícaramente.

 ¡Ohh Noo!, ¿¡Por qué a Renne nunca se le escapaba una!?

-Ok mamá, pero mañana –dije sin mirarle a la cara. 

-Bueno hija, baja en un ratico para comer, Charlie no debe tardar en llegar.

 -¿Qué hora es? Pregunte al darme cuenta que ya íbamos a cenar

 -Son las 6:30- dijo mientras veía su reloj y me veía de nuevo.

 -¡Oh por dios!, se me fue toda la tarde en el techo- aullé

Ahora sí que debo estar muy loca.

Capítulo 3: Del Destino Nadie Escapa Capítulo 5: Pijamada I

 
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