Bella POV

El lugar estaba muy oscuro y no se podía ver nada, empecé a buscar en la pared algún apagador hasta que lo encontré.

Lo moví rogando por que la habitación tuviera electricidad y para nuestra buena suerte así fue, la habitación se ilumino. Mire a mi alrededor y al parecer estaban remodelando la casa, había botes de pintura en el suelo, martillos, clavos, palas, etc. Todo lo necesario para transformarla.

-con luz no da tanto miedo.- musito la pequeña Megan acercándose a mi.

Los niños empezaron a caminar por la habitación, estaban mirando todo detenidamente. La casa era de dos pisos así que decidí dar un pequeño recorrido por el lugar solo para prevenir.

-niños quédense aquí, iré a revisar los cuartos solo para asegurarme que todo está en orden.- los niños asintieron, cerré la puerta atrancándola con un bote de pintura que se encontraba a lado de esta, les di una última mirada a los niños, ellos estaban riendo y jugando con lo que encontraban.

-no vallan a lastimarse, Ethan, no jueguen con nada peligroso

-lo prometemos-musitaron los niños.

Me dispuse a emprender mi recorrido, empecé con la planta baja, esta tenía 3 habitaciones, una cocina, y un baño, todas estaban vacías, en las habitaciones no había nada de muebles y algunas tenían el piso levantado, camine de nuevo a la sala en donde los pequeños empezaron a jugar con un juego de mesa que Ethan llevaba en su maleta.

Subí las escaleras y esta vez camine un poco más lento, habían 3 puertas, abrí una por una con cuidado, y como las anteriores, estas también estaban vacías excepto por la que se encontraba enfrente de las escaleras, esta solo contenía un pequeño piano. En estas habitaciones el piso ya había sido cambiado por otro más lujoso y las paredes estaban recién pintadas o esto parecía debido al olor, aunque aun habían botes de pintura llenos por los pasillos y una que otra herramienta para trabajar.

Regrese a la sala con los pequeños y ellos seguían jugando, decidí que sería mejor trasladarnos al último cuarto, así solo tendríamos prendida la luz de ese cuarto y podría apagar las demás, no quería que alguien con malas intenciones se percatara de nuestra presencia, aun tenía en la mente a los secuestradores así que como dice mi papa:

"más vale prevenir que lamentar"

-niños, recojan sus cosas y llévenlas al cuarto de el fondo, ahí nos quedaremos, yo atrancare la puerta con algo, ese bote de pintura no creo que evite la entrada a algún intruso.- señale la puerta y los niños siguieron mi mirada.

-lo que tu digas bella.- dijo el pequeño Christian mientras empezaba a recoger las cosas que llevábamos, Megan lo ayudaba, en realidad eran dos hermosos niños y era muy fácil encariñarse con ellos, me inspiraban tanta ternura y tanto amor, son dos pequeños angelitos tan hermosos como mi Ethan, cuando salgamos de aquí, desearía que fueran amigos, en verdad se llevan tan bien, jamás había mirado a mi niño tan alegre y feliz como hoy, aunque sé que no son las mejores circunstancias.

-mama, antes de que cierres la puerta quiero hacer algo.- musito mi pequeño bebe sacándome de mis pensamientos, el niño miro con una arruguita en su frente la habitación hasta que encontró lo que buscaba.

-¡aquí esta!- se agacho a recoger lo que tanto buscaba, era una tablita que contenía algunos clavos.

-Ethan, deja eso en el suelo te vas a lastimar.- iba a quitársela cuando el niño me detuvo

-espera mama.- puso su manita en frente para indicarme que me detuviera

-mira con respecto a lo que dijiste de los intrusos, se me ocurrió que podemos poner esto en la entrada, en los escalones, así, si alguien viene y sube por las escaleras que es lo más probable, se pincharían el pie y gritarían, y nos daríamos cuenta inmediatamente.- mi niño empezó a decirlo cada vez mas emocionado

-haber pequeño genio, y cree usted que ellos no van a mirar que están los clavos en el piso

-¡Hay mama! Te hace falta imaginación.- Ethan levanto los brazos al cielo como pidiendo un milagro mientras que Christian y Megan reían a causa de la expresión de mi bebe. No pude evitar pensar que insultaba mi inteligencia, mire detenidamente a Ethan, el sabía lo que sucedería si no empezaba a hablar.

-ok, mama no te enojes, mira es que si ponemos esto en las escaleras y lo cubrimos con hojas de arboles y con un poco de nieve no se notara mucho, además si alguien quiere entrar pues traerá prisa y no le tomara importancia a esto, así como cuando vamos tarde a la escuela, que vamos tan apurados que no nos fijamos bien en el piso.- sus palabras tenían algo de razón, si lo cubríamos bien y alguien se acercara podría hacerse el daño suficiente como para alertarnos; me quede meditando un momento más las palabras de mi hijo mientras los tres niños me miraban esperando la respuesta.

-está bien, hagamos eso.- los niños sonrieron mientras corrían hacia afuera para colocarla.

-alto ahí.- grite antes de que lograran pasar la puerta

-déjenme checar si no hay nadie afuera, solo por si las dudas.- me asome por la puerta y mire hacia todos lados, no había señales de que alguien anduviera cercas así que esto tendríamos que hacerlo rápido.

-vamos.- los invite a salir con un movimiento de manos mientras sonreía, Christian y Ethan acomodaron la madera con los clavos en el ultimo escalón mientras que Megan y yo juntábamos algunas hojas para esconderlo, y unas cuantas mas también para regarlas en los demás escalones, si se miraban todos los escalones llenos de hierba seria menos sospechoso.

Después de 10 minutos, risas y regaños por parte de los niños las escaleras estaban listas, las examine por todos los ángulos y los clavos no se miraban mucho.